Mostrando entradas con la etiqueta Nilson Martínez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Nilson Martínez. Mostrar todas las entradas

sábado, 14 de mayo de 2016

Maicao empató en Valledupar

El partido finalizó con igualdad sin goles

Maicao intentó ganar con un vistoso juego ofensivo pero no puedo concretar


Escrito por: Ernesto Rutto Ortega

Maicao empató 0-0 en su partido de la séptima fecha del Torneo Nacional Interclubes, ante Juventud Vallenata en condición de viistante en la cancha del barrio 12 de octubre de la capital del departamento del Cesar.

Maicao que venía de perder 2-1  en Bosconia  y de local por 4-1 ante Valledupar FC, tenía la obligación de ganar para retomar confianza y seguir en la busca de  los primeros puestos para avanzar a la siguiente fase.

El partido se inició desde las 2:00 de la tarde cuando el árbitro  Andrey Lizaraso dio el pitazo inicial.

Maicao tuvo un juego ofensivo y llegó  con peligro a la portería contraria, pero no pudo concluir ninguna en gol.

Con este empate Maicao llega a 11 puntos, producto de 3 partidos ganados, 2 perdidos e igual números de empates. 

viernes, 4 de febrero de 2011

Maiclub: trabajo duro y resultados a la vista

Por: Alejandro Rutto Martínez

Maiclub es un conjunto de personas y personitas amantes no solo del deporte, sino del esfuerzo, el sacrificio y el trabajo continuado. Los resultados no han tardado en dárseles en las diferentes competencias en las que han tomado parte en los últimos meses, tales como la Copa Centenario, en el pasado mes de agosto cuando enfrentó a varios cuadros de la Costa y, en la categoría Pony, obtuvo el título del evento luego de una brillante actuación en la que ganó todos sus compromisos.

El fin de año pasado e inicio del presente, mientras la mayoría de los deportistas descansaban un puñado de niños, bajo la dirección de su “profe” Nilson Martínez, desafió la temporada de lluvias y se dedicó a entrenar con mucho juicio para afrontar el primer compromiso del año 2011: el torneo de Asefal, que tendría lugar en Barranquilla en la semana comprendida entre el 8 y el 15 de enero.

El tiempo invertido en la preparación dio sus resultados, pues Maiclub tuvo una excelente presentación en Barranquilla en donde ganó seis partidos y empató uno más. Anotó 16 goles y solo permitió uno. Estos contundentes resultados le alcanzaron para ser tercero, pues en la semifinal empató a cero tantos y luego cayó derrotado en la tanda de lanzamientos de tiros desde el punto penal ante Los Almendros de Santa Marta.

El equipo maicaero tuvo una brillante actuación en la fase de grupos en la que empató a un tanto el sábado 8 de enero ante Unidos; el domingo 9 derrotó 5-0 a Keren Juventud; el lunes 10 superó 3-0 a Fusión Soledad; el martes 11 ganó 2-0 a Real Simón Bolívar y el miércoles 12 obtuvo una contundente victoria ante Rebolo por 3-0. En el encuentro de cuartos de final venció 1-0 a Soli Grama con tanto del goleador Yeiner de la Cruz a seis minutos de la conclusión del juego, lo que le permitió entrar a la semifinal, partido en que igualó sin tantos para caer en la definición por penales. En la definición por el tercer puesto los guajiros vencieron 2-0 a Deportivo Luis Oliveros de Barranquilla con goles de Yeiner de la Cruz y Alejandro Rutto Ortega.

El técnico Nilson Martínez manifestó que le habría gustado obtener el título pero se declaró satisfecho con el tercer puesto y felicitó a sus jugadores por su entrega en la cancha y por el buen comportamiento que tuvieron durante toda la semana en la cancha y fuera de ella y especialmente en los hogares en donde los niños fueron adoptados.

Este año Maiclub tendrá grandes desafíos en los torneos municipales, en los compromisos dentro del departamento y en los torneos regionales como la Copa San José, prevista para realizarse en el mes de marzo en Maicao. “Lo más importante de todo es que estamos formando mejores niños que en el futuro serán mejores hombres”, expresó Nilson Martínez, quien luego de su brillante trayectoria como portero de las selecciones de La Guajira y de los equipos de Primera C, ahora se dedica con entusiasmo a promover las nuevas generaciones de futbolistas maicaeros.

