lunes, 2 de mayo de 2016

El mantra de Electricaribe



Escrito por: Amylkar D. Acosta M[1]


LA COMPLICACIÓN DE MALES

ELECTRICARIBE, filial del grupo empresarial español Gas Natural-Fenosa es el operador de red en la región Caribe de Colombia y abarca a 7 departamentos, excluyendo al archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina que por ser insular cuenta con su propio operador. Esta empresa tiene una pésima reputación entre sus usuarios, aproximadamente 2.6 millones, equivalente al 25% de la demanda nacional, debido a la pésima calidad del servicio que reciben, el cual no cumple con los mínimos requerimientos de Ley, tales como son la eficiencia, la calidad y sobre todo la continuidad

Sus problemas empiezan por el tipo de mercado al cual sirve, se trata de un mercado no competido, pero tampoco competitivo, en razón de que el 80% de sus usuarios se reparte entre los estratos 1 y 2, barrios subnormales y zonas de difícil gestión, los cuales se caracterizan por su bajo poder adquisitivo y por consiguiente con muy poca capacidad de pago de su factura. Ello repercute en la calidad de la cartera, de allí que la deuda de difícil cobro en estos segmentos supere los $400.000 millones y de contera la deuda del sector oficial supera los $144.000 millones. Bien dijo el ex ministro de Estado Rodrigo Escobar Navia que un mercado de pobres es un pobre mercado
Las pérdidas, producto en gran medida del fraude, terminan de complicar este cuadro amenazador de la estabilidad financiera de la empresa, pues aunque al cierre del 2015 fueron en promedio del orden del 19.7%, regulatoriamente sólo se le puede reconocer 12.75 puntos porcentuales, es decir, la diferencia de 6.95 puntos porcentuales van contra el P & G de la empresa. Como si lo anterior fuera poco el mercado en el cual opera ELECTRICARIBE ha sido descremado, a tal punto que el 53% no los usuarios no regulados, que son los grandes consumidores, particularmente los industriales que son la pulpa del negocio se lo llevan otros comercializadores y generadores a través de contratos bilaterales, quedándole a ELECTRICARIBE el hueso del mercado. 
Aunque se suele decir que en la región Caribe impera la cultura del no pago y que ello explicaría la abultada cartera morosa a la que hemos hecho referencia, lo cierto es que en tratándose de los estratos más bajos la cruda realidad es que estos usuarios ante su precariedad de ingresos se ven no pocas veces enfrentados al dilema de tener para comer o para pagar la factura de la energía. Pero, también es cierto que otras empresas que prestan otros servicios, como los de agua y gas, no enfrentan este problema de cartera, lo cual lleva a pensar que también influye en el no pago del servicio la calidad del mismo. Y ello nos ha conducido a un callejón sin salida, atrapados en un círculo vicioso, en el que no se paga porque no se presta un buen servicio y la empresa alega que no presta un buen servicio porque no tiene caja debido al impago por parte de los usuarios. Y hablando de caja, las dificultades no son menores; ahora mismo la deuda contraída con los bancos está rozando los $2 billones. Ello le resta capacidad de maniobra a la empresa, la cual se ve abocada a comprar actualmente el 22% de la energía que comercializa en bolsa a precios mucho más altos que si la contratara. 

