Escrito por: Alejandro Rutto Martínez
Existían según la mitología clásica algunas divinidades a
quienes se les ocurrió la idea sorprendente de habitación las profundidades de
la Tierra. Estuve a punto de escribir" la brillante idea de hospedarse
varias capas más abajo del subsuelo", pero dudo que algo pueda tener
excesivo brillo en esas complicadas latitudes.
Se les asigna el adjetivo któnico (así sin vocal después de
la letra k), el cual deriva del sustantivo griego khtón, qué significa "
la Tierra"
Las divinidades cobijadas por este nombre, a pesar de vivir
bien abajo, en lo más profundo del planeta, tenían cierta influencia también en
el mundo de quienes viven con los pies sobre la Tierra y la cabeza debajo del
sol.
Se utiliza este adjetivo para hacer referencia a Hades,
Hécate y Perséfone.
Pero, ¿quiénes eran ellos? Se lo explicamos a continuación
Hades: Es el príncipe de las oscuras regiones del
infierno. Era hijo de Cronos y Rea. Fue un especialista, un aventón en el
dudoso arte de hacerse odiar aún por sus colegas de la inmortalidad.
Como no hay un campo de la vida del hombre en el que no existan los sobre
nombres, Hades tenía el suyo: ERA CONOCIDO COMO “El Invisible”, el dios del
inframundo. La familia estaba conformada además por sus tres hermana: Démeter,
Hestia y Hera; y por dos hermanos: Zeus y Poseidón.
Hécate: Es una
diosa sobre la cual no existe ningún escrito que relata sus hazañas su compleja
personalidad era proverbial. Se conocía como una diosa que al mismo tiempo
podía ser lunar, infernal y marina. Tiene tanto poder que el propio Zeus siente
mucho respeto por ella. Entre los sobrenombres y epítetos con los cuales
fue conocida se encuentra Cratesis (poderosa), Enodia (diosa de los caminos),
Antania (enemiga de la humanidad) Prytania (reina de los muertos) y diosa de
las encrucijadas.
Perséfone: Hija
del mismísimo Zeus con Démeter. Cuando estaba pequeña y durante buena parte de
su vida se llamó Core, pero luego fue raptada por Hades, quien la hizo su
esposa y además virgen reina de los infiernos. En ese momento su nombre cambió
y comenzó a llamarse Perséfone.
No se sabe si le gustaba más su nombre griego o la forma romana
Proserpina. Tal vez debió pasar toda su vida pidiendo que la volvieran a llamar
Core como en su infancia
Estos personajes estuvieron vinculados tanto a la idea de la
vida como de la muerte. La reflexión anterior tiene sus en el hecho de que
todas las plantas, cualquiera que sea su especie y tamaño, penetra a la tierra
con sus raíces y de ésta toma los nutrientes para crecer vigorosas y fuertes.
Un animal ctónico por excelencia es la serpiente, bien porque
parte de su vida transcurre en el mundo subterráneo o bien porque en algunas
ocasiones se le considera como una emisaria del demonio o como una criatura en
la que se encarna el mal.
Los seres ctónicos fueron parte vital de la mitología griega
y aún se les menciona a la hora de hablar de la historia antigua, de las
religiones del pasado y de las excentricidades de los antiguos dioses
helénicos.
Bibliografía: Diccionario de la Mitología Clásica. Espasa- El
Espectador
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