Por: Pedro Delgado Moscarella
Hace poco menos de un año, más exactamente ocho meses, la comunidad del Colegio Colombo Árabe “Dar El Arkam” de Maicao, vivió uno de los momentos más críticos, tristes y dolorosos en su historia y que sin duda conmocionó a la sociedad de la Costa Atlántica por las connotaciones y gravedad de la situación que enfrentó, ya que en sus 23 años de labor educativa ha logrado crear lazos interinstitucionales para gozar del aprecio, simpatía y amistad en el gremio de la educación formando parte del proyecto de país que todos los colombianos anhelamos.
Si bien es cierto que fue un evento que todos queremos olvidar después de haber tomado las respectivas medidas para que casos como estos no vuelvan a suceder, también es importante aclarar la realidad de los hechos toda vez que la desinformación desde el inicio de los acontecimientos fue un instrumento e instancia para la revictimización de la comunidad educativa en general. Incluso en la actualidad continúan publicándose noticias al respecto ante lo cual vale la pena realizar las aclaraciones y precisiones pertinentes.
El día martes 20 de octubre en horas de la noche se desató una crisis intrafamiliar en uno de los hogares que componen la comunidad educativa de la institución al enterarse los padres de una estudiante, que el docente del área de informática del colegio venía realizando actos indebidos que llevaron inmediatamente a la sospecha que se trataba de un caso de abuso sexual.
Inmediatamente el padre de familia, telefónicamente informa al rector encargado y ad honorem de la institución el Doctor Omar Elneser quien informa a algunos miembros y compañeros de la Asociación Benéfica Islámica lo sucedido quienes inmediatamente se trasladan a la casa de la víctima a escuchar la versión de los hechos.
Pretender decir que existía un protocolo a seguir frente a esta situación sería faltar a la verdad. Jamás se pensó que tan aberrante flagelo llegara a tocar las puertas de la institución, por tal motivo se obro con la prudencia que estos casos ameritan y atendiendo que ya era bien entrada la noche, se esperó el amanecer del miércoles 21.
Las labores escolares se iniciaron normalmente el miércoles 21 a la 6:30 a.m, sin embargo algo anormal estaba sucediendo. El profesor Alex Vanegas Yanes no se encontraba en la entrada para el control de asistencia y uniforme de estudiantes, lugar asignado por la coordinación formativa del colegio.
Al parecer se quedó en su residencia que se encontraba a escasos cien metros del colegio. Ese mañana el profesor Vanegas no fue al colegio ni en lo sucesivo se le volvió a ver en las instalaciones. Alrededor de esto se tejieron conjeturas hasta el punto de asegurar que a este docente se le había escondido en las instalaciones del plantel para protegerlo y por esto hubo complicidad por los administradores del colegio como si la aberración de ese individuo representara los valores morales de quienes por años han velado por generar espacios de socialización, educación y fortalecimiento de conductas propias de creyentes.
Después de recibir las orientaciones respectivas y evaluar la situación por parte del Doctor Walter Urieta asesor jurídico de la institución se dirigieron en su compañía a las oficinas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar el rector doctor Omar Elneser y la sicóloga, doctora María Clareth Cardeño a quienes inicialmente no se les recibió la denuncia porque según versiones del funcionario del Instituto ya uno de los afectados se había presentado a manifestar la situación pero ante la insistencia del asesor jurídico doctor Urieta, optaron por recibir el relato de los hechos. En ese momento corrían las 2:00 p.m.
Posteriormente se trasladaron a la fiscalía donde fueron atendidos por el fiscal Jesús Pertúz quien igualmente les comenta que no era necesario instaurar la denuncia respectiva ya que esta se había colocado por parte de los afectados. Al salir de las instalaciones de la fiscalía, los doctores Elneser, Urieta y la doctora Cardeño, se encuentran con el sindicado, Alex Vanegas, el padre de este y quien le representaba como abogado en la puerta de las oficinas del CTI.
