jueves, 23 de diciembre de 2010

Luis Tovar: el patriarca del civismo



Por: Alejandro Rutto Martínez

La Calle 12 de Maicao en realidad no es una calle sino un hormiguero humano que atraviesa la zona comercial desde la carrera 8 hasta la 17, en donde muere, vaya casualidad, en la propia puerta del Cementerio San José. Uno de sus tramos más congestionados va desde la carrera 14 hasta las 16. Allí se concentran varias librerías, almacenes de víveres, ventas informales de comestibles de origen venezolano y algunas de las líneas de transporte que cubren la ruta entre Maicao y el estado Zulia en Venezuela.


En algún lugar del andén pasa buena parte del día Luis Tovar Castro, uno de los hombres que más sabe de transporte fronterizo en la región pues acumula una experiencia que se inició en 1.964, cuando llegó a Maicao empujado por la crisis económica que por ese entonces lo afectó con dureza en su Barranquilla querida en donde nació el 14 de diciembre de 1.938.

Un poco después de poner la planta de sus pies en la ciudad que había elegido para pasar el resto de su vida se conoció con varios especialistas en transporte, como Andrés Cuesta, Celso Gómez y Pedro Parra con quienes fundarían “Agencias Unidas” una organización que agruparía a todos los propietarios de vehículos dedicados al transporte de pasajeros entre Maicao y poblaciones y ciudades fronterizas con Venezuela.

Un poco más adelante se dedica a las actividades cívicas y comunitarias a través de la Acción Cívica de Maicao, una de los más importantes colectivos sociales de la ciudad en las décadas de los años setenta y ochenta. Junto con personas como Zoraida Toncel, Michel Salón, Rosario Fernández, Pedro Jiménez Puello y Armando Amarís Arteaga se convierten en impulsores del desarrollo local, en gestores de servicios públicos eficientes y defensores celosos de la actividad comercial.

Una de las más hermosas etapas de su vida está relacionada con la fundación del Barrio Los Laureles. Corría el año de 1.991 y, junto a otros ciudadanos inquietos, le presentó al Gobierno nacional el proyecto de adelantar un programa de vivienda mediante la modalidad de auto construcción. Consiguieron los recursos necesarios y con el apoyo de la administración de la época, presidida por Jairo Guerra, lograron que 106 familias pudieran hacer realidad su sueño de tener casa propia. Hoy recuerda con cariños el día en que, junto a un frondoso árbol de trupío dijo una frase profética: “aquí quedará el barrio hacia donde se va a dirigir el desarrollo de Maicao en unos años”.

En cada una de sus aventuras cívicas cuenta con el apoyo incondicional de sus hijos Tanya, Veruzhka, Mindy y Luis, así como de su esposa Judith Estrada Castillo con la que ha compartido la mayor parte de sus años.

Hoy comparte su labor empresarial con la política, una de sus mayores aficiones. En la actualidad es edil de la Comuna 1 y miembro del Directorio Municipal Liberal, cargos a los que ha accedido gracias al voto desinteresado de sus conciudadanos.

Cuando Luis Tovar no está en la Calle 12 es porque se ha ido a la Calle 11, cerca del mercado público, en donde queda otra de sus “oficinas” callejeras. Allí organiza a los transportadores para que su trabajo les rinda y para que los pasajeros viajen sin problemas. Allí aprovecha también para hablarles a los demás del pueblo de sus sueños, un pueblo de calles aseadas, niños felices y gente próspera y alegre.

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