sábado, 20 de julio de 2019

Mohamed Dasuki se inscribió en medio de tambores y fuertes aplausos de la gente


Era un día de sol intenso y de una temperatura terrible en la frontera. Mohamed Dasuki había invitado a un grupo de sus colaboradores a la 1:30 en su residencia con el fin de que llegaran junto con él al Salón Amaluq, desde donde se desplazaría hasta la sede de la Registraduría, ubicada a unas pocas cuadras.   En ese espacio de tiempo el candidato ultimó algunos detalles y empezó a recibir las visitas previstas. Sirvió café preparado por él mismo y, junto con Alejandro Rutto Martínez, su adversario de otros tiempos y uno de sus mejores aliados en la actualidad, repasaron el discurso que pronunciaría después.  

Aproveche para leer también: 

Mohamed Dasuki, un maicaero formado para servir


A las dos en punto partieron hacia el punto de encuentro en donde ya lo esperaban personas que espontáneamente se habían acercado: líderes de los barrios, amigos personales, compañeros de lucha, jóvenes, en fin.  
Dasuki apretó la mano de algunos, abrazó a otros, dio un respetuoso beso en la mejilla a las damas y avanzó hacia la Registraduría acompañado de los palabreros wayüu y de Nibal, una de las autoridades de la Mezquita Omar.  

Todos querían saludar al candidato, todos deseaban expresarle su cariño y apoyo y él atendía a cada uno de manera personal. El recorrido que habitualmente puede hacerse en tres minutos se extendió a media hora. Cuando por fin llegó a la Registraduría pudo encontrarse con Santander Restrepo y José de los Santos Ramírez, representantes de los partidos ASI y MAIS, quienes habían adelantado lo necesario para que el acto fuera sencillo y rápido.  

Los funcionarios del organismo rector de los procesos electorales atendieron a la comisión con amabilidad y procedieron a llenar los formularios correspondientes. El acto duró escasamente 10 minutos. Luego vinieron las fotos de rigor con los acompañantes, tales como los palabreros, miembros de la comunidad musulmana y directivos de los partidos.  

Bajar del segundo piso fue bastante complicado porque decenas de personas lo esperaban para saludarlo y felicitarlo.  En la puerta, levantó los brazos, mientras la multitud gritaba con entusiasmo ¡Ese es! ¡Ese es!   ¡Dasuki! ¡Dasuki! ¡Dasuki! 

El sonido de un pequeño dron que filmaba la fiesta de la democracia se confundía con los gritos de la
multitud.   Luego se escuchó el ruido de un cañonazo. Se trataba de una máquina lanzadora de confeti que inundó la tarde con papelitos rojos, amarillos, blancos y verdes, los mismos del partido que respaldan a Dasuki con su aval.  


Los asistentes  se desplazaron felices de nuevo al salón Amaluq en donde se desarrollaría el programa de presentación formal de un líder que había dejado de ser un simple aspirante para convertirse en candidato para ganar las elecciones a la alcaldía 
El club estaba a reventar como lucen los estadios del país cuando juega la selección Colombia. De hecho, el amarillo era el color predominante. La mayoría de los ciudadanos había decidido utilizar la camiseta de la Selección Colombia y el candidato vestía una elegante camisa amarilla con la cual homenajeaba a la bandera nacional pero también a los partidos comprometidos con su candidatura.  

El programa fue muy bonito: colorido, ruidosos y lleno de mucha alegría.  Se cantó el himno nacional y el himno a Maicao. Luego una oración de acción de gracias a Dios en español y una más en árabe, como demostración de que a Dasuki lo respalda l pueblo que habla en toda las religiones y las congregaciones que hablan a Dios en distintas lenguas.  


Vinieron después el discurso emotivo del profesor Alejandro Rutto, que movió las fibras íntimas de los asistentes, y las palabras de Santander Restrepo, director municipal de ASI y de José de los Santos Ramírez, representante de MAIS.   Acto seguido fueron presentados los candidatos al concejo de los dos partidos


Finalmente, entre las aclamaciones del público, los aplausos de la gente del barrio y la alegría de la multitud, se produjo el acto central del evento: las palabras de Mohamed Dasuki, quien le hablaba al pueblo por primera vez en condición de candidato. Fue un discurso conciliador, bien estructurado en el que se comprometió una vez más con la seguridad, la salud la educación, el comercio, las acciones para afrontar la crisis migratoria y la lucha frontal contra la corrupción.  

Un grupo de niños wayüu le dio aún más colorido a la tarde con la presentación de la yonna, eran 10 bellas majayut y dos elegantes muchachos, quienes mostraron sus habilidades para poner en escena uno de los bailes típicos de su pueblo. Ya se iban los niños a descansar pero, de repente se les pidió que se quedaran.   

- ¿Para qué?, se preguntaron 

- El candidato quiere bailar también les respondieron 

El tambor volvió a sonar y Dasuki se lanzó al ruedo como uno de los mejores parejos. Por más que las niñas lo intentaron no pudieron derribarlo. Antes de que esto sucediera, él prefirió levantar las manos y saludar con la V de la victoria. El público no dejaba de aplaudirlo.  

La voz de Rafa Peñalosa, presentador del evento, despidió al público con palabras de aliento: "Llegó la hora del cambio y tú eres importante", les dijo a los asistentes cuando éstos emprendían, felices, el camino de regreso a sus casas. 

miércoles, 17 de julio de 2019

Mohamed Dasuki, un maicaero formado para servir




Mohamed Dasuki nació en Maicao el 27 de enero de 1974 y desde entonces ha tenido un curso de vida acorde con lo que hace una persona decente, llena de vida y cargada de sueños: fundó su propia familia, se alineó con los ideales del servicio a las comunidades y se dedicó a labrar el sueño de servirle a sus coterráneos desde la esfera privada y desde las posiciones de Gobierno.
Pero para conocer mejor a este ciudadano que aspira a regir los destinos de Maicao, los invito a conocer más acerca de sus inicios, de su trayectoria y de sus proyecciones.

Nacimiento, primeros años y familia
En primer lugar, es bueno saber que Dasuki nació en Maicao. A pesar de que algunos lo conocen como “El Turco” y de que domina a la perfección el idioma árabe, Dasuki es uno de esos ciudadanos que hacen parte de la rica mezcla cultural y racial sobre la que se basa la identidad de los maicaeros.
Maicao fue un cruce de todos los caminos que venían y llevaban a todas partes. Un puente entre Oriente y occidente en la península de La Guajira y por eso acá encontramos afrodescendientes, israelíes, paisas, zenúes, caribeños, europeos, guajiros no maicaeros, brasileros y árabes procedentes de varios países como Siria, Líbano y Jordania.  En estas tierras no existe, lo que se dice el maicaero de cuatro generaciones. Me explico bien: todos los maicaeros tenemos ancestros nacidos en otras partes: en algunos casos los inmigrantes fueron nuestros padres y en otros casos los abuelos o los bisabuelos.  Eso es lo bueno de Maicao: a cada raza y a cada cultura le hemos heredado lo mejor y ahí vamos avanzando en el difícil proceso de construir las columnas de nuestra identidad.