En estos momentos cabe la respectiva aclaración frente a la presencia de Alex Vanegas en Maicao y mas puntualmente frente a las instalaciones de la fiscalía. ¿Porqué no se procedió a su captura si la autoridades sabían su paradero? Simplemente porque en nuestro Estado de Derecho quienes tienen competencia para emitir órdenes de captura son la fiscalía y juzgados penales. Solo si el delincuente es sorprendido en flagrancia, es decir, cometiendo el acto delictivo, podría ser aprehendido por cualquier persona y llevado ante el juez. Ante este hecho se podría hablar de negligencia por parte de los encargados de la institución…? Negligencia ante un hecho que es denunciado después de evaluar los acontecimientos para actuar en derecho y no cometer errores de procedimiento? Hasta ese momento la fiscalía evaluaba la situación para posteriormente emitir la orden de captura el día viernes 23 en horas de la tarde.
Por consiguiente cualquier intento de retener al imputado sin una respectiva orden judicial sólo hubiese favorecido al delincuente porque se estaría frente a la figura de “captura ilegal” con el beneficio inmediato de su libertad. Así son nuestras leyes y como ciudadanos debemos acatarlas y respetarlas.
A partir de ese viernes, se dio inicio por parte de las autoridades el procedimiento para dar con la captura de Alex Vanegas. Precedido de pesquisas en Maicao, Riohacha y Santa Marta se le detuvo en la carretera que de Ciénaga conduce a Barranquilla a la altura de Tasajera el día domingo 25 del mismo mes. Inmediatamente es trasladado a Maicao y el día 26 de octubre en el juzgado segundo promiscuo municipal con funciones de control de garantías se le formuló imputación a Alex Eduardo Vanegas Yanes como autor del delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado en concurso homogéneo. El tiempo que transcurrió entre la denuncia del delincuente y posterior captura fue de cuatro días enmarcado todo dentro de los procesos legales vigentes.
Posteriormente en acta de preacuerdo leída en audiencia pública, el acusado Alex Vanegas, su defensor, el abogado Nestor Meza Inciarte y un representante de la menor, acordaron la pena de 17 años de prisión aceptando el imputado su responsabilidad siendo avalado el preacuerdo por el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal del circuito en cabeza del doctor Alvaro Pablo Ballesteros firmada por los anteriormente mencionados y fijada en el mes de diciembre.
Hoy Alex Vanegas se encuentra donde debe estar, tras la rejas al amparo de la justicia colombiana. Sin embargo, después de ocho meses las heridas que dejó este acontecimiento aun no se curan a pesar que administrativamente se iniciaron acciones concretas para evitar que un caso parecido o igual pueda rondar por la institución. Un medio escrito de circulación regional más precisamente el periódico “La Noticia” de Riohacha publicó el jueves 22 de julio en sus páginas judiciales un artículo titulado “Docente debe responder por abuso sexual del colegio colombo árabe de Maicao” en el cual relata una serie de imprecisiones sobre el caso que vale la pena aclarar citando textualmente fragmentos del artículo.
“La investigación duró diez y ocho meses hasta que al final los investigadores logran determinar la responsabilidad del profesor que además entregaba enseñanzas en otras instituciones educativas del municipio fronterizo. Contra el mismo docente existen otras denuncias por el mismo caso en otras instituciones de formación básica secundaria”. Aclaración: Actualmente cursan ocho meses desde que fueron revelados los hechos, el docente estaba contratado tiempo completo en la institución y en su hoja de vida reposan documentos como certificado judicial, contraloría y procuraduría que no evidenciaban impedimentos para laborar ni antecedentes judiciales.
“El presunto autor de los hechos huyó de Maicao y meses después fue capturado por unidades de la Sijin en operativo conjunto entre agentes del Magdalena y la Guajira en el municipio de Ciénaga…”. Aclaración: la captura se realizo el día 25 de octubre del 2009, cinco días después de conocidos los hechos.
“De igual forma se conoció que la parte civil del caso viene tramitando la reparación integral a las víctimas del repudiado delito que en su momento sacudió los cimientos de la sociedad maicaera, por lo cual deben responder los directivos del plantel que resultaron cuestionados por la pasividad adoptada para controlar los abusos que se cometieron contra las menores.
