Por: Gustavo Múnera Bohórquez
La inseguridad en Cartagena de Indias alcanza ya cifras alarmantes. Me atrevo a asegurar que no existe familia en la ciudad en la cual alguno de sus miembros no haya sido objeto de una agresión criminal mayor, llámese asesinato, atraco, secuestro, robo, fleteo, abuso sexual, etc.
Sólo cuando hay un muerto ilustre se moviliza todo el aparato institucional con Presidente a la cabeza y aparece en las pantallas de televisión nuestra Alcaldesa con cara de indignación. Pero no pasa de ser un simple show mediático para seguir reforzándonos la idea de la seguridad democrática en los panegíricos presidenciales.
Y es que no se está haciendo lo suficiente, o por lo menos no se están enfocando las acciones como debe ser. Empecemos por la policía: crece la certidumbre en la ciudadanía que agentes en servicio o ex agentes de la institución, participan activamente o brindan apoyo logístico a los bandidos e, incluso, se asegura en algunos círculos que las motos de la policía se ven por los sectores donde tienen sus bases estas bandas para cobrar las comisiones diarias que produce su propia conducta cómplice (activa u omisiva) ¿Por qué no se ha investigado a fondo este secreto a voces? ¿Por qué la Alcaldesa no le exige respuestas contundentes al comandante de la Policía Nacional?
¿Por qué no funciona la inteligencia de los cuerpos de seguridad del Estado para localizar y prevenir los ataques de los delincuentes? ¿Por qué no se hacen simulacros con grupos élites de la policía, usando carros blindados para coger en flagrancia a estas bandas asesinas?
En el caso de las instituciones financieras, éstas ignoran olímpicamente el fenómeno del fleteo y les importa un bledo lo que pase con sus clientes después que abandonan el banco. Yo mismo fui víctima de este flagelo, a pesar de solicitarle a la gerente del banco que me entregara el dinero en una oficina privada.
¿Por qué no se ha hecho un mapa que muestre cuáles son las agencias bancarias más afectadas por el fleteo? ¿Por qué no se ha determinado, cuando ocurre un caso, qué cajero atendió al cliente y si es repetitivo este comportamiento con el paso del tiempo? ¿Por qué permiten la venta de minutos o SAI(s) móviles en las puertas de los bancos? Estas personas podrían hacer parte de las redes de información de las bandas y alertar a los fleteros. ¿Por qué no se organiza a las diferentes agencias bancarias para la conformación de clústeres financieros con el fin de mejorar y facilitar la vigilancia de las autoridades?
¿Por qué los bancos no ponen cámaras de seguridad en las puertas, con el fin de vigilar el exterior y detectar a individuos sospechosos o que se encuentren en las bases de datos de la Policía nacional? En Estados Unidos se acaba de identificar y apresar en tiempo record al autor del fallido atentado en Times Square, gracias a una cámara de seguridad de un establecimiento que miraba hacia la calle.
Es cierto que se ha hecho un esfuerzo enorme con la traída de centenares de policías para aumentar el pie de fuerza en la ciudad; pero qué objeto tiene hacer tantos retenes que son burlados por delincuentes gracias a sus informantes (ahora en los fleteos además de motos participan taxis que son los que llevan las armas y se las pasan a los asesinos en el momento del atraco). Las acciones deberían enfocarse en cualificar la inteligencia para localizar las guaridas de las bandas y hacer operativos con grupos élites traídos en el momento del operativo de otras ciudades para evitar la filtración de la información, con participación de la Fiscalía, Defensoría del pueblo y Personería, dentro del marco legal y de respeto a los derechos humanos de la población civil y de los delincuentes.
Podría extenderme más, pero tengo que dirigirme a la funeraria a despedir al tío Leonel Lumley Mouthon, quien fue herido en la puerta de su casa víctima de las balas de un fletero. La Policía Nacional a pesar de tener las placas de un taxi que presuntamente participó en este atentado, quince días después no presenta resultados ¿Por qué?
ULISES MÚNERA BOHÓRQUEZ, MD.