EL REZAGO DE LA INVERSIÓN

Y así llegamos a la nuez de la problemática que afrontan los usuarios de ELECTRICARIBE, cual es el rezago histórico en materia de inversión, el cual ha repercutido en el deterioro del servicio que se presta. A esa conclusión llegó un estudio que contratamos a nuestro paso por el Ministerio de Minas y Energía, coordinado por la experta Carmenza Chahín[2], a través del cual, además de hacer un buen diagnóstico de la situación planteada, se dieron unas recomendaciones. A ello se vino a sumar una distorsión causada por una norma regulatoria (Resolución CREG 097 de 2008) supremamente perversa, que toma como base para la remuneración de las inversiones en distribución la metodología del costo medio histórico, lo cual desincentiva la inversión en expansión, para garantizar así la calidad, la confiabilidad y la reducción de pérdidas, ya que sólo se reconocen una vez efectuadas dichas inversiones
Ese es el gran lastre que le impide a ELECTRICARIBE prestar un buen servicio: la falta de inversión en la infraestructura, es decir subestaciones, transformadores, compensadores, postería, en el Sistema Nacional de Transmisión (SNT) y en el Sistema Regional de Transmisión (SRT), así como en la renovación y refuerzo de las redes de distribución. Ello da lugar a la sobrecarga de los transformadores y conductores por crecimiento de la carga, pero también por obsolescencia de la red, contaminación y mayores requerimientos de mantenimientos, máxime cuando su fragilidad está en niveles críticos. De allí su gran vulnerabilidad, tanto mayor habida cuenta que la demanda de energía en la región Caribe (7%) crece por encima del promedio nacional (4.2%). Esto último obedece en gran medida a la relocalización de muchas empresas en los últimos años en la región, lo cual ha elevado el estrés al cual está sometido el Sistema, que opera en el límite de su capacidad. Esto se agrava por el hecho de que debido a la salinidad del ambiente en la región ello demanda un mantenimiento mayor y permanente y la empresa no ha estado en capacidad de hacerlo con la frecuencia que se requiere. Así es que cada vez que cae una llovizna sobre las instalaciones eléctricas se producen cortos circuitos que causan un deslastre, razón esta principalísima de los continuos cortes del fluido eléctrico, amén de los altibajos en el voltaje, repercutiendo en los frecuentes daños de los electrodomésticos en los hogares, en el comercio y en las empresas. 
Lo más preocupante es que, según el más reciente informe de la Superintendencia de Servicios públicos, lejos de mejorar sigue el deterioro de la calidad del servicio que se presta, como crecen también la inconformidad y las protestas en toda la región, las cuales se exacerban cada día más por cuenta de falencias en la atención a los usuarios. Los indicadores de calidad (duración y frecuencia de las interrupciones) en el año 2015, según la Superintendencia,  han sido mayores con respecto a los registrados en el 2014, que ya dejaba mucho qué desear.

 
                                                                                Fuente: Superintendencia de Servicios Públicos

La falta de firmeza y confiabilidad del Sistema eléctrico en el Caribe se ha convertido en el principal cuello de botella para la competitividad regional, afectando a las empresas grandes, medianas y pequeñas, a la hotelería, al comercio, al tiempo que se ha convertido en una calamidad para los usuarios residenciales, desesperados y desesperanzados, que ya no ven salida distinta al cambio de operador de red, como lo están demandando los gobernadores y alcaldes de las ciudades capitales de la región Caribe. Y no es para menos, pues según la misma Superintendencia durante el año 2015 en promedio la duración acumulada de las interrupciones del fluido eléctrico en las ciudades capitales de la región Caribe fue de 67.2 horas, muy por encima del promedio nacional que, según un estudio de mercados energéticos para la CREG, fue de 45.6. Y la frecuencia no fue menor: 59.9 veces en promedio se interrumpió la prestación del servicio por cortes intempestivos y/o racionamientos no programados, que contrasta con 41.4 veces en promedio para el nivel nacional. Por esta razón, las quejas contra la empresa en vez de bajar continúan subiendo como la espuma.

