jueves, 20 de mayo de 2010

Francisco Santos: "Presente y futuro de Colombia dependen del cuidado del mar"

· El Vicepresidente le rinde cuentas al país sobre su gestión como presidente de la Comisión Colombiana del Océano.

· Feria Marítima Internacional, creación del Sistema de Alerta – Tsunami, fortalecimiento institucional y formulación y aprobación de la Política Nacional del Océano y los Espacios Costeros, principales logros.

Cartagena, 20 may - El Vicepresidente de la República, Francisco Santos Calderón manifestó hoy que el presente y futuro de los colombianos depende en buena parte de los resultados que alcance la actual generación y la siguiente al implementar el plan de acción para dar cumplimiento a la política Nacional del Océano y los Espacios Costeros (PNOEC).

“El futuro de todos los colombianos está comprometido en ello. Si no se logran las respuestas adecuadas ante fenómenos como el ascenso del nivel del mar por el cambio climático, se podrían inundar grandes extensiones de nuestro territorio en pocos años y el país viviría una calamidad de inestimables dimensiones. En Cartagena y Tolú, por ejemplo, el ascenso del nivel del mar haría desaparecer la mayor parte de las playas y de la zona turística de estas dos concurridas ciudades”.

Anunció que el Gobierno trabaja en un Conpes de Cambio Climático que se publicará próximamente y que señala las acciones que se deben desarrollar desde los ámbitos nacional y regional, público y privado, para que el país se prepare y encare adecuadamente ese, que es uno de los principales desafíos que enfrenta la humanidad.

El Vicepresidente entregó hoy al Presidente Álvaro Uribe Vélez y a la ciudadanía, el informe de gestión de la Comisión Colombiana del Océano, uno de cuyos principales logros es la Primera Feria Marítima Internacional, que se inauguró hoy en Cartagena.

Dijo el Vicepresidente que la razón de ser de la Comisión, entidad que él preside, es crear conciencia entre los colombianos de todas las edades, acerca del valor incalculable del mar dentro de la economía y la cultura del país y lo que este valioso patrimonio representa para el presente y el futuro de los colombianos.

“El mar es más de 50% de la totalidad de nuestro territorio. Hoy tenemos una Política Nacional del océano y de los espacios costeros, definida y concertada, que señala el camino a seguir en el manejo del mar en nuestro país. Tenemos comprometidas a las instituciones en esta política y sobre todo actualizamos al país en atención y respuestas a temas trascendentales como el cambio climático y en lo que al pacífico respecta en la respuesta ante el riesgo de Tsunami”.

El informe destaca entre sus logros la creación del Sistema de Alerta – Tsunami, cuyo Centro de Atención se encuentra ubicado en la ciudad de Tumaco.

Al finalizar este año se espera la implementación en Buenaventura y Bahía Solano. Igualmente la vinculación de los temas del mar al sistema educativo. Dijo que actualmente hay más de 30 carreras con materias optativas en pregrados y postgrados, relacionados con temas marítimos y costeros. Y que el Plan Nacional de educación integró los temas marítimos en todos los cursos de educación básica y secundaria.

Manifestó el Vicepresidente que con base en la experiencia acumulada y los resultados obtenidos, lo que viene ahora es impulsar el plan de acción para dar cumplimiento a la política. “Para ello es preciso fortalecer la educación de todos los colombianos en temas marítimos y costeros. Y fortalecer la cooperación internacional al respecto”. Señaló además que es necesario crear la Ley de Costas, que proteja los ecosistemas marítimos y que prevenga la construcción al borde de las playas.


Mayores Informes:

Shelley Oviedo
Jefe de Prensa
Vicepresidencia de la República
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Diego Molano propone frente común para proteger a las víctimas

Es un interés común de gobierno, la sociedad civil, las víctimas y el sector justicia.

El objetivo es garantizar los derechos de la población desplazada.

