Por: José Carlos Molina
Desde el 5 de octubre día en que los trabajadores de las minas de la sal de Manaure votaron la huelga (SINTRASALINA FASE II) iniciaron para ellos un proceso difícil, desconocido y tortuoso, para un sindicato sin recursos económicos que le permitan adelantar un proceso de esta naturaleza.
Sin embargo y solo porque la empresa SAMA LTDA, se negó a firmar el pliego de peticiones y agotada la etapa de arreglo directo, sin la esperanza de un acuerdo justo, digno y legal, les tocó acogerse a esa herramienta constitucional y desde el día 11 cuando declararon la hora cero que dio inicio la huelga, los trabajadores se encuentran a las afueras de las instalaciones de la empresa, bajo las inclemencia del clima, afrontando con dignidad su proceso, cuyo panorama no es el mas halagador, debido a que la empresa se encuentra enredada en un problema administrativo que no le ha permitido resolver el conflicto laboral; mientras tanto, todos pierden: Colombia, La Guajira, los socios, los trabajadores y ello ocurre bajo la indiferencia colectiva.
Se dice que el día martes 19 de octubre de 2010, hay una orden de entrar y romper las cadenas por la fuerza, para terminar con la huelga. Si ello es verdad y no es un simple rumor para amedrentar a los obreros, estaremos presenciando de manera impotente una tragedia colectiva; porque esos aguerridos obreros no cederán jamás por la fuerza, su dignidad de obreros no se los permite.
Los medios de comunicación no le han dado el despliegue y la importancia que este conflicto colectivo merece, por eso por este medio alternativo de comunicación alerto al pueblo Guajiro en particular y a Colombia y el mundo de lo que ocurre en las Minas de sal de Manaure.
Los obreros no solicitan en su pliego cifras descabelladas que pudieran hacer entrar en crisis económica a la empresa y la mayoría de sus peticiones son elementos que ya están contemplados en la ley, pero que la empresa no se les reconoce.
JOSE CARLOS MOLINA
ABOGADO
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