Así se intitula el libro que, de alguna manera se convierte en el logro más importante alcanzado por el profesor Manuel Esteban Cuello Acosta, quien utilizando su capacidad intelectual, forjada en el tesonero trajín de la investigación, la concentrada observación de lo cotidiano y la comunicación permanente con sus congéneres, inicia un nuevo reto en su madurez física que le permite, reposadamente, organizar las ideas y los recuerdos de tantas anécdotas y experiencias que ha querido compartir con todos nosotros.
Recopilando las inquietudes intelectuales muy propias del hombre caribeño y agregando el buen humor de este ilustre provinciano, esta obra narra hechos y vivencias regionales con sabor a pueblo.
Manuel Esteban Cuello Acosta, (Lenuma Benaste, al revés), es un hombre nacido en Fonseca, pero formado en el mundo. Notario fue de mi pueblo, donde se ganó el reconocimiento general de hombre estudioso y responsable, sobre todo en las acciones que le correspondieron encarar cuando se desempeñó en la difícil tarea de dar fe, conforme al ordenamiento jurídico, de los contratos y demás actos extrajudiciales, como funcionario de características especiales dada la complejidad de su misión, no siendo él abogado.
Teniendo además en cuenta, la independencia con que procede, decidiendo por sí y ante sí. La mayoría de las personas lo tratan como el “Profe”, porque se desempeñó como Instructor Superior, (graduado en la Normal de Pamplona), en varias instituciones del departamento, donde se ganó el aprecio de todos sus alumnos y compañeros de trabajo.
Hoy ya goza de su pensión, justa y bien ganada; pero también ostenta el titulo de licenciado en administración Educativa expedido por la Universidad San Buenaventura en el año de 1996 y siendo una persona madura, pero con las energías de un mozuelo...hoy sigue en su trajín investigativo y docente porque nunca ha dejado de enseñar. Un estilo muy propio, lo cual al decir de Jorge Luís Lecrec Bufón, “El estilo es el hombre”.
Al “profe” esta frase le cae como anillo al dedo, ya que el posee una particular forma de vivir y de escribir que lo hace único.
Muchos fueron los desvelos de “Lenuma Benaste” para lograr realizar esta obra, que como el mismo dice…
Obra de contenido histórico, geográfico, legendario, didáctico y de estilo costumbrista, matizada de buen humor, enriquecida con aportes bibliográficos y de la tradición oral en torno a personajes de reconocida valía intelectual en el territorio Guajiro, la Provincia de Padilla y el departamento del Cesar y de manera especial con aspectos relacionados con Riohacha, Fonseca y sus alrededores…
Muy a pesar de que el autor manifiesta que el objetivo principal de esta obra, es colaborar con los estudiantes aportándoles datos relacionados con la comarca Guajira, Cesarence y Magdalenense (la misma cosmo geografía, que asume el Doctor Tomas Darío Gutiérrez, cuando nos sitúa en el Valle del Cacique Upar), región con las mismas costumbres y los mismos quehaceres de sus gentes, que identifica un tipo característico de personajes.
Pienso que con su tacto pedagógico, el autor se la inventa para encerrar en esa expresión, lo general de la obra, porque todos somos estudiantes y a pesar de no asistir a clases, seguimos investigando.
Y poniendo en práctica el consejo de “Técnicas de comunicación”, darle las tres lecturas que son muy necesarias. Nos da el autor consejos para una fructífera investigación y poner en práctica métodos simplistas, que no utilizamos por que nos gusta el enredo. La creatividad, la investigación y la complacencia deben ser el resultado de una sana lectura.
Comenzando por el principio, continuando por el medio y terminando por el fin, lo cual nos recuerda al chileno Omar Albarracín.Narrativas Provincianas es: Una obra amena de 16 (dieciséis) capítulos y 206 páginas donde Lenuma Benaste hace un recorrido que comienza con el rescate de recuerdos literarios que a otro se les harían muy difíciles, pero que a Manuel Esteban, les resultan fáciles por su capacidad de concentración y el ejercicio pedagógico de datos y de momentos históricos, los cuales la persona común y corriente no aprecia.
El desarrollo de la narración es ameno y se deleita de un solo sorbo, usted comienza y no quiere despegarse de la lectura, lo cual es un punto a favor del autor que entusiasma al lector y lo conecta de tal manera que no deja de leer hasta no terminar la obra.
En el capitulo VIII, circunscribe a La Guajira y trae datos históricos que enriquecen el conocimiento de los neófitos.Los capítulos IX y X, son una secuencia lógica de lo que el autor de manera didáctica y pedagógica quiere que el lector entienda y no pierda el hilo de su investigación de tal manera, que muy breve y conciso describe la historia del departamento y sus denominaciones gubernativas.
Hasta llegar a la actual administración del Dr. Jorge Eduardo Pérez Bernier. Y termina con otro consejo, el cual él recibió de Miguel de Cervantes Saavedra, en su famoso Quijote De La Mancha. “Recita las 28 letras del alfabeto, antes de tomar decisión alguna”. Pero hay que leerlo y acompañar a Manuel E. Cuello A. en la culminación de un anhelo que hoy es realidad, y que todas las glorias sean para el autor de Narrativas Provincianas.
Lo que sigue y lo que no he tocado, queridos compañeros es muy importante, y pienso que son ustedes los encargados de criticar en el buen sentido de la palabra; yo quisiera dejar hasta ahí mi recuento para que sean ustedes animados por la curiosidad y demostrando el apoyo que debemos brindar a este “Paladín” del esfuerzo y lector empedernido, amigo de sus amigos y pariente de sus parientes, ha escrito para regocijo propio y legado para Fonseca, La Guajira, Colombia y el mundo entero.
Manuel E. Cuello Acosta, cumplió con el adagio que dice que hombre es quien: Siembra un árbol, tiene un hijo y escribe un libro.
Escribió: Armando José Olmedo Larrazábal.
Fonseca 18 de febrero de 2009
ARMANDO JOSE OLMEDO LARRAZÁBAL, INGENIERO AGRONOMO ESPECILISTA EN RIEGOS Y DRENAJES
DIRECCIÓN EN FONSECA: CAR 18 No. 12 - 31CELULAR No. 3114223812