Bogotá 20 de mayo de 2010. El Alto Consejero Presidencial Diego Molano Aponte lanzó hoy en la Corte Constitucional un S.O.S para que Colombia entera cierre filas en torno a un Frente Común, que impida que los mercaderes de las víctimas se queden con los recursos que el Estado tiene dispuestos para esta población.

"Lo que nosotros hemos evidenciado en el país es que tenemos que hacer un frente común hacia un grupo que se ha convertido en mercaderes de las víctimas del desplazamiento, se han dedicado a organizar trámites, a manipular a la población que es verdaderamente desplazada para utilizar estos instrumentos jurídicos, como las tutelas masivas, para hacer presiones y solicitar ayuda" aseguró, Molano Aponte
Este frente debe ser conformado por ACCIÓN SOCIAL, La Rama Ejecutiva, el sector de Justicia y la Sociedad Civil para así, denunciar y garantizar los derechos de la población.

"Debemos avanzar en el cambio de regulación que no genere incentivos perversos para los tramitadores" aseguró el Alto Consejero.

La invitación la hizo el Alto Consejero Presidencial, durante la audiencia en la Corte Constitucional, donde los departamentos de Arauca, Guainía, Norte de Santander, Santander y Vichada rinden cuentas en atención a la población en situación de desplazamiento.

A guerra invisível contra o meio ambiente

Por: Alejando Rutto Martínez

Publicado en Amais-vos

www.amaivos.com.br

Quantas guerras os seres humanos já enfrentaram na história? Impossível encontrar uma resposta. Desde o primeiro fratricídio registrado em algum documento escrito (a morte de Abel nas mãos de Caim) , correram rios de sangue em todo mundo por causa de guerras nas quais normalmente se içam as bandeiras dos mais altos princípios morais e civis e patrióticos.

Em alguns combates, talvez nos mais horrorosos de todos, invocam o nome de Deus ou da religião (um dos lemas dos cruzados nas mal chamadas guerras santas era Deus vult: “Deus o quer”), para que um exército enfrente o outro com o inevitável saldo de morte e de destruição.

É muito difícil dar com as estatísticas do pior invento da humanidade. Quando há uma guerra ninguém fica estático para contar os mortos e calcular os destroços.

Alguns, no entanto, atrevem-se a fazer estimativas e, no caso da Primeira Guerra Mundial, várias fontes coincidem em estabelecer em quarenta milhões de pessoas a cifra de baixas , apresentadas pelos países que dela participaram: incluem em suas contas os mortos, os feridos, os prisioneiros e os desaparecidos.

É, logicamente, um número terrível se considerarmos que nos dias em que este conflito ocorreu, a tecnologia militar (vale dizer, a indústria da morte) não contava com o desenvolvimento atual; a aviação mal se assomava como arma destruidora, as comunicações não tinham os mesmos alcances e, em geral, os combatentes dispunham de armas convencionais.

Se tivesse ocorrido na época da Guerra Fria ou em nossos tempos, seus efeitos teriam sido não só devastadores senão apocalípticos, e certamente a espécie humana não poderia ter sobrevivido ao uso de armas químicas, biológicas e nucleares. A guerra, sem dúvida alguma, é sinônimo de barbárie e de brutalidade, como disse Oscar Wilde, que um homem morra por uma causa, não significa nada, quanto ao valor dessa causa. É melhor a paz mais criticável do que a mais louvada das guerras: A diferença entre um estado e outro é notória. Heródoto, por exemplo, dizia que na paz os filhos levam seus pais à tumba, na guerra são os pais que levam os filhos para a tumba.

Além do que foi dito anteriormente é importante dizer que há uma guerra invisível cujos resultados estão causando mais mortos, destruição e sofrimento que o bramido dos fuzis ou o ruído ensurdecedor dos atentados criminosos: trata-se do pioramento sustentado do meio ambiente.

Os líderes do mundo estão demorando muito em compreender que o inimigo, o verdadeiro contrincante não é um exército contrário ou um grupo terrorista senão o desgaste do solo, a desertificação, a perda de fontes d’água, o aquecimento global, a ruptura da capa de ozônio e a perda da biodiversidade. A atmosfera e o clima suportam as conseqüências produzidas pela alteração considerável dos níveis de concentração dos gases de efeito estufa e o aquecimento global da terra.

