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miércoles, 4 de noviembre de 2009

Los "Tuchineros": la sangre zenú de la Guajira Intercultural

CRÓNICA

Por: Abel Medina S.

La leyenda se cumplió con inexorable certeza, ya lo decían las ancianas de trajes largos y mangas recogidas, ya lo aseguraban los abuelos de abarcas tres puntá y sombrero vueltiao. Bajo la iglesia de San Andrés de Sotavento ondeando su cola en un río subterráneo, como en un sacro contubernio sincrético, estaba enterrado el caimán de oro, tótem tutelar de los zenú.

La cola se extiende hasta la ciénaga de Betancí, la extremidad izquierda se prolonga hasta Palmito, la derecha alcanza a Sampués, la pata trasera toca Ciénaga de oro y la otra acaricia Chimá y Momíl.

El caimán supo cubrir con su cuerpo todo el resguardo indígena zenú de San Andrés de Sotavento, ubicado entre Sucre y Córdoba, el cual tiene una extensión de 83.000 hectáreas cuadradas. La sentencia señalaba: el día que desenterraran el caimán de su sueño ancestral los zenú se condenarían a convertirse en seres acuáticos, el pueblo se inundaría.

Los guaqueros de siempre, sin que los zenú lo notaran como que sacaron el caimán porque la maldición cobró vida.

El torrente de la hegemonía occidental desgastó la sangre con sus descoloridas aguas, desdibujó la lengua: el guajivo, desmembró el pasado saqueando los restos, las huellas del ayer se perdieron en el alienante comercio de piezas arqueológicas.

Para Uriel Baquero Paternina, quien ha sido capitán y líder natural del cabildo zenú en Maicao, la lectura de la leyenda no podría ser más desesperanzadora: “Eso significa que por la influencia occidental perdemos la tradición cultural, si esto pasa nosotros pasamos de ser indígenas puros a ser occidentales, cambiamos de territorio y de identidad, esto es pasar de seres terrestres a seres acuáticos, es retroceder”.

Hoy los zenú fluyen por los meandros del desarraigo, son remeros en las corrientes veleidosas de la alineación cultural, asomándose en la orilla nostálgica del mestizaje, hundiéndose en el fluir incesante de la asimilación cultural y étnica.

La leyenda auguraba la situación actual de la mayoría de zenúes que han tenido que abandonar su territorio impulsados por circunstancias forzosas como la colonización española, las encomiendas del siglo XVI, la violenta y silenciosa explotación de los terratenientes, el posterior desplazamiento que generó el proyecto de Urrá, y por último la violencia política y los actores armados que desencadenaron los flujos migratorios. Una suerte de coyunturas adversas que conspiraron contra la tranquilidad del caimán de oro.

El caimán los sigue convocando desde la atávica tradición, desde los ecos del pasado que alimentan su presente. Para ellos se nutren con la energía que este lagarto les legó: la comida ancestral de los zenú es la babilla. “El caimán nos protege, resguarda a todos los zenú” dice el capitán Baquero. Ya desde la antigüedad los zenú representaban al caimán en figuras zoomorfizadas, siempre han usado aceite de caimán para curar el asma y otras enfermedades respiratorias, en sus viviendas tradicionales las vigas reciben el nombre de “caimanes ” pues resguardan y fortalecen la casa, usan además seis postes cada uno con nombre propio.

Aunque muchos censuren su inclinación a consumir babilla, ellos saben que además de saciar su apetito, este plato típico nutre su esencia indígena con la fortaleza totémica y la magia simpática (pues heredan sus cualidades) de su ente protector.

Los zenú habitaron, desde mucho antes de la colonización europea, los territorios ribereños del Nechí, Cauca, Magdalena, San Jorge y Sinú. Cultura de río, su creencia en “Encantos” acuáticos, la veneración hacia animales como el caimán, la babilla, el sapo, la hicotea son trasunto de esta condición.

Era una cultura caracterizada por su organización, por su carácter laborioso sufrieron la explotación laboral de los españoles a través de las encomiendas instituidas en el 1540.

Su vocación agrícola aún alienta los sembradíos y huertas, los ríos le enseñaron a explotar los sueños auríferos.

Diezmados por los encomenderos y saqueados en su fe por los misioneros consiguieron que en 1773 la corona le titulara un resguardo para flanquear sus últimos hitos de identidad: se constituyeron resguardos zenúes en San Andrés de Sotavento (Córdoba), en Tolú (Sucre) y San Sebastián. Solo hasta 1927, y luego de varias marchas y movimientos indígenas lograron copia de la escritura pública que les confería el carácter de resguardo.

Hoy en día, los zenúes puros son una página del pasado y otro capítulo triste del etnocidio cultural. Los que sobreviven mantienen los rasgos físicos y los sistemas tradicionales de producción pero no han podido encontrar los rastros de la lengua nativa, creencias occidentalizadas animan su afán trascendente, poco recuerdan sobre su vestuario y rituales autóctonos. La diáspora contribuyó con la aculturización, los caminos de la errancia se volvieron mixturas para el sentido colectivo de etnia. Los zenú hoy revalidan el compromiso con su pasado y tratan de rastrear los pasos ancestrales y legitimar su estatus de minoría étnica.

En la memoria se pierde la creencia en sus deidades primigenias, hoy un sincretismo difuso concilia la cosmogonía ancestral con la devoción por la virgen. Los zenú creen en Ixtioco como dios creador, también en la pareja original representada en sus hijos Mexión y Manezca, las primeras creaciones del dios Ixtioco. La pareja primigenia tuvo como hijos a Momíl, Arachi, Chimá, Betancí y Tuchín de cuyos nombres surgen topónimos de la región de influencia zenú.

Estos tuvieron como descendientes a Panzenú, Finzenú y Zenúfana, ellos se convirtieron en caciques con sus respectivas provincias y sistema productivo tradicional: los Panzenú por sus sistemas de irrigación, sus canales artificiales para la siembra, los Finzenú se distinguirían por sus sombreros vueltiaos, los Zenúfana por sus artesanías y cerámicas.

El territorio de influencia zenú, abarca parte de Córdoba y otro tanto de Sucre. Los núcleos geográficos de mayor presencia cultural zenú son: San Andrés de Sotavento, Tuchín, Vidales, Molina, Algodoncillo, Flechas, San Juan de la Cruz y Petaca en Córdoba, y Palmito, San Antonio de Palmito, Pueblecito y Sampués en Sucre. Algunos apellidos en esta zona son referentes de linaje indígena zenú: Chantaca, Talaigua, Flórez, Mendoza, Bravo y Ortiz.


El símbolo universal de la cultura zenú es el sombreo vueltiao, aunque su elaboración se ha extendido a territorios vecinos como San Jacinto (Bolívar) sus mejores diseños proceden del epicentro de la cultura zenú: Tuchín. Uriel Baquero sostiene al respecto: “ya que perdimos la lengua, el sombrero vueltiao es nuestra identidad, significa la relación del hombre zenú con la naturaleza, mediante sus figuras expresa nuestra religiosidad”.

El sombrero tuchinero, el espiral de palma flecha que hoy no solo es referente de los zenú sino de las sabanas de Sucre, Córdoba y Bolívar en el Caribe colombiano, y del Caribe ante el país. Son, junto a las abarcas tres puntá, símbolos señeros de pervivencia zenú, marcas culturales de un pasado que se resiste y componente sustancial de la economía domestica en esta etnia.

