jueves, 7 de febrero de 2008

¡EN MAICAO MANDABA UN SHERIFF!

No es una broma ni una fantasía surgida de la imaginación de nuestro columnista. Aunque usted no lo crea en Maicao mandaba un Sheriff, figura a la que considerábamos como exclusiva del Viejo Oeste y de las memorables producciones cinematográficas inspiradas en ese territorio.
Damos la bienvenida a Luis Guillermo Burgos, uno de los historiadores más respetables de nuestra ciudad. Hoy nos deleita con una nota sobre este curioso personaje: El Sheriff de Maicao.
Por: Luís Guillermo Burgos Castro

Transcurrían los años finales de la décadas de los años 50, cuando los miembros de las autoridades representativas, llegaban al territorio guajiro y de inmediato buscaban la seguridad, uniéndose a una guajira, o los guajiros (sus tíos la vendían) la unían para buscar su seguridad. Estos de inmediato comenzaban a trabajar y a guardar sus dineros como nuevos contrabandistas. Reinaba la falta de autoridad policiva.

En Maicao se imponía la “Ley del más fuerte”, la aplicaba un Sheriff, quien era compadre de todos los que se consideraban con poder económico y lo necesitaban, como su respaldo, este señor era mestizo, gozaba de mucho prestigio, adquirido como guapo en la época del contrabando, se batía a plomo con quien fuera y donde fuera, a los guajiros (indios) no los determinaba en su control, ellos hacían todo lo querían y lo que les venia en gana, ellos borrachos y montados en sus caballos fueteaban al primero que se le atravesaba en el camino, pero, cuando un “Arijuna, Bajero o Jurga” se robaba una gallina de inmediato buscaban al “compadre camito” y éste lo localizaba y le llamaba la atención, la primera vez y le advertía que si volvía a robarse otra gallina, lo montaba en su carro ( rojo) y lo desaparecía.

Si el robo era de mayor cuantía, los procedimientos eran otros, pero el ratero desaparecía. Cuenta uno de sus compadres que vive en Barranquilla y fue uno de los primeros empresarios antioqueños que se estableció en esta localidad, (como vendedor de películas “paquitos”, después puso una funeraria, le siguió la farmacia, un laboratorio, impulso la radiodifusión) que su compadre merece un lugar especial en la historia de Maicao, ese sí era un hombre guapo, mi compadre Camito Aguilar

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno el articulo del prefe burgos, espero que en adelante nos deleite con muchos articulos mas, que seguro vendrán

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