Os habitantes do Caribe colombiano tem comprovado como cada temporada de calor é mais forte do que a anterior e, quando viajam a Bogotá, normalmente comentam: “A ‘geladeira’ já não é tão fria como antes”. Sua pele confirma o que os cientistas dizem desde as revistas especializadas: “o planeta está esquentando e num ritmo acelerado”. Calcula-se que este século a temperatura aumentará em 2,2 graus, quatro vezes mais que o aquecimento dos últimos cem anos.

Os países desenvolvidos concordaram em assinar o Protocolo de Kyoto, a fim de limitar ou reduzir suas emissões de gases de efeito estufa. No entanto, os resultados até o momento não mudaram o sombrio panorama sobre o qual nos alertam os ambientalistas.

Além disso, os Estados Unidos, a mais poderosa economia da órbita, negou-se sistematicamente a assinar este compromisso, apesar de que sua indústria e seus automóveis façam parte do problema. Importantes publicações científicas alertam sobre o acelerado desaparecimento de biodiversidade marinha, como conseqüência da pesca excessiva e da deterioração dos ecossistemas marinhos.

Uma das predições mais preocupantes assinala que se não forem tomadas medidas oportunamente poderiam desaparecer várias espécies antes de 2050. Outras notícias sobre o mar manifestam que mais da metade dos corais do mundo poderiam desaparecer em vinte e cinco anos devido às altas temperaturas, aos resíduos da construção e à invasão de outros agentes tóxicos.

O 30% dos recifes de coral do mundo morreram desde 1956, e outros 30% sofreram danos sérios. Nos corais se refugiam e vivem uma multidão de animais e plantas condenadas a desaparecer com o seu habitat. Seria necessário somar o dano nos solos e devastação pela forma de agricultura intensiva, a destruição progressiva das matas sem ações efetivas para controlá-la e o esgotamento das fontes de energia tradicionais, como o carvão, o petróleo e a madeira.

É necessário tomar medidas e é necessário fazer isso de maneira urgente. E todos, em todos os lugares, devem fazer uma contribuição significativa para que a sentença de Albert Einstein, não recaia sobre nós, quando afirmou que “a vida é muito perigosa. Não pelas pessoas que praticam o mal, mas sim por aqueles que se sentam a ver o que acontece”.
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Alejandro Rutto Martínez. Jornalista e escritor colombiano vinculado como docente a varias universidades desse país. Autor de quatro livros e co-autor de outros três, nos quais se aborda o tema da liderança, da ética e do Desenvolvimento Humano. Visite sua página www.maicaoaldia.blogspot.com / Publicado em www.articulo.org

Pedagogía de la resistencia

MAESTROS Y ALUMNOS: UNA CONSTRUCCIÓN DIALÓGICA

Por: Fare Suárez Sarmiento

No cabe duda de que las agitaciones de la vida moderna han pronunciado aún más las fisuras entre la familia y la escuela. El desenfreno consumista y las relaciones impersonales en el hogar, desatan las complejidades del individualismo y reafirman la pérdida de la tradición cultural hogareña. Los modelos se cambian con la celeridad de la moda.

El olor rancio de los abuelos ya no rebota en las paredes de las casas. La confinación a cuartos lóbregos bajo el cuidado de extraños no deja esparcir la sabiduría del tiempo gastado, in illo tempore recogida por los oídos atentos y perplejos de los nietos, como nutriente de su fantasía natural. En otros casos (apostémosles a la mayoría) los abuelos se resisten a rendirle cuentas al tiempo, más por la inflación del espíritu causada por los piropos de los hijos y por la estimulación tardía de una vanidad que ya teme acercarse al espejo. En ambos casos, los niños perdieron un muslo confiable y dejaron de percibir la autoridad afectiva en los consejos y reprimendas. Hasta Dios servía de instrumento validado por la tradición para afianzar la educabilidad de los niños. A la familia se le denominaba núcleo por la uniformidad y connivencia, por las distancias entre adultos y niños, por los grados de afecto y niveles de protección, lo cual constituía lo que Savater denomina “socialización primaria”, es decir, principios y fundamentos éticos, morales y sociales con los que el niño llegaba a la escuela y facilitaban su adaptabilidad. En voces de los expertos, la familia educaba y la escuela enseñaba.

