martes, 29 de julio de 2008

MÁS RESPETO HACIA LOS INDÍGENAS


José Narosky: "Cuando leo que se asesinó a un hombre quisiera ser analfabeto".
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Por: WALJADIS RAFAEL BANDA SOLANO
Asesor Indígena Zenú

El pasado Domingo 27 de Julio de 2.008, en las horas de la Madrugada, el Indígena Zenú, JORGE MANUEL PEÑATES PADILLA, de 29 años de edad, fue vilmente asesinado, por personas desconocidas, junto a su residencia, en el Barrio San Antonio del Municipio de Maicao. Este homicidio es repudiado por la Comunidad Zenú, por todos los Indígenas del país y por toda la sociedad Maicaera.

En estos momentos en donde el dolor se confunde con la razón y en medio de un intenso llanto, el papá y algunos familiares, del desaparecido indígena zenú, nos pedían que este crimen no quedara impune y que sentáramos el precedente de la inconformidad y hacia el respeto por la vida de las personas y especialmente de los indígenas, que pierden la vida por el accionar de bandas delincuenciales o de individuos inescrupulosos, que buscan el placer acabando con la vida de un ser humano.

Este joven, como muchos otros, que también han encontrado la muerte en circunstancias parecidas, quien al llegar Maicao se dispuso a trabajar vendiendo tintos y mucho después a ser ayudante de albañilería y que en estos momentos se encontraba estudiando en la Institución Nº 3 de este municipio, terminando su Bachillerato, era una persona humilde de buen corazón y con mucha responsabilidad para segur adelante. En hechos que son materia de investigación, se encontró de frente con la muerte en unas circunstancias atroces, que prefiero no describirlas para no recordar tan lamentable suceso.

La comunidad Zenú, conjuntamente con la sociedad maicaera y con la colaboración de los amigos tinteros, del Depósito el Futuro y de la Administración Municipal, realizó una colecta para realizar las exequias y traslado al municipio de Tuchín, del fallecido Jorge Peñate Padilla. Al momento de escribir este Articulo, los restos se encontraban varados en el Municipio de la Paz, pero Dios es quien decide y rogamos que este proceso termine bien, sin ninguna dificultad, para que se le dé Cristiana Sepultura, en su terruño, cerca de su familiasy amigos.

Más respeto a los indígenas, es lo que pedimos, que las autoridades competentes, nos ayuden a esclarecer este hecho y que la cooperación de la comunidad sea eficaz.

¡¡¡¡Equidad de género, es cuestión de mujeres!!!!!!




Ruyard Kiplyng: "La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre"

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Por Aurys Pérez Ortiz

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Directora del programa de Administración de Empresas de la Universidad de la Guajira

Administradora de Empresas
Especialista en Gerencia Social


Género es un concepto o una categoría utilizada para analizar y comprender los aspectos
culturales que explican las diferencias y la situación de inequidad, de discriminación, la falta de
derechos y la opresión en que tradicionalmente ha vivido la mujer.

En mi experiencia laboral en el SENA como instructora de un hermoso programa denominado desarrollo empresarial con enfoque de género que solo se maneja en 4 departamentos del país en los cual hay presencia indígenas, y donde tuve la oportunidad de compartir con muchas mujeres de diferentes municipios Maicao, Uribia, Manaure , San Juan y Riohacha, el cual se trabajó abierto por la condición pluriétnica de nuestro departamento, en donde habitan más de 5 etnias, y la experiencia del compartir con ellas y sus vivencias solo me lleva a analizar que, en todas las sociedades, las mujeres y los hombres desempeñan ocupaciones diferentes y asumen diversas responsabilidades en las actividades del hogar.