Para elaborar los sombreros, abanicos y carteras se utiliza la palma flecha, que luego de un proceso de secado y tinturado se intrinca bajo las manos diestras de las mujeres zenú. “El zenú aprende a tejer primero que a hablar” dice Baquero. Este oficio era antes, exclusivamente femenino pero en la actualidad los hombres también lo desempeñan con propiedad. Los sombreros se distinguen por el tipo de tejido: existe el diecinueve, el veintiuno, el veintisiete.

Se adorna con motivos o símbolos étnicos como El piloncito, la Flor del limón, la Manito del gato entre otras. Además de los sombreros los zenú se destacan por la elaboración artesanal de balay, canastos, pulseras, anillos, abarcas. Recientemente las artesanías zenúes recibieron un impulso promocional por las tiendas creadas por Jerónimo, hijo del presidente Uribe.

Al respecto Uriel Baquero se queja: “El hijo del presidente esta divulgando esto no como cultura sino como negocio, ellos tienen una finca cerca de Tuchín, llegan y compran artesanías muy baratas y las venden carísimas, su interés solo es económico. Lo usan para representar hegemonía económica y no la identidad zenú”.


La falta de oportunidades forzó a muchos zenúes a movilizarse hacia zonas urbanas para desempeñar trabajos ocasionales y luego regresar a su casa con recursos. La errancia no tuvo regreso para algunos, otros fueron y regresaron, regresaron y fueron en un vaivén de incertidumbres. Maicao sería uno de los enclaves donde se consolidó una fuerte presencia de los zenú. Esta babel fronteriza abrió sus hospitalarias puertas a los laboriosos mestizos herederos del caimán. Escogieron la tierra de San José, patrono del trabajo, eligieron una ciudad que no descansa, el pueblo que vive para el trabajo.

En Maicao pocos se refieren a esta etnia como zenú, para el grueso de los maicaeros son “los Tuchineros”. La gran mayoría de ellos provienen de este corregimiento de San Andrés de Sotavento fundado en 1826 por las familias Mendoza, Flórez y Talaigua. En Tuchín se consolida el nivel de mayor arraigo indígena de los zenú, es su capital ancestral. Aunque en la actualidad es una población floreciente con presencia multicultural el barniz cetrino del pasado indígena cubre la tez de sus habitantes.

El cabildo de Maicao ha comenzado a reconstruir su historia en esta nueva y distante patria, en los años 60’s llegaron los primeros zenúes a esta frontera. Remberto Matías, residente aún en el barrio Divino Niño, parece ser el precursor de esta romería andariega. En 1965 llegó Heladio Clemente, le siguieron Juvenal Talaigua, Gregorio “El chino” Hernández. Fueron colonos que como muchos poblaron este territorio donde el estado abrió resquicios para que la informalidad germinara una bonanza comercial. Cada uno por su lado, sin el hilo cohesivo del mismo camino, solo el tiempo les haría reconocerse como unidos por un ancestro común.


La laboriosidad del zenú ha sido condición facilitadora para engranar en una cultura y territorio tan distante como la maicaera. Sobre esto Baquero expresa con certeza “El zenú tiene disciplina de trabajo, aquí en Maicao encontramos paisanos que tienen 20 o 30 años trabajando en el mismo lugar, nunca se ha escuchado aquí que un zenú se ha ido porque robó, porque mató”.

Su carácter taciturno, su condición honesta, sus principios de no violencia son garantes para mantenerse en un medio que veces es agreste e intolerante, eminentemente patriarcal y violento. El tuchinero sabe escamotear los problemas, sabe que a Maicao se viene a trabajar.

No se ha podido rastrear quién sería el primer “tuchinero” que fundó la nueva tradición de la venta de tintos en Maicao. En su territorio de origen nunca se ha cultivado café, tampoco es una práctica recurrente en la economía de su tierra.

El oficio de tintero es otro emblema de desarraigo, quizás un indicador de la sentencia legendaria: hombres acuáticos. Su capitán recuerda “No sabemos quien fue el primero que vino a Maicao, vio el espacio y le fue bien, fue al pueblo y dijo –allá en Maicao el tinto se vende bien – y trajo otros, y luego estos trajeron otros, lo cierto es que el noventa por ciento de los tinteros son zenú, y todo el mundo dice que el mejor tinto es el de los “Tuchineros”.

El tinto tuchinero sacude a los maicaeros de la somnolienta madrugada, los mantiene despiertos en el trajín bullanguero de la agitada vida comercial de esta ciudad.

El tinto es lenitivo para los corros esquineros y las tertulias ocasionales, el tuchinero entra sin permiso a las más importantes reuniones para paliar la abulia con su tintico caliente y sus aromáticas infusiones. El café de los Tuchineros es ya un componente espurio de la diluida identidad de este pueblo, es un modo de reconocer la presencia zenú en este territorio.

Casi la totalidad de vendedores de tinto en la ciudad son de descendencia zenú, este es su primer renglón de economía familiar. La mayoría de ellos trabajan bajo el auspicio de algún paisano ya bien posicionado en el negocio que le facilita vivienda, alimentación y trabajo del cual obtiene porcentaje por ventas.

Muchos de estos “Tuchineros” llegan a Maicao para trabajar ocasionalmente mientras deja la familia en su pueblo, laboran por unos meses y luego retornan a su lar patrio. Pero una parte muy notoria de ellos se ha establecido con la familia en la ciudad, además de dedicarse a la venta de tinto, bebidas aromáticas, cigarros y confitería encuentran posibilidades laborales en sectores informales como: las carretillas que cargan mercancías, ventas ambulantes o estacionarias de frutas o a las artesanías. Son también campeones del rebusque, eje informal de la economía subterránea que labra oportunidades para todos.

El cabildo indígena zenú comenzó a consolidarse en 1999, estuvo bajo la égida sabia de Uriel Baquero, con más de 20 años residiendo en Maicao, se aglutinan unas 380 familias. Hoy tienen en el concejal Nervel Reyes su principal líder aglutinador. Antes de esta iniciativa organizacional los zenú residentes en Maicao no se asumían como etnia, como indígenas. El cabildo logró suficiente cohesión social como para generar procesos identitarios y de reafirmación cultural. “No creamos el cabildo para competir recursos con las otras etnias, sino por la necesidad de ayudarnos, de ser solidarios, los otros cabildos como los wayuú nos han asesorado”.

El cabildo de Maicao además del capitán fortalece su institucionalidad con varios alguaciles y fiscales que apoyan la estructura organizativa del grupo. Se reúnen semanalmente para desempolvar recuerdos, para fortalecerse de la dispersión que la falta de un espacio común propicia, para nutrir el tejido social con principios de comunitariedad Así han podido jalonar a los que habían perdido la savia nutricia de la etnia, han rescatado del desarraigo a muchos paisanos que ya tenían la memoria desdibujada por la asimilación cultural.

Así viven en Maicao, de la nostalgia del caimán de oro a la esperanza de las bonanzas coyunturales de este pueblo. De la nostalgia de una lengua desvanecida al contacto permanente con árabes, wayuú y criollos colombianos y venezolanos. Añoran los patios florecidos y los sembradíos sonrientes en un territorio tostado por el sol de siempre, escuchan lejanos quejidos de la chuana y el pito atravesao entre el barullo de la champeta y el vallenato. Han tenido que adaptarse a nuevos hábitos alimenticios: del revoltillo de babilla, el guiso de hicotea, el mote de queso, la pava de ají, la chicha de masato y la mazamorra al frichi y chivo guisado o asado, al soso pollo venezolano, a la dieta sustentada en la carne más que en el pescado y las verduras.