Hoy la escuela no está preparada para iniciar procesos eficaces de adaptabilidad. Ni siquiera la inclusión calificada de sicólogos, consejeros, Sico orientadores y consultorios al estilo “doctora corazón” pueden rehabilitar a los niños que no transitaron por la socialización primaria y muy poco podrán hacer para evitar las influencias de un mundo plástico donde prevalece el fetiche del dinero y la vida fácil, porque “si los padres no ayudan a los hijos con su autoridad amorosa a crecer y prepararse para ser adultos, serán las instituciones públicas las que se vean obligadas a imponerles el principio de realidad(*) no con afecto sino por la fuerza (Fernando Savater: El Valor de Educar, p.65)

-(*) Fernando Savater utiliza la expresión --principio de realidad- en términos de reconocimiento y conciencia de los derechos y deberes.

La escuela continúa siendo un rectángulo de colisión de intereses, ideologías, y disputa por el poder; un escenario ideal para que la cultura del hogar acompasada con la de la calle subsuman la cultura escolar, la dobleguen y satanicen sin más límites que los impuestos por la represión y la sanción. Los expertos se refieren a esta circunstancia con el ingenuo título de grupos heterogéneos. Las relaciones maestro alumno no quedan determinadas en razón de las funciones del uno y del cumplimiento de los deberes del otro. El clima escolar tampoco es un ingrediente arbitrario que surge espontáneamente en virtud de las circunstancias específicas marcadas en el proyecto educativo. Es más, el clima de la escuela se le impone al proyecto, lo sobrepasa y cuestiona sus respuestas, cuando osa retomar el control.

¿Qué hay de atractivo y cautivante en la escuela que incentive la permanencia de los alumnos? Ni siquiera los festejos y conmemoraciones los seducen. Más bien, son los momentos de la alerta general, la ocasión para expresar sus odios porque la escuela no ha logrado llenar sus vacíos afectivos. La euforia se colectiviza y lo material se deshace bajo el ímpetu de una rebeldía que desacraliza, corrompe y destruye todo aquello que le recuerda el fracaso, la incomprensión y el cautiverio. “Por ello, es importante considerar el comportamiento de los estudiantes no como una medida de incapacidad aprendida sino como una forma de indignación política y moral. Los estudiantes se resisten a lo que la escuela les ofrece, incluyendo los elementos subliminares de la instrucción –lo que se conoce comúnmente como “currículo oculto”, para sobrevivir con un mínimo de dignidad a los caprichos de la esclavitud cultural y de clase.” (Mclaren, p.65)

La cultura dominante seguirá buscando nuevas formas alienantes de invasión. Esa es la función política de preservación de una élite que reproduce y estereotipa sus arraigos ideológicos en la escuela. La cosificación de los contenidos, la estandarización de los saberes y las habilidades de pensamiento dejan al descubierto la intención de reducir el conocimiento, limitar los significados y traducir la metacomprensión en escala monosémica, en una despiadada robotización de maestros y alumnos. “Prohibido pensar” deberían decir las tablillas que identifican las aulas. Esta circunstancia –entre otras anotadas- marca las tensiones en la escuela y los maestros se hunden en el fortín de la academia para restarle tiempo a la reflexión. Saben que la pugna late en el aula, pero no se abre para que la confrontación tenga lugar y señalarles a los alumnos las causas de esas tensiones. La pedagogía de la resistencia busca descifrar la maraña del secuestro ideológico por fuera del discurso inocente y reproductor de la ideología dominante y convertir el aula en el osario de los enlatados curriculares.

