Escrito por: José Augusto Duque
Quiero asaltarte mi
Dios tomar todo lo que es tuyo y llevarlo a todo aquel que lo requiera, robar
tu propio corazón para compartirlo con
los oyentes en ese precioso espacio radial que es nuestro.
Déjame despojarte de
todos los frutos que tienes en tu esencia, te prometo que lo repartiré a todo
aquel que necesite de ti.
“Mas el fruto del Espíritu
es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza;
contra tales cosas no hay ley” (Gálatas
5, 22 – 23).
Repartiré tus frutos; al
necesitado de cariño y afecto, al desfallecido que piensa que no hay esperanza,
al que no tiene fuerzas para seguir adelante, al que se siente cansado y al que
esté enfermo, a todos ellos les llevare tu poder que sana y restaura, tu amor
que reconforta, tu paz que es tan necesaria en la cotidianidad de la vida, y la
alegría que es refrigerio para nuestra alma.
Pretendo ser el ladrón más
grande de amor de la historia, robarte completamente; tenerte en mi corazón para que inundes mis
sentimientos con los ríos de tu presencia.
“Yo soy de mi amado y
mi amado es mío” (Cantares 6, 3).
Te amo Espíritu Santo, mientras
este con vida le diré a mi prójimo lo hermoso que eres, el deseo más grande de mí
ser es que las personas te conozcan y te amen. Por tal razón, en esta
oportunidad que tengo de expresar mi esencia literaria, quiero decirte a ti
querido lector, que Dios te ama, que anhela abrazarte, cicatrizar las heridas de
tu alma, consolarte, perdonar tus pecados, dile a El que te acompañe, lo
necesitas en tu vida. Recuerda que cuando tienes intimidad con Dios El será tu
consejero, tu amigo oportuno y te favorecerá como solo Él sabe hacerlo.
Cada día atrévete a
robarle al tiempo momentos a solas con Dios, esto será determinante porque de
esta manera sabrás que con El a tu lado, tu vida será diferente;
comenzaras a amar a las personas, vencerás a los miedos que te paralizaban,
lucharas por sacar adelante tus ideales, y serás tan feliz como nadie en esta
tierra, porque encontraste la plenitud en tu identidad con tu Padre que tanto
te ama; Jehová de los ejércitos.
“Mas tu, cuando ores, entra en tu aposento, y
cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo
secreto te recompensara en público”
(Mateo 6, 6).
ESCUCHAME
EN EL PROGRAMA RADIAL: “BIENVENIDO ESPIRITU SANTO”. DIAL 107.7 FM, EMISORA CLASE STEREO.
LUNES,
MARTES Y MIERCOLES, HORA: 7 PM