Por: Pedro Delgado Moscarella
La conversión al Islam ha logrado crear posibilidades para un real entendimiento interreligioso toda vez que se parte desde una experiencia completamente diferente desde donde se empiezan a crear relaciones doctrinales producto de una cosmogonía relativa a la nueva realidad. El afianzamiento a la nueva religión surge en un contexto antagónico, conflictivo y crítico para la compresión de la nueva fe, el Islam. Sin embargo, estas realidades se tornan infundadas cuando penetramos los escenarios donde la historia cobra su verdadera esencia. Ser memoria fidedigna de procesos desde donde se construye una nueva identidad a partir de hechos sustancialmente pragmáticos a la existencia humana.
El propósito del presente trabajo es revelar algunos elementos que desde la experiencia de conversión al Islam se logra cambiar una visión de mundo y sobre todo la relación con musulmanes y no musulmanes, planteando además de manera sencilla cómo éste fenómeno ha logrado crear posibilidades para un real entendimiento interreligioso logrando así configurar un Islam en Perspectiva Latinoamericana.
La pretensión no es hacer comprender las reflexiones con la rigurosidad del especialista, mucho menos establecer una relación vertical en cuanto a los planteamientos expuestos, sin embargo es saludable expresar que la experiencia en diferentes ámbitos del contexto islámico han logrado advertirme diversas realidades que en última instancia ayudan a construir un escenario ideológico aunque no diferente a los planteamientos universales, sí comprensivos al entorno que vivimos los musulmanes hoy día.
Para iniciar, se hace necesario ubicarnos y aclarar períodos históricos que son los que han establecido los espacios para el desarrollo de acontecimientos que sin lugar a dudas influyen hoy en el orden mundial.
A grosso modo podríamos establecer las etapas que tradicionalmente se han definido en la historia de la humanidad. La prehistoria que va desde la edad de piedra hasta la aparición de las primeras civilizaciones que se valieron de metales como demostración de procesos organizacionales y mejoramiento de la calidad de vida. Posteriormente hablamos de la edad antigua, cuando surgen los primeros asentamientos humanos hasta la caída del Imperio Romano. Estamos hablando ya del siglo V. Inmediatamente hace su aparición la edad media, período bastante amplio donde surge el Islam. La edad media se constituye en la encrucijada que determinaría de una vez por todas el fortalecimiento de una cultura que ha sido objeto de un olvido y desidia por parte de la historia. Pero es esa misma historia que de un momento a otro emerge como si despertara de un letargo secular, empieza a cobrar el verdadero significado de sus eventos y devenires.
Continuando con nuestro recorrido por la historia, a finales del siglo XV con la llegada de Colón a América y el renacimiento, surge la edad moderna que discurre hasta la revolución Francesa en 1789; a partir de ese acontecimiento empieza la posmodernidad, usualmente llamada edad contemporánea y representa nuestro contexto actual.
Ahora bien, con la intención de hacer sistemática la exposición, me referiré al tema que nos ocupa en un solo período de tiempo, la posmodernidad, como sistema representativo del auge del Islam en todo el sentido de la palabra.
El planteamiento consiste en determinar cual ha sido el contexto desde donde los musulmanes convertidos en esta parte del mundo nos aproximamos al Islam, cómo y de que manera fue nuestro contacto con las comunidades islámicas y posteriormente de que forma lo asumimos como un modo de vida. Así mismo es importante establecer de que manera la experiencia de conversión fortalece la autonomía y la autodeterminación en una sociedad donde la diversidad no corresponde a la propuesta unificadora de la existencia humana como consecuencia de un determinismo global.
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