CC No. 73.078.296 de Cartagena
Cartagena de Indias, Mayo 15 de 2010
La inseguridad en Cartagena de Indias alcanza ya cifras alarmantes. Me atrevo a asegurar que no existe familia en la ciudad en la cual alguno de sus miembros no haya sido objeto de una agresión criminal mayor, llámese asesinato, atraco, secuestro, robo, fleteo, abuso sexual, etc.
Sólo cuando hay un muerto ilustre se moviliza todo el aparato institucional con Presidente a la cabeza y aparece en las pantallas de televisión nuestra Alcaldesa con cara de indignación. Pero no pasa de ser un simple show mediático para seguir reforzándonos la idea de la seguridad democrática en los panegíricos presidenciales.
Y es que no se está haciendo lo suficiente, o por lo menos no se están enfocando las acciones como debe ser. Empecemos por la policía: crece la certidumbre en la ciudadanía que agentes en servicio o ex agentes de la institución, participan activamente o brindan apoyo logístico a los bandidos e, incluso, se asegura en algunos círculos que las motos de la policía se ven por los sectores donde tienen sus bases estas bandas para cobrar las comisiones diarias que produce su propia conducta cómplice (activa u omisiva) ¿Por qué no se ha investigado a fondo este secreto a voces? ¿Por qué la Alcaldesa no le exige respuestas contundentes al comandante de la Policía Nacional?
¿Por qué no funciona la inteligencia de los cuerpos de seguridad del Estado para localizar y prevenir los ataques de los delincuentes? ¿Por qué no se hacen simulacros con grupos élites de la policía, usando carros blindados para coger en flagrancia a estas bandas asesinas?
En el caso de las instituciones financieras, éstas ignoran olímpicamente el fenómeno del fleteo y les importa un bledo lo que pase con sus clientes después que abandonan el banco. Yo mismo fui víctima de este flagelo, a pesar de solicitarle a la gerente del banco que me entregara el dinero en una oficina privada.
¿Por qué no se ha hecho un mapa que muestre cuáles son las agencias bancarias más afectadas por el fleteo? ¿Por qué no se ha determinado, cuando ocurre un caso, qué cajero atendió al cliente y si es repetitivo este comportamiento con el paso del tiempo? ¿Por qué permiten la venta de minutos o SAI(s) móviles en las puertas de los bancos? Estas personas podrían hacer parte de las redes de información de las bandas y alertar a los fleteros. ¿Por qué no se organiza a las diferentes agencias bancarias para la conformación de clústeres financieros con el fin de mejorar y facilitar la vigilancia de las autoridades?
¿Por qué los bancos no ponen cámaras de seguridad en las puertas, con el fin de vigilar el exterior y detectar a individuos sospechosos o que se encuentren en las bases de datos de la Policía nacional? En Estados Unidos se acaba de identificar y apresar en tiempo record al autor del fallido atentado en Times Square, gracias a una cámara de seguridad de un establecimiento que miraba hacia la calle.
Es cierto que se ha hecho un esfuerzo enorme con la traída de centenares de policías para aumentar el pie de fuerza en la ciudad; pero qué objeto tiene hacer tantos retenes que son burlados por delincuentes gracias a sus informantes (ahora en los fleteos además de motos participan taxis que son los que llevan las armas y se las pasan a los asesinos en el momento del atraco). Las acciones deberían enfocarse en cualificar la inteligencia para localizar las guaridas de las bandas y hacer operativos con grupos élites traídos en el momento del operativo de otras ciudades para evitar la filtración de la información, con participación de la Fiscalía, Defensoría del pueblo y Personería, dentro del marco legal y de respeto a los derechos humanos de la población civil y de los delincuentes.
Podría extenderme más, pero tengo que dirigirme a la funeraria a despedir al tío Leonel Lumley Mouthon, quien fue herido en la puerta de su casa víctima de las balas de un fletero. La Policía Nacional a pesar de tener las placas de un taxi que presuntamente participó en este atentado, quince días después no presenta resultados ¿Por qué?
ULISES MÚNERA BOHÓRQUEZ, MD.
CC No. 73.078.296 de Cartagena
Cartagena de Indias, Mayo 15 de 2010
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