Por: Orlando Cárcamo Berrío
ocarcamob@yahoo.com
Una monja de una congregación me contó que la madre superiora pidió a una hermana que fuera a una librería y le comprara un disco compacto en blanco. La hermana fue a la papelería, compró el cederrón y lo llevó a la madre superiora. “Madre, aquí tiene el cidí que me encargó”, dijo la monja. “Colóquelo en el escritorio para luego quemarlo”, contestó la madre. La hermana, contrariada, le replicó: “Madre, ¿Por qué lo va a quemar si está nuevo?”.
Está muy de moda el uso del verbo “quemar” para indicar la acción que un usuario de ordenador personal ejecuta al pasar información a un cederrón o disco compacto. ¿De dónde se deriva el uso del verbo “quemar” en lugar del verbo grabar? Este sentido de “quemar” es la traducción del verbo inglés “burn” que en el contexto de la informática significa grabar información en un disco compacto.
Con la popularización de las grabadoras de cederrón para los ordenadores personales, entre los usuarios se popularizó el uso de “burn” debido tal vez a que la grabación se hace aplicando un rayo laser sobre la superficie del disco compacto. Cuando el rayo laser impacta al disco, se produce mucho calor y literalmente se quema la superficie magnética y éste sale caliente al tacto. Es por este efecto físico que en inglés se usa el verbo “burn”, quemar, para indicar la acción de grabar información en un disco compacto.
En la jerga de las nuevas tecnologías hay quienes prefieren el uso de “quemar” en lugar de nuestro verbo “grabar” por la tendencia a la moda y por esa apertura de nosotros los latinos a todo lo que viene del mundo anglosajón. Este fenómeno se conoce como calco semántico. Consiste en traducir la palabra extranjera a la lengua materna pero conservando el sentido de la palabra extranjera. De esa forma la palabra equivalente en la lengua materna adquiere un sentido que no posee originalmente. Por ejemplo, la palabra española “agresivo” es un calco lingüístico del inglés “aggressive” cuando significa “audaz, dinámico, emprendedor, enérgico”; de igual forma “quemar”, es un calco del inglés “burn” cuando tiene el sentido de grabar información en un medio magnético.
En español, el sentido original del verbo quemar indica destrucción de la materia a través del fuego: “El campesino quemó el monte”; “Esta tarde quemaré la basura”. El Diccionario de la Real Academia Española registra 23 sentidos del verbo quemar y ninguno de éstos se refiere a la acción de grabar. En el mismo diccionario, el verbo grabar tiene el siguiente significado: “Captar y almacenar imágenes o sonidos por medio de un disco, una cinta magnética u otro procedimiento, de manera que se puedan reproducir.” Para concluir, considero que debemos utilizar el verbo “grabar” en lugar de “quemar” porque que el verbo español “grabar” se adapta bien a la nueva tecnología de grabación. Además, lo que se comunica con el verbo no es el cómo se graba (con calor o no) sino el hecho o acción básica de pasar información a un dispositivo de almacenamiento, sea cinta, disco flexible, rígido o compacto. Razón tenía la monja en protestar porque la madre superiora iba a quemar el ‘cederrón’.
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