Los “Tuchineros” siguen alimentando una tradición peregrina como su errancia. El café de los zenú aviva la vigilia en una ciudad que se resiste al fantasma de la recesión, despierta los ánimos para no dormirse en bonanzas lisonjeras. Mientras aportan su silenciosa laboriosidad, estos hermanos del sueño diverso construyen con su tono indígena un Maicao multicultural. Los sueños de su capitán alientan una gestión común y un anhelo de territorialidad “Si seguimos dispersos, viviendo separados, llega el momento en que perdemos contacto, luchamos por que el gobierno nos ayude a tener un barrio para todos nosotros, nuestro pequeño Tuchín”. Lejanos del rumor ribereño, en la calcinante frontera, tan solo con el rumor sanguíneo del caimán que convoca desde muy adentro, los zenú buscan la semilla ancestral para encontrar la mismidad indígena en un territorio de otredades.

martes, 3 de noviembre de 2009

Desadaptados se tiraron el espectáculo de fútbol


Maicao-.  Un grupo de desadaptados que desde bien temprano se ubicó en el sector norte la gradería occidental del estadio Hernando Urrea Acosta, protagonizaron un vergonzoso hecho que dio al traste con el espectáculo futbolero en el cual Real Maicao y Boca Junior de Sincelejo disputaban tres importantes puntos en su intención de clasificar a la siguiente ronda del torneo de la Primera C.

El partido estaba siendo arduamente disputado desde el minuto inicial cuando los dos equipos tuvieron oportunidades de irse arriba en el marcador. A los 8 minutos de la etapa complementaria Real Maicao anotó su primer tanto en una acción de Jesús Toti Gómez. Sin embargo, el cuadro visitante reaccionó y anotó dos goles a los minutos 12  y 19  por intermedio de Oscar Carrascal y  Juan Troaquero, este último mediante ejecución de pena máxima.

Boca había demostrado una ligera superioridad y eso se demostraba en el marcador pero Real buscaba afanosamente el gol del empate. Hasta el momento todo iba bien, excepto por groseras consignas lanzadas por los aficionados a la terna arbitral y a los jugadores y cuerpo técnico del equipo sincelejano por parte de un reducido grupo de aficionados.

De los gritos a los hechos

Transcurría el minuto treinta y los dos equipos jugaban un buen partido. Boca, a pesar de la ventaja parcial, continúa tejiendo jugadas de gol y Real, fiel a su vocación goleadora y a su costumbre de afrontar con entereza marcadores adversos, se entregaban de lleno en la cancha.

Sin embargo, el grupo de vándalos que gritaba groserías, alentado por el estado de alicoramiento, pasa de las groserías a los hechos y lanza algunas piedras contra el banco de suplentes que corre al centro de la cancha con la finalidad de protegerse.   Junto a ellos se ubican los directivos maicaeros que intentaban can calmar, sin éxito a la turba.

Los enfurecidos aficionados hicieron caso omiso del llamado de los jugadores locales, de la prensa y de los dirigentes locales. Su única intención era causar daño a los muchachos del equipo visitante en el supuesto de que "allá maltrataron a los nuestros y aquí tenemos que desquitarnos".

La policía controla la situación

Los agentes de la Policía Nacional presentes en el escenario recibieron los refuersos de sus compañeros casi en el mismo momento en que se inició la trifulca y, con el escudo antimotines, protegieron a los jugadores sucreños.  La mayoría de aficionados se retiró del escenario pero el grupo de agresores permaneció en el lugar hasta cuando la policía consiguió apagar las luces artificiales. En ese momento se ubicaron en las afueras del Hernando urrea Acosta desde donde continuaron lanzando piedras.

El bus visitante escoltado hasta las afueras de la ciudad

La Policía Nacional, en prevención de nuevos incidentes escoltó el bus de Boca hasta las afueras de la ciudad, sin que se presentaran nuevas perturbaciones.

Primer incidente en cincuenta años de fútbol

El fútbol es una pasión que se ha vivido en Maicao durante 50 de sus 83 años de existencia y jamás se había presentado un hecho de esta magnitud. Varios equipos locales, entre ellos el Deportivo maicao, el Palmeiras, el Atlético Maicao y el Unión Maicao, han tomado parte en el torneo de la Primera C desde 1.985.

Durante 25 temporadas se han jugado más de trescientos partidos en los cuales nunca se habían presentado incidentes como el del pasado domingo.

viernes, 30 de octubre de 2009

Maicao protesta contra el mal servicio de energía eléctrica

Maicao-. Aunque no llegó el número de personas que esperaban los organizadores, los maicaeros protestaron contra el mal servicio de energía eléctrica que se presta en la ciudad.

La marcha de protesta se inició en la Universidad de La Guajira extensión Maicao y concluyó en la plaza de Bolívar.

Entérate de todos los pormenores de la marcha de protesta a través de este informe especial

jueves, 29 de octubre de 2009

Estadio Hernando Urrea: esta es su vía de acceso


Maicao-.este no es un río, ni una laguna. Es la carrera 10 de Maicao en la entrada del estadio Hernando Urrea Acosta. Habitualmente es una vía en muy mal estado pero en tiempos de invierno se vuelve intransitable.

Este es el aspecto que presentaba el pasado domingo 24 de octubre durante el juego por el torneo de la Primera C entre Real Maicao y Aracataca Macondo.

El Negro Robles: una frase para reflexionar


Riohacha-. Esta frase del Negro Robles está consignada en un mural dedicado a resaltar su memoria.  El contenido resume la filosofía del máximo pensador guajiro de toda la historia. Y, además, viene muy al caso en época de las elecciones atípicas que se avecinan para los municipios de San Juan y Maicao.

martes, 20 de octubre de 2009

Incendio en la calle 9 de Maicao

Maicao-. Un incendio de mediana magnitud devoró ayer el establecimiento comercial conocido como Ferretería Céspedes, ubicado en la calle 9, cerca al mercado público.
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Las llamas fueron controladas después de algunas horas gracias a la intervención del cuerpo de bomberos y a la solidaria participación de colaboradores ciudadanos quienes de manera espontánea se dieron a la tarea de apoyar a las autoridades.

Más información

lunes, 19 de octubre de 2009

Números y datos de Maicao

7 Puntos: los que lleva el Real Maicao en el cuadrangular final de la Primera C luego de sumar los tres de su victoria ante Aracataca como visitante.


21 años: los que han transcurrido desde cuando el Deportivo Maicao logró su clasificación a la Final de la Segunda División, instancia en la que fue derrotado por Santa Fé en la definición de penas máximas.

1 candidato: Un candidato a la alcaldía se ha inscrito hasta el momento para las elecciones atípicas del 22 de noviembre en Maicao. Se trata de Eurípides Pulido, quien oficializó su aspiración el pasado viernes 16 de octubre. Hoy se producirá la inscripción de Oscar Mejía Marulanda.

2000 personas: participaron ayer en la caminata “Cielos abiertos” organizada por la Iglesia Cristiana Cuadrangular de Maicao para celebrar el aniversario de su fundación.

36 años: los que cumple la Iglesia Cristiana Cuadrangular desde cuando fue fundada por el pastor Santander Ortega en octubre de 1.973.