En el caso de la mujer, el trabajo y la familia siempre están vinculados entre sí y gran parte de sus labores no son retribuidas monetariamente, aún cuando sean tareas productivas. Por su parte, el hombre suele desempeñar un papel marginal en las labores domésticas, ya que en teoría es a él a quién le corresponde realizar el trabajo retribuido fuera del hogar.
Las diferencias existentes entre mujeres y hombres en cuanto al acceso a los recursos económicos --crédito y tierra incluidos--y al ejercicio del poder y a la participación en las instancias ejecutivas, limitan las posibilidades de autonomía económica de la mujer, impidiéndole de esta forma, asegurar un mejor nivel de vida para sí misma y quienes de ella dependen. El acceso restringido de la mujer a los recursos productivos ocasiona un impacto negativo sobre la productividad del trabajo femenino.
En todas las sociedades, las mujeres asumen la principal responsabilidad de la crianza de los hijos y el cuidado de ancianos y enfermos, además de la mayor parte del trabajo doméstico. A esto le llamamos la triple jornada laboral, La vida de la mujer es afectada fuertemente por su vida reproductiva, la cual tiene una clara y directa influencia en su estado de salud, las oportunidades de acceso a la educación y al empleo y en los ingresos propios y de su familia. En las sociedades donde las mujeres se casan muy jóvenes y a una edad inferior que la del hombre, la subordinación de ésta al marido es más intensa y sin lugar a dudas, condiciona fuertemente sus posibilidades de educación y de trabajo retribuido.
Sumado a esto el abandono de los hombres en los hogares por motivos de desempleo e inestabilidad de los lazos conyugales, violencia doméstica, o maltrato intrafamiliar, ha ocasionado un incremento de los hogares encabezados por mujeres. Por otra parte, con frecuencia el número de viudas se incrementa debido a la problemática social en la que a diario vivimos, asumen el papel de padre y madre al mismo tiempo.
El monopolio del hombre en la toma de decisiones, esto es, el control del poder tanto en la sociedad como en el hogar, llevó, hasta hace poco, a considerar que las características asignadas al sexo masculino eran valiosas y aquéllas asociadas al sexo femenino desvalorizadas. Un mundo hecho a la imagen y la semejanza de los intereses del hombre.
El desarrollo de la ciencia, la tecnología, los movimientos de defensa de los derechos de la mujer y el avance de la cultura de protección de los derechos humanos han ayudado a explicar estas situaciones y a proponer cambios legales y culturales para revalorizar el trabajo de la mujer, para acabar con los mitos sobre "la natural condición femenina del sexo débil", para proponer acciones encaminadas a mejorar su condición, darle igualdad real con el hombre y cambiar la imagen social femenina de ser dependiente y subordinada, tanto en el terreno familiar como en el laboral.
Es importante señalar que el hecho de analizar la realidad “desde el género” no implica considerar a todas las mujeres como iguales. Aunque las mujeres comparten experiencias, fuerzas y obstáculos que les otorgan necesidades e intereses comunes –los cuales pueden, en determinadas circunstancias, propiciar su unidad como grupo, las formas de subordinación social y económica, y de vulnerabilidad, son tan complejas y están tan individualizadas como las personas que las sufren.
De la misma forma, trabajar con mujeres no significa que automáticamente se tengan en cuenta los aspectos relacionados con la desigualdad de género; esto se debe a que, a pesar de que las relaciones de género están siempre presentes, tomarlas en consideración requiere un interés especial en descubrirlas, aplicando para ello herramientas conceptuales y analíticas que permitan poner de manifiesto los procesos que producen y reproducen las relaciones de poder entre hombres y mujeres.
Las mujeres han demostrado a la hora de asignación de tareas que son tan competente como los hombres. Ellos, a quienes por generaciones se les le ha asignado la responsabilidad como cabeza visible del hogar (corintio 11-3), han dejado un espacio que las mujeres han conquistado para poder suplir sus ausencia y escalar en un mundo donde solo los hombres tenían cabida.
A nivel país el SENA ha jugado un papel fundamental porque le ha dado a la mujer una formación integral donde ella ha tenido la oportunidad de replantar su estilo de vida y romper con muchos esquemas mentales; hoy vemos una mujer más preparada, luchadora y sobretodo muy emprendedora de los nuevos retos que este mundo globalizado exige, empoderándose de la oportunidad que su entorno le proporciona y sacando el máximo provecho de él.

EL MARIDO DE COLOMBIA

Escrito por: Armando Olmedo L.
Hace algunos años dejó de existir en Fonseca Andrés Carias Cotes, quien era marido de Colombia García. No sé si ese era el nombre verdadero de esta apreciada dama, pero todo el mundo la conoció en el pueblo. Así, Andrés se jactaba de ser marido precisamente de Colombia y con algo de ironía expresaba que todos los colombianos eran sus hijos.