INTERVENCIÓN PARA QUÉ

Ante esta situación, tan delicada como compleja, no han faltado quienes propongan una salida tan facilista como la intervención de la empresa, pero las experiencias pasadas de las intervenciones por parte de la Superintendencia de Servicios públicos no la aconsejan. A la vista está el caso de EMCALI que, respondiendo al clamor ciudadano fue intervenida, 11 años después esa misma ciudadanía reclamaba su devolución a manos de Cali y cuando esta la recibió EMCALI no estaba mejor que cuando estuvo peor y todavía es hora que no se ha podido reponer del todo. La salida a esta encrucijada pasa por un esfuerzo vigoroso y sostenido de inversión para superar el rezago al que hemos hecho alusión. Pero, claro, este esfuerzo debe comprometer tanto recursos provenientes del Presupuesto General de la Nación, como de parte de ELECTRICARIBE y desde luego se requiere también el concurso de la inversión privada, sobre todo en aquellos proyectos que por su propia naturaleza son subastados a través de las convocatorias de la UPME. La intervención, que podría ser una salida, a la postre se constituye en una evasiva.
Conscientes de esta realidad y acogiéndonos a los resultados del estudio realizado, además de tomar unas medidas de choque, entre las que sobresale la expedición de una Resolución mediante la cual cambiamos la metodología del costo medio histórico por la del costo medio de largo plazo, dándole de esta manera una señal a los inversionistas para que se animaran a apostarle a la ejecución de nuevos proyectos. Y, lo que es más importante, definimos y estructuramos un paquete de proyectos urgentes, prioritarios e inaplazables, que posteriormente presentó mi sucesor en el Ministerio, Tomás González, como Plan5Caribe. 
El Plan5Caribe consiste básicamente en un portafolio de 394 proyectos del Sistema de transmisión regional y nacional, y el Sistema de Distribución Local  identificados como estratégicos para el Caribe, donde se incluyen desde “dobles calzadas” hasta “vías locales”, que llevarán la energía a los hogares. La ejecución de estos proyectos compromete inversiones del orden de los $5.1 billones en 5 años, de los cuales le corresponde invertir directamente a ELECTRICARIBE la suma de $1.1 billón. Adicionalmente, se contempla la ampliación del subsidio  a las familias de menores ingresos al 60% para el estrato 1 y 50% para el estrato 2, para lo cual se incrementaron los recursos del FOES (de $46 kilovatio/hora se pasó a $92) vía Plan Nacional de Desarrollo. También se aprobó por parte del Congreso de la República prácticamente la duplicación de los recursos de los fondos PRONE  (de $1 por kilovatio/hora se pasó a $1.90) y FAER (de $1 por kilovatio/hora se pasó a $2.10). Así como los recursos del FOES se destinan a cubrir los subsidios, los del PRONE tienen como destinación específica la normalización de redes y los del FAER están orientados a la ampliación de cobertura, los cuales en su mayor proporción se han venido invirtiendo en la región Caribe dada la peculiaridad de dicho mercado. 

PLAN DE REACCIÓN INMEDIATA

Con ocasión de la Cumbre energética que se realizó en Barranquilla el pasado 14 de enero, presidida por el Presidente Santos, planteamos varias propuestas, todas ellas acogidas por el Presidente, para darle agilidad a la ejecución del Plan5Caribe y de las medidas complementarias, acortando los tiempos y los plazos para así tener resultados tangibles a corto plazo de mejoramiento de la calidad de la prestación del servicio. Dada la gravedad de la problemática de la prestación del servicio por parte de ELECTRICARIBE y conscientes de que la paciencia de los usuarios se ha agotado, dando lugar a bloqueos y protestas sociales a causa de las continuas e intempestivas interrupciones, consideramos menester reducir al máximo los tiempos para la implementación de tales medidas. El que espera desespera y ello explica la exasperación de la dirigencia social y política en la región Caribe. Por ello consideramos que para hacer más expeditos los trámites y la ejecución de los proyectos contemplados en el Plan5Caribe se deben tomar varias medidas, las cuales enunciamos a continuación:   
Plazo inmediato 

