jueves, 21 de abril de 2016

Historias del aeropuerto (Parte 3)




Heinrich Heine:   Si quieres viajar hacia las estrellas, no busques compañía.


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez


Recomendación: este fragmento pertenece a un relato titulado LOS SECRETOS DEL ALMENDRO  que se ha publicado en tres entregas. Para comprenderlo mejor te invitamos a leer las dos partes anteriores en esta misma página. 

El avión se detenía en la pista. Sí, se detenía después de haber arrancado.  Una camioneta con los emblemas del Hospital se acercó y bajaron a una mujer que tenía  "la barriga hinchada”, al decir de un voceador de prensa.
-La barriga hinchada no, lo corrigió alguien. Está embarazada y está en trabajo de parto. De seguro la llevan al hospital para que la atiendan.

Todos se concentraron en la mujer y en los que la auxiliaban pero solo yo vi que alguien trató de bajar del avión pero lo jalaron desde adentro y lo obligaron a entrar. La puerta se cerró una vez más y el avión reanudó de nuevo su marcha para despegar y elevarse por los aires para su cotidiana confrontación con el viento, su encuentro con las nubes y el peligroso juego en el que desafiaba la gravedad, la más democrática de las leyes existentes.

Cuando la aeronave aún no tomaba gran velocidad apareció en la pista un singular personaje dando fuertes voces que superaban en intensidad el fuerte  ruido de los motores. Al tiempo que gritaba corría y gesticulaba para llamar la atención de los ocupantes del avión. Corrió con tanta velocidad  que logró ponerse cerca de la ventanilla de los pilotos y les hacía señas para que se detuvieran y les abrieran la puerta.

Era un hombre alto, como de 50 años de edad, flaco, de camisa blanca, pantalón blanco y vestido marrón. Vestía exactamente como el excéntrico vendedor de lotería de la calle 15. Lo reconocí al instante como el hombre que en el vuelo de la mañana había corrido detrás del último taxi del aeropuerto. Al parecer su destino era correr de un lado a otro y era lo que había hecho a lo largo de esa jornada: en la mañana corría desesperado para alcanzar un taxi y ahora corría, quién iba a creerlo, detrás de un avión en marcha por el oscuro asfalto de la pista de un aeropuerto de pueblo.

Todas las miradas se fijaron en el desdichado pasajero en su alocada e inútil carrera detrás del monstruo de los aires.  Yo me dediqué a verlo a él pero también miraba hacia las ventanillas en donde pude divisar el rostro nervioso de algunos viajeros y creí alucinar cuando me pareció presenciar un forcejeo en el interior de la nave.
El avión tomó el impulso final y levantó vuelo hacia los aires a una velocidad mayor que la del más rápido de los automóviles de la ciudad. Tuve la idea de que no había tomado el rumbo de costumbre y supuse que estaban tomando las previsiones necesarias para evitar los riesgos relacionados con  el mal tiempo anunciado por las autoridades meteorológicas. 

Miré la veleta de tela raída y color rosado desteñido: supe que el viento no soplaba en la dirección este-oeste acostumbrada sino en sentido totalmente contrario. ¿Sería por eso que el avión tomaba una ruta distinta? ¿O eran sólo ideas mías?

No tuve tiempo para seguir pensando en esto porque las fuertes voces del pasajero retrasado llamaron mi atención. Había dejado el maletín sobre una mesa y  se pasaba su pañuelo blanco sobre gruesas gotas de sudor (¿o agua?) que inundaban su frente. Ese día fue testigo de todas las maldiciones que un hombre puede decir cuando su frágil espíritu es abandonado por el dominio propio y se entrega mansamente en los brazos de la ira. 

Maldecía a la aerolínea por desconsideración con sus viajeros frecuentes; insultaba al piloto porque, a pesar de haberlo visto, no hizo lo posible para detener la nave; despotricaba contra el sistema aeronáutico nacional por su falta de previsión para atender casos como el suyo; se quejaba del tráfico pesado de una ciudad de calles inservibles en donde era imposible que alguien llegara a tiempo al aeropuerto; se lamentaba de las reuniones a las que no podría asistir esa tarde y decía palabras tan groseras que me hicieron recordar la pelea de dos comadres (la vendedora de arepas y la curandera) en la puerta de mi colegio la semana anterior.  