De manera similar, pero con sus diferencias, se expresaba Bernardino Mejía en Shiapana, alta Guajira, respecto a su madre Colombia, matriarca de la raza Wayúu, cuando decía que era dos veces hijo de Colombia; de Colombia su madre y de Colombia su patria querida.

Las dos anécdotas me sirven para hacer este escrito, mediante el cual he querido rendirle honores al señor Presidente de Colombia Dr. Álvaro Uribe Vélez. Una persona menuda, sencilla, de baja estatura, que hasta frágil parece. Pero poseedor de una riqueza en valores morales, unidos a una formación y convicción de la capacidad del pueblo colombiano, en la cual él cree y se ha propuesto enrumbar el destino del país, junto con los mejores hombres que lo acompañen y lo ayuden a desmontar maquinarias corrompidas, administradas por unos pocos, que se han querido perpetuar en el gobierno, haciendo de el país un lugar inhóspito y al que nadie quiere visitar.

Pero se han equivocado, porque Álvaro Uribe Vélez, se está comportando como un verdadero marido de Colombia y la está haciendo respetar, extirpando todo lo malo, pero de una manera razonable y convidante a la pacificación, mediante convocatorias dirigidas a los grupos al margen de la ley, para que depongan las armas y todas las demás formas ilegales, que les permita la reinserción a la vida ciudadana. Corazón abierto y mano tendida, pero de acuerdo con la Constitución y las leyes.

Presidente usted no esta solo, un pueblo ansioso de paz y de trabajo, pacifico y trabajador (no importa la redundancia, así le damos más fuerza a, lo que queremos decir) lo estamos acompañando, porque creemos en usted, lo queremos mucho y estamos seguros que
no nos está engañando.

No es Uribe un extraterreno, ni representa un “Rambo”, ni un “Robocot”, tampoco es el hombre perfecto ni se lo imagina, no se cree un mercenario capaz de sobrevivir en las condiciones más adversas, pero tiene una capacidad de trabajo y de compromiso con Colombia, que supera lo normal y da ejemplos para imitar y demostrar que cuando hay voluntad se logran los objetivos. Es un colombiano normal y corriente que ríe, canta y llora.

Cristiano activo y creyente, respetuoso y obediente. Hogareño, hasta donde se lo permiten sus muchos compromisos, enamorado de su familia. Base de su condición humana, que intenta replicar en todos los actos de su vida, demostrando de esa manera que haciendo lo simple se resuelven los problemas más complicados.

Al Dr. Álvaro Uribe Vélez no le tiembla la mano para tomar decisiones con respecto a la corrección de entuertos y se enfrenta todas las adversidades, poniéndole el pecho a la brisa y acompañado de la mayoría de los colombianos de bien, el sabe que saldrá victoriosos en lo que se ha propuesto, asume responsabilidades, acepta equivocaciones y da la cara.

El quiere hacer de Colombia un país, para todos, donde reine la paz y la comprensión, acabando la corrupción, (madre de la violencia) desterrando toda forma de iniquidad los cuales son objetivos del señor presidente y juntos Colombia, Uribe y sus hijos - hermanos todos, entonemos un himno a la vida y a la paz de este sufrido pueblo granadino, que merece mejor suerte. Y que necesita, Dr. Álvaro Uribe, verdaderas acciones sociales que le resuelvan dificultades primarias en salud, alimentación, educación, vivienda y empleo, por no tocar sino las más importantes, con las cuales usted está comprometido y el pueblo las está esperando, más temprano que tarde.

Dedíquenos un ratito, acuérdese de esta lejana Guajira, tan rica pero tan mal administrada y siga gobernando que nosotros lo seguiremos apoyando

lunes, 28 de julio de 2008

Maicao en la década de los sesenta

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Vamos a mirar la historia de Maicao paso a paso desde la década de los sesenta y años sucesivos, de los cuales puede dar testimonio este servidor como testigo presencial de varios de los hechos que se sucedieron en este pueblo de nuestros amores.

Antes que nada de nada debo hacer dos advertencias:

1. Este registro no puede ser completo porque me limitaré solo a mencionar hechos que haya conocido de vista o de oídas y, lógicamente, no vi ni oí todo lo que sucedió en diez años.

2. Tampoco esperen objetividad porque la mayoría de las líneas fueron escritas no por los dictados del cerebro, sino por los de un órgano situado unos treinta centímetros más abajo, en donde se supone que residen los sentimientos.

