Escrito por: Alejandro Rutto Martínez
Apreciado hermano, quiero contarte que nos reunimos con frecuencia alrededor de tu recuerdo en días de sol portentoso y de calor extremo, para reescribir algunos de los párrafos de la historia que pudimos vivir juntos en los caminos de piedra y polvo de nuestra tierra, en sus calles anchas y sudorosas en las que te placía andar y en las que te acomodabas como marinero sobre la cubierta para otear el horizonte y mirar los lugares y los tiempos que se aproximaban.
Querido hermano, muchas gracias por habernos acompañado en la travesía por mares sinuosos y caminos imprevisibles.
Te escribimos para describirte, como hombre laborioso de memoria amplia y también porque creemos que el buzón de tus cartas aún tiene dueño y sentimos tu presencia como el canario que se posa sigiloso en la rama del árbol protector de nuestra raza.
Gracias porque creces cada día como las raíces del pino para hacerte aún más fuerte sobre el puente de los diminutos corpúsculos del tiempo.
Aquí estamos en este concierto de ecos en donde se escuchan tus consejos, tus frases y refranes y podemos disfrutarlos sin afanes y sin desconsuelo en cada uno de los rincones de la Casa de Mamá por cuyas páginas transitaremos para disfrutar de tu valiosa compañía.
Querido hermano, aún vemos tu sonrisa en el fresco rocío matinal, en el desnudo suelo de los pueblos colgados en las faldas de las montañas y en los caminos de gracia que recorremos en nuestras oraciones.
Tu vida fue un continuo soplo de pasión en el que no te vimos llorar a menudo porque en jugabas tus lágrimas en el paño de la fe en el Señor de los cielos.
Usabas tu llanto cuando sentías piedad, como abeja que deambula alrededor de corolas vivaces o como luciérnagas encendidas que pasean por el salmo de los delicados pastos.
Aquí estamos mi hermano, fundidos en un largo y fraterno abrazo que solo terminará en el día inexistente del nunca jamás.
Gracias por vivir de ahora en adelante en el proverbio de la sabiduría.
Muchas gracias.
2 comentarios:
En nombre de la familia, muchas gracias por sus letras tan sentidas. Un abrazo.
Amigo Alex excelentes letras. Realmente me llegaron al corazón.
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