Pero volvamos a Mohamed Dasuki que es el maicaero que hoy nos ocupa. Él nació en el hospital San José de Maicao en ese año 1974 en que nuestro comercio era bullicioso y pujante (como dice el himno municipal).  Sus padres llegaron atraídos por esa circunstancia después de vivir un tiempo en otras ciudades y municipios como Medellín y Fundación.    Eran comerciantes libaneses de clase media baja ansiosos de abrirse nuevas oportunidades para sostener a sus familias. Llegaron a Colombia como muchos otros de sus compatriotas con la esperanza de trabajar duro en lo que más sabían hacer:  comprar y vender mercancías a buen precio para satisfacer las necesidades de su clientela.

En Maicao se establecieron, se amañaron, conocieron personas que los ayudaron y se quedaron a vivir aquí con su familia. Se enamoraron de Maicao, pero fueron fieles a sus usos y costumbres, a su práctica del islam y al profundo nacionalismo que los ligaba a su patria, el bello país heredero de la inteligencia comercial de los fenicios. Sus hijos habían nacido en los pueblos donde habían vivido: Fundación, La Paz y Maicao. El honor de nacer en tierras guajiras le correspondió, precisamente, a Mohamed.

Mamuhd Dasuki y Ramzieh Hajj formaban una bonita pareja. Trabajaban todo el día y en la tarde tomaban el té con galletas horneadas en casa junto a sus paisanos. Era una bella rutina que, sin embargo, no alcanzaba para que olvidaran sus orígenes.  Por eso se preocuparon de que sus hijos viajaran a El Líbano para que conocieran a los abuelos, a los tíos y se empaparan mejor de las costumbres, de la fe islámica y del idioma árabe.

Líbano es muy bello, su arquitectura combina la herencia de templos romanos y fenicios muy bien conservados y su arquitectura tiene gran influencia de países árabes con grandes mezquitas que conviven con templos de las iglesias cristianas maronitas u ortodoxas, así como modernos rascacielos. Su índice de Desarrollo Humano es uno de los más altos del mundo árabe y en sus fértiles territorios crecen todo tipo de cultivos alentados por las cuatro estaciones.
Sin embargo, no todo era color de rosa. En los años ochenta soportaron sangrientas guerras que causaron muerte y desolación.


Regreso de los Dasuki a Maicao

Los Dasuki prefirieron regresar a Maicao en donde Mohamed creció desarrollando un gran amor al esfuerzo y trabajo. Contrario a otros muchachos de su edad que se dedicaban a administrar el almacén de sus padres, él debió emplearse como jornalero en los almacenes de comerciantes libaneses. En este duro oficio conoció a muchas personas que desempeñaban el mismo oficio; ellos les contaban las duras necesidades de su familia, los problemas de sus barrios, las carencias con las que se enfrentaban todos los días.   Se acostumbró a andar con ellos y a hacerse amigo de sus familias.   En ese contacto con la gente de los sectores más populares de la ciudad nació su inclinación por el servicio a la gente humilde desde lo público. Y esto, marcaría el inicio de su futura vocación de servidor público.


Matrimonio e hijos

Contrajo matrimonio con Wisad Waked Machado, con quien tiene cuatro hermosas hijas Jasmín, islam, Aya y Jinam) y un saludable y travieso varoncito (Adam) quienes han sabido ganarse su corazón y se han convertido en la principal razón de ser de su lucha cotidiana. Todos sus hijos están en edad escolar y tienen una gran dedicación no solo a sus estudios sino a las actividades de la mezquita a la que asisten regularmente con entusiasmo y mucha fe.



Empresario del comercio
Con los ahorros y la ayuda de algunos amigos logró abrir su propio almacén dedicado al ramo de los calzados, el cual llevaría por nombre Jasmín, como su hija mayor; en su rol de empresario se dedicó a defender las causas del comercio de Maicao entre ellas la ampliación de cupos para la introducción de mercancías y la sostenibilidad de Puerto Nuevo el puerto artesanal por el que entran a La Guajira las mercancías del comercio de Maicao.
También se comprometió con el mejoramiento de la seguridad. Para tal efecto se hizo miembro de la Policía Cívica y acompañó a las autoridades y a la comunidad en la definición de políticas para mejorar la seguridad ciudadana.

Una curiosa forma de convertirse en diputado
En el año 2012 algunos amigos lo invitaron a participar en política y lo inscribieron en la lista del partido de la U a la asamblea, como una forma de que se diera a conocer y se abriera paso en la vida política para apuntalar futuras aspiraciones. En otras palabras, lo metieron “de relleno” como se dice el argot político.
Pero el candidato que iba a ser el relleno, el “arrastra votos”, se dedicó a recorrer el departamento de norte a sur y de este a oeste y sorprendió a todos con la más alta votación, lo que valió para que ganara su credencial como diputado del departamento.   En la asamblea dio grandes debates a favor de la construcción del estadio de Maicao, del mejoramiento del sistema de salud del departamento y denunció la delicada situación de las comunidades wayüu de la Alta y Media Guajira, las cuales se encontraban abandonadas a su suerte. Los debates convocados por Dasuki hicieron que la Asamblea del Departamento recuperara su credibilidad, puesto que el pueblo se sentí representado por el diputado que expresaba lo que el pueblo quería decir y hacía las preguntas que el pueblo quería hacer.
En las elecciones del 2015 Mohamed Dasuki se postuló como candidato a la alcaldía de Maicao, en un ejercicio que le permitió alcanzar una copiosa votación, gracias al respaldo de los sectores populares.

La anhelada fusión de fuerzas
Unos meses después de las elecciones, en un encomiable gesto de civilidad política los maicaeros fueron testigos de la unión de tres de las más grandes fuerzas políticas contemporáneas, cuyos representantes participaron en el proceso electoral del 2015 y alcanzaron una alta votación. Fueron ellos Aldrin Quintana Ustate, del partido liberal; Alejandro Rutto Martínez, del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) y Mohamed Dasuki en representación del Movimiento Comercio y Seguridad.   

A ellos se sumó un fuerte grupo de concejales denominado G-10.  Los líderes de esta nueva fuerza escogieron a Mohamed Dasuki para que fuera su representante en las elecciones del año 2.019 con el compromiso de brindarle todo el apoyo necesario para conquistar las simpatías de los electores y producir el cambio que tanto anhelan los maicaeros.