El hombre tenía un arsenal de epítetos contra el gerente de la aerolínea, contra los taxistas, contras los reguladores de tránsito y contra todo el que se le ocurriera.

Solo se calmó cuando Adelino, el gerente del Hotel Familiar, se le acercó, le puso la mano en el hombro y le habló en tono pausado:

-Deja la rabia, le dijo. Vámonos para el hotel, almorzamos y después jugamos dominó toda la tarde. Tú casi no descansas, aprovecha y disfruta de la tarde. Mañana temprano te vas en el primer vuelo. El alojamiento de hoy es por cuenta de la casa. ¿Te parece bien?

El tipo recogió de nuevo el maletín, echó su última maldición y se dejó guiar de mala gana por Adelino, rumbo al hotel en donde pasaría aquel fuerte aguacero y jugaría una partida de dominó que le ayudara a sobreponerse de la rabia que sentía. Casi nadie quedaba en el aeropuerto y el avión era un punto invisible en esa porción de cielo por la que nunca había visto circular una aeronave.
Cuando tomé mi bicicleta para regresar a casa vi por última vez al pasajero de la corbata junto con su hospedador. Juntos marchaban hacia el mejor hotel de la ciudad, sin tener la menor idea de lo que había comenzado a suceder.

Leer la parte 2

¿Quiénes Somos?

Somos un equipo de trabajo  dedicado a construir opinión desde la postura de la sensatez, la prudencia y la pluralidad de opiniones.  

Nacimos en Maicao, departamento de la Guajira, en el mes de diciembre del año 2007, en una época en que todos los medios de comunicación locales, especialmente las emisoras,  apagaban sus noticieros y la comunidad quedaba huérfana de espacios a través de los cuales informarse. 

Con el tiempo hemos crecido y hoy nos leen en más de 130 países de todo el mundo, en donde leen con avidez las notas que publicamos sobre casi todos los temas.    

Nacimos en Colombia, pero nuestro espacio es el mundo. Sin embargo, no nos olvidamos de que nuestras raíces están en La Guajira, una región maravillosa en donde la vida lucha por subsistir cada día, animada por los vigorosos amaneceres de sol radiante y su crepúsculo incomparable en los que el sol colorea la cúpula celeste y tiñe de mil colores la inmensidad del Mar Caribe. 

Nuestro origen fue Maicao y el presente sigue asociado a este importante rincón del mundo. Por eso usted encontrará tantos temas relacionados con esta esquina del mundo,  Tierra del Maíz, pero también tierra en donde Dios ha puesto su mirada para convertirla en tierra de promisión. 

Los fundadores de Maicao al día fueron Alejandro Rutto Martínez, quien hoy sigue activo, y Ernesto Acosta Solano, ilustre comunicador fallecido en 2012.   Sus primeros columnistas fueron Orlando Cárcamo, José Carlos Molina, Edwin Solano, Armando Olmedo, Naudín Gracián, Abel Medina y Amylkar Acosta.  Todos ellos siguen activos y son acompañados por otras plumas como la de Hernán Baquero Bracho y Ernesto Rutto Ortega. 

Si usted quiere ayudar a Maicao al día, léalo, compártalo, tuitéelo y recomiéndelo. Y de vez en cuando mándenos una colaboración para publicarla y enriquecer una página cuyo único dueño es el lector. 


Haga click en estos temas escogidos para usted

Los secretos del almendro          (Parte 1)

 

Los secretos del almendro           (Parte 2)

 

Deportivo Maicao está de nuevo en las canchas

 

Apuntes sobre comunicación eficaz


Apuntes sobre comunicación eficaz




Escrito por: Alejanro Rutto Martínez

Comunicarse, transmitir los sentimientos, son actividades que se aprenden desde una edad muy temprana. Desde el vientre materno la nueva criatura envía a sus padres algunos mensajes y así lo hará a lo largo de toda su vida.  

