Profeta Muhammad: "Si te vieres rodeado de mucha gente ignorante, no te envanezcas por lo que sabes, más bien mira a los que te superan en conocimientos y verás que aún no eres lo que te imaginas ser; y estas por debajo de muchos".
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Por: Pedro Delgado Moscarella
La crisis que enfrenta el pueblo musulmán, tiene raíces mucho mas profundas que el simple señalamiento a fuerzas externas que atacan la unidad y fortaleza de la comunidad. Actitudes cómodas nos hacen pensar que la debilidad de los musulmanes surge por la agresión política, militar y económica además de la penetración cultural que agotan recursos que podrían ser utilizados en potenciar la fuerza liberadora que necesitamos para despojarnos del lastre que nos impuso occidente.
La crisis que enfrenta el pueblo musulmán, tiene raíces mucho mas profundas que el simple señalamiento a fuerzas externas que atacan la unidad y fortaleza de la comunidad. Actitudes cómodas nos hacen pensar que la debilidad de los musulmanes surge por la agresión política, militar y económica además de la penetración cultural que agotan recursos que podrían ser utilizados en potenciar la fuerza liberadora que necesitamos para despojarnos del lastre que nos impuso occidente.
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Es muy fácil buscar culpables en otros, que aunque los hay, no son la única estructura ni el ente determinante de nuestra problemática, debemos reflexionar sobre nuestras realidades y será entonces cuando reconozcamos que uno de los motivos de nuestros problemas es la inmoralidad la cual genera que los preceptos islámicos se encuentren en crisis. Este comportamiento en nuestra comunidad tiene una consecuencia inmediata, la debilidad de la conciencia religiosa.
La moral se debilita cuando perdemos el conocimiento que Dios – Alabado sea su nombre – observa en todo momento y lugar nuestros actos, es el Veedor de todo cuanto existe. Cuando el siervo pierde esta visión, empieza una de las principales razones de destrucción de los pueblos, la corrupción y la exageración en el pecado. A este respecto dice Dios en el Sagrado Corán. “ Es que no ven como hemos destruido generaciones enteras anteriores a ellos, a las que les dimos una posición en la tierra que no os hemos dado a vosotros ? Enviábamos sobre ellos el cielo con abundantes lluvias y hacíamos correr ríos bajo sus pies, pero los destruimos a causa de sus transgresiones e hicimos surgir después de ellos otras generaciones” ( Surat Los rebaños versículo 7)
Este versículo por su fuerza y legislación, resume que Dios – Alabado sea su nombre – acabó con pueblos que fundaban su poder y soberanía en la arrogancia y desobediencia. Dios demostró que el pecado, es el principal motivo de destrucción tal y como lo expresa al final de este versículo.
El Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- aclaró en un dicho, que la propagación de los pecados son un motivo para la destrucción de los pueblos. En una narración de Ibn Omar- que Dios esté complacido con el- comentó: “ Se nos acercó el Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- y nos dijo: “Oh emigrantes: Hay cinco situaciones que me refugio en Dios para que no aparezcan entre ustedes.
Estas cinco situaciones son:
Cuando se haga popular y se difunda la corrupción en la desobediencia a Dios. Esto traerá como resultado la aparición de nuevas enfermedades y pestes que jamás hayan sido vistas en pueblos anteriores.
Cuando se engañe a la gente con la balanza y el peso. Dios enviará la sequía, la aridez en la tierra y su consiguiente esterilidad. Se hará evidente la dificultad para conseguir el alimento.
Cuando proliferen los gobernantes tiranos e injustos para sus pueblos, e impidan el pago del Zakat. Dios enviará la aridez desde el cielo. Si Dios – Alabado Sea – no tuviese misericordia con los animales, no hubiese enviado la lluvia. ¿ Qué culpa tienen ellos de la desobediencia de los hombres ?
Cuando los hombres falten a su pacto con Dios y con los Profetas, les enviará un enemigo fuera de ellos que les arrebate sus riquezas hasta dejarlos en la pobreza.
Cuando sus sabios y gobernantes no hagan lo enviado por nuestro creador en el Sagrado Corán, Dios enviará conflictos internos entre ellos que su consiguiente exterminio”.
Nuestro Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- nos aclaró esto en el siguiente Hadith: “ La corrupción, y la inmoralidad son motivo de destrucción y exterminio entre los pueblos”.
El Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- nos ilustró la imagen de una sociedad ideal, de manera evidente e sólida al expresarnos: “El ejemplo de los creyentes en la unión, la tolerancia, afecto y cooperación, es como el ejemplo del cuerpo. Si algo en el cuerpo está enfermo, el resto de este le ayudará a defenderse de la enfermedad”.