Estudiante Universitario
Dasuki es un profesional empírico y como tal ha tenido trabajo de liderazgo empresarial, pero su amor a la educación lo llevó a matricularse en el programa de administración de empresas en la Universidad de La Guajira. Desde hace varios meses combina su trabajo de comerciante con sus actividades académicas. En una gran demostración de disciplina y pasión por lo que hace, dedica tiempo a cada una de sus actividades.

Entereza y humildad

Mohamed Dasuki ha asumido su rol de aspirante con entereza, con humildad y con gran sentido de amor por su patria chica. Hoy en día está concentrado en este proyecto, consciente de que Maicao necesita del esfuerzo de sus mejores hijos. Camina las calles del centro, de los barrios y el mercado público, saluda a la gente, le pregunta por la familia y les expone brevemente su plan de trabajo. Luego va a donde la vendedora de avena y pide un vaso acompañado por un buñuelo. 

Después sale de prisa en un motocarro hacia sus clases en la Universidad de La Guajira. Mientras el se desplaza en ese sencillo vehículo, la gente del pueblo comenta “yo voy con el turco”. Aunque todos ellos saben que Dasuki nació en Maicao y tiene los brazos, el rostro y el alma untada del polvo que se levanta desde el suelo de su querida tierra guajira.





martes, 16 de julio de 2019

Un obsequio mejor que todos los trofeos y medallas


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Es el 16 de julio de 1.998 y el reloj metálico de tablero azul que llevo en mi mano izquierda señala las 9 de la mañana.  El país se alista para la posesión de Andrés Pastrana, quien ha ganado las elecciones a Horacio Serpa gracias a que ha prometido lograr la paz con las FARC; los franceses celebran su primer campeonato del mundo, tras vencer a Brasil por 3-0 en París. En nuestro pueblo la gente está enloquecida con la moda de los recién llegados teléfonos celulares, unos aparatos gigantes y costosos que se han convertido en símbolo de prestigio social; y como buena noticia, se ha iniciado la construcción del nuevo centro del Sena en la salida a Riohacha, el que remplazará al querido pero pequeño edificio situado en la calle 9 con carrera 1b del barrio Libertador. La empresa Telemaicao ha anunciado que en pocos días los usuarios disfrutarán de un nuevo servicio que se llama internet, de cual nadie sabe muy bien qué cosa es, pero según los ingenieros de la empresa, está destinado a cambiar el mundo.

Miro de nuevo mi reloj de pulsera y éste marca las 9:30. La familia está reunida en una sala de espera contigua a la sala de partos del viejo Hospital San José en el Barrio el Carmen. Mi mamá y mis hermanos respondieron al anuncio que les hice una hora antes y todos están a mi lado para acompañarme en uno de los sucesos más importantes de mi vida: el nacimiento de mi tercer descendiente. Soy un feliz padre de dos hermosas niñas, de manera que en mis constantes diálogos con el Cielo he sido insistente en que deseo un varoncito, que se llamará Ernesto como su abuelo.    

Hace unas semanas estuvimos donde el ginecólogo quien nos dijo que la criatura gozaba de buena salud, pero se negaba rotundamente a mostrar su sexo. A él, según su experiencia, le parecía que se trataba de una niña.     Con esta noticia mis conversaciones con la autoridad celestial se volvieron mucho más frecuentes e intensas. Por lo menos cinco veces al día tomaba la línea directa de la oración y le daba gracias al Padre Eterno por la bella familia que me había regalado y por la salud de quien venía en camino. Y terminaba recordándole mi deseo de ser padre, por primera vez, de un varoncito.

Mis hermanos, ocupados como estaban en arreglar el mundo no se habían dado cuenta la ansiedad en la que yo me encontraba. Mi mamá los ayudaba en esa dura tarea de cambiar las cosas malas de esos tiempos y tampoco se preocupaba mucho por mí.   Mi esposa y mi suegra estaban al otro lado de la puerta color crema y ninguna de las dos daba señales de vida.

Los minutos pasaban al ritmo frenético de la sirena de una ambulancia. Y por si se me olvidaba que estábamos en el hospital muy pronto lo recordaría por   el olor a piso recién lavado con desinfectante y el ir y venir de médicos y enfermeras enfundados en sus batas blancas. No muy lejos de donde estábamos se escuchaba la música a todo timbal y los cohetes que estallaban cerca de las nubes para darle colorido a la celebración de la virgen del Carmen, la más taquillera de todas las vírgenes de la iglesia.

Mis amigos más cercanos y la familia me habían instruido para que recibiera con amor al nuevo miembro de la familia. Conocedor de sus intenciones de consolarme por anticipado por si la naturaleza deseaba hacerme la jugada de hacerme papá de otra hermosa niña, les respondía que no se preocuparan, que yo sabía aceptar la voluntad Superior. Pero en el fondo seguía confiando en mis buenas relaciones con el Dueño de la fábrica de bebés que existe allá en el cielo.

Son las 9:45 de la mañana y lo que más deseo es recibir noticias de lo que está pasando allá adentro. A esa hora llegó mi hermano Rafa, el único que faltaba y a quien más le costó convencer al portero de que era miembro de la familia. Estaba despeinado, con una barba de tres días y calzaba un zapato de color marrón y otro de color negro. Con esa facha, faltó poco para que los vecinos le dieran limosnas.

A las 9.48 de la mañana pasó un camillero a quien conocía de los tiempos gloriosos en que el Deportivo Maicao era capaz de congregar a toda la ciudad en una tarde de fútbol dominical. Casi me arrodillo delante de él para que me diera por lo menos una noticia de la sala de partos.   Me saludó con afecto y ya iniciaba una amena conversación sobre un golazo que Efrén Fierro le hiciera 14 años ante al Sporting de Barranquilla, pero lo interrumpí abruptamente. Le dije que otro día hablábamos de eso, que se colara en esa misteriosa sala y averiguara lo que estaba sucediendo. Tuve que prometerle que después continuábamos la conversación y que le regalaría una grabación de ese gol en la voz de Luis Octavio Cruz, el mejor narrador de fútbol de La Guajira.

El hombre se perdió en medio de las batas blancas y entonces sí comenzó la desesperación. Un minuto, dos, tres…y nada que regresaba.  Finalmente se abrió la bendita puerta y apareció él, el camillero fanático del fútbol me puso la mano en el hombro, me miró a los ojos…guardó silencio durante cinco eternos segundos…y luego, en vez de darme una respuesta, me hizo una pregunta, y luego otra y otra más: 

- ¿Usted cuántos hijos tiene?
- Dos, le respondí
- ¿Y de qué sexo son?
- Niñas, le respondí, con la voz mientras las manos le hacían señales de que se apurara en la respuesta

-El hombre me quitó las manos de los hombros y me abrazó. Felicitaciones, me dijo, ¡¡¡acaba de nacer su primer varón!!!