      Primera: para agilizar y anticipar la ejecución de los proyectos del Sistema de Transmisión Regional (STR)y Nacional (STN) se haga a través de convocatorias express, de tal modo que se reduzcan los términos para las convocatorias y las adjudicaciones de los proyectos por parte de la UPME.
      Con el mismo fin, propusimos que el paquete de obras del Plan5Caribe sea considerado como de Interés Estratégico Nacional (PINES) y recibir el tratamiento como tal. Como es bien sabido en el Plan de Desarrollo Todos por un nuevo país se dispuso que los PINES se considerarán de utilidad pública e interés social y ello contribuirá a facilitar los procesos de licencias ambientales, consultas previas y adquisición de predios para las obras, tornándose estas más expeditas
      Segunda propuesta: titularizar y/o pignorar los recursos que se espera recibir en los próximos 5 años por parte de los fondos FAER, PRONE, FAZNI y FOES, con el fin de que no tengamos que esperar 5 años para hacer las inversiones requeridas en normalización de redes, ampliación de cobertura, intervención de circuitos. Estos recursos irían a un patrimonio autónomo con destinación especifica y de esta manera los proyectos se pueden emprender ya y no al ritmo del recaudo de tales recursos. De esta manera se podrá disponer de los recursos para acometer esos proyectos ya y no hacer la inversiones al ritmo del recaudó de los mismos, que tomaría demasiado tiempo. Esta propuesta debe complementarse con una apertura que permita que otro agente ejecutor experto distinto a ELECTRICARIBE pueda ejecutar los proyectos que se financian con estos fondos, con seguimiento permanente y de esta manera destrabarlos. Ello en razón de las limitaciones comprobadas de la capacidad de ejecución del operador de red en el Caribe, que llevaron a la Contraloría General a abrir investigación por la morosidad de ELECTRICARIBE en la ejecución de más de $60.000 millones de tales recursos. 

      Tercera propuesta: el Plan propuesto por el Ministerio requiere Gerencia. Es indispensable contar con un responsable de gestionar ese Plan, para lograr de esta manera una mayor articulación de los esfuerzos de las entidades comprometidas en la solución. Complementariamente le propusimos a la Superintendencia de Servicios Públicos y su titular, la doctora Patricia Duque, acogió mi iniciativa de abrir un link en su página para establecer una especie de “tablero de control” para hacerle el seguimiento a la ejecución del Plan previsto, al que puedan acceder los usuarios y estar al tanto en tiempo real de la marcha del mismo. Allí, además, se reservará un espacio especial para que las autoridades municipales y departamentales, las organizaciones sociales, en especial los vocales de control, puedan dar a conocer sus quejas, reclamos, así como sus denuncias sobre el grado de cumplimiento del mismo.  

Mediano Plazo 

      Cartera: Propuesta de pignoración de transferencias del PGN destinados a  Municipios Alcaldías y Gobernaciones (SGP) para cubrir la deuda de energía de entidades oficiales y bienes constitucionalmente  protegidos – 144.000 Mcop  al 31 de diciembre. Agilizar el trámite y pago de los $120.000 millones que todavía adeuda el Ministerio de Hacienda a ELECTRICARIBE por concepto de subsidios que se han dejado de transferirle. Estos recursos, según el acuerdo a que llegamos con ELECTRICARIBE cuando me desempeñé como Ministro, los deberá invertir en su integridad en el mejoramiento del servicio y no para “hacer” caja. 

Acuerdos de pago con las entidades territoriales liderados por la Dirección de Apoyo Fiscal del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Análisis de otras medidas legales para garantizar la apropiación de los recursos para el pago de la energía así como de la deuda.  
                                                                                                                                       
      Fraude: Campañas de socialización antifraudes, uso eficiente y racional de la energía, instalación de medidores individuales, blindaje de redes, instalación de puntos de control interno

Largo Plazo 

Para garantizar la continuidad en la prestación del servicio así como el mejoramiento de la calidad, se derivaran varias modificaciones legales, regulatorias, financieras y corporativas las cuales se citan para consideración. 

