miércoles, 17 de julio de 2019

Mohamed Dasuki, un maicaero formado para servir




Mohamed Dasuki nació en Maicao el 27 de enero de 1974 y desde entonces ha tenido un curso de vida acorde con lo que hace una persona decente, llena de vida y cargada de sueños: fundó su propia familia, se alineó con los ideales del servicio a las comunidades y se dedicó a labrar el sueño de servirle a sus coterráneos desde la esfera privada y desde las posiciones de Gobierno.
Pero para conocer mejor a este ciudadano que aspira a regir los destinos de Maicao, los invito a conocer más acerca de sus inicios, de su trayectoria y de sus proyecciones.

Nacimiento, primeros años y familia
En primer lugar, es bueno saber que Dasuki nació en Maicao. A pesar de que algunos lo conocen como “El Turco” y de que domina a la perfección el idioma árabe, Dasuki es uno de esos ciudadanos que hacen parte de la rica mezcla cultural y racial sobre la que se basa la identidad de los maicaeros.
Maicao fue un cruce de todos los caminos que venían y llevaban a todas partes. Un puente entre Oriente y occidente en la península de La Guajira y por eso acá encontramos afrodescendientes, israelíes, paisas, zenúes, caribeños, europeos, guajiros no maicaeros, brasileros y árabes procedentes de varios países como Siria, Líbano y Jordania.  En estas tierras no existe, lo que se dice el maicaero de cuatro generaciones. Me explico bien: todos los maicaeros tenemos ancestros nacidos en otras partes: en algunos casos los inmigrantes fueron nuestros padres y en otros casos los abuelos o los bisabuelos.  Eso es lo bueno de Maicao: a cada raza y a cada cultura le hemos heredado lo mejor y ahí vamos avanzando en el difícil proceso de construir las columnas de nuestra identidad.

Pero volvamos a Mohamed Dasuki que es el maicaero que hoy nos ocupa. Él nació en el hospital San José de Maicao en ese año 1974 en que nuestro comercio era bullicioso y pujante (como dice el himno municipal).  Sus padres llegaron atraídos por esa circunstancia después de vivir un tiempo en otras ciudades y municipios como Medellín y Fundación.    Eran comerciantes libaneses de clase media baja ansiosos de abrirse nuevas oportunidades para sostener a sus familias. Llegaron a Colombia como muchos otros de sus compatriotas con la esperanza de trabajar duro en lo que más sabían hacer:  comprar y vender mercancías a buen precio para satisfacer las necesidades de su clientela.

En Maicao se establecieron, se amañaron, conocieron personas que los ayudaron y se quedaron a vivir aquí con su familia. Se enamoraron de Maicao, pero fueron fieles a sus usos y costumbres, a su práctica del islam y al profundo nacionalismo que los ligaba a su patria, el bello país heredero de la inteligencia comercial de los fenicios. Sus hijos habían nacido en los pueblos donde habían vivido: Fundación, La Paz y Maicao. El honor de nacer en tierras guajiras le correspondió, precisamente, a Mohamed.

Mamuhd Dasuki y Ramzieh Hajj formaban una bonita pareja. Trabajaban todo el día y en la tarde tomaban el té con galletas horneadas en casa junto a sus paisanos. Era una bella rutina que, sin embargo, no alcanzaba para que olvidaran sus orígenes.  Por eso se preocuparon de que sus hijos viajaran a El Líbano para que conocieran a los abuelos, a los tíos y se empaparan mejor de las costumbres, de la fe islámica y del idioma árabe.

Líbano es muy bello, su arquitectura combina la herencia de templos romanos y fenicios muy bien conservados y su arquitectura tiene gran influencia de países árabes con grandes mezquitas que conviven con templos de las iglesias cristianas maronitas u ortodoxas, así como modernos rascacielos. Su índice de Desarrollo Humano es uno de los más altos del mundo árabe y en sus fértiles territorios crecen todo tipo de cultivos alentados por las cuatro estaciones.
Sin embargo, no todo era color de rosa. En los años ochenta soportaron sangrientas guerras que causaron muerte y desolación.


Regreso de los Dasuki a Maicao

Los Dasuki prefirieron regresar a Maicao en donde Mohamed creció desarrollando un gran amor al esfuerzo y trabajo. Contrario a otros muchachos de su edad que se dedicaban a administrar el almacén de sus padres, él debió emplearse como jornalero en los almacenes de comerciantes libaneses. En este duro oficio conoció a muchas personas que desempeñaban el mismo oficio; ellos les contaban las duras necesidades de su familia, los problemas de sus barrios, las carencias con las que se enfrentaban todos los días.   Se acostumbró a andar con ellos y a hacerse amigo de sus familias.   En ese contacto con la gente de los sectores más populares de la ciudad nació su inclinación por el servicio a la gente humilde desde lo público. Y esto, marcaría el inicio de su futura vocación de servidor público.