Además agregó el Mensajero de Allah –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- “ No es de nosotros quien no tenga misericordia con los pequeños, respeto por los mayores y no invite al bien y prohíba el mal”.
En otro Hadith nos recomendó el Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- “ Apártense de los siete pecados Capitales. Le preguntaron: ¿Oh profeta, cuales son esos siete pecados capitales ? Respondió: El asociarle a Dios algo, la brujería, el suicidio, el homicidio sin justa causa, comer del dinero que se obtiene por el interés, gastar el dinero de los huérfanos, esconderse de la batalla, la injuria y calumnia para las creyentes inocentes”.
Además nos mostró el Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- que seremos una sociedad ejemplar, cuando escojamos a nuestros líderes para gobernarnos de lo mejor de entre nuestra comunidad, cuando los ricos sean generosos y cuando la consulta de cualquier caso ocupe un lugar importante en nuestra sociedad. En ese momento preferiremos que nuestros hogares estén sobre la tierra. Lo contrario de una sociedad ideal, se origina cuando sus valores entran en profunda crisis derritiéndose gradualmente, destruyéndose los lazos morales en ella, convirtiéndose esta comunidad como un bulto de paja, sin ninguna cohesión o unión que la fortalezca, susceptible de destruirse o derrumbarse fácilmente.
Cuando un escenario de este tipo se presenta, surge una sociedad humillada. Esta humillación pasará desapercibida entre sus miembros, hasta convertirse en aliada de ellos. Para este tipo de comunidad Dios envía la pobreza, el hambre y la inseguridad producto de sus acciones.
Hoy día, existen intereses en diferentes pueblos musulmanes cuando se les ha venido atacando indiscriminadamente tratando de exterminarles; este sería el primer paso para arremeter posteriormente contra el Islam de manera selectiva, como lo han venido haciendo en otras naciones sin encontrar oposición por parte de la opinión mundial. La estrategia que utilizan es la de mostrar a los musulmanes como agresores, provocadores y culpables de acciones en contra de la naturaleza humana. Y algunos, ante tales acusaciones no alzamos la voz para defendernos, humillados bajamos el rostro rindiendo culto al silencio, principal aliado de quienes nos agreden. Nos convertimos en una sociedad débil, los lazos de fraternidad y cooperación se han roto. Se debilitó la conciencia religiosa, los valores morales están en decadencia, convirtiéndonos en blanco fácil para cualquier tipo de pretensión.
Hoy día advertimos cómo tales actitudes continúan, al ser golpeados fuertemente estos mismos pueblos, enredándonos entre nosotros, sembrando el odio rencor y desconfianza entre nuestros pueblos, vaciando sus venenos entre nuestra gente. Todo esto fue posible por que los musulmanes se habían desviado del camino de Dios apartándose de sus creencias y principios.
El Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- nos confirmo tal situación en el siguiente dicho: “Serán triunfadores ante sus enemigos mientras permanezcan aferrados a mi sunna ,si dejan de hacerlo Dios les enviara un enemigo que extienda el miedo en vuestros corazones”.
Es muy fácil buscar culpables en otros, que aunque los hay, no son la única estructura ni el ente determinante de nuestra problemática, debemos reflexionar sobre nuestras realidades y será entonces cuando reconozcamos que uno de los motivos de nuestros problemas es la inmoralidad la cual genera que los preceptos islámicos se encuentren en crisis. Este comportamiento en nuestra comunidad tiene una consecuencia inmediata, la debilidad de la conciencia religiosa.
La moral se debilita cuando perdemos el conocimiento que Dios – Alabado sea su nombre – observa en todo momento y lugar nuestros actos, es el Veedor de todo cuanto existe. Cuando el siervo pierde esta visión, empieza una de las principales razones de destrucción de los pueblos, la corrupción y la exageración en el pecado. A este respecto dice Dios en el Sagrado Corán. “ Es que no ven como hemos destruido generaciones enteras anteriores a ellos, a las que les dimos una posición en la tierra que no os hemos dado a vosotros ? Enviábamos sobre ellos el cielo con abundantes lluvias y hacíamos correr ríos bajo sus pies, pero los destruimos a causa de sus transgresiones e hicimos surgir después de ellos otras generaciones” ( Surat Los rebaños versículo 7)
Este versículo por su fuerza y legislación, resume que Dios – Alabado sea su nombre – acabó con pueblos que fundaban su poder y soberanía en la arrogancia y desobediencia. Dios demostró que el pecado, es el principal motivo de destrucción tal y como lo expresa al final de este versículo.
El Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- aclaró en un dicho, que la propagación de los pecados son un motivo para la destrucción de los pueblos. En una narración de Ibn Omar- que Dios esté complacido con el- comentó: “ Se nos acercó el Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- y nos dijo: “Oh emigrantes: Hay cinco situaciones que me refugio en Dios para que no aparezcan entre ustedes.