No sabía qué hacer en ese momento, quise arrodillarme y dar gracias al cielo, pero la algarabía de la familia me lo impidió. Ellos hicieron una pausa en las remembranzas del Maicao de antes y de la Riohacha de sus nostalgias para escuchar al camillero y cuando éste me dio la noticia, se abalanzaron sobre mí como si acabara de hacer el gol para ganar el campeonato mundial de fútbol.

Minutos después apareció el doctor Carmelo Fuentes, quien había tenido a su cargo el acompañamiento médico y un poco después la abuela blanca con el hermoso y robusto niño en sus brazos quien con su llanto nos decía que sus pulmones estaban en perfecto estado.

Razón en felicitarme con tanto ruido quienes así lo hicieron porque un trofeo de cualquier competencia se oxida, se desarma o se pierde después de 21 años. Pero mi hijo Ernesto creció sano, hermoso y fuerte y me ha dado más alegría que todos los goles y todas las medallas juntas.

Posdata. Elon Ernesto Rutto diálogo sobre fútbol con el camillero se dio un poco más adelante en medio de la prisa porque los dos llegábamos tarde a ver un partido de fútbol en el estadio Hernando Urrea.   Con quien sí hablo de este deporte todos los días es con Ernesto, el varoncito que tanto le pedí a Dios y que hoy está de cumpleaños. Me heredó la costumbre de vibrar y sufrir por las Selecciones de Colombia e Italia y por Nacional y Juventus. Y hasta la pasión de escribir sobre fútbol parece que la llevara en la sangre.


lunes, 15 de julio de 2019

Francisco Javier Barón Mercado, líder cívico de José Manuel de Altamira


Francisco Javier Barón Mercado es un joven lleno de sueños y proyectos cuyo principal interés en la vida es servirle a los demás a través de lo que mejor sabe hacer: el trabajo en favor de la comunidad. Para cumplir con este objetivo utiliza el don innato de la palabra, su capacidad de gestión y sus conocimientos muy bien valorados en periodismo alternativo.    

Te recomendamos leer también: Francisco Javier Barón Mercado, joven candidato al concejo de San Bernardo del Viento

Hace unos meses se propuso visibilizar ante la opinión pública nacional los problemas de la vereda que lo vio nacer.   Es admirable cómo este muchacho, teniendo como único recurso la cámara de su sencillo celular, hizo que millones de colombianos supieran que José Manuel de Altamira no tenía ni siquiera cómo comunicarse por teléfono con San Bernardo del Viento y otros municipios de Córdoba.  Un día grabó un reportaje sobre el tema y lo envió a la sección “El periodista soy yo” exponiendo la necesidad de comunicación. Después mandó otro informe y otro más, hasta que una de las empresas más importantes de telefonía móvil decidió instalar una antena en el pueblo y prestar el servicio a todos sus habitantes.

Después presentó otros informes sobre la falta que le hace al colegio el muro de cerramiento. Aún cuando la petición no ha sido atendida, él cumplió con lo suyo: poner en conocimiento del país el hecho de que el colegio no tiene paredes y por tal razón los estudiantes, los profesores y los bienes de la institución se encuentran expuestos a la inseguridad.

Francisco Javier nació el 28 de junio de 1.990 en San Bernardo del viento. Es hijo de Francisco Barón Torres un beisbolista nacido en José Manuel de Altamira, actual empresario de juegos de azar y Nidia Mercado Izasa, quien en una etapa de su vida se desempeñó como profesora y ahora está dedicada a las labores de un hogar del que hacen parte también sus hijos Juan Carlos, enfermero de profesión, Kelly una buena enfermera, y Luis Miguel quien ya concluyó sus estudios secundarios.

Cuando avanzaba en sus estudios Francisco Javier debió ser sometido a una delicada cirugía a corazón abierto, que gracias a Dios fue exitosa y le dio al joven una nueva oportunidad, la cual aprovechó para continuar y terminar sus estudios secundarios en la Institución Educativa de José Manuel de Altamira (INEJOMA).  En la ceremonia de graduación recibió una mención de honor por su espíritu de colaboración. En su paso por el colegio se destacó por su participación en obras de teatro y otras actividades culturales.

Al terminar el bachillerato recibe una invitación de los líderes Alex Correa Cuadrado y Carlos Barrios Benítez para que se vincule a la organización Grupo Juvenil, en la que desarrolla importantes actividades cívicas y sociales.

Un poco después se trasladó a Maicao (Guajira)  en donde ingresó a la Corporación Educativa del Caribe (Cedelca) a realizar sus estudios técnicos, los cuales terminó satisfactoriamente para recibir el título de Técnico en Sicología.  Adicionalmente hizo varios cursos y seminarios en salud ocupacional, seguridad industrial y talento humano.

En la actualidad Francisco Javier sigue siendo el abanderado de las causas cívicas, culturales y Sociales en José Manuel de Altamira y San Bernardo del Viento, continúa adelante en su vocación de periodista comunitario, actividades que ejerce a través de videos en YouTube y con la elaboración de informes para la sección “El periodista soy yo” en la cual sigue poniendo en conocimiento del país los problemas de su tierra.

sábado, 13 de julio de 2019

Maicao, presente en el Congreso Nacional de ediles y edilesas



Desde el pasado jueves 11 de julio se lleva a cabo en Barranquilla el XIII Congreso Nacional de ediles y edilesas pacto por las Juntas Administradoras Locales, y el Pacto por Colombia.    Entre los temas que se ventilan en el evento se encuentran la descentralización, la participación ciudadana y el gobierno local en Colombia y el rol de las Juntas Administradoras Locales.

Al evento asisten aproximadamente 1.200 ediles procedentes de la mayoría de los municipios colombianos, quienes plantean la necesidad de ser reconocidos como los interlocutores más cercanos a las comunidades, puesto que viven en ellas, conocen sus necesidades y son los primeros a quienes acude la ciudadanía cuando necesitan resolver algún problema de su barrio o de su cuadra.


También han asistido personalidades como el viceministro de Relaciones Políticas Francisco Chaux, el Gobernador del Atlántico Eduardo Verano  y el alcalde distrital de Barranquilla Alejandro Char.

El municipio de Maicao se encuentra representado por el presidente de la Asociación de Ediles de Maicao Randy Aguas y otros líderes comunitarios entre los que se encuentran Libardo Vega, Diana Cantillo, Maryuris Gómez, Noraida Flórez, Tania Riquett, José Repelino, Annelis Lozano, Paula Parra, Nancy Castro, Mabel Villanueva y Luis Sossa.