9 alcaldes: se han elegido en Maicao desde cuando se aprobó el mecanismo de elección popular de alcaldes en 1.988. Son ellos: Jairo Guerra Gómez, William Ballesteros, Jorge Magdaniel, Antonio Hernández Fernández, Álvaro Guerrero Garrido, Ovidio Mejía Marulanda (I), José Rafael Díaz Ojeda, Daissy Hernández de Fernández y Ovidio Mejía (II)

10º. : El candidato favorecido por la decisión de las mayorías en las elecciones atípicas del 22 de noviembre se convertirá en el décimo alcalde popular de Maicao.

3 alcaldes designados: Además de los mandatarios escogidos por elección popular Maicao ha contado con tres alcaldes designados quienes han reemplazado o reemplazan a titulares suspendidos por alguna causa. Son ellos: Samuel Lanao, quien fue designado por el gobernador Jorge Pérez durante la administración de Antonio Hernández Fernández; Ramón Aguilar, quien gobernó por ocho meses en el período de Álvaro Guerrero Garrido; y Jarlen Garrido quien fue designado hace 16 meses por el gobernador Jorge Pérez Bernier.

12 alcaldes: en 21 años ha tenido Maicao y serán 13 el próximo 22 de noviembre.

19.4 meses: es el promedio de duración del período de un alcalde en Maicao. Con semejante gobernabilidad podemos deducir porqué el pueblo está como está.

Primera C: resonante victoria del Real Maicao en Aracataca


Aracataca-. El Real Maicao obtuvoi este sábado una de las victorias más importantes del año al vencer 2-1 a Aracataca Macondo en cumplimiento de la tercera fecha del cuadrangular final del Torneo de la Primera C, Zona Norte.

El primer gol del equipo guajiro se produjo cuando el volante y capitán Breitner Parodi disparó al marco local y en el camino un defensor desvió la pelota para marcar en su propia valla y decretar el 1-0 en el minuto 12 del primer tiempo. Cinco minutos más tarde la presión de los locales fructificó al obtener el gol del empate.

En el minuto 41 de la propia etapa inicial el volante Jesús "Toti" Gómez marca nuevamente para el Real, dejando el marcador 2-1.

En la etapa complementaria Nilson Martínez, entrenador de los maicaeros, hace varios cambios posicionales para sostener el marcador y, eventualmente aumentarlo. El equipo magdalenense intenta por todos los medios la paridad pero no consigue su resultado por la buena disposición de las líneas de volantes y defensas impuesta desde el banco.

El partido terminó con el marcador del primer tiempo 2-1 a favor del Real Maicao que con esta victoria alcanza 7 puntos y es líder de la final, seguido por el Real Cartagena que suma 6.

Cartagena También ganó

Real Cartagena venció a Boca Junior de Sincelejo y con esta, su segunda victoria en el cuadrangular, suma seis puntos, con los cuales escolta a Real Maicao y da un paso importante para obtener su clasificación.

Maicao podría alcanzar anticipadamente su clasificación

Si el Real Maicao vence  a Aracataca en el estadio Hernando Urrea Acosta el próximo domingo y Cartagena hace lo propio con Boca Junior, los dos equipos clasificarían automáticamente aunque falten dos fechas para la conclusión del torneo.

De ganar tanto maicaeros como cartageneros se harían inalcanzables para sus contendores y los partidos restantes se jugarían solo para cumplir con el calendario.

martes, 25 de agosto de 2009

Paraguachòn: Bloqueada de nuevo la frontera




Por: Ernesto Acosta Solano

Los habitantes del Corregimiento de Paraguachón, distante a 15 kilómetros de Maicao desde el día lunes mantienen taponada la carretera Troncal del Caribe para el paso vehicular y de motocicletas que ingresan a Colombia y salen de la República Bolivariana.

Los viajeros y comerciantes deben caminar hasta ocho kilómetros para poder abordar los vehículos que lo puedan transportar hasta el centro urbano del municipio, según deben pagar por el servicio de acarreo hasta 15 mil bolívares.

El primer bloqueo se encuentra a unos metros del peaje el segundo taponamiento a cinco kilómetros del poblado y el tercero en el puente de Río Paraguachón.

Los manifestantes para levantar la jornada de protesta vienen solicitando la presencia del Gerente de INCO, Álvaro José Soto y el representante de la concesión de carreteras Santa Marta-Paraguachón, Néstor Román Sánchez, quienes en el marco de una mesa de concertación deberían entregar una tarifa diferencial para el uso del peaje por parte de los habitantes del corregimiento quienes aseguran que el pago de 3 mil 400 pesos es muy onerosos y esperan que este se baje hasta dos mil pesos.

En cuanto a la utilización de las calcomanías, que esta se aumenten a un número mayor de habitantes poseedores de automotores, quienes vienen siendo tratados como cualquier comerciante siendo que ellos habitan en la misma área de influencia del peaje.

La presidenta de la acción comunal de Paraguachón, Ricci Deluque, expreso que la
comunidad mas afectada por la riña diplomática, Chávez- Uribe son ellos al punto que muchas familias pasan el día sin ganarse un peso y por la crisis han abandonado el poblado busca mejor suerte en otras latitudes.

Indicó ante representantes de la concesión de carreteras, policía Nacional y secretaria de Gobierno Elsa Maya Rosado que esperan que se reduzcan los costos del peaje para todos los habitantes puedan pagar mil pesos ida y regreso a Maicao, también queremos un buen trato a los turistas ya que desde que se instalo este recaudador se ha perdido la vocación turística que tenia Paraguachón y ya sus familiares residentes en otras ciudades no los visitan porque el peaje es muy caro.

En horas de la tarde del día lunes una comitiva conformada por El comandante de la policía Maicao, Nelson Quiñónez Manchola, Secretaria de Gobierno, Elsa Maya Rosado y Alexander Rodríguez de la concesión de carreteras en reunión con los organizadores del bloqueo, informaron que las personas solicitadas solo podrían estar en Paraguachón el día jueves, informe que fue acatado por varios de los presentes y rechazado por un grupo numeroso quienes hasta el día de ayer aun mantenían la protesta en espera que se les solucionen sus problemas.

De otra parte el corregidor Joel Gutiérrez, considero que la manifestación era justa de los habitantes de una población que viene siendo afectada por las altas tarifas del peaje las cuales podrían aumentar en los próximos meses como anuncio el gobierno nacional.

viernes, 7 de agosto de 2009

Conversación "a la maicaera"

Maicao-. Esta imagen fue captada en el centro de la ciudad y corresponde a un hecho normal: un carro se detiene y el conductor comienza a conversar con un amigo mientras los demás conductores esperan a que termine la larga tertulia en plena mitad de la calle.

No importa el trancón, las bocinas ni el llamado cordial ( o grosero) de quienes piden que la conversación finalice para que el tráfico siga su marcha.

La frase predilecta de quienes toman esta actitud contraria a la cultura ciudadana es "estamos en Maicao", como si estar en Maicao nos diera para violar las normas de convivencia.

martes, 4 de agosto de 2009

Desolación entre los empleados de "El Gran Punto"

Maicao-. Esta es la imagen de soledad y tristeza que se vive entre los propietarios y empleados del almacén "El Gran Punto", totalmente saqueado anoche por un grupo de vándalos que aprovechó la protesta de los vendedores informales de gasolina para cometer éste y otros hechos de violencia.

sábado, 1 de agosto de 2009

La procesión de las Cien Vírgenes

Crónica

Por: Abel Medina Sierra

Al fin llegó el 16 de julio. “Ese fue el día que le escuché al padre, que Dios a todos nos tiene en cuenta” nos recuerda Diomedes. En el barrio en el que me crié es una fecha tan esperada como el generoso 24 de diciembre. Gala de los mejores atuendos, de la mejor disposición fiestera, de la animosidad del espíritu, del fervor religioso pero también del jolgorio popular. Ya desde días anteriores canciones de Diomedes, de los Zuleta o de Beto Zabaleta que cada año revalidan su éxito se encargaron de irnos predisponiendo al festejo. Las novenas supieron congregar a los fieles y contagiar con estridencia de bengalas y “varillas” una expectativa para que cada año la fiesta sea mejor.