Debo aclarar que nací a mediados de la década sobre la cual escribo y por eso no es mucho lo que la memoria guarda. Recuerdo eso sí que la gente andaba en burro en caballo y en mulo. Los burros mulos eran utilizados también para transportar el agua. Como este líquido siempre ha sido escaso algunas personas se las ingeniaron para hacer rodar por el suelo un barril acostado al que llamaban pipa. El barril era arrastrado por un burro o mulo (los caballos eran animales aristocráticos y no eran sometidos a estas duras faenas). Quienes así vendían el agua no podían llamarse de otra manera: Piperos. Y eran personajes muy importantes en el pueblo.

Algunos se transportaban en unos vehículos a los cuales se adhería un instrumento llamado "manigueta" para poderlos encender. Mi papá vino desde muy lejos y para llegar hasta aquí debió tomar un tren de Turín a Génova desde donde se vino en barco a Buenos Aires y desde allá hasta Bogotá por tierra. Debió llegar cansado mi viejo pero no tanto porque siguió derecho hasta Nazareth en la Alta Guajira y desde allá hasta este pueblito de pocas casas de donde no se iría jamás.

Mi mamá hizo un viaje más corto porque vino desde Riohacha: apenas cuatro horas que eran las que empleaba un bus mixto para el recorrido de noventa kilómetros (Riohacha y Maicao, siendo más pequeñas, quedaban más distantes). Y no vino sola: de su matrimonio anterior le habían quedado tres muchachos morenos ella. Mi papá era italiano pero era blanco como un vikingo; o como un papel de xerocopia y así mismo salí yo.

Mi viaje hacia Maicao fue más cómodo que el de ellos: no vine en múltiples vehículos como mi papá; ni en bus mixto ("bus escalera" o "chiva" le dicen en otras partes); ni a lomo de burro, caballo o mulo como otros lo hicieron. No señor. Mi llegada fue en el cómodo, fuerte y tierno pico de una cigüeña que era como los niños veníamos en ese entonces.

Según me cuentan los mayores fui el primer bebé blanco del barrio (y posiblemente del pueblo) así que el hecho causó conmoción. Los vecinos y parientes iban y venían y comentaban cosas en voz baja para que mis padres no los escucharan; pero los que hablaban eran tantos que ellos no tuvieron más remedio que oírlos.

Y lo que oyeron no les agradó mucho: "qué pelaito más pálido" "y feo, ¿no lo viste?"; "nació, sin sangre", "ese no dura mucho", "pobrecito el italiano, él que quería tené su muchachito y vé con lo que le sale Isnelda", "claro, como ella tiene ya sus hijos".

Eso era lo que halaban los visitantes entre ellos. Otros se atrevieron a decirles cosas duras en la cara a los nuevos papás. Una parienta le preguntó a mamá: ¿"tú quieres eso"?. La respuesta fue una mirada digna y palabras...que no pueden repetirse por impublicables. A mí papá un vecino le dijo: "Compa, ¿no le preocupa que el niño sea tan blanco? Y la respuesta fue: "me preocuparía más si fuera negro".

Yo no sé si haya en el mundo otro caso como el mío de discriminación a los blancos: debí soportar apodo relacionados con el color de ciertos animales; con la palidez de mis extremidades con mi contextura raquítica...en fin. Creo que el mundo se perdió un buen futbolista porque no me atrevía a ponerme un pantalón corto. Aprendí a soportarlos. Y como eran tantos y no podía con todos me uní a ellos y me hice sus amigos. Y dejaron de montármela.

Para la época lasa casas eran de barro y madera. La estructura era rectangular y el techo era de zinc y lo construían en forma de triángulo. Pero el techo era tan alto que hubiera servido casi para albergar un segundo piso. Para entonces no se habían inventado los pasillos (o por lo menos, nuestros diseñadores no los empleaban) de manera que, para pasar de la sala a una habitación era necesario pasar por otra u otras.

La privacidad ni existía, ni se estimaba necesaria. Los patios eran extensos y estaban separados por alambre de púas o cercas de madera ("de palo" le decían). Todos en el vecindario tenían gallinas, pavos y cerdos. Y es fácil imaginar los incidentes por las frecuentes pérdidas de estos animales. Algunos vecinos eran llamados, secretamente, "la onzita", "el zorro" y apodos por el estilo.

