Por: Alejandro Rutto Martínez
En la vida se puede ser defensor y admirador de las tiranías o admirador y seguidor del pensamiento del Libertador Simón Bolívar, pero es bien difícil tener las dos posiciones al mismo tiempo. Por lo menos es lo que se puede inferir cuando profundizamos en los escritos y en la filosofía misma del más importante hombre de la gesta de la independencia en el continente americano.
Bolívar defendió la causa de la libertad y en este empeño ofrendó su fortuna, su tranquilidad y su salud. Cada día de su existencia lo pasó pensando en la Libertad de los pueblos y su pensamiento lo plasmó en importantes documentos que hoy siguen siendo la expresión de su talante de hombre libertario, emancipador y defensor de la libertad no solo de las naciones sino de los ciudadanos.
Hagamos una revisión del pensamiento del Genio de las Américas a través de sus propios escritos que es, por supuesto, la mejor forma de conocerlo.
El primero es un llamado a la fraternidad ya la aceptación de todo el que pueda cooperar con el desarrollo de Caracas, su amada ciudad: “…Caracas no solo ha convidado, sino que desea ver entrar por sus puertas a todos los hombres útiles que vengan a buscar asilo entre nosotros, y ayudarnos con su industria y sus conocimientos, sin inquirir cuál sea la parte del mundo que les haya dado vida” (20 de septiembre de 1.813)
Y qué tal éste, fechado el 2 de enero de 1.814: “Huíd del país donde uno sólo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos”. Un país de esclavos, tal es el calificativo que el Padre de la Patria le ha dado al pueblo en donde el poder esté concentrado en una sola persona. Hoy, en pleno siglo XXI no es un imposible conseguir territorios gobernados de esta repudiable forma.
Bolívar odiaba por igual la guerra y la tiranía, aunque participó en la primera para combatir la segunda. La siguiente frase, de diciembre 17 de 1.814, resume su postura frente a estas dos miserias de la humanidad: “…aunque la guerra es el compendio de todos los males, la tiranía es el compendio de todas las guerras”.
El discípulo de Andrés Bello y Simón Rodríguez utilizó la fuerza para obtener la libertad de las naciones americanas, pero entre la fuerza y la virtud, prefirió la segunda, a juzgar por esta frase escrita el 15 de febero de 1.819: “La felicidad consiste en la práctica de la virtud;…las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes…”
Una de las tentaciones de todo gobernante es embraiagarse de poder. A ellos parece hablarles con este pensamiento llevado al papel en 1.825: “No quiero exceder los límites de mis derechos, que, por lo mismo que mi situación es elevada, aquellos son más estrechos”.
Y del mismo documento extractamos la siguiente máxima: “La suerte me ha colocado en el ápice del poder, pero no quiero tener otros derechos que los del más simple ciudadano”.
Después de escudriñar el pensamiento de Bolívar podemos afirmarnos en lo dicho: se puede ser bolivariano; o se puede sentir desprecio por los derechos colectivos. Pero no se pueden tener las dos posturas al mismo tiempo.
En la vida se puede ser defensor y admirador de las tiranías o admirador y seguidor del pensamiento del Libertador Simón Bolívar, pero es bien difícil tener las dos posiciones al mismo tiempo. Por lo menos es lo que se puede inferir cuando profundizamos en los escritos y en la filosofía misma del más importante hombre de la gesta de la independencia en el continente americano.
Bolívar defendió la causa de la libertad y en este empeño ofrendó su fortuna, su tranquilidad y su salud. Cada día de su existencia lo pasó pensando en la Libertad de los pueblos y su pensamiento lo plasmó en importantes documentos que hoy siguen siendo la expresión de su talante de hombre libertario, emancipador y defensor de la libertad no solo de las naciones sino de los ciudadanos.
Hagamos una revisión del pensamiento del Genio de las Américas a través de sus propios escritos que es, por supuesto, la mejor forma de conocerlo.
El primero es un llamado a la fraternidad ya la aceptación de todo el que pueda cooperar con el desarrollo de Caracas, su amada ciudad: “…Caracas no solo ha convidado, sino que desea ver entrar por sus puertas a todos los hombres útiles que vengan a buscar asilo entre nosotros, y ayudarnos con su industria y sus conocimientos, sin inquirir cuál sea la parte del mundo que les haya dado vida” (20 de septiembre de 1.813)
Y qué tal éste, fechado el 2 de enero de 1.814: “Huíd del país donde uno sólo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos”. Un país de esclavos, tal es el calificativo que el Padre de la Patria le ha dado al pueblo en donde el poder esté concentrado en una sola persona. Hoy, en pleno siglo XXI no es un imposible conseguir territorios gobernados de esta repudiable forma.
Bolívar odiaba por igual la guerra y la tiranía, aunque participó en la primera para combatir la segunda. La siguiente frase, de diciembre 17 de 1.814, resume su postura frente a estas dos miserias de la humanidad: “…aunque la guerra es el compendio de todos los males, la tiranía es el compendio de todas las guerras”.
El discípulo de Andrés Bello y Simón Rodríguez utilizó la fuerza para obtener la libertad de las naciones americanas, pero entre la fuerza y la virtud, prefirió la segunda, a juzgar por esta frase escrita el 15 de febero de 1.819: “La felicidad consiste en la práctica de la virtud;…las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes…”
Una de las tentaciones de todo gobernante es embraiagarse de poder. A ellos parece hablarles con este pensamiento llevado al papel en 1.825: “No quiero exceder los límites de mis derechos, que, por lo mismo que mi situación es elevada, aquellos son más estrechos”.
Y del mismo documento extractamos la siguiente máxima: “La suerte me ha colocado en el ápice del poder, pero no quiero tener otros derechos que los del más simple ciudadano”.
Después de escudriñar el pensamiento de Bolívar podemos afirmarnos en lo dicho: se puede ser bolivariano; o se puede sentir desprecio por los derechos colectivos. Pero no se pueden tener las dos posturas al mismo tiempo.
1 comentario:
...Muy valiosa también la famosa frase de nuestro Libertador y más grande hombre de América :" Los Estados Unidos están condenados por la providencia a llenar de miserias a latinoamérica en nombre de la libertad..." Todo aquel que trate de impedir que esto siga siendo realidad en nuestro continente , también puede llamarse Bolivariano....
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