Alejandro Rutto Martínez es un prestigioso periodista y escritor colombiano, vinculado como docente a varias universidades colombianas. Es autor de cuatro libros y coautor de otros tres en los que se aborda el tema del liderazgo, la ética y el Desarrollo Humano. Con frecuencia es invitadocomo conferencista a congresos, foros y otros eventos académicos. Póngase en contacto con él a través del corrreo alejandrorutto@gmail.com o llámelo al celular 300 8055526. Visite su página www.maicaoaldia.blogspot.com

lunes, 19 de octubre de 2009

Primera C: resonante victoria del Real Maicao en Aracataca


Aracataca-. El Real Maicao obtuvoi este sábado una de las victorias más importantes del año al vencer 2-1 a Aracataca Macondo en cumplimiento de la tercera fecha del cuadrangular final del Torneo de la Primera C, Zona Norte.

El primer gol del equipo guajiro se produjo cuando el volante y capitán Breitner Parodi disparó al marco local y en el camino un defensor desvió la pelota para marcar en su propia valla y decretar el 1-0 en el minuto 12 del primer tiempo. Cinco minutos más tarde la presión de los locales fructificó al obtener el gol del empate.

En el minuto 41 de la propia etapa inicial el volante Jesús "Toti" Gómez marca nuevamente para el Real, dejando el marcador 2-1.

En la etapa complementaria Nilson Martínez, entrenador de los maicaeros, hace varios cambios posicionales para sostener el marcador y, eventualmente aumentarlo. El equipo magdalenense intenta por todos los medios la paridad pero no consigue su resultado por la buena disposición de las líneas de volantes y defensas impuesta desde el banco.

El partido terminó con el marcador del primer tiempo 2-1 a favor del Real Maicao que con esta victoria alcanza 7 puntos y es líder de la final, seguido por el Real Cartagena que suma 6.

Cartagena También ganó

Real Cartagena venció a Boca Junior de Sincelejo y con esta, su segunda victoria en el cuadrangular, suma seis puntos, con los cuales escolta a Real Maicao y da un paso importante para obtener su clasificación.

Maicao podría alcanzar anticipadamente su clasificación

Si el Real Maicao vence  a Aracataca en el estadio Hernando Urrea Acosta el próximo domingo y Cartagena hace lo propio con Boca Junior, los dos equipos clasificarían automáticamente aunque falten dos fechas para la conclusión del torneo.

De ganar tanto maicaeros como cartageneros se harían inalcanzables para sus contendores y los partidos restantes se jugarían solo para cumplir con el calendario.

lunes, 4 de mayo de 2009

Real Maicao, gran campaña en el 2009

El Real Maicao ha ganado cuatro partidos y empatado uno como visitante con lo cual se mantiene invicto y en el tope de la tabla de posiciones con 13 puntos en compañía de Imagen Dental de Riohacha.

sábado, 9 de agosto de 2008

El fútbol: una historia redonda y sufrida


Penalti de último minuto

Eduardo Galeano: "Han pasado los años, y a la larga he terminado por asumir mi identidad: yo no soy más que un mendigo del buen fútbol. Voy por el mundo sombrero en mano, y en los estadios suplico: una linda jugadita, por amor de Dios. Y cuando el buen fútbol ocurre, agradezco el milagro sin que me importe un rábano cuál es el club o el país que me lo ofrece".

Ese día el sol derramaba su luz intensa sobre la arena amarilla de las calles sin pavimentar en nuestro pueblo del semidesierto guajiro. No teníamos cómo medir la temperatura pero las gruesas gotas de sudor en nuestras jóvenes caras indicaban que  era tan alta como la que se siente a dos metros de distancia de una hoguera encendida con todas las hojas secas del mundo.

Ese día la Selección de la Guajira jugaba de local y sus partidos se disputaban en lo que nuestros gobernantes solían llamar en un uso exagerado y desmedido del lenguaje, "estadio Municipal". Por esos días se le llamaba también Estadio San José en homenaje al santo patrono del pueblo. 