Yo crecí rodeado de mucha, mucha gente porque en mi casa había un alambique en donde mi padre preparaba un buen "chirrinchi" y le llovían clientes de la Alta Guajira y Venezuela. Mi mamá complementaba el negocio familiar con una tienda enorme en donde se abastecían los vecinos y los viajeros.

El pueblo era pequeño pero su comercio comenzaba a despuntar. Mi papá vivía feliz después de cuatro años de soltería en los cuales su única vida social era la reunión con unos paisanos con quien se sentaba a tomar whisky mezclado con coca cola. Siempre después de las seis. Siempre en la puerta de la calle. Hablaban de todo. De la patria lejana. Del crecimiento del pueblo. De los nuevos habitantes. De todos, menos de novias, creo yo. Aquellos paisanos eran curas capuchinos y trabajaban como misioneros en la región. Pronto les hablaré de la década de los setenta.
Por ahora la memoria no me da más. Será hasta entonces.

LA HORMIGA Y LA CIGARRA

Amylkar D. Acosta M[1]

El gobierno nacional presentó una iniciativa de la mayor importancia al Congreso de la República para su trámite, se trata del Proyecto de Ley estableciendo un mecanismo ahorro forzoso entre un 8% y un 12% de las regalías directas percibidas por parte de los entes territoriales.

Este Proyecto estaba bien encaminado y estaba plenamente justificado, dada la conveniencia y la oportunidad de tomar medidas tendientes a conjurar situaciones críticas en las finanzas territoriales, que pueden presentarse en la medida en que las reservas remanentes, especialmente de crudo, ya traspasaron su punto de inflexión y están en franca declinación. Con ello, se buscaba diferir en el tiempo la inversión de parte de las regalías ahorrando en las épocas de vacas gordas y, de paso, apalancando financieramente el acometimiento de proyectos de largo aliento.

Los recursos que se captaran por esta vía irían a parar a cuentas individuales de depósito administradas por FINDETER, garantizando la estabilidad fiscal de las entidades territoriales en el largo plazo. Se calculaba que en el transcurso de los próximos diez años, contados a partir de 2008, se podrían ahorrar $2.49 billones, aproximadamente, de los cuales $1.81 billones corresponderían a regalías provenientes de la explotación de hidrocarburos, $0.63 billones más por concepto de carbón, $40.000 millones de níquel y $10.000 millones correspondientes a metales preciosos.

La mera existencia de este Fondo, les abriría las puertas para que pudieran acceder tanto a recursos de cooperación internacional como a los recursos de créditos blandos con las entidades multilaterales, tales como el BID o el Banco Mundial. Desafortunadamente esta loable iniciativa se malogró y se echa de menos en el paquete de proyectos anunciados por el alto gobierno para la legislatura que comienza.

Claro que el gobierno nacional no predica con el ejemplo, pues a contrario sensu de lo que pretendía con este Proyecto, por otro lado, a través del artículo 45 de la Ley 1151 del Plan Nacional de Desarrollo Estado Comunitario: Desarrollo para todos 2006 – 2010 dispuso desahorrar los recursos del Fondo de Ahorro y Estabilización Petrolera (FAEP) para financiar el déficit recurrente de las finanzas del gobierno central. En las actuales circunstancias del país, en los que se vislumbran tiempos difíciles, en la medida en que las tendencias que favorecieron un mayor crecimiento del PIB se empiezan a revertir y el gobierno está apurado con la revaluación de la moneda, de cuánta utilidad no hubiera sido contar con el FAEP.

Chile, en cambio, acaba de constituirlo en previsión del impacto que puede llegar a tener en su economía los vientos recesionistas que ya se avizoran en la región. Todavía estamos a tiempo de rectificar este mal paso que en mala hora se dio, si queremos blindar la economía y las finanzas públicas frente a los avatares que nos esperan; lo que ahorremos ahora, contribuirá a aliviar la presión sobre la apreciación del peso, al propio tiempo que le permitirá contar con un respaldo para enfrentar la época de las vacas flacas cuando esta se presente. Como le dijo la previsiva hormiga a la disipada cigarra en la fábula de Esopo: “recuerda, es mejor prevenir que lamentar”. Coherencia, por favor!

Riohacha, julio de 2008
www.amylkaracosta.net



[1] Ex presidente del Congreso de la República

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