Ellos debían responder por la custodia y seguridad de los estudiantes adscritos en el plantel, quienes son integrantes de la comunidad benéfica islámica, que de acuerdo con los usos y costumbres debe solidaridad y mayor protección, lo cual nunca se hizo”.
Aclaración: En la actualidad no existe denuncia alguna contra los directivos del plantel. Si por pasividad se entiende actuar con prudencia siguiendo el debido proceso las directivas no fueron negligentes en ningún momento ya que desde que se conocieron los hechos se protegió la integridad y el nombre de las estudiantes y sus familiares brindándoles asistencia sicológica con especialistas en temas de abuso infantil.
El colegio como institución educativa siempre ha velado por el bienestar de sus estudiantes desarrollando estrategias de atención y seguimiento a las actividades que se generan en el interior de ella, demostrado en sus veintitrés años de actividad escolar, donde la búsqueda permanente en la mejora y calidad de los procesos ha sido la impronta de las políticas administrativas.
Fue un evento que nos tocó a todos y antes de él, solo lo imaginábamos como tema de noticias al cual nunca nos llegaríamos a enfrentar, pero sucedió. Las estadísticas en la región, Colombia y el mundo son preocupantes y suceden a diario a pesar de los esfuerzos realizados por parte de los legisladores, autoridades y especialistas para detener este crimen; cada siete años se duplican las víctimas por este flagelo y se debe en gran medida porque el perfil del abusador sexual no está del todo definido. En la inmensa bibliografía que existe al respecto nos demuestra que en el abusador no hay exclusividad de nexos familiares, color, sexo, nacionalidad, religión, profesión o edad. Lo que sí está demostrado es que son expertos manipuladores y hábiles para ganarse la confianza del niño y de quienes le rodean.
De allí es que es muy difícil detectarlos. Sin embargo la mejor forma de prevenirlo es el contacto estrecho con nuestros hijos, la comunicación abierta y permanente para así, notar cambios que empiecen a experimentar y que de hecho preocupen. El rol como padres en la educación, crecimiento y desarrollo de nuestros hijos, exige sacrificio de nuestras preferencias y certeza que ante Dios seremos preguntados por lo que hayamos hecho y dejado de hacer como padres.
Hace poco menos de un año, más exactamente ocho meses, la comunidad del Colegio Colombo Árabe “Dar El Arkam” de Maicao, vivió uno de los momentos más críticos, tristes y dolorosos en su historia y que sin duda conmocionó a la sociedad de la Costa Atlántica por las connotaciones y gravedad de la situación que enfrentó, ya que en sus 23 años de labor educativa ha logrado crear lazos interinstitucionales para gozar del aprecio, simpatía y amistad en el gremio de la educación formando parte del proyecto de país que todos los colombianos anhelamos.
Si bien es cierto que fue un evento que todos queremos olvidar después de haber tomado las respectivas medidas para que casos como estos no vuelvan a suceder, también es importante aclarar la realidad de los hechos toda vez que la desinformación desde el inicio de los acontecimientos fue un instrumento e instancia para la revictimización de la comunidad educativa en general. Incluso en la actualidad continúan publicándose noticias al respecto ante lo cual vale la pena realizar las aclaraciones y precisiones pertinentes.
El día martes 20 de octubre en horas de la noche se desató una crisis intrafamiliar en uno de los hogares que componen la comunidad educativa de la institución al enterarse los padres de una estudiante, que el docente del área de informática del colegio venía realizando actos indebidos que llevaron inmediatamente a la sospecha que se trataba de un caso de abuso sexual.
Inmediatamente el padre de familia, telefónicamente informa al rector encargado y ad honorem de la institución el Doctor Omar Elneser quien informa a algunos miembros y compañeros de la Asociación Benéfica Islámica lo sucedido quienes inmediatamente se trasladan a la casa de la víctima a escuchar la versión de los hechos.
Pretender decir que existía un protocolo a seguir frente a esta situación sería faltar a la verdad. Jamás se pensó que tan aberrante flagelo llegara a tocar las puertas de la institución, por tal motivo se obro con la prudencia que estos casos ameritan y atendiendo que ya era bien entrada la noche, se esperó el amanecer del miércoles 21.