No creo que le hayan pedido permiso al santo carpintero porque seguramente se hubiera negado a autorizar que su nombre fuera utilizado para bautizar una cancha llena de piedra y vidrio cercada por una vetusta pared de un metro de altura.

En todo caso allí, en ese potrero viejo, grande, descuidado y querido, se jugaban los más importantes partidos de la época y el de ese día enfrentaba a nuestra gloriosa selección contra la de Sucre. A decir verdad no era una buena temporada para los muchachos quienes conjugaban el verbo perder con más frecuencia de lo que nos hubiera gustado.
..
Sin embargo, teníamos la sensación de que ese día íbamos a ganar, así que yo me fui desde bien temprano, esperé a que el policía de la puerta se descuidara, como hacía todos los domingos, pasé por encima de la cerca y me ubiqué lo más cerca que pude de la cancha de la gruesa manila que separaba a la cancha del público. 

El público llegaba y llegaba y llegaba...hasta que el lleno fue total. El árbitro dio inicio al partido y yo me preparé para sufrir, pero antes de sufrir busqué en los bolsillos una moneda para comprar un helado, pero cuando terminé la búsqueda comprendí que el sufrimiento sería doble.

.. Las acciones del partido me indicaron que esa tarde sería diferente. 

A los quince minutos marcamos el primer gol y antes del final del primer tiempo anotamos el segundo. La gente estaba feliz: unos corrían, otros saltaban y cada uno buscaba a alguien para abrazarlo aunque fuera un desconocido. El señor flaco y alto a quien le compraba el periódico las semanas en que podía ahorrar todos los días de la merienda, regaba el contenido de su cerveza en las cabezas de sus vecinos.

.. En el intermedio todos estábamos muy felices. Algunos pensábamos en la primera victoria de los últimos cuatro partidos; otros se preparaban para abrazar a los jugadores, y ciertos locos calculaban de qué tamaño era el saco en donde los visitantes tendrían que guardar todos los goles que aún faltaban. Los más pesimistas pensaban que el león dormido despertaría, para anotar tres goles, o más, y arruinarnos la fiesta. Yo hacía parte de ese grupo, pero no se lo comentaba a nadie (espero que ustedes tampoco cuenten esto) y me aguantaba mis temores en silencio.

.. No habían transcurrido veinte minutos del segundo tiempo cuando Sucre anotó un gol. Vi a mis vecinos preocupados: unos se agarraban la cabeza, otros decían maldiciones y otros más insultaban al árbitro por no pitar una falta previa al gol. Alcancé a ver a unos señores cuando se dirigían hacia la puerta de salida. Pero regresaron porque en la puerta de afuera se había acabado la cerveza. Después supe que eran de Sincelejo y estaban más contentos que ellos con su gol que nosotros con los dos que llevábamos.

.. Los minutos pasaban y la tensión iba en aumento. El balón se amañó en nuestra área grande y no quería salir de ella. Dos veces se estrelló en el horizontal y una vez más en el vertical izquierdo. Además, Nilson Martínez, un muchachito bajo, nervioso, gritó y muy ágil nos había salvado seis veces más.

.. -Ya se acabó el tiempo, dijo mi vecino. Sin embargo, el árbitro como que no lo oyó porque el partido siguió de largo. Y Nilson debió esforzarse al máximo para evitar goles casi hechos de nuestros rivales.

.. - ¡Se acabó el tiempo árbitro!, gritaba la gente. Y le decían otras palabras que no recuerdo relacionadas con la señora madre del juez. Y contra otros miembros femeninos de su árbol genealógico.
.. El balón llegó de nuevo a nuestra área en la última jugada del partido. O en lo que debía ser la última jugada. 
El defensa Solano se dispuso amortiguarla con el pecho para luego enviarla lo más lejos posible. Pero entonces sucedió lo increíble...la pelota se elevó por encima de la cabeza del zaguero y este debió pensar que si la dejaba pasar, se metería irremediablemente en la enorme portería situada a sus espaldas.