Quienes hemos vivido en el barrio El Carmen no podemos sustraernos a un fervor que desde niño se alimenta de tradición. Y es que todos, como la mayoría de habitantes de Maicao, viven la fiesta por devoción; otros que han visto resquebrajada su fe la viven por tradición. Una sola vez tuve el infortunio de vivirla fuera de la ciudad y casi lloro de nostalgia.

En la lontananza de los habitantes del barrio se aglutinan recuerdos desde que la iglesia era una pequeña capilla de madera al lado de la terrosa cancha en la que glorias como Jairo De la Rosa, Jesús Molina o el extinto Azael Castilla arrancaban el aplauso con sus faenas balompédicas.

Eran épocas en que la fiesta de la virgen se vivía entre el fragor temeroso de la “bola de candela” y la “vacaloca” y los concursos de carreras en saco y la vara de premios. Hoy la fiesta tiene mucho de espectáculo pero se vive con igual o mayor intensidad y convocatoria.

Es la hora de la procesión. Algunos apenas de desperezan del festejo de la víspera. Otros llegan apresurados de viaje porque no quieren quedarle mal a la virgen. La iglesia se queda pequeña para acoger a los que llegan de todos los rincones de la ciudad. Mientras los privilegiados que lograron apreciar la misa se deslumbran con el esplendoroso arreglo de la virgen, afuera se comienza a apretujar la grey fervorosa. Allí entre ventorros y kioskos que expenden licor y golosinas para los niños, entre ocasionales ventas de escapularios, estampas, velas y demás instrumentos de imaginería popular la gente se apila para aplaudir a la advocación mariana del Monte Carmelo.

Las vírgenes comienzan a aparecer. Cada uno de los fieles ha querido siempre cargar a la patrona. Pero son tantos los concurrentes al festejo que con el tiempo se fueron resignando y decidieron adquirir su propia imagen.

Es la virgen de la familia. Llega cada familia, portando como estandarte glorioso, una escultura de la virgen del Carmen. El padre porta la virgen, a su lado se apiña la esposa, los hijos, los sobrinos, son como una especie de comisión familiar que se hace presente y que busca lugar en el cada vez más estrecho espacio del frente de la iglesia. Otros traen la virgen en el carro, decorada con flores, en improvisados retablos, sobre bases de icopor o de madera.

Lo importante es llevar la virgen, es ponerla a caminar detrás de la imagen mayor. Lo que importa es que cada familia haga su pequeña procesión en medio de la multitudinaria congregación que sigue a la patrona.

Las hay de muchos colores y tamaños. Este año se destaca la de la familia Torrado que se aferran a la virgen para que el secuestro de uno de sus miembros termine pronto para júbilo familiar.

Pero cada año aparecen imágenes que casi igualan a la de la iglesia. Unas que deben llevarse en el carro por lo pesado, otras que se cargan el hombro, hay también las que caben en la mano y su reducción extrema: quienes no han adquirido su imagen portan el escapulario: el segundo símbolo de la virgen del Carmelo.

Muchos devotos agradecidos regalan escapularios a los asistentes. Y es que desde el 16 de julio de 1251, fecha en que la Virgen María se apareció a San Simón Stock, líder de los religiosos eremitas llamados Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, el escapulario se convirtió en la reducción simbólica de la virgen aceptada universalmente.

El otro símbolo le fue entregado por la virgen a San Simón, era el hábito que había de ser su principal signo distintivo. Así que en el barrio El Carmen, los fieles revalidan la fe regalando los escapularios para sumarse a la procesión de tantas vírgenes.

La virgen está por salir, ya todos los “carmeros” (habitantes del barrio) están apostados. Se encuentran los compadres y se preparan para la caminata con “una cervecita”. Los jóvenes que están aún de vacaciones o que se vinieron para “no perderse la fiesta” se saludan.

La expectativa crece como crece la masa que se vuelve densa. Llegan por la calle trece los que viene de Divino Niño, San Francisco, Mareigua o Buenos Aires, por la calle 11 llegan los del cercano Paraíso, Víncula Palacio, Santander o Loma Fresca. Por la calle catorce se asoman los del Pastrana o San Martín. Por los lados del hospital se arremolinan quienes vienen del centro y barrios como Los Comuneros, Primero de Mayo o Colombia Libre.

Es que la festividad de la Virgen del Carmen arropa en una sola fe a todos los maicaeros. Siempre se ha dicho que el patrono de Maicao, San José tiene pocos devotos. “Es que San José y San Pedro nunca han hecho milagros” explicaba mi difunto padre el viejo Erasmo. No se si es por eso, pero aunque la fiesta de San José pase tan desapercibida para la comunidad católica de los barrios esta religiosidad y fe la recluta cada año la virgen del Carmen. Ya su fiesta se celebra en otros sectores como Mareygua, Buenos Aires, barrios aledaños a Centrama contagiados por el festejo de los choferes.

Pasan los minutos, la ansiedad por ver a la virgen aumenta. Allí están los choferes, ayer se roció agua bendita a los carros. Allí están los propietarios de barcos. Es también la virgen de los marinos desde que por la invasión de los sarracenos, los la cofradía de los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua versión dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar, nombre con el que los marinos también llaman a la virgen. Allí deben estar los bomberos preparados para cantar salves a quien los salva de las llamas. Allí también médicos y enfermeras. Cada quien con su virgen.

Sale la virgen, se apretuja la grey frente a la iglesia, todo se aprieta, todo se intercala, sale la doña encopetada de las primeras bancas de la iglesia, se encuentra con el wayuú que aún conserva en sus pies el polvo del camino desde la ranchería. El político que vino a pedir favores electorales a la patrona con el vendedor de pescado del mercado que implora por mejores tiempos. El aplauso es estruendoso ¡Que linda está la virgen! Se escucha por doquier. Ya unos comienzan a adelantarse a la procesión.

Muchos se disputan el privilegio de cargarla, comienzan a mecerla para que se baile al ritmo de la banda de viento. La procesión de las cien vírgenes comienza sus tres horas de comunión espiritual, su trasiego anual, su peregrinaje de rogativas, cánticos y vivas, su recorrido de promesas y mandas.

Cruza por la carrera 21 como para que los enfermos del Hospital San José sientan su presencia con promesa de sanidad. Es la cuadra más estrecha del recorrido. Aún el sol está en su esplendor pero la canícula no arredra a la feligresía.

Cuando llega a la calle 11 la esperan ya, en cada esquina, lotes de carmelitas venidos de los barrios del sureste. Los carros y busetas esperan la cola para sumarse al recorrido. Cuando toma la calle 11 ya se multiplica el gentío. Se notan aquellos que hoy cumplen una promesa o manda, la de toda la vida. La que hicieron el año pasado. Unos caminan descalzos para que la virgen palpe la desnudez de su fe, otros de espaldas para que la Santa Señora vea siempre de frente su fervor. Otros dejan escurrir por sus dedos el fervoroso chisporroteo de las velas.