Las labores escolares se iniciaron normalmente el miércoles 21 a la 6:30 a.m, sin embargo algo anormal estaba sucediendo. El profesor Alex Vanegas Yanes no se encontraba en la entrada para el control de asistencia y uniforme de estudiantes, lugar asignado por la coordinación formativa del colegio.
Al parecer se quedó en su residencia que se encontraba a escasos cien metros del colegio. Ese mañana el profesor Vanegas no fue al colegio ni en lo sucesivo se le volvió a ver en las instalaciones. Alrededor de esto se tejieron conjeturas hasta el punto de asegurar que a este docente se le había escondido en las instalaciones del plantel para protegerlo y por esto hubo complicidad por los administradores del colegio como si la aberración de ese individuo representara los valores morales de quienes por años han velado por generar espacios de socialización, educación y fortalecimiento de conductas propias de creyentes.
Después de recibir las orientaciones respectivas y evaluar la situación por parte del Doctor Walter Urieta asesor jurídico de la institución se dirigieron en su compañía a las oficinas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar el rector doctor Omar Elneser y la sicóloga, doctora María Clareth Cardeño a quienes inicialmente no se les recibió la denuncia porque según versiones del funcionario del Instituto ya uno de los afectados se había presentado a manifestar la situación pero ante la insistencia del asesor jurídico doctor Urieta, optaron por recibir el relato de los hechos. En ese momento corrían las 2:00 p.m.
Posteriormente se trasladaron a la fiscalía donde fueron atendidos por el fiscal Jesús Pertúz quien igualmente les comenta que no era necesario instaurar la denuncia respectiva ya que esta se había colocado por parte de los afectados. Al salir de las instalaciones de la fiscalía, los doctores Elneser, Urieta y la doctora Cardeño, se encuentran con el sindicado, Alex Vanegas, el padre de este y quien le representaba como abogado en la puerta de las oficinas del CTI.
En estos momentos cabe la respectiva aclaración frente a la presencia de Alex Vanegas en Maicao y mas puntualmente frente a las instalaciones de la fiscalía. ¿Porqué no se procedió a su captura si la autoridades sabían su paradero? Simplemente porque en nuestro Estado de Derecho quienes tienen competencia para emitir órdenes de captura son la fiscalía y juzgados penales. Solo si el delincuente es sorprendido en flagrancia, es decir, cometiendo el acto delictivo, podría ser aprehendido por cualquier persona y llevado ante el juez. Ante este hecho se podría hablar de negligencia por parte de los encargados de la institución…? Negligencia ante un hecho que es denunciado después de evaluar los acontecimientos para actuar en derecho y no cometer errores de procedimiento? Hasta ese momento la fiscalía evaluaba la situación para posteriormente emitir la orden de captura el día viernes 23 en horas de la tarde.
Por consiguiente cualquier intento de retener al imputado sin una respectiva orden judicial sólo hubiese favorecido al delincuente porque se estaría frente a la figura de “captura ilegal” con el beneficio inmediato de su libertad. Así son nuestras leyes y como ciudadanos debemos acatarlas y respetarlas.
A partir de ese viernes, se dio inicio por parte de las autoridades el procedimiento para dar con la captura de Alex Vanegas. Precedido de pesquisas en Maicao, Riohacha y Santa Marta se le detuvo en la carretera que de Ciénaga conduce a Barranquilla a la altura de Tasajera el día domingo 25 del mismo mes. Inmediatamente es trasladado a Maicao y el día 26 de octubre en el juzgado segundo promiscuo municipal con funciones de control de garantías se le formuló imputación a Alex Eduardo Vanegas Yanes como autor del delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado en concurso homogéneo. El tiempo que transcurrió entre la denuncia del delincuente y posterior captura fue de cuatro días enmarcado todo dentro de los procesos legales vigentes.
Posteriormente en acta de preacuerdo leída en audiencia pública, el acusado Alex Vanegas, su defensor, el abogado Nestor Meza Inciarte y un representante de la menor, acordaron la pena de 17 años de prisión aceptando el imputado su responsabilidad siendo avalado el preacuerdo por el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal del circuito en cabeza del doctor Alvaro Pablo Ballesteros firmada por los anteriormente mencionados y fijada en el mes de diciembre.