Ajustes Regulatorios:

      Metodología remuneración Distribución: Plantear con la CREG la adopción de una metodología similar a la de distribución de gas, en la cual se reconoce el costo medio de mediano plazo para estimular el plan de inversiones de la empresa. 
      Perdidas: En estudio fase exploratoria para reactivar nuevamente los lineamientos de política  fijados en el Decreto 387 de 2007, sobre distribución de perdidas a prorrata en un mercado de comercialización e implantación del plan de reducción de perdidas, el cual fue pospuesto con la entrada de la nueva metodología de remuneración del cargo de distribución.

Alternativa adicional:

Capitalizar las inversiones FAER + PRONE del Estado en ECA, ya que estos activos hoy en día no van a tarifa, se encuentran hundidos al ser de la nación.

LA PACIENCIA SE AGOTA

El primer tropiezo que ha tenido la concreción de la ejecución de los proyectos que se requieren es la renuencia de parte de la matriz de ELECTRICARIBE, Gas Natural – Fenosa, de capitalizar la empresa para que pueda acometer las inversiones que le corresponden, como se lo solicitó oficialmente el Presidente Santos en la Cumbre energética de Barranquilla. Lo acaba de denunciar Edgardo Sojo, Gerente del Plan5Caribe, acorde con las cifras reportadas por la Delegada de la Superservicios para ELECTRICARIBE, “que el flujo de caja de la empresa no es suficiente para cumplir con la inversión pactada”[3], prevista para este año en $245.000 millones. Enfatisa Sojo que “”lo que se observa es que ese Plan no se ha venido cumpliendo ya que no se tienen los recursos necesarios”[4]. Se insiste por parte de ellos en invertir al mismo ritmo de la recuperación de cartera por parte de la empresa, lo cual frena y aplaza indefinidamente las inversiones a las que están obligados.  
De otra parte, los compromisos adquiridos por el Gobierno nacional en cuanto a las otras medidas se ha cumplido a medias. Así lo ha podido establecer la Superintendencia de Servicios Públicos, además dispuso implementar un Programa de Gestión con ELECTRICARIBE, el cual implica, según la Superintendente Patricia Duque, un
“replanteamiento integral para superar la dificil situación crítica y su potencial inviabilidad empresarial”[5]. Este Programa cuenta con herramientas financieras a corto, mediano y largo plazo que permitan que salga del circulo vicioso en el que se encuentra, para lo cual se deberá proceder rápidamente por parte de ELECTRICARIBE a la capitalización, restructuración de la deuda y saneamiento de la cartera de la empresa. Y mientras el tiempo corre la situación se torna cada vez más insoportable. Este es uno de los mayores retos que tiene el nuevo Ministro de Minas y Energía Germán Arce; esta es una verdadera papa caliente!
Pero, para que las medidas aquí esbozadas cumplan su cometido de mejorar ostensiblemente la caidad de la prestación del servicio y superar este estado de cosas que podría calificar la Corte como inconstitucional, no basta con la materialización del Plan5Caribe y las medidas complementarias que hemos propuesto. Se requiere, además, recuperar la confianza y la credibilidad perdidas por parte de los usuarios, pues esta es la base sobre la cual descansa el relacionamiento de todos los actores de la cadena (usuarios, operador, regulador). Para ello es fundamental que se tomen acciones inmediatas y creibles que se traduzcan en una mejora sustancial y, lo que es más importante, sostenible, para incentivar de esta manera el pago cumplido por parte del usuario del servicio que se le presta con calidad, eficiencia y continuidad. 

Valledupar, abril 30 de 2016
www.fnd.org.co










[1] Ex    ministro         de        Minas,             Energía          e         Hidrocarburos         
[2] Carmenza               Chahín            Álvarez           y                      Carlos             Alfonso          Rojas             Hernández.                Alternativas               para               garantizar       la         sostenibilidad           de        la         prestación     del       servicio          eléctrico         en        la         Costa             Caribe.          
Bogotá,         julio    de        2014              
[3] El    Heraldo.         Abril,              29       de        2016              
[4] Idem          
[5] Idem                       

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