POR: José Carlos Molina*
Definitivamente el tema del presidente Chávez a los colombianos se nos ha convertido en un cuestión cotidiana, tan es así, que no existe ninguna reunión en donde no aparezca el tema Chávez y de inmediato surge la polémica de partidarios y contradictores del mandatario venezolano.
En un artículo anterior, titulado Chávez y la Diplomacia, publicado en el semanario fronterizo Wayuunaiki en septiembre de 2006, expresé que el presidente venezolano es irreverente, que le imprime una gran carga emotiva a su discurso y que con frecuencia eso lo aleja de la diplomacia, a la que nos tienen acostumbrados los gobernantes.
Hoy en mí condición de hombre de frontera y ligados inevitablemente con Venezuela, no solo en los aspectos comerciales sino socioculturales, creo pertinente expresar nuestro punto de vista sobre la crisis política, generada por la diplomacia del micrófono que los mandatarios Chávez y Uribe, han manejado inadecuadamente. Ello por supuesto afecta lo comercial y sobre todo en la frontera donde el impacto es mayor, por las restricciones que el presidente venezolano se ha visto obligado a realizar en el tema alimentario, hecho este repito, que nos impacta de manera negativa, porque contribuye a incrementar en un alto porcentaje económico el costo de nuestra canasta o cesta básica alimentaria.
Me preocupa el tratamiento que las agencias internacionales de prensa en general y en particular los medios de comunicación de Colombia y Venezuela le dan al conflicto; pareciera que estuviéramos preparándonos para un enfrentamiento militar entre los dos países. No quiero creer que sea cierto lo que siempre se ha dicho, que el gobierno de los EE.UU., estaría interesado de cualquier manera en desestabilizar al gobierno democrático del hermano país de Venezuela y esté atizando la hoguera del conflicto, utilizando lo que ahora se conoce como “Poder Mediático”.
Los adjetivos calificativos que utilizan los funcionarios Norteamericanos, cada vez que se refieren al mandatario bolivariano, apunta a desacreditarlo y hacernos creer que estamos frente a un hombre con problemas mentales y que eso lo convierte en un gobernante peligroso para la región, quizás tratando de justificar una posterior agresión bélica.
En estos momentos, a nivel continental, no existe un líder diferente a Hugo Chávez, que procure, propicie o posibilite la tan anhelada unidad latinoamericana que desde los tiempos de nuestro libertador SIMÓN BOLÍVAR hemos visto como una necesidad impostergable.
Venezuela es el país de América latina que tiene las mayores reservas de petróleo, uno de los que menos problemas energéticos tienen y el que más lucha para contribuir a resolver las deficiencias energéticas y petroleras de los pueblos de América y el Caribe. Lo que le ha valido incluso al mandatario bolivariano una crítica desmesurada y cruel de parte de los partidos de oposición, quienes prefieren negociar y/o comercializar en condiciones desventajosas con las multinacionales del petróleo, que asumir un comportamiento solidario con países hermanos; una oposición que se pone del lado de la compañía Exxon que entabló una multimillonaria demanda en contra de Venezuela
Colombia y Venezuela son hermanas gemelas, son hijas del mismo padre, compartimos idioma y cultura, jamás debería haber una razón para enfrentarnos militarmente, más allá de las ideologías políticas debe prevalecer la certeza que nos necesitamos recíprocamente. Nuestros lazos de amistad y hermandad no admiten los calificativos inadecuados del presidente Chávez en contra del presidente Uribe, debería recordar que lo cortés no quita lo valiente.
En La Guajira colombiana hemos vivido históricamente del comercio con Venezuela y cada crisis comercial que se presenta en uno u otro lado es resuelta por los mismos comerciantes sin otra ley diferente que el de la habilidad natural de los hombres de fronteras y en la mayoría de los casos sin la intervención directa de los gobiernos.
Desde esta tierra alejada de la patria por el centralismo incrédulo en las entidades territoriales, invitó a los medios de comunicación televisivos y radiales que sean más prudentes en el tema y a que le apostemos a una verdadera integración colombo venezolana y latinoamericana, por que ese ideal debe estar por encima de los intereses de los gobernantes y más allá del bien y el mal.
JOSÉ CARLOS MOLINA BECERRA
Abogado litigante y asesor, docente de la Universidad de La Guajira
jocamobe@hotmail.com / jocamobe@gmail.com
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