Debió pensar también que el portero estaba desmayado o muerto porque hizo lo que ninguno hubiera querido que hiciera: golpeó la pelota con la mano. Y pensar que estaba en plena área de pena máxima.

.. El árbitro estaba asoleado, cansado y casi enfermo. Seguramente quería desembarazarse rápido y bien de ese juego, pero la jugada fue tan evidente...y no tuvo más remedio: se llevó el pito a la boca y señaló el punto maldito de los once metros.

.. A todos se nos vino el mundo encima: al pobre defensa a quien jamás volvería a ver en la vida, al vecino experto en mandarle saludos a la progenitora de los árbitros y hasta a los policías que después de tres meses de vivir en el pueblo habían aprendido a quererlo.

.. Nilson Martínez estaba en el piso, muerto ahora sí, pero de la rabia y el coraje. Los demás jugadores se resignaron. Después de todo el penalti, una vez convertido en gol, sería un empate y no una derrota.
.. El árbitro fue donde Nilson y le habló como un padre al más querido de sus hijos. Debió ser muy persuasivo porque lo vi levantarse y encogerse en la portería al estilo de Pedro Zape en el Deportivo Cali y la selección Colombia. 

El árbitro volvió a decirle algo y luego se dirigió a donde el ejecutante. Era un jugador alto, moreno, de pómulos salientes y ojos pequeños. Le dijo algo y se alejó de él.

.. Yo miré a quienes estaban a mi alrededor y pude ver los rostros de hombre y mujeres absolutamente invadidos por la preocupación. Si les hubieran medido la presión sanguínea en ese momento los habrían hospitalizado a todos en la unidad de cuidados intensivos. 

El verdugo tomó cinco metros de impulso y dio el primer paso hacia adelante. Nilson se encogió aún más...el árbitro fijó los ojos en su auxiliar y la multitud contuvo la respiración. Luego, el segundo paso y comencé a pensar en la tristeza de toda la semana; y de todo el año y de todos los demás días.
..
Tercer paso y alcancé a ver a varios hombre fuertes y pendencieros cuando cerraban sus ojos; dos policías luchaban para mantener a raya a un niño que, inocente de la gravedad del momento, pretendían jugar con su balón en la cancha.

..Cuarto paso y miré a las golondrinas posarse en el árbol del solar vecino con la mirada vuelta hacia el rectángulo marcado por las rayas blancas casi borradas por la brusquedad del fútbol; quinto paso y Nilson Martínez llegó al máximo de su tensión. El pie derecho del sucreño pateó con fuerza el balón y yo no pude más...también cerré los ojos. Pero los abrí en el momento justo...

.. El momento justo en que el baló se dirigía al vertical de la mano derecha de nuestro portero para incrustarse en el fondo de la portería; para convertirse en gol para decretar el empate; para echar sobre nuestra tristeza mil toneladas de melancolía.

.. En el momento justo en que el baló iba a penetrar en el marco, apareció una mano salvadora. Era la mano providencial de Nilson Martínez, quien en el último suspiro voló con la fuerza de toda su sangre y con el impulso de nuestra rabia contenida para interponerse entre la miseria absoluta y la prodigalidad plena; entre la desgracia burlona y la victoria refrescante; entre el final abrupto y el comienzo nuevo.

.. La pelota se fue a la última raya y no supimos si el árbitro ordenó cobrar el tiro de esquina o el final del encuentro porque ni la manila ni los policías fueron capaces de contener la turba que, enloquecida por la alegría se lanzó en búsqueda de Nilson para pasearlo en hombros. Yo me quedé un rato más y vi la historia redonda y pecosa, encerrada en un partido de fútbol.

.. Presuroso por llegar a casa antes de que se venciera el permiso que me dieron para ir a buscar la tarea de historia en casa de un profesor, abandoné pronto los límites del "San José". Pero cuando me iba alcancé a ver una veta de amor en los ojos claros de Mileida, la bonita del colegio, quien hubiera dado todo lo que tenía por un abrazo con el héroe de la tarde.
..
Y vi al flaco de los periódicos derramar más cerveza sobre las cabezas de sus felices vecinos quienes se gritaban enloquecidos como si la vida empezara de nuevo después de un cataclismo.
..

Analytic