Durante el encuentro los representantes de Maicao se han sumado a las coces que piden a los Gobiernos locales tener una mayor interlocución con los ediles, vincularlos de forma más activa a la formulación de las políticas sociales y de desarrollo urbano y a la elaboración de presupuestos públicos participativos en los que se tenga en cuenta la voz de las comunidades. 


jueves, 11 de julio de 2019

Mundial de España 82: Un grato recuerdo del fútbol y de familia

Y dos héroes que ya no están


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

El 11 de julio de 1982,  viví uno de los momentos más emocionantes al lado de mi padre. Juntos presenciamos frente a nuestro pequeño televisor a blanco y negro el vibrante juego por la final de la Copa Mundo de España 82 entre Italia ( país de mi viejo) y Alemania.
Los alemanes venían de derrotar a Francia, posiblemente el mejor equipo hasta el momento, en un sangriento partido que en 120 minutos había terminado empatado 3-3 y se definió en la tanda de lanzamientos desde el punto de pena máxima.
Italia, tras una difícil ronda de grupos en la que no ganó ningún partido y clasificó de segundo gracias a que tenía un gol más que Camerún, fue creciendo poco a poco y en la segunda fase venció a los gigantes Sudamericanos Brasil (con Sócrates, Junior, Falcao, Leandro, Paulo Isidoro, Zico y Toninho Cerezo, Edevaldo, Edinho y Telé Santana como DT a bordo) y Argentina ( con Fillol, Pasarella, Tarantini, Ardiles, Bertoni, Kempes, Pasarella, Ramón Díaz Maradona y compañía). A Argentina lo venció 2-1 con goles de Tardelli y Cabrini. A Brasil lo derrotó 3-2 con un maravilloso triplete del Bambino d'Oro, Paolo Rossi.  Ese fue, a no dudarlo, uno de los mejores partidos de todos los mundiales.
En semifinales alcanzó un nítido triunfo 2-0 ante Polonia, de nuevo con goles de Paolo Rossi. De esta manera alcanzó su sorpresiva clasificación a la final en la que enfrentaría a la poderosa Alemania.
En este último juego Italia llevó la iniciativa, pero a los pocos minutos de comenzado el juego desperdició una pena máxima cobrada por Cabrini. En el minuto 57 Paolo Rossi apareció de la nada para marcar el primer gol. Doce minutos después Marco Tardelli marcó el segundo y celebró a rabiar. Nosotros en Maicao lo imitamos abrazados y con una euforia bien grande como solo los latinos sabemos hacerlo. A los 81 minutos Alessandro Altobelli, casi desde el suelo, marcó el tercero. Las cámaras de la televisión enfocaron el palco de los directivos y mostraron la radiante felicidad del presidente italiano Sandro Pertini quien hacía ademanes que pudimos interpretar como "ya esto lo ganamos".
Pero faltaban 9 minutos en los que Paul Breitner anotó el descuento para los alemanes y sellar el marcador definitivo de 3 para Italia y 1 para Alemania. La escuadra Azurra era campeona del mundo. ¡Increíble! Después de 44 años repetía la hazaña que había logrado en Italia 1934 y Francia 1.938 y alcanzaba a Brasil como el más ganador de la historia. Aún puedo repetir, casi de memoria, la alineación titular escogida por el técnico Enzo Bearzot: Dino Zoff en la portería; Bergomi, Collovatti, Scirea y Bergomi en la defensa; Gentile, Orialli y Tardelli en el medio; y Conti, Paolo Rossi y Graziani como delanteros. A veces entraban Causio, Antognoni, y Altobelli como alternativas.
De todos los protagonistas de ese día sólo dos han partido a la eternidad: Gaetano Scirea, el mejor defensor de todos los torneos que jugó, y Ernesto Rutto, mi padre, con quien ese día me fundí en un duradero abrazo y sobre cuyos hombros derramé lágrimas de felicidad. Cómo me gustaría tenerlo a mi lado para celebrar esta fecha con él y disfrutar de su compañía...pero ya no está.

sábado, 29 de junio de 2019

Crónica del Segundo Encuentro de Escritores en San Bernardo del Viento





Escrito por:  Alejandro Rutto Martínez

San Bernardo del Viento y de las letras
Junio 24 al 27 de 2019
 
Parte I
El viaje de Maicao a San Bernardo del Viento

Se efectuó recientemente el II Encuentro de Escritores del Viento en el municipio de San Bernardo del Viento una localidad del Departamento de Córdoba, conocido por su hermoso nombre, por su rica historia y por ser la cuna de Juan Gossaín, uno de los más grandes periodistas de Colombia.    

Te recomendamos también: El sapo trapichero

El reloj marcaba las 11:40 de la mañana cuando el bus de Brasilia partió de Maicao.   En la taquilla nos habían dicho que no había ruta directa a San Bernardo, pero podíamos llegar a Lorica y desde allí hasta nuestro destino podíamos tomar un taxi o un colectivo que en tan solo 10 minutos nos dejaría en nuestro destino. Seguimos el consejo del eventual asesor de viajes y compramos el tiquete rumbo a Santa Cruz de Lorica, una de las más importantes ciudades del departamento de Córdoba, al que empecé a conocer gracias a la enorme colonia de personas de esas tierras que por años han estado residenciadas en Maicao.    

Para decir verdad el bus hizo el recorrido más largo posible. Nos habían dicho que el viaje a Lorica podía durar entre 12 y 14 horas, pero se extendió a 18, porque el programa del bus incluía la ruta más larga: Maicao-Riohacha-Santa Marta-Barranquilla-Cartagena Lorica.   Cuando pasamos por la capital de nuestra amada Guajira pudimos ver el el televisor del terminal el único gol que la selección Colombia le marcó a Paraguay en el cierre de la fase de grupos de la Copa América. fue un buen tanto de Cuéllar que ayudó a aumentar la ilusión que todos los colombianos teníamos acerca del papel de nuestro equipo en la Copa América.    

El viaje fue ameno y cómodo pero muy largo. Me preocupaba llegar a tierras desconocidas a altas horas de la madrugada. Pero el tiempo y el conductor del bus se confabularon para que esto no sucediera. Cuando llegamos a Lorica eran las 5:20 de la mañana y ahí, frente al terminal, ya se encontraban los vendedores de tinto y arepa de huevo y otros deliciosos productos de la gastronomía criolla.    

Caía una ligera llovizna, de manera que debimos correr para guarecernos debajo del primer techo que encontramos. El tinto hervía en el vaso de plástico y la arepa de huevo quemaba la yema de los dedos a pesar de que la forraba una envoltura de cuatro servilletas dobladas en dos.   

