sábado, 4 de diciembre de 2010

Omar Elneser Osman: sonrisa amable, manos pródigas y talento generoso


Con el apellido Elneser comencé a familiarizarme desde cuando en los pequeños pupitres del jardín infantil en el colegio Gimnasio Girardot tenía mi primer contacto con el estudio. En cada curso había un Elneser y en cada uno de ellos la alegría, el entusiasmo y la chispa de quien tiene la fortuna de habitar en la feliz etapa de la infancia.


Un día terminó la fase feliz de la primaria. Desde entonces no volví a saber de mis amigos los Elneser hasta los tiempos en que crecí y pude salir solo al centro de la ciudad en donde me los encontré como prósperos comerciantes. Como muchos de mis amigos árabes, habían seguido la tradición familiar y, bien al lado de sus padres, bien por su propia cuenta, estaban dedicados a atender sus establecimientos comerciales.

Un poco después la vida me dio la oportunidad de reencontrarme con ellos, ahora en el claustro moderno y amplio del colegio Colombo Árabe, en donde compartí con una inteligente profesora perteneciente a esa familia, Wasila, y con alguien que me hizo recordar a los pequeños compañeros de mis travesuras infantiles: un profesor (eso creía yo) con ese apellido al que había perdido de vista más de treinta años antes. Este último resultó ser el médico radiólogo Omar Elneser, uno de los líderes connotados de la comunidad árabe en la ciudad y quien por ese tiempo compartía sus actividades de médico radiólogo con las responsabilidades de miembro de la Asociación Benéfica Islámica y la rectoría del más importante plantel con sello árabe de todo el país.

Hijo de inmigrantes dedicados al trabajo duro
Omar Elneser es hijo de migrantes libaneses quienes arribaron a Colombia por el puerto de Cartagena en la década de 1950 y posteriormente inician su viaje vía fluvial por el rio Magdalena para radicarse en el municipio de Puerto Berrío Antioquia donde su padre Mohamed Abdul Rahmán Elneser Elneser ejerce la labor de comerciante, maleta en hombro, puerta a puerta, antes de trasladarse a la ciudad de Medellín. En la capital antioqueña nace el pequeño Omar el 11 de octubre de 1958.

Varias ciudades lo vieron crecer De meses, a principios del 59 y hasta principios del 61, vive en Santa Marta. Su niñez la transcurre en San Andrés islas, donde las oportunidades comerciales permitieron a sus padres organizar su primer negocio formal con el capital adquirido de casi una década de trabajo. Se gradúa como bachiller en el colegio San Carlos de Cartagena en el año 1976.

Para esa época sus padres ya se habían trasladado a Maicao a donde viajaba en períodos de vacaciones.

Comienzan los estudios y su primer romance con Maicao
En su afán de convertirse en biólogo marino viaja a la ciudad de Bogotá donde inicia sus estudios en Biología en la Universidad Javeriana; los planes cambian por voluntad paterna y luego ingresa en el año 1980 a la Universidad Metropolitana de Barranquilla donde se gradúa en el año 1986 como médico general. Su año rural lo realizó desde enero a diciembre de 1987, en el hospital San José de Maicao, donde luego trabajó como médico general hasta mediados del 89.

Una experiencia emocionante en el país de sus ancestros
En su afán de servir a la tierra de sus ancestros aplica en la organización médica humanitaria “Médicos sin fronteras” viajando al Líbano con su señora madre Mahiba Osman de Elneser y se incorpora a la organización entre los años 1989 - 1990 en un país en guerra donde pudo observar los rigores y crueldad del conflicto interno armado prestando sus servicios en el hospital Tal-Chija de Zahle capital del Valle del Bekaa.

Tiempo de amor y matrimonio
En los tiempos de “Médicos sin Fronteras” tuvo la oportunidad de conocer a su esposa Nayua Hijazi Araji quien recién terminaba su licenciatura en Ciencias Políticas. Para el mes de noviembre del año 1990 contrae matrimonio. Producto de esa sólida unión hoy cuenta con una hermosa familia constituida por su señora esposa y tres hijos, el mayor de ellos, Mohamed, de 17 años, egresado del Colegio Colombo Árabe “Dar El Arkam”, de Maicao, quien actualmente finaliza su segundo semestre de Ingeniería de Sistemas en la Universidad del Norte de Barranquilla, Tarek y Hanan, actualmente de 14 años, cursando 9° grado en el mismo colegio.

Regreso a Maicao y viaje a Argentina
En el año 1991 se regresa a Colombia y posteriormente se traslada a Buenos Aires –Argentina para iniciar su especialización en radiología e imágenes diagnósticas en el hospital José María Ramos Mejía y en la Universidad Nacional Buenos Aires, de la capital argentina, la cual finaliza en el año 1995 donde regresa a Colombia para incorporarse como radiólogo a partir de año 1996 en el Hospital San José de Maicao.

Un hombre de fe y servicio
Omar Elneser es un hombre de fe, de estudio y de servicio. Su fe la ha demostrado en su inmenso amor a Dios y toda una vida dedicada a comportarse según se lo enseñaron sus padres y los textos del Corán, libro que lee, respeta y ama entrañablemente y de donde alimenta su condición de musulmán practicante y consagrado. De aquí ha aprendido el ilimitado afecto a los necesitados, el respeto a los pilares del islam y una incondicional sumisión a un Ser Supremo Clemente y Misericordioso.

Por otra parte, no satisfecho con su vocación de servicio a la comunidad desde su labor como médico, ingresa a la Asociación Benéfica Islámica en el año 1999 - 2000 donde fue adquiriendo la experiencia que necesitaría para ser elegido Presidente de la misma desde años 2008 y 2009, Rector del “Colegio Colombo Árabe “Dar El Arkam” en el año lectivo 2003-2004, y encargado de la misma rectoría en períodos posteriores (2007 – 2008 y 2009 – 2010), de tres o cuatro meses mientras el colegio gestionaba la rectoría titular, todos estos compromisos con el colegio fueron AD-HONOREM, por su sentido de pertenecía con la comunidad Arkamiana.

Compartir su labor de médico con la de presidente de la Asociación Benéfica Islámica y rector del colegio Colombo Árabe era una tarea titánica por las responsabilidades que se adquirían. Como médico deriva el sustento de su familia además de la satisfacción de cumplir con su juramento hipocrático, como miembro, presidente de la Asociación Benéfica Islámica y rector del colegio, sacrifico de su tiempo libre el cual repercutía además en su familia, pero de esta siempre recibió el apoyo necesario para llevarlas a cabo, ya que ellos más que nadie conocían y sabían de su amor, compromiso y sentido de pertenencia con la comunidad Árabe, Musulmana y Arkamiana del municipio de Maicao .

La experiencia que adquirió durante diez a once años como miembro de dicha Asociación le hicieron comprender que los ciclos terminan pero las proyecciones hacia nuevos horizontes y proyectos empiezan; por eso considera que como miembro de la Asociación Benéfica Islámica permanecerá hasta diciembre del presente año 2010 por decisión propia y apoyada por su familia para continuar con su deber como musulmán, como lo es la difusión del Islam en el marco del diálogo interreligioso y cultural además de poner todo su empeño, experiencia y conocimiento en el desarrollo y fortalecimiento social, educativo y cultural a la comunidad maicaera inicialmente a través de una fundación que con la ayuda de Dios, la colaboración de un grupo de amigos pretende iniciar para el próximo año.

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