FESTIVAL FRANCISCO EL HOMBRE

Por: Enrique Herrera Barros.

Cuando se trata de cambiar las tradiciones de un pueblo, yo pienso que se le debe consultar al ente primigenio, si le gusta o no, aunque la frase griega PANTA REI, que dice; todo cambia, es un axioma irrefutable, y me quiero referir respetuosamente a la idea de quienes pretenden imponer un festival vallenato, que con el nombre de FRANCISCO EL HOMBRE, competiría con nuestra tradición, linda, centenaria y religiosa, de las fiestas patronales de la Virgen de los Remedios. No amarremos mansos con cerreros, enseña la experiencia.

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Llamo a conocer la historia de Riohacha escrita en parte por Antonio de Arevalo, abrevar en sus escritos nos retrolleva a saber, que hasta corrida de toros hubo en aquel entonces, y que los toros corridos, se los regalaban a los indios para que los tasajearan y comieran hasta el hartazgo.

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Como riohachero raizal que soy, veo con preocupación lo que se nos viene encima, unas novenas pasadas por ron, whisky, churro y todo lo relacionado en materia etílica, una salve, con castillo y sin devoción la víspera del día de la Virgen, casi sin gente porque a esa hora todos estaremos en la respectiva caseta, y un dos de febrero el día clásico de la Vieja Mello, con una caterva de amanecidos zigzagueando en la nave central del templo, tratando de recibir la vela Candelaria, que entre otras cosas, mucha gente no sabe para que sirve, o por que se la regalan, con un tufo de espanto y brinco, al que no escaparan las damas que los acompañen y cuando la sola venida de presidente o de candidato de turno arman una barahúnda de padre y señor mío, que ni Báculo con su estatura y experiencia en el cargue, pudo dominar, mas de una vez.

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Que queremos atraer más turistas, loable, pero es que no podemos con las orejas y andamos buscando aretes, yo diría que este esfuerzo plausible por demás se invirtiera en construir infraestructura, hoteles, restaurantes, capacitación, diversión e historia, etc.

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Alguien me dijo que esto se haría como en Valledupar, alrededor de las fiestas de la Virgen del Rosario, si alguna vez, ha leído prensa o escuchado radio en la época del festival, se dará cuenta que a la Virgen del Rosario, si se nombra, es porque alguno de los viejos se acuerda de algún bautizo.

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Recordemos que el acordeón entró por Riohacha, y que Francisco el hombre es una fábula real que nos pertenece, lo que nos da derecho a rendirle por siempre un sentido homenaje.

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Por lo anterior machaco, no me opongo al festival, sino a la fecha que han escogido para el evento y me atrevo a proponer que se retome la fecha para la cual lo creo Netty Serrano, que era el onomástico del departamento de La Guajira, con el nombre del festival del Dividivi, nuestro árbol emblemático, y ahí si meterla toda recuperando la tradición folclórica y cultural incluido el Pilón riohachero donde el parejo baila y la pareja pila, pilá pilandera, molé molendera. Aquí no somos piloneros.

Alguien mas me decía que todo tiene su tiempo y su gente, cierto es, la sagrada Biblia lo dice, hay tiempo de llorar y tiempo de reír, así entonces los cachacos tienen su ala, los antioqueños su ave maría, los sabaneros su guapirreo, los provincianos su aguaita, quienes son los dueños del acordeón, y nosotros los riohacheros tenemos la Vieja Mello.

Riohacheros; mientras Ud. elucubra y piensa en lo dicho por mí anteriormente, les digo: hay poterna en la heredad.