LA UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA ES LA ENCARGADA

Por: Armando Olmedo Larrazábal*

Las excepcionales características agroecológicas de La Guajira, sumadas a la situación geográfica estratégica, para el mundo internacional, dada la infraestructura portuaria, la introducción de nuevos paquetes tecnológicos, ampliación de nuevas fronteras productivas, dan al departamento ventajas comparativas que le permiten la producción y productividad agropecuaria, minimizando los costos y ahorrando esfuerzos de tiempo y transporte y otras variables, que en otras latitudes son incondicionales, aumentando los costos de producción de cualquier proyecto productivo, porque, incursionar en mercados externos, exige calidad, precios competitivos y sostenibilidad (u oferta sostenible) para poder competir en el mercado internacional y con todo esto, si pensar en realizar cualquier Tratado de Libre Comercio con quien sea.

Para poder ingresar al mundo internacional y competir, hay que estar bien preparados e informados y que mejor forma de hacerlo, sino trayendo a las regiones, las técnicas modernas, las nuevas tecnologías y saberes que, nuestras gentes, especialmente los jóvenes, tengan acceso directo, fácil y a tiempo de todo ese paquete de informaciones científicas y de avanzada, que nos permite prepararnos y ser nosotros mismos los forjadores de nuestro propio destino.

La Universidad de La Guajira, nuestra más grande y sentida academia, es la llamada por encima de cualquiera, a liderar el proceso revolucionario y tecnológico de preparar el talento humano que vive en el territorio insular. El fuerte del departamento no es la minería, como pretenden hacerlo parecer, nuestra mayor fortaleza está en el sector agropecuario y en eso debemos especializarnos, para hacer del campo una fuente de progreso, desarrollo y convertirlo en un negocio atractivo, rentable y sostenible.

Tomar decisiones acertadas es un reto grande y de mucha responsabilidad y tenemos un compromiso para con las futuras generaciones, que no podemos aplazar, el cual hay que enfrentar con sentido de pertenencia, casi egoísta, donde los guajiros de “verdad – verdad”, nacidos o no en el departamento, tenemos la obligación histórica de hacer buen uso de los recursos naturales, renovables y no renovables; y las riquezas generadas por la explotación de los mismos utilizarlos de la mejor manera, sembrándolos para cosechar bienestar en la comunidad.

Hemos empezado mal porque se ha dilapidado mucho dinero, pero podemos enderezar el rumbo, si nos volvemos serios y cada uno de los guajiros nos comportamos como celosos guardianes de los recursos que le llegue o genere el departamento.

Los mega proyectos que se han iniciado en el suelo peninsular, especialmente la construcción de la Represa y Distrito de Riego del Río Ranchería, son obras que no permiten aplazar por más tiempo nuestra preparación. Es imperioso acelerar este proceso con nuestra gente guajira, en el manejo empresarial, asociativo y científico de los recursos. Aquí se van a generar una serie de cambios en la explotación agropecuaria, para lo cual no estamos preparados. La Universidad de La Guajira, nuestra alma Mater por excelencia, está obligada por su misma razón de ser, en su sede de Fonseca (y las otras), a montar un paquete tecnológico de preparación profesional agroindustrial, que nos garantice por nosotros mismos la administración de los recursos, ya que de no hacerlo, serán otros los que se beneficien.

Con el presente escrito quiero invitar a todas las autoridades departamentales, especialmente al gremio universitario y muy particularmente al de la Universidad de La Guajira y a todos los guajiros con sentido de pertenencia, para que de manera inmediata, asumamos la responsabilidad histórica de defender lo nuestro. Es muy posible que estemos un poco alejados de nuestros objetivos, pero haciendo un pare y revisión del derrotero emprendido, retomaremos el camino difícil y pedregoso, pero el que es, el cual nos permitirá alcanzar un porvenir digno y halagüeño, donde mejoraremos el nivel de vida de los paisanos de la tierra de Padilla.

En el mundo universitario de La Guajira, contamos con el talento humano para mejorar la reorganización de la proyección agropecuaria del departamento. Es necesario desde ya, un estudio de potencialidades, que nos permita en el corto plazo, asumir la preparación de los jóvenes en carreras técnicas, tecnológicas y profesionales, lo mismo que estudios de post-grados, que nos permita acceso a la dirección de los procesos de avanzada que se vienen para el departamento.

Con la inclusión de cerca de 20.000 hectáreas de tierra en la economía regional, es necesario preparar inmediatamente la mano de obra requerida, para la inmensa demanda de técnicos, tecnólogos, profesionales y especialistas, que requerirán todos los oficios generados en el desarrollo de las obras en mención. Es necesario emprender una campaña del aprendizaje del idioma Inglés, para ser nosotros mismos los encargados de realizar nuestros propios negocios, entendiendo desde el principio los términos de los mismos. Preparar jóvenes en empresarismo, con vocación financiera y negociantes que adquieran destreza y conocimientos de envergadura. Ingenieros y profesionales productivos, que conozcan y manejen tecnologías de punta, para ser competitivos. La globalización es mala para el que no está preparado y si nosotros no asumimos nuestra responsabilidad, serán otros los dueños de nuestras tierras, de nuestras riquezas
y solo podremos soñar.

La Universidad de La Guajira tiene un gran reto y si de algo sirven estas recomendaciones, también estamos dispuestos a coadyuvar por el rescate de lo nuestro y juntos apoderarnos del progreso guajiro, de la mano de las autoridades y de todas aquellas personas que creen en talento del hombre que es digno de vivir en La Guajira. Será la Universidad quien al fin determine los mecanismos para iniciar el cambio, nosotros estamos dispuestos a acompañarlos, a seguir estudiando y a prepararnos, para que con nuestra experiencia y la energía de la juventud peninsular, dueños de nuevas tecnologías, apropiarnos del progreso y desarrollo que nos depara el futuro.

*Ingeniero Agrónomo
Especialista en Riegos y Drenajes