Hoy Alex Vanegas se encuentra donde debe estar, tras la rejas al amparo de la justicia colombiana. Sin embargo, después de ocho meses las heridas que dejó este acontecimiento aun no se curan a pesar que administrativamente se iniciaron acciones concretas para evitar que un caso parecido o igual pueda rondar por la institución. Un medio escrito de circulación regional más precisamente el periódico “La Noticia” de Riohacha publicó el jueves 22 de julio en sus páginas judiciales un artículo titulado “Docente debe responder por abuso sexual del colegio colombo árabe de Maicao” en el cual relata una serie de imprecisiones sobre el caso que vale la pena aclarar citando textualmente fragmentos del artículo.
“La investigación duró diez y ocho meses hasta que al final los investigadores logran determinar la responsabilidad del profesor que además entregaba enseñanzas en otras instituciones educativas del municipio fronterizo. Contra el mismo docente existen otras denuncias por el mismo caso en otras instituciones de formación básica secundaria”. Aclaración: Actualmente cursan ocho meses desde que fueron revelados los hechos, el docente estaba contratado tiempo completo en la institución y en su hoja de vida reposan documentos como certificado judicial, contraloría y procuraduría que no evidenciaban impedimentos para laborar ni antecedentes judiciales.
“El presunto autor de los hechos huyó de Maicao y meses después fue capturado por unidades de la Sijin en operativo conjunto entre agentes del Magdalena y la Guajira en el municipio de Ciénaga…”. Aclaración: la captura se realizo el día 25 de octubre del 2009, cinco días después de conocidos los hechos.
“De igual forma se conoció que la parte civil del caso viene tramitando la reparación integral a las víctimas del repudiado delito que en su momento sacudió los cimientos de la sociedad maicaera, por lo cual deben responder los directivos del plantel que resultaron cuestionados por la pasividad adoptada para controlar los abusos que se cometieron contra las menores.
Ellos debían responder por la custodia y seguridad de los estudiantes adscritos en el plantel, quienes son integrantes de la comunidad benéfica islámica, que de acuerdo con los usos y costumbres debe solidaridad y mayor protección, lo cual nunca se hizo”.
Aclaración: En la actualidad no existe denuncia alguna contra los directivos del plantel. Si por pasividad se entiende actuar con prudencia siguiendo el debido proceso las directivas no fueron negligentes en ningún momento ya que desde que se conocieron los hechos se protegió la integridad y el nombre de las estudiantes y sus familiares brindándoles asistencia sicológica con especialistas en temas de abuso infantil.
El colegio como institución educativa siempre ha velado por el bienestar de sus estudiantes desarrollando estrategias de atención y seguimiento a las actividades que se generan en el interior de ella, demostrado en sus veintitrés años de actividad escolar, donde la búsqueda permanente en la mejora y calidad de los procesos ha sido la impronta de las políticas administrativas.
Fue un evento que nos tocó a todos y antes de él, solo lo imaginábamos como tema de noticias al cual nunca nos llegaríamos a enfrentar, pero sucedió. Las estadísticas en la región, Colombia y el mundo son preocupantes y suceden a diario a pesar de los esfuerzos realizados por parte de los legisladores, autoridades y especialistas para detener este crimen; cada siete años se duplican las víctimas por este flagelo y se debe en gran medida porque el perfil del abusador sexual no está del todo definido. En la inmensa bibliografía que existe al respecto nos demuestra que en el abusador no hay exclusividad de nexos familiares, color, sexo, nacionalidad, religión, profesión o edad. Lo que sí está demostrado es que son expertos manipuladores y hábiles para ganarse la confianza del niño y de quienes le rodean.
De allí es que es muy difícil detectarlos. Sin embargo la mejor forma de prevenirlo es el contacto estrecho con nuestros hijos, la comunicación abierta y permanente para así, notar cambios que empiecen a experimentar y que de hecho preocupen. El rol como padres en la educación, crecimiento y desarrollo de nuestros hijos, exige sacrificio de nuestras preferencias y certeza que ante Dios seremos preguntados por lo que hayamos hecho y dejado de hacer como padres.