Comunicar lo que se piensa,  dar a conocer las necesidades que se tienen, ponerse de acuerdo con otras personas, pedir ayuda, dar amor…las actividades cotidianas más sencillas exigen que hay una comunicación permanente y adecuada de acuerdo con las circunstancias.

La comunicación va cambiando al paso del tiempo y se  impone la necesidad de aprender nuevas formas de construirla, de vivirla y de hacerla efectiva. Es por eso que el nivel de comunicación debe mejorar a medida que el individuo desempeña roles de mayor responsabilidad, sobre todo cuando debe interactuar con colectivos más o menos grandes, los cuáles a su vez tienen unos distintos niveles, siempre crecientes, de exigencia.

Las personas somos seres en permanente comunicación y no lo hacemos solo con la palabra hablada o escrita.   Comunicamos con la mirada, serena o intranquila; con el rostro, arrugado o relajado; con el movimiento de nuestras manos,   con los gestos que hacemos durante una comunicación y aún con la postura que tenemos cuando estamo
s delante de un interlocutor o frente a un auditorio.

La comunicación efectiva, es decir, la que produce los resultados deseados,  tiene varias características, reglas y exigencias.   No se trata de que el comunicador tenga un lenguaje refinado o que se sepa todas las reglas del idioma, sino que hable en la forma en que se esperaría que lo hiciera de acuerdo con el rol que tiene en  la sociedad y, además, algo muy importante:  que los receptores lo entiendan y lo entiendan bien.

La  responsabilidad de la comunicación reside principalmente en el emisor, pues se supone que es quien desea transmitir un mensaje y que éste tenga un efecto.   Por lo tanto está a su cargo el esfuerzo de expresarse con claridad, utilizar los canales adecuados, estructurar un mensaje sin ambigüedades.

Quien quiera comunicarse debe hablar bien, escribir bien, utilizar la entonación, el timbre y el volumen adecuado y, algo que también cuenta, usar la postura adecuada ante sus oyentes.






miércoles, 20 de abril de 2016

Historias del aeropuerto (Parte 2)


            Nelson Mandela: "No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado para darte cuenta de cuánto has cambiado tú". 

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Las noticias de la radio venezolana anunciaban un temporal que se desplazaba por el Caribe y las autoridades recomendaban a los pescadores regresar temprano a sus casas. Las aerolíneas notificaron  la suspensión de los vuelos de la tarde y por eso el flamante DC 3 de la mañana permanecería un rato más de lo acostumbrado en la plataforma, con la finalidad de que los viajeros fueran al Centro, hicieran algunas compras y regresaran con prontitud para el viaje de regreso antes de se sintiera la fuerza del mal tiempo.

Por eso no era una mañana como las otras en que todo se hacía en calma: los pasajeros bajaban con tranquilidad por las escaleras metálicas, miraban hacia la multitud para identificar a los familiares o a los amigos que los esperaban  y se desplazaban hacia la parte externa en donde abordaban una camioneta Ford 100 de cualquier color que los llevaría hacia algún lugar de la bulliciosa zona comercial

Recuerdo que los pilotos  ese día no se fueron de paseo como lo hacán otras veces. Se quedaron en la peluquería en donde uno de ellos pidió que le recortaran los escasos cabellos de lo que dos décadas atrás debió ser una frondosa melena. El otro se limitó a  leer el ejemplar del día de uno de los diarios de la capital.

Los pasajeros desaparecieron con prisa. El último de ellos era un hombre alto, como de 50 años de edad, flaco, de camisa blanca, pantalón blanco y vestido marrón. Vestía exactamente como el excéntrico vendedor de lotería de la calle 15. Su único equipaje consistía en un maletín ejecutivo negro, un poco más grande que el usado por los cambiadores de moneda extranjera en la plaza Simón Bolívar.