Redefinir el camino y trazar líneas de acciones políticas sobre las cuales descansen los fundamentos ideológicos que han de iluminar el currículo, es tarea de maestros y alumnos. Pero no el maestro que llena el tablero con el marcador, ni aletarga a los alumnos con el imperio egoísta de su voz, sino el sujeto confiable que atiende los murmullos e incrementa la sed de protagonismo de los alumnos. El maestro, que de una vez por todas, comprende que “Si el conocimiento en todos sus aspectos – del tipo lógico, es decir, información, procesos y disposiciones o propensiones- es derribado y transformado en mercancía, entonces puede ser acumulado de la misma manera que el capital económico. La calificación de un buen alumno significa la posesión y acumulación de una gran cantidad de habilidades al servicio de intereses técnicos.” (Michael W. Apple. P.31).

Habilidades traducidas en competencias que marcan el destino de la clase desprotegida desde el momento que entra en contacto con la escuela. La disposición del diseño paradigmático y los modelos pedagógicos estereotipados falsifican las estrategias de enseñanza y ponen en riesgo la garantía del aprendizaje. La escuela toma, asume, adapta y asimila los recetarios oficiales aun a sabiendas de que colocan en vilo las libertades y pulverizan cualquier asomo creativo de maestros y alumnos. El estudio y análisis del contexto socio cultural fue sólo una quimera, un distractor retórico que la escuela no pudo reivindicar como fundamento sine qua non para apropiarse del espíritu de la Ley y cimentar las bases de la filosofía institucional. Peor le va a los estudiantes.

El proyecto educativo les pide que desarrollen y practiquen un auténtico “sentido de pertenencia” impulsado por aquellos valores éticos y morales que la escuela predica pero cuya formulación y aceptación llegaron empaquetados a la escuela. ¿Cómo asumir como propio unos reguladores sociales y unos códigos culturales que no me identifican ni representan? Difícil tarea de la escuela pretender que los alumnos activen el dispositivo cultural de la obediencia y la sumisión en cumplimiento de algo totalmente ajeno a su imaginario social y distante del verdadero saber hacer que marca la individualidad y reafirma las diferencias.

La Pedagogía de la Resistencia mantiene la utopía de la colectivización de un proyecto educativo que vulnere los preceptos ideológicos de la clase dominante y redefina el concepto de comunidad para que se inspire en ella y le logre extraer la historia, la cultura y los sueños. Desde allí, podríamos empezar a debatir sobre nuestra realidad nacional y el real papel y función de la escuela frente a esa realidad.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Transmisión de mando en Policía Guajira




ANNP. Mayo 18 de 2010.

Riohacha-La Guajira. En ceremonia policial presidida por el señor Mayor General RAFAEL PARRA GARZON, Subdirector de la Policía Nacional, asumió el día de hoy a las cinco de la tarde, como nuevo Comandante del Departamento de Policía Guajira, el señor Teniente Coronel. HECTOR MIGUEL CRUZ ROCHA.

El alto oficial quien es egresado de la Escuela de Policía General Santander, desde hace 24 años, ha laborado en diferentes departamentos y direcciones del país, como Dirección de Inteligencia, Dirección de Investigación Criminal, Dirección Antinarcóticos, Metropolitana de Bogotá, y en los departamentos de Cundinamarca, Guaviare, Uraba, Antioquia, entre otros.

El señor Teniente Coronel Cruz Rocha, viene de desempeñar el cargo de Subcomandante del Departamento de Policía Antioquia.

Dentro de su misión en este departamento está la de fortalecer los vínculos Policía Comunidad, autoridad civiles, con el propósito de velar por la seguridad ciudadana, de la misma forma reducir los índices delincuenciales de todo el departamento, igualmente la implementación de modelo de vigilancia Comunitaria y de los planes integrales de convivencia y seguridad ciudadana en los municipios de La Guajira. El nuevo Comandante del Departamento es oriundo de la ciudad de Bogotá, casado, padre de dos hijos.

“Policía nacional de los Colombianos, todos con el mismo corazón”

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