Estas cinco situaciones son:
Cuando se haga popular y se difunda la corrupción en la desobediencia a Dios. Esto traerá como resultado la aparición de nuevas enfermedades y pestes que jamás hayan sido vistas en pueblos anteriores.
Cuando se engañe a la gente con la balanza y el peso. Dios enviará la sequía, la aridez en la tierra y su consiguiente esterilidad. Se hará evidente la dificultad para conseguir el alimento.
Cuando proliferen los gobernantes tiranos e injustos para sus pueblos, e impidan el pago del Zakat. Dios enviará la aridez desde el cielo. Si Dios – Alabado Sea – no tuviese misericordia con los animales, no hubiese enviado la lluvia. ¿ Qué culpa tienen ellos de la desobediencia de los hombres ?
Cuando los hombres falten a su pacto con Dios y con los Profetas, les enviará un enemigo fuera de ellos que les arrebate sus riquezas hasta dejarlos en la pobreza.
Cuando sus sabios y gobernantes no hagan lo enviado por nuestro creador en el Sagrado Corán, Dios enviará conflictos internos entre ellos que su consiguiente exterminio”.
Nuestro Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- nos aclaró esto en el siguiente Hadith: “ La corrupción, y la inmoralidad son motivo de destrucción y exterminio entre los pueblos”.
El Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- nos ilustró la imagen de una sociedad ideal, de manera evidente e sólida al expresarnos: “El ejemplo de los creyentes en la unión, la tolerancia, afecto y cooperación, es como el ejemplo del cuerpo. Si algo en el cuerpo está enfermo, el resto de este le ayudará a defenderse de la enfermedad”.
Además agregó el Mensajero de Allah –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- “ No es de nosotros quien no tenga misericordia con los pequeños, respeto por los mayores y no invite al bien y prohíba el mal”.
En otro Hadith nos recomendó el Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- “ Apártense de los siete pecados Capitales. Le preguntaron: ¿Oh profeta, cuales son esos siete pecados capitales ? Respondió: El asociarle a Dios algo, la brujería, el suicidio, el homicidio sin justa causa, comer del dinero que se obtiene por el interés, gastar el dinero de los huérfanos, esconderse de la batalla, la injuria y calumnia para las creyentes inocentes”.
Además nos mostró el Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- que seremos una sociedad ejemplar, cuando escojamos a nuestros líderes para gobernarnos de lo mejor de entre nuestra comunidad, cuando los ricos sean generosos y cuando la consulta de cualquier caso ocupe un lugar importante en nuestra sociedad. En ese momento preferiremos que nuestros hogares estén sobre la tierra. Lo contrario de una sociedad ideal, se origina cuando sus valores entran en profunda crisis derritiéndose gradualmente, destruyéndose los lazos morales en ella, convirtiéndose esta comunidad como un bulto de paja, sin ninguna cohesión o unión que la fortalezca, susceptible de destruirse o derrumbarse fácilmente.
Cuando un escenario de este tipo se presenta, surge una sociedad humillada. Esta humillación pasará desapercibida entre sus miembros, hasta convertirse en aliada de ellos. Para este tipo de comunidad Dios envía la pobreza, el hambre y la inseguridad producto de sus acciones.
Hoy día, existen intereses en diferentes pueblos musulmanes cuando se les ha venido atacando indiscriminadamente tratando de exterminarles; este sería el primer paso para arremeter posteriormente contra el Islam de manera selectiva, como lo han venido haciendo en otras naciones sin encontrar oposición por parte de la opinión mundial. La estrategia que utilizan es la de mostrar a los musulmanes como agresores, provocadores y culpables de acciones en contra de la naturaleza humana. Y algunos, ante tales acusaciones no alzamos la voz para defendernos, humillados bajamos el rostro rindiendo culto al silencio, principal aliado de quienes nos agreden. Nos convertimos en una sociedad débil, los lazos de fraternidad y cooperación se han roto. Se debilitó la conciencia religiosa, los valores morales están en decadencia, convirtiéndonos en blanco fácil para cualquier tipo de pretensión.
Hoy día advertimos cómo tales actitudes continúan, al ser golpeados fuertemente estos mismos pueblos, enredándonos entre nosotros, sembrando el odio rencor y desconfianza entre nuestros pueblos, vaciando sus venenos entre nuestra gente. Todo esto fue posible por que los musulmanes se habían desviado del camino de Dios apartándose de sus creencias y principios.
El Profeta Muhammad –que la paz y bendiciones de Dios sean con el- nos confirmo tal situación en el siguiente dicho: “Serán triunfadores ante sus enemigos mientras permanezcan aferrados a mi sunna ,si dejan de hacerlo Dios les enviara un enemigo que extienda el miedo en vuestros corazones”.
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