Varios taxistas se ofrecieron amablemente a llevarnos hasta “La Caribeña” una hermosa estancia ubicada entre San Bernardo y Moñitos en donde nos alojaríamos por cuenta del Encuentro de Escritores y por cortesía de su propietario Francisco Coneo, uno de los organizadores del evento literario. Fiel a la promesa que le había hecho a nuestro anfitrión lo puse al teléfono con uno de los líderes de los taxistas quien, al colgar la llamada, nos indicó que nos fuéramos con “El Flaco”, un muchacho que se gana la vida consiguiéndoles pasajeros a los transportadores.   Caía una leve llovizna sobre Lorica y lugares cercanos y comenzaban a aparecer los primeros charcos en el desamparado suelo.    

Nuestro guía nos condujo de prisa hacia una estación de colectivos que cubren la ruta Lorica- San Bernardo-Moñitos y uno de los conductores se ofreció a llevarnos por diez mil pesos a cada uno de los pasajeros.    

-Siéntense, nos dijo. Me faltan todavía dos pasajeros.    

Veinte minutos después una dama con su hijo completaron el cupo. Viajaban hacia Moñitos.  

- ¿Y ustedes a dónde van exactamente?, nos preguntó a mi esposa y a mí  

-Vamos a la Caribeña, mi amigo, le dije mientras observaba los alegres pastos que recibían las aguas de la llovizna con inmensa alegría.

Las montañas parecían como extraídas de las páginas de una revista de promoción turística y un campesino caminaba por la orilla de la carretera con un balde de leche recién ordeñada en una mano y una botella de suero atoyabuey en la otra.   

Parte II 
LLegada a la casa finca La Caribeña

Llegamos a La Caribeña en donde nos esperaban Francisco Javier Coneo y su esposa Luz Lenis, quienes nos dieron la bienvenida con una buena taza de chocolate recién preparado y arepas de Maíz. Supimos luego que el día anterior habían llegado el escritor Héctor Hurtado y su esposa.   Un poco más tarde, a bordo de un viejo Land Rover hicieron su llegada triunfal los embajadores de Nocaima (Cundinamarca) Alfredo Espinosa y Arturo Peña Barbosa.   En un hotel de San Bernardo se hospedaban Hipólito Parra y su esposa.  El grupo poco a poco se iba completando.   
    
Como para calentar motores Arturo nos leyó el texto de su última producción litararia, basada en cierta hermosa señora imaginaria llamada María Antonia de su pueblo que se dedicaba al curioso trabajo de vender...besos.   

Terminado el chocolate partimos hacia la Casa Lúdica de San Bernardo, un lugar agradable, acogedor y muy bien dotado. Allí se produjo la instalación del evento, a cargo de la profesora Beatriz y de Francisco Javier Coneo, quienes oficiaban como oferentes.   Ya se habían integrado al grupo escritores locales como Roberto Yance, Francisco Javier Barón Mercado, Wilson Polo Blanco, Manuel del Cristo Díaz y Francisco Javier Cobo Fuentes.  

Parte III
Comienza el encuentro

En adelante, se nos informó, todo giraría en torno a la oralitura, una expresión literaria basada en la oralidad, tan propia del Caribe y en general de los pueblos colombianos. El análisis de las formas literarias orales se diferencia del estudio de las obras literarias escritas en son estrictamente orales y porque cumplen funciones estéticas y folclóricas.   

Parte de lo que nos dijeron en la instalación era que no había conferencias, ni talleres, ni nada parecido. El evento consistía en hablar y leer. Cada quién contaría sus historias y leería sus escritos y de esa manera pasaríamos tres días al abrigo de las letras, bajo la frescura de la ligera llovizna y ambientados por el murmullo de las olas del mar y el canto de los pájaros desde lo alto de los frondosos árboles de mango cuya cosecha acababa de terminar.   

Uno por uno los escritores fueron pasando al tablero, cada uno de ellos con sus textos bien logrados bajo el influjo del silencio y la soledad y guiados por el espíritu de tejedores de sueños y palabras que gobierna el corazón de los creadores.   La sorpresa mayor la constituyó la llegada del decimero Lázaro Cantero Pérez, un artista fulgurante, dueño de una ilimitada capacidad de repentización, quien habló de las décimas, de la música de la región y de la forma en que realizaba sus composiciones. Prácticamente todo lo que decía, lo decía en rimas, sin tener nada preparado   ¡Componía sobre la marcha! 


Parte IV
Más y más gente llega al encuentro

El evento se fue crecieron, se sumaron los niños poetas, las bailarinas de bullerengue, las poetisas de Cereté y los profesores y estudiantes del colegio principal.   Así, entre lectura y lectura, declamación y declamación, entre bailes y tambores fuimos conociéndonos y agradeciendo a los ángeles de la literatura que nos hubiera llevado a ese rinconcito convertido por unos días en la patria de las letras.  


Epílogo
Oralitura en su estado puro y despedida

En las noches, allá en la caribeña, después de los chocolates y el café, venían las emocionantes tertulias en las que Francisco Coneo y Arturo Peña Barbosa, nos dieron cátedra de cómo se cuenta una historia bien contada. Oralitura en su estado puro. 

El primero, un exsacerdote católico dedicado ahora la escritura y a poner bien bonita su finca, nos habló de sus experiencias de vida durante el tiempo en que fue sacerdote de la Iglesia Católica: sus sueños, sus esperanzas, sus frustraciones y sus anhelos. También se refirió a su obra inédita la cual se encuentra escrita a mano en seis gruesas agendas y nos mostró el museo que está organizando en el que se destacan las pertenencias del hombre más pequeño del mundo: un hombre exiguo creado por él mismo que fue una vez a San Bernardo del Viento, y cuando se marchó le dejó varias diminutas prendas como recuerdo.  

Arturo Barbosa, por su parte, contó con lujo de detalles sus aventuras por el departamento de Caquetá. Nos tuvo concentrado durante dos horas, tanto que nuestra piel se hizo inmune al ataque de los mosquitos. Su capacidad para cautivar a la audiencia hizo que lo acompañáramos en su recorrido por el Río Caguán, a que compartiéramos su habitación palafítica en uno de los pueblos ribereños, a que nos montáramos en su canoa y tuviéramos el mismo miedo que él a naufragar en medio de las aguas turbulentas.  

El encuentro terminó con el abrazo nostálgico propio de todas las despedidas, pero con la promesa de que volveremos a encontrarnos en cualquier momento, en San Bernardo del Viento y en cualquier otro pueblo que tenga por bandera la de la patria de las letras.  