Nuevos vivas, estrépito de voladores. La virgen que baila y se contonea en hombros de fieles que preferirían perder la vida antes que dejarla caer. La virgen se deja llevar, liviana y oronda. No es de esas imágenes veleidosas que se ponen pesadas cuando se disgusta con sus fieles.

Al llegar a la carrera 20, como siempre, como cada 16 de julio estará un camión inmenso, con una banda papayera, una imagen de la virgen inmensa y en la carrocería unos 40 wayuú que bailan, toman licor y lanzan voladores. Son la familia Correa Fandiño. Vienen del barrio San Martín a ofrendar su alegría a la virgen. Un ritual que se revalidad cada año, en el mismo lugar. A la misma hora, con el mismo motivo. La tradición se alimenta de eso, de la repetición, de la costumbre, de la trasmisión generacional. Allí están los padres, los hijos que cuando sean mayores traerán a sus propios vástagos.

De pronto aprecio que algo falta este año. Se trata de Genara. Alguien me dijo que nunca la llamara así en su presencia porque corría peligro. Es aquella señora de derroche de carmín que con vestido rojo, el cabello alborotado y unas estampas, no de la virgen del Carmen sino de Rafael Orozco, camina encabezando cada año la procesión. Es como un estandarte de otra idolatría, canta los éxitos de que no mueren de Rafael Orozco y grita frases delirantes en medio de su insania. Falta este año. “Así andará de descachuchá que ya hasta la fecha de la virgen se le olvidó” se queja como se reclamara a la ausente un feligrés que de pronto nota su ausencia.

En cada esquina se suma una nueva romería a la procesión que se va tornando tumultuosa, desde la esquina de la carrera 18 se observa como un río de gente, y en lo alto, las vírgenes, las cien vírgenes que compiten por estar más cerca del cielo. Es esta esquina se suma el lote mayor.

Los que vienen de muchos barrios más distantes. Ya son miles de devotos que se integran a los que partieron. Apenas se ha caminado cuatro cuadras y la procesión se triplicó en feligreses. Ya se cumple una hora. Algunos que se adelantan descansan en las esquinas mientras toman “otra cervecita".

La corriente humana cruza entonces buscado la calle 15. Ya son muchos quienes se adelantan al grupo que carga la virgen, en especial son aquellos que llevan consigo niños pequeños y temen que la turba anodina los tropiece. Al llegar a la calle 15 un nuevo afluente se suma al torrente.

Allí esperan cientos de carmelitas que vienen del sector norte y noroeste de Maicao. Son algunos que apenas terminan su jornada laboral van al compromiso espiritual de cada año. Es que aunque sea día laboral los fieles no le incumplen a la patrona. Aunque mañana los colegios registren el mayor número se ausentismo escolar del año y sean miles las excusas de los asalariados por la resaca post virgen del Carmen. “Debiera algún político hacer que la fiesta del Carmen sea festivo” se escucha decir con frecuencia para esta fecha.

Al tomar la calle 15 la procesión es una larga mancha abigarrada, como río caudaloso que en su recorrido trae las cien esculturas que se mecen. Al llegar a la carrera 20 se enciende el jolgorio, muchos carros con pasacintas a alto volumen repiten la canción “Virgen del Carmen” de Emiliano Zuleta o “El muchacho” de Diomedes Díaz. Ya el licor hace su efecto en muchos caminantes que gritan exultantes “!Viva la virgen!”.

En la esquina la imagen mayor se detiene, los fieles hacen que se baje de la cimera altura de lo sublime y baile al son de prosaicos pero alegres vallenatos. Llegando a la esquina de la carrera 21 espera el mismo camión repleto de indígenas que cada año repite el mismo trayecto. Llegan a la cita con la certeza de cumplir una promesa inexorable.

La procesión baja la amplia calle 15 rauda y nutrida. El Carmen afortunadamente es un barrio de calles planas y la virgen transita sin tropiezos. Todo lo contrario a esos empinados cerros del Monte Carmelo donde hizo su aparición esta advocación y por la que recibió el nombre de Virgen del Carmen.

El Carmelo, lugar donde el profeta Elías Tesbita viera la nube que figuraba la fecundidad de la Madre de Dios es una cadena montañosa de Israel que, partiendo de la región de Samaria, acaba por hundirse en el Mar Mediterráneo, cerca del puerto de Haifa. El barrio El Carmen, teatro local de la fe carmelita es un privilegiado sector que la progresiva urbanización hizo que hoy fuera céntrico.

Al llegar a la carrera 21, al lado izquierdo, como todos los años, como manda la tradición local esperan un grupo, cada vez más numeroso, de devotas de la parroquia, amas de casa de profunda fe y asiduas visitantes de la iglesia. Se sientan y esperan la procesión entonando cánticos, alabanzas y recitando el rosario. Es el momento más espiritual y menos bullicioso de la procesión, como un alto en el desenfreno colectivo.

Ya el tumulto de creyentes llega a la esquina de la vía a Carraipía. Allí reposa otra imagen pero estática. Es una escultura que por años ha cultivado sus propios feligreses. Allí por muchos años el emblemático Rafael Ripoll quemaba pólvora mientras el Negro Amaya y los conductores de carrotanques expendedores de agua pagan un picó que amenizaba el jolgorio de amanecida.

Allí esperan más de mil personas, las que viven en San Francisco, Divino Niño o Mareywa y los que se adelantaron a los cargueros y los esperan allí. Suena la pólvora jubilosa, la música anima. La virgen se detiene para recibir los salves y vivas.

Luego cruza hacia la calle trece para iniciar el retorno hacia la catedral. Al llegar al sector de los molinos de sal encuentra otra estancia de festejo. Allí los saleros han preparado un altar, mucha pólvora y entusiasmo para honrar a la patrona. A esta altura la mitad de los caminantes están en alto grado de alicoramiento. Cada vez son más emotivos los gritos de ¡viva la Virgen del Carmen!. Sigue su camino entre una calle que trepida con los parlantes de los equipos.

En cada casa una parranda, en cada esquina un festejo. Los habitantes del barrio ese día son anfitriones de compañeros de trabajo, parientes, compadres, amigos o colegas que saben, con certeza, que ese día quien viva en El Carmen “tiene que brindar”.

En la carrera 24 está, desde muy temprano, la colonia de Monguí. La parranda comenzó al mediodía así que a esa hora “es mucho el Old Parr que han reventado” dijo alguien que pasa en la procesión y los saluda. Ellos hacen parte de la historia migratoria del barrio, poblado desde finales de los 60´s por racimos de “mitios” o campesinos de la zona rural de Riohacha, específicamente de pueblos como Monguí, Machobayo y Cotoprix.

La procesión va llegando a su fin. Ya es de noche. Ya la tarima comienza a rodearse de la gente que no camina la procesión pero que si se goza las fiestas patronales. Los kioskos revientan música en una pesada competencia sonora. Las cervezas vienen y van.

La virgen, mientras tanto, llega a la catedral después de haber paseado por cientos de hombros. Se despide de las otras 99 vírgenes que la acompañaron y que multiplicaran la gracia de portarla. Son sus ayudantes, son sus réplicas que dejan la satisfacción a cada familia de haber cargado la figura religiosa más importante para los maicaeros. Al entrar se grita, los vivas, la música, los aplausos, el fervor, la profunda fe no tiene descanso. Una vez llega a su pedestal, cada quien siente que cumplió con un deber sagrado. Este año la virgen dio vida y salud para honrarla.

