Por: Hernán Baquero Bracho
Dentro de un mismo país, es decir como parte de un gran territorio nacional, pueden existir regiones, sub-regiones o áreas geográficas que por el hecho de estar limitadas administrativamente, pueden considerarse por sus características socio-económicas y físicas; y especialmente para efectos de análisis económico como un país dentro de otro mayor.
En Colombia existen varios casos, y uno de ellos, el más nítido y relevante por su actual potencial para efecto del desarrollo nacional es el Departamento de Guajira, hasta hace muy poco tiempo región olvidada y atrasada y prácticamente inexistente para muchos compatriotas.
En efecto, este departamento costeño, poseedor de prácticamente todos los climas, altitudes y geografías Colombianas, permite en razón de su potencial económico sectorial y características espaciales; de la formulación de un programa o plan integral de desarrollo como el nacional, aun prescindiéndose de que forma parte de un territorio, o unidad económica o estructura política- administrativa mayor que es la Colombiana.
En La Guajira, se identifican muy claramente cuatro grandes zonas geográficas que corresponden también a actividades económicas especializadas y complementarias, que le permiten estructurar un modelo de desarrollo económico y social de “auto suficiencia” fundamentado en un sector básico exportador y transformador, que es el minero y gasífero - los cuales constituyen la ventaja comparativa- y en otros tres sectores económicos de soporte que son el agropecuario, el portuario exportador y el político administrativo, para no referirnos si no a los más relevantes.
La primera gran zona que podría denominarse “minera” está constituida básicamente por los municipios de Maicao, Hatonuevo , Albania y Barrancas, y próximamente Fonseca, así como Manaure, Dibulla y Riohacha cuya población debe mediante las acciones públicas y privadas, derivar y sustentar su ingreso fundamentalmente de la minería del Carbón, y de la explotación gasífera, lo cual además de generar las divisas necesarias para el desarrollo del Departamento (como en efecto ha venido ocurriendo, pero atomizados por unos planes de desarrollo que no están acorde con el desarrollo de la comunidad), como sector prioritario y básico, le adiciona mediante la transformación en energía con el gas natural el potencial industrial manufacturero, debido a que por su localización geográfica este Departamento se haya próximo a Europa y principalmente a la cuenca del Caribe donde existe déficit crónico de energía.
La segunda zona, que podría llamarse la portuaria, estaría comprendida entre Uribía, Manaure y Dibulla. Es en esta gran franja de terreno especialmente a lo largo del eje de transporte o carretera que une a la capital indígena de Colombia, con Puerto Bolívar, en donde se deberían establecer parques de producción industrial manufactureros e inclusive zonas francas (en Dibulla donde se está construyendo un puerto multipropósito, que aumentaría las ventajas comparativas de nuestro Departamento) en los cuales se combinen mano de obra barata y la energía abundante, con la tecnología y el capital extranjero. En adición esta gran zona de terreno al norte de la península, posee lugares de alto potencial turístico, que con las otras riquezas: Sal, calizas, varita, yeso, mármol etc. Dan paso a una mayor y mejor diversificación de actividades soportes al desenvolvimiento portuario y de comercio exterior.
La tercera zona geográfica identificable y de enorme importancia en La Guajira es la llamada agropecuaria. Que comprende los municipios del sur del Departamento desde Fonseca hasta la Jagua del Pilar complementado con el Municipio de Dibulla y la zona sur de la capital Guajira. En esta fértil y exuberante región, el potencial de producción alimentaria es prácticamente ilimitado, si se introducen sistemas de cultivo de revolución verde y, especialmente de regulación y conservación del agua, ahora que un futuro próximo entra a operar el mega proyecto de la represa del Ranchería y el distrito de riego de San Juan del Cesar.
El sur del Departamento debe ser sin duda desarrollado, hasta los límites de la diversificación y la producción exportadora, pues no solamente allí se pueden extraer los alimentos para los nativos, si no que de hecho se pueden producir excedentes de alta calidad para los hambrientos mercados internacionales. Y ahora con la era de los Biocombustibles, se cuenta con diversas zonas aptas para las tecnologías de punta, incluyendo a Uribía y Maicao. El desarrollo de la palma de aceite así como las tecnologías de avanzada en el cultivo de banano orgánico pondría a nuestro departamento a la vanguardia de la diversificación y optimización de la agricultura en la región Caribe.
La cuarta zona, por último, es la llamada político – administrativa en donde está situada, la capital del Departamento, Riohacha. Allí es fundamental el desarrollar toda la estructura de administración pública de educación superior y de reconvención social, que el Departamento necesita para dirigir sus destinos y para tomar para su crecimiento armónico, las decisiones que día a día que de lejos, para efectos del tiempo ignorancia y espacio, no se puedan tomar.
La Guajira entonces, puede verse como un pequeño país compuesto de cuatro grandes zonas básicas y de actividades económicas complementarias, las cuales con las otras extensas áreas del territorio y lo que allí se haga, permiten el modelaje de un sistema económico “Autosuficiente”. ¿Cuándo iniciaremos esta gran obra?