  

sábado, 22 de junio de 2019

Lo mejor es mi nombre, sin prefijos ni sufijos


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Algunos me dicen doctor y se equivocan rotundamente: no pertenezco a los herederos de la sabiduría de Hipócrates ni puedo portar la bata de quienes ejercen la maravillosa profesión de la medicina. El diccionario me dice que los únicos doctores son ellos y los egresados de un doctorado. Yo no cumplo con la primera condición y aún no alcanzo la segunda. ¿Se da cuenta mi querido amigo por qué no debe llamarme así?

Otros me llaman por la denominación del cargo o la dignidad  que temporalmente desempeño. Unos me han dicho director, secretario, coordinador, candidato. No creo que sea lo mejor, porque después de un tiempo esa forma de llamar se vuelve más larga cuando deba anteponerse la partícula ex: ex director, ex coordinador, ex secretario, ex candidato, Ex cétera (perdón, se escribe etcétera).

Algunos, inspirados posiblemente en el uso de algunas de mi camisa con cuello parecido al clériman o porque me han visto hablando de temas bíblicos o predicando, me llaman pastor.   Siento mucho decepcionarlos. Mis conocimientos bíblicos y el tiempo de dedicación a los estudios teológicos aún no me alcanzan para ser titular del precioso ministerio de guiar a las ovejas del Señor.  Así que no es justo (con la dignidad de pastor) que me llamen de esta manera.

Quienes no me conocen me dicen Mono (en razón del color claro de mi cabello), tío o primo (según la edad del interlocutor). Se los perdono la primera y hasta la segunda vez. Pero después de un corto tiempo de conocernos, preferiría que se cambie esa forma de llamarme. Sobre todo Mono, porque se siente un dejo peyorativo en la palabra.

Con  quienes me llaman profe o profesor, estoy inmensamente agradecido. Es la profesión y la faceta de mi vida que más satisfacciones me ha brindado, que más felicidad me ha permitido cosechar. Me siento muy bien como así me dicen, pero… es una forma genérica de llamar a quienes se dedican como yo a la enseñanza. Siento pues, que no es una palabra que se refiera exclusivamente a mí, como me gustaría.

¿Y entonces, cómo hacemos para llamarlo?, me preguntarán.   Para eso está el nombre. Me encanta cuando me dicen Alejandro, o Viejo Alejo, como me llaman algunos de los amigos. O Rutto, como me decían los profesores y algunos compañero, de tanto oír el llamado a lista siete veces al día, cinco veces a la semana.

Ya los saben, para todos ustedes soy Alejandro de ahora hasta siempre, sin prefijos de exaltación ni sufijos diferenciadores. Soy simplemente Alejandro.


viernes, 17 de mayo de 2019

Los seres ctónicos



Escrito por: Alejandro Rutto Martínez


Existían según la mitología clásica algunas divinidades a quienes se les ocurrió la idea sorprendente de habitación las profundidades de la Tierra. Estuve a punto de escribir" la brillante idea de hospedarse varias capas más abajo del subsuelo", pero dudo que algo pueda tener excesivo brillo en esas complicadas latitudes.

Se les asigna el adjetivo któnico (así sin vocal después de la letra k), el cual deriva del sustantivo griego khtón, qué significa " la Tierra"


Las divinidades cobijadas por este nombre, a pesar de vivir bien abajo, en lo más profundo del planeta, tenían cierta influencia también en el mundo de quienes viven con los pies sobre la Tierra y la cabeza debajo del sol.

Se utiliza este adjetivo para hacer referencia a Hades, Hécate y Perséfone.


Pero, ¿quiénes eran ellos? Se lo explicamos a continuación



Hades: Es el príncipe de las oscuras regiones del infierno.  Era hijo de Cronos y Rea. Fue un especialista, un aventón en el dudoso arte de hacerse odiar aún por sus colegas de la inmortalidad. Como no hay un campo de la vida del hombre en el que no existan los sobre nombres, Hades tenía el suyo: ERA CONOCIDO COMO “El Invisible”, el dios del inframundo. La familia estaba conformada además por sus tres hermana: Démeter, Hestia y Hera; y por dos hermanos: Zeus y Poseidón.


Hécate: Es una diosa sobre la cual no existe ningún escrito que relata sus hazañas su compleja personalidad era proverbial. Se conocía como una diosa que al mismo tiempo podía ser lunar, infernal y marina. Tiene tanto poder que el propio Zeus siente mucho respeto por ella. Entre los sobrenombres y epítetos con los cuales fue conocida se encuentra Cratesis (poderosa), Enodia (diosa de los caminos), Antania (enemiga de la humanidad) Prytania (reina de los muertos) y diosa de las encrucijadas.

Perséfone: Hija del mismísimo Zeus con Démeter. Cuando estaba pequeña y durante buena parte de su vida se llamó Core, pero luego fue raptada por Hades, quien la hizo su esposa y además virgen reina de los infiernos. En ese momento su nombre cambió y comenzó a llamarse Perséfone.  No se sabe si le gustaba más su nombre griego o la forma romana Proserpina. Tal vez debió pasar toda su vida pidiendo que la volvieran a llamar Core como en su infancia
Estos personajes estuvieron vinculados tanto a la idea de la vida como de la muerte. La reflexión anterior tiene sus en el hecho de que todas las plantas, cualquiera que sea su especie y tamaño, penetra a la tierra con sus raíces y de ésta toma los nutrientes para crecer vigorosas y fuertes.


Un animal ctónico por excelencia es la serpiente, bien porque parte de su vida transcurre en el mundo subterráneo o bien porque en algunas ocasiones se le considera como una emisaria del demonio o como una criatura en la que se encarna el mal.

Los seres ctónicos fueron parte vital de la mitología griega y aún se les menciona a la hora de hablar de la historia antigua, de las religiones del pasado y de las excentricidades de los antiguos dioses helénicos. 


Bibliografía: Diccionario de la Mitología Clásica. Espasa- El Espectador


martes, 9 de abril de 2019

La armadura del buen guerrero


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

En la escuela dominical del 17 de febrero de 2003 nos hablaron en la iglesia por primera vez sobre la armadura con la que ellos visten a sus guerreros para llevarlos a la victoria final.

Todo comienza con el testimonio de vida del apóstol Pablo, un hombre estudioso de intelectual acostumbrado a defender sus convicciones a cualquier precio, como lo demostró cuando mostró un celo mayúsculo por su fe inicial y, por supuesto, cuando viajó por todo el mundo conocido para esparcir el evangelio aprendido de aquel a quien había perseguido.

En el tiempo y en los lugares en los que creció estuvo en contacto con la cultura de la guerra, estructuradas sobre la economía de guerra en la que se basaba la prosperidad del imperio romano en el que había nacido.