Culmina la procesión y las demás vírgenes se dispersan. Van al descanso y a la intimidad del culto familiar. Volverán el otro año. Ya no serán cien, serán mucho más.

Cada año nuevos devotos adquieren esculturas de la patrona para el santuario familiar. Mientras esto pasa, comienza el espectáculo pirotécnico y musical que solo morirá cuando raye el alba. Al amanecer las madres del barrio saldrán a barrer la calle y los vestigios del derroche. Preguntarán si hubo algo que lamentar, pero casi siempre la virgen cuida de su grey, aún de los borrachos. Dirán en coro entonces: “Que bonita estuvo la fiesta de la Virgen del Carmen este año”.



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lunes, 6 de julio de 2009

Maicao: altos y bajos de su historia

Por: Alejandro Rutto Martínez
En los años ochenta, por aquellos días tan difíciles en que el bolívar venezolano sufrió el mayor descalabro de su historia, hubo una extremada preocupación sobre la suerte futura de aquella que por diez años consecutivos había sido probablemente la ciudad más próspera de la Costa Caribe colombiana.

En efecto, el bajonazo de la moneda venezolana significó la retirada inmediata de la mayor parte de los compradores de un comercio cuya bonanza irrigaba a todos los hogares de la ciudad y se mani9festaba en buena parte de los hogares de los departamentos costeños.
La ausencia de compradores significó una baja ostensible y abrupta en las ventas y el consecuente cierre de establecimientos comerciales, despido de personal y una melancolía que presente en cada rincón del pueblo. La situación se agravaba por que el bolívar, cuya primera baja lo llevó de una cotización de $16.50 a $6.0, seguía bajando y el tobogán de su devaluación lo llevaba sucesivamente a $5, $4, $3…

No se había repuesto bien Maicao de ese duro golpe cuando el gobierno colombiano también comenzó a tomar medidas de restricción a la entrada de mercancías procedentes desde Maicao hacia otras ciudades colombianas.
El ministro de hacienda del presidente Virgilio Barco Vargas quien por ese entonces era César Gaviria Trujillo, comenzó a hablar con insistencia de la internacionalización de la economía y, por lo tanto, de una apertura del país al ingreso de mercaderías extranjeras. Gaviria Trujillo pasó del dicho al hecho cuando fue elegido presidente en 1.990 y entonces la situación de Maicao empeoró de manera dramática, pues dejó de ser uno de los puntos casi exclusivos por donde entraban las mercancías extranjeras, pasó a ser un proveedor más de los hogares y de los comercios minoristas de diversas ciudades.

Si antes, durante la crisis del bolívar, a Maicao se le había expedido anticipadamente la partida de defunción, ahora no había más remedio que darle cristiana sepultura. Y así lo veían los entendidos. El futuro de Maicao era verdaderamente oscuro y lo único que hacía ver una débil lucecita al final del interminable túnel, era la creación de la Zona de Régimen Aduanero Especial de Maicao, Uribia y Manaure, creada en la década de los años noventa.

El desbarajuste del comercio fue total y las crisis fueron recurrentes. El bolívar bajó a niveles impensables y los controles de las autoridades colombianas se hicieron cada vez más rigurosos. Sin embargo, cada vez que se le tomaba el pulso a la ciudad los observadores comprendían con sorpresa que el corazón del enfermo seguía palpitando y no daba señales de que se fuera a parar.

En conclusión, fue necesario romper el certificado mortuorio y cancelar las honras fúnebres porque Maicao no se murió y, a juzgar por la opinión de los maicaeros, no tenía muchas ganas de morirse en los próximos mil años por lo menos.

Hoy el corazón del ex enfermo late con más fuerza que nunca. Hay un hecho que le da vida a Maicao a pesar de la baja cotización del bolívar y de su precario comercio con otras ciudades del país: La economía de Maicao dejó de depender de los negocios con los visitantes y se fundamenta, principalmente, de los múlti8ples negocios que los maicaeros hacen entre ellos.

domingo, 28 de junio de 2009

Maicao, ciudad de mágico encanto

Por: José Augusto Duque Suárez
Escritor

Para mi es un honor como Escritor, rendirle un homenaje a través de mis letras, a la Ciudad de mis amores, el lugar en que nací, Para ti mi tierra querida estas sinceras palabras en conmemoración en tu ochenta y tres cumpleaños, celebrado el 29 de junio.

Cuantas razones existen para amarte bella ciudad, para agradecerte por cobijarnos en tu regazo, por permitirnos despertar en las auroras y tomarnos una deliciosa taza de café, acompañado de nuestros seres queridos, compartir con nuestra familia es una bendición que nos permites tener, en la mayoría de los hogares de nuestra tierra se convive en paz y armonía porque en nuestros corazones reside el amor, la fidelidad a nuestra gente y la cercanía a Dios.

Muchos te amamos de verdad, porque eres única, has enamorado a miles de visitantes, colombianos y extranjeros, algunos desde la primera vez que llegaron a ti prometieron jamás abandonarte. Decidieron adoptarte como su hogar, el lugar donde nacerían y criarían a sus hijos.

La comercial, la frontera, la vitrina de Colombia. Esa eres tú Maicao, te has convertido por tu propia naturaleza en Epicentro Comercial por excelencia para Colombia y el Caribe debido a tu estratégica situación geográfica,

Eres el pilar de la Guajira, eres un lugar extraordinario, en el que se aprecian amaneceres acogedores, noches silenciosas con estrellas imponentes en el firmamento y puestas del sol inimaginable que te sorprenden con sus maravillosos colores los cuales te invitan a seguir perseverando por tus ideales y buenas intenciones con la humanidad.

Esta tierra es bendita, reflexiona por unos instantes en reconocer cuanto talento reside en el corazón de los que han nacido y aun nacen en este lugar, Compositores como Roberto Solano y Alberto “Tico” Mercado, Escritores como Alejandro Rutto Martínez y Abel Medina Sierra, Cantantes como Felipe Peláez y José Joiro, Productores como Carlos Huertas Júnior en fin, ten presente que si eres de este lugar aun posees en tu interior un poder y una creatividad incalculable que espera por ti para que lleves a cabo tus mas sinceros deseos.

Mi Maicao del alma, felicidades por un aniversario mas de tu existencia, que Dios y Jesús siempre permanezcan entre nosotros, proveyéndonos de sus cuidados y direccionamiento, mi deseo mas ferviente es que reine el Amor, el Respeto, la Paz y la Justicia, para que podamos unir nuestras manos y consolidar nuestra ciudad como un territorio pujante e imbatible.

martes, 23 de junio de 2009

Apuntes sobre la historia de Maicao

Por: Alejandro Rutto Martínez

El siglo veinte avanzaba con paso firme hacia su tercera década. Colombia y Venezuela tenían mapas diferentes pero en el plano de la realidad no existían las divisiones. Los nativos se desplazaban con libertad a uno y otro lado de la imaginaria línea fronteriza y les importaba poco en qué país se encontraban porque desde tiempos de sus mayores se habían acostumbrado que la suya era una nación distinta que trascendía la historia y el espacio aunque se sentía representada por el amarillo, el azul y el rojo sin que fuera relevante el ancho ni el largo de las franjas horizontales en la bandera.