Matrimonio e hijos

Contrajo matrimonio con Wisad Waked Machado, con quien tiene cuatro hermosas hijas Jasmín, islam, Aya y Jinam) y un saludable y travieso varoncito (Adam) quienes han sabido ganarse su corazón y se han convertido en la principal razón de ser de su lucha cotidiana. Todos sus hijos están en edad escolar y tienen una gran dedicación no solo a sus estudios sino a las actividades de la mezquita a la que asisten regularmente con entusiasmo y mucha fe.



Empresario del comercio
Con los ahorros y la ayuda de algunos amigos logró abrir su propio almacén dedicado al ramo de los calzados, el cual llevaría por nombre Jasmín, como su hija mayor; en su rol de empresario se dedicó a defender las causas del comercio de Maicao entre ellas la ampliación de cupos para la introducción de mercancías y la sostenibilidad de Puerto Nuevo el puerto artesanal por el que entran a La Guajira las mercancías del comercio de Maicao.
También se comprometió con el mejoramiento de la seguridad. Para tal efecto se hizo miembro de la Policía Cívica y acompañó a las autoridades y a la comunidad en la definición de políticas para mejorar la seguridad ciudadana.

Una curiosa forma de convertirse en diputado
En el año 2012 algunos amigos lo invitaron a participar en política y lo inscribieron en la lista del partido de la U a la asamblea, como una forma de que se diera a conocer y se abriera paso en la vida política para apuntalar futuras aspiraciones. En otras palabras, lo metieron “de relleno” como se dice el argot político.
Pero el candidato que iba a ser el relleno, el “arrastra votos”, se dedicó a recorrer el departamento de norte a sur y de este a oeste y sorprendió a todos con la más alta votación, lo que valió para que ganara su credencial como diputado del departamento.   En la asamblea dio grandes debates a favor de la construcción del estadio de Maicao, del mejoramiento del sistema de salud del departamento y denunció la delicada situación de las comunidades wayüu de la Alta y Media Guajira, las cuales se encontraban abandonadas a su suerte. Los debates convocados por Dasuki hicieron que la Asamblea del Departamento recuperara su credibilidad, puesto que el pueblo se sentí representado por el diputado que expresaba lo que el pueblo quería decir y hacía las preguntas que el pueblo quería hacer.
En las elecciones del 2015 Mohamed Dasuki se postuló como candidato a la alcaldía de Maicao, en un ejercicio que le permitió alcanzar una copiosa votación, gracias al respaldo de los sectores populares.

La anhelada fusión de fuerzas
Unos meses después de las elecciones, en un encomiable gesto de civilidad política los maicaeros fueron testigos de la unión de tres de las más grandes fuerzas políticas contemporáneas, cuyos representantes participaron en el proceso electoral del 2015 y alcanzaron una alta votación. Fueron ellos Aldrin Quintana Ustate, del partido liberal; Alejandro Rutto Martínez, del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) y Mohamed Dasuki en representación del Movimiento Comercio y Seguridad.   

A ellos se sumó un fuerte grupo de concejales denominado G-10.  Los líderes de esta nueva fuerza escogieron a Mohamed Dasuki para que fuera su representante en las elecciones del año 2.019 con el compromiso de brindarle todo el apoyo necesario para conquistar las simpatías de los electores y producir el cambio que tanto anhelan los maicaeros.

Estudiante Universitario
Dasuki es un profesional empírico y como tal ha tenido trabajo de liderazgo empresarial, pero su amor a la educación lo llevó a matricularse en el programa de administración de empresas en la Universidad de La Guajira. Desde hace varios meses combina su trabajo de comerciante con sus actividades académicas. En una gran demostración de disciplina y pasión por lo que hace, dedica tiempo a cada una de sus actividades.

Entereza y humildad

Mohamed Dasuki ha asumido su rol de aspirante con entereza, con humildad y con gran sentido de amor por su patria chica. Hoy en día está concentrado en este proyecto, consciente de que Maicao necesita del esfuerzo de sus mejores hijos. Camina las calles del centro, de los barrios y el mercado público, saluda a la gente, le pregunta por la familia y les expone brevemente su plan de trabajo. Luego va a donde la vendedora de avena y pide un vaso acompañado por un buñuelo. 

Después sale de prisa en un motocarro hacia sus clases en la Universidad de La Guajira. Mientras el se desplaza en ese sencillo vehículo, la gente del pueblo comenta “yo voy con el turco”. Aunque todos ellos saben que Dasuki nació en Maicao y tiene los brazos, el rostro y el alma untada del polvo que se levanta desde el suelo de su querida tierra guajira.





2 comentarios:

Unknown dijo...

Confiadamente podemos que el tiempo de Dios es Perfecto, y que no cambia, pone y quita reyes....
Que Dios lo use para Reactivar un pueblo y un comercio que ya no tenia Esperanza con sus Líderes, hoy se espera mucho de este Alcalde electores por los que creyeron que si era posible experimentar un cámbio....

rosmery08 dijo...

Felicidades y éxitos en este nuevo proyecto, que sea Dios dandole sabiduría y desernimiento. Hoy se Leda la oportunidad a la interculturalidad se estaba en mora. Felicitaciones alcalde

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