Bien sabía Pablo que el donde hay guerra también hay guerreros. éstos van a la guerra, defienden al país, la subida por servir al emperador, celebran sus conquistas y se bañan con los plácidos rayos de luz de la victoria o se sumerge en la profunda obscuridad sanguinolenta de la derrota.

Los guerreros podían ser campesinos cuyas recias manos araba la tierra para introducir en estar la semilla de vida y en cargar los cereales para llevarlos al granero; no los pescadores en cuyo rostro se dibujaba las huellas de las horas nocturnas mal dormidas y las quemaduras el fuerte sol del mediodía al cual se enfrentaba con frecuencia en medio de las turbulentas olas del mar. Y así nos conoció Saulo de tarso, el azote de los cristianos que pasó a convertirse en el apóstol Pablo uno de los personajes más importantes del nuevo testamento después de Jesús.

Al convertirse en uno de los más grandes maestros de la Palabra con paro al creyente con guerrero que como tal debía estar protegido con su armadura, en este caso no con la pesada y casi inolvidable para madura que cesar proporcionaba a sus legionarios si no aquella con la que el Señor revestía a los soldados de la fe, los mismos cuya labor estaba destinada a combatir con el propósito de conquistar nuevos territorios, no con la finalidad de saquearlos y subyugarlos si no para llevarles las buenas nuevas de salvación.

En el capítulo seis del libro a los de Efesios el apóstol dedicada valiosas líneas para proveer una renovada armadura los integrantes del ejército propagador del evangelio.

En primer lugar, el soldado de la fe es vestido con el lomo de la verdad (Efesios 6:14): la verdad será su estandarte, su emblema, su compromiso es su pasión. La verdad será el propósito de búsqueda y elemento de marcador del camino, un camino para alcanzar la meta final que es la salvación.

En segundo lugar del escritor de heridos se refiere a la coraza del soldado. Esta era un elemento de protección del tórax y la parte alta del abdomen en donde se ubican órganos vitales. La justicia es esa protección con la cual el creyente podrá resguardar lo más preciado de importante en su relación con Dios lo preciado de importante puede ser el testimonio, el amor ágape, la templanza, el amor por las almas y el respeto por la Palabra divina.

En tercer lugar del autor del libro de Efesios pide casarnos diez con el aprestó, vale decir, con la tela firme y dura el evangelio de la paz. El. El evangelio consiste en buenas nuevas, perfectamente aplicables a la consecución de la paz y al anhelo de llevarlas por todo el mundo.

En cuarto lugar está el escudo ¡qué importante era el escudo para el soldado! Tanto que una de sus manos era buscada exclusivamente para sostenerlo. Todos los escudos juntos de los soldados convertían en prácticamente invulnerable al grupo de combatientes. La es la mejor defensa hoy arte los ataques espirituales y un buen modo de luchar por los sueños porque la que proporciona "La certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1).

En quinto lugar tenemos el yelmo de la salvación. Este es un elemento de la armadura para la protección de la cabeza. Algunos de ellos protegen también la nariz. Era uno de los aditamentos defensivos más importantes para el guerrero, que siempre estaba expuesto a sufrir ataques de frente o a sus espaldas. El apóstol Pablo compara esta parte de la armadura con la salvación, el último y el más importante de todos los propósitos de un creyente. El yelmo no sería en este caso un objeto para conseguir un fin, sino el fin mismo: triunfar en todas las batallas y en todas las guerras para obtener el trofeo anhelado de aprovechar la oferta de redención y pasar a la presencia del Señor por toda la eternidad.

En sexto lugar está el arma distintiva de los poderosos soldados en la antigüedad: la espada. Los soldados romanos se defendían, se protegían con el escudo, el yelmo, la coraza y su agilidad. En cambio para atacar a contaban con su arma más importante que era la espada.

Los soldados romanos tenían un arma denominada spatha en latín, idioma del cual pasó al castellano con leves cambios de escritura y pronunciación. El ex soldado podía tener dagas (una espada corta, usará para apuñalar), el glaudius y la spatha, que era el arma más larga y se podía utilizar para mantener al enemigo a distancia. Era empleada para atacar con el filo y en muchos casos este fi lo eran doble, es decir se extendía por todo el contorno de la hoja metálica con lo cual se hacía más temible (¿Has leído la expresión " espada de doble filo"?).

El apóstol Pablo dota a sus guerreros espirituales con la  " espada del Espíritu", que es la Palabra de Dios. (Efesios 6:17b)

¿Qué mejor arma puede tener un luchador? La Palabra es virtud del bondadoso, fuerza para el débil, aliento para el desvalido, compañía para el solitario, orientación para el extraviado, y una antorcha para quien viene perdido en la oscuridad.

El apóstol Pablo da a sus guerreros una buena armadura apta para la defensa y el ataque. Dios da a cada pieza de ella un Valor especial. Pero la armadura no peleas sola. Se requiere que quien la puse escuche las palabras que el Señor le dijera a Josué: "Mira te  mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios está contigo en donde quiera que vayas".


martes, 2 de abril de 2019

Érika Paz, la voluntad hecha niña


ERIKA PAZ
Por: Alonso Mendoza Contreras. Docente de matemáticas y Física de la institución educativa n°7.
”Solo es posible avanzar cuando se mira lejos”.

Todos los días escolares para Erika Paz estudiante de 9° de la escuela Madre Laura Montoya representa un desafío  de 45 minutos que para ella es el tiempo empleado desde la ranchería Waapana  donde vive hasta las instalaciones de su colegio.

Nació en la ranchería de su padre, es la mayor de tres hermanos, vive con su madre y su abuela; pero a pesar dela distancia que debe caminar ocupa el primer puesto académico en su curso y siempre es una estudiante proactiva a las actividades culturales de su institución bailando desde una cumbia hasta representar orgullosamente su etnia wayuu con la yonna. Pertenece a la casta Ipuana heredada de la línea materna como es tradicional en esta etnia.

Es una estudiante que involuntariamente nos invita a reflexionar respecto a la actitud de algunos jóvenes con facilidades de transporte, alimentación, útiles escolares entre otras y que no aprovechan de manera óptima las oportunidades ofrecidas por familiares, entes gubernamentales y docentes.

En el aula de clases es notable su liderazgo; se le facilitan las matemáticas, las ciencias  naturales.  El trato con sus compañeros y docentes siempre va acompañado con una sonrisa; su caso puede ser excepcional, venciendo obstáculos y vicisitudes como la distancia y el clima. En ella el estoicismo y el sentido de pertenencia son de fácil apreciación como la solidaridad con sus compañeros a quienes intenta persuadir para cumplir puntualmente con sus actividades académicas asigna por sus docentes. Ella simplemente es Erika Paz.

Analytic