En el centro de la Guajira los wayüu vivían felices: tenían pastos para sus animales y agua para que éstos calmaran su sed así como tierras extensas, vírgenes y privilegiadas para la cría de ganado bovino y caprino. Varias familias de las más reconocidas se habían establecido en la zona. Parte de su tiempo estaba dedicado al cuidado de la ganadería y otra parte al comercio de maíz y a los viajes a diferentes puntos de la Península.

En uno de sus viajes al norte del territorio descubrieron que los parientes estaban pasando una difícil situación: los animales perdían peso rápidamente y otros habían muerto en medio del más intenso verano de que se tuviera noticias. Juyá los había abandonado y, al parecer, sus intenciones no eran las de regresar en un corto tiempo. Y durante su ausencia los pastos eran arrasados por el sol abrasador del semi desierto y la tierra se encontraba más desprotegida que nunca por la muerte de los últimos rastrojos y la desaparición de los pastos y las malezas.

La conversación entre los del norte y los del centro fue corta y provechosa: los primeros fueron invitados a trasladarse a la tierra de los segundos en donde encontrarían todo lo que solucionaría sus problemas.

A decir verdad no se hicieron esperar y en un plazo más bien breve, estaban en la tierra de sus amigos y familiares dispuestos a iniciar una nueva vida.

La llegada de los huéspedes hizo necesaria una reasignación de las tierras y de la ubicación alrededor de la Laguna de Majupay, generosa proveedora de agua y pastos frescos, equidistante de todos los puntos cardinales lo cual facilitaría sus traslados en plan de intercambio comercial o simplemente para visitar a todos los parientes esparcidos a lo largo y ancho del territorio de los sueños y la paz.

A unos les correspondió el costado occidental de la laguna y a otros el norte. Los anfitriones se reservaron la zona sur y la oriental. Cuenta el historiador Manuel palacio Tiller que de esta manera comenzó a poblarse el lugar en donde más adelante habría un caserío y luego un pequeño pueblo llamado Maiko que posteriormente se convertiría en una de las más importantes y prósperas ciudades del Caribe Colombiano.

De esta manera nació Maicao. Con la llegada lenta de unos y otros, de los de aquí y de los de allá quienes entrelazaron su sangre, su vida y su pasado para escribir una historia común y un futuro en el cual se abran las puertas de la fraternidad y brille la luz del progreso.

Maicao

Por: Licenciado Samuel Castillo

La tierra del maíz, municipio que en los años 80 demostró un crecimiento acelerado, cimentado en las relaciones comerciales con el vecino país de VENEZUELA, además de la cantidad de comerciantes del interior del País que interesados en los atractivos precios de nuestros productos, derivaban el sustento de sus familias de esta pujante tierra Guajirindia.

Hoy la realidad es otra, del comercio de aquella época no queda absolutamente nada, el crecimiento de la ciudad se estancó por gobiernos nacionales que no entendieron el significado de las palabras “puerto libre” y por administraciones municipales a quienes no les interesó nada diferente a llenarse de dinero, sin importar la crisis social y económica en la que se sumía, la hasta el momento, prospera sociedad Maicaera., pero lo más triste es que parece que el pueblo no tuviera dolientes, vienen y van los gobernantes que en sus campañas prometen un cambio social, económico entre mil promesas más, pero luego de llegar al poder se olvidan de que el pueblo fue quien les dio ese estatus, sus discursos ya no se parecen a los de la etapa pre-electoral y ¿de lo prometido?.

Maicaero te invito a que te enajenes de las necesidades de tu pueblo, que te olvides de quienes durante años te han ofrecido veinte o treinta mil pesos por un voto y que al lado de las personas que si queremos este pueblo construyamos para nuestros hijos, esposas, hermanos, sobrinos, nietos, un “Maicao más justo y con igualdad de oportunidades para todos”, para que retomemos el camino victorioso de aquella pujante ciudad de los 80, y posicionemos a nuestro municipio en el sitio de honor que se merece.

Recuerda que los buenos somos mas y que unidos vamos a derrotar a los politiqueros oportunistas de siempre que medran a costa del presupuesto municipal que nos pertenece a todos
UNIDOS VENCEREMOS

jueves, 28 de mayo de 2009

¿Sería usted capaz de cuidar el cementerio por una noche?

Vea lo que contestaron los participantes en pa particular encuesta realizada por Mao Televisión:



Cortesía de: Buenos Días Maicao y Mao Televisión

Dirección General: Nazly Pérez

Dirección Periodística: Alcides Alfaro:

Edición: Fabián Daza Díaz

viernes, 22 de mayo de 2009

Noche de disturbios en Maicao

Los hechos ocurrieron en la noche del jueves 21
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La protesta se habría iniciado como consecuencia de la agresión de un policía contra mototaxista
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Maicao-. Serios disturbios se presentaron en esta ciudad en la tarde y noche del jueves como consecuencia de una protesta en la que participaron cientos de moto taxistas que en primer término bloquearon la carretera Troncal del Caribe en el sector del puente sobre el arroyo de Parrantial y luego se desplazaron por la vías céntricas de la ciudad en donde tuvieron serios enfrentamientos con agentes del orden.

Voceros de los manifestantes expresaron que estaban indignados por la actuación de un agente de la policía que en horas de la tarde disparó su arma de fuego contra un moto taxista.
Los hechos denunciados ocurrieron en la calle 17 con carrera 10 en horas de la tarde.

De acuerdo con algunas versiones los policías ordenaron a una moto taxista que se detuviera pues estaba violando la medida de pico y placa pero este hizo caso omiso ante lo cual uno de los agentes procedió a dispararle, impactándolo en una de sus piernas.

La protesta se inició aproximadamente a las 6:30 de la tarde cuando un nutrido grupo de conductores de motos cerraron la troncal del Caribe en cercanías del Barrio Mareygua. Posteriormente recorrieron las vías céntricas y quemaron llantas en otros lugares. Además se enfrentaron a piedras con agentes del orden que fueron ubicados para impedir que la manifestación llegara hasta el propio comando de la policía.

Hubo un momento en que la manifestación se salió de control y arrojó piedras contra varios edificios causando daños en las ventanas. Además, varios comerciantes denunciaron que sus establecimientos fueron saqueados, entre ellos un centro dedicado a la comercialización de los equipos y servicios d un conocido operador de telefonía celular ubicado en la carrera 9 con calle 13.

La manifestación se dispersó casi a la media noche del jueves. En el amanecer del viernes las calles de Maicao amanecieron llenas de las cenizas de llantas quemadas, de las piedras lanzadas por los manifestantes y de los vidrios rotos en edificios públicos, establecimientos comerciales y residencias particulares.

El cumpleaños de Villa Inés en Maicao

El barrio Villa Inés, uno de los más populares de Maicao, celebrará el 16º. aniversario de su fundación los días 23 y 24 de mayo.

Los actos se inician el sábado 23 como una serenata por las calles del barrio y brigadas de salud desde las ocho de la mañana, así como eventos culturales deportivos y recreativos.

Uno de los principales organizadores de la programación es el concejal Camilo Mendoza SAURITH quien desde hace varios años ha asumido como un reto personal la organización de unas fiestas con las cuales se recuerdan los días en que un grupo de humildes personas de Maicao todas ellas sin vivienda propia fundaron el nuevo barrio el cual ha mantenido un crecimiento constante y hoy se constituye en uno de los mejores lugares de Maicao.

Los organizadores esperan una nutrida concurrencia no sólo de los habitantes del sector si no de todo el que quiera acompañarnos en la más importante celebración de cada año.

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