Cuando estuvo en la calle no había ya un solo taxi cerca y lo vi correr para alcanzar la última camioneta, pues su decepcionado conductor ya había iniciado el camino de regreso hacia el centro, para encontrar clientes que justificaran su trabajo de la jornada.

Regresé a casa pero me prometí regresar en un par de horas para observar el despegue del avión en un día de lluvia y de mal tiempo anunciado. Con un poco de suerte, pensaba yo, podría saludar a los pilotos y decirles que cuando fuera grande quería ser como ellos.  Por ese entonces en la aurora de mi vida  me veía a mí mismo cruzando la infinita curvatura del cielo a bordo de una nave desde la cual pudiera ver como enanos la figura de los muchachos grandes que me robaban la merienda en el caluroso salón de tercer grado en donde tenía mi primer encuentro con la cartografía de mis realidades.

Camino a casa pude ver la azorada desolación de un pastor de cabras al descubrir que en el camino desde el corral hasta el bosque había extraviado dos de sus animales y escuché la ardiente melodía proveniente de la rokola del bar Casa Blanca, en donde un puñado de borrachos lloraba la partida inesperadas de la mesalina de labios pudorosos quien los había enamorado con su voz meliflua y sus caderas anchas.  Se había ido por el camino verde hacia el extranjero en una más de las aventuras vividas con sus blancos pies serenos y su indómita fantasía de vendedora de caricias vibrantes  y placeres pasajeros.

En casa estaban de fiesta por la visita de mi primo Enisberto y su esposa Ligia. Mi mamá había preparado para ellos (y también para nosotros) un espléndido desayuno con abundante chivo guisado, arepa asada y leche cojosa. Saludé al primo con alegría y le expresé con sinceridad mi deseo de que su visita fuera por varios días.  Me prometió que estaría en nuestra casa una temporada larga, para compartir plenamente con su tía preferida y para jugar con nosotros al  fútbol (en realidad no era fútbol lo que jugábamos sino bola ‘e trapo”) y a dominó, dos de nuestros juegos de familia predilectos.

Apuré la comida y por último guardé la leche en el enfriador pues se me había hecho tarde para cumplir con mis planes de esa mañana. Tomé mi bicicleta y regresé al aeropuerto en donde ya había bastante movimiento de taxis y pasajeros. Por los altavoces del aeropuerto se anunciaba la próxima partida del avión, lo que aligeró el movimiento de taxistas, pasajeros, maleteros y empleados de los mostradores. Busqué por todas partes a los pilotos pero éstos habían desaparecido y seguramente estarían n en la envidiable  cabina de mando

El cielo gris hacía presagiar una abundante lluvia, lo que en realidad era, a mi modo de ver una buena  noticia, pues de ésta manera tendríamos un clima adecuado para jugar al aire libre; agua para llenar nuestra menguada alberca  y…unas vacaciones inesperadas pero merecidas.

Los viajeros corrían presurosos hacia la escalera pues un leve rocío marcaba lo que podría ser el inicio de un fuerte aguacero. La señora del vestido rojo recién lavado se protegía con una sombrilla roja de flores blancas; el hombre de la camisa celeste avanzaba con una bolsa en cuyo interior almacenaba cinco manzanas compradas al señor Aníbal Polo. El de la gorra de los Yankees de Nueva York, medía como dos metros y sus pasos hacían retumbar el piso…

Finalmente la puerta se cerró y los dos motores del avión se encendieron en medio de un ruido que posiblemente se escucharía en el fin del mundo y   una llamarada que brotaba de la parte inferior de inferior de las alas.

Cuando el avión había recorrido con pasmosa lentitud, el sol estaba casi oculto y solo se veía como el sutil parpadeo de una estrella invernal. Sus rayos poderosos de otros días ahora solo eran comparables al débil brillo de las velas agonizantes que había visto en los ranchos humildes de los vendedores ambulantes.

Todo parecía normal, excepto la  lluvia y la brisa fresca. Todo parecía normal pero algo estaba por ocurrir y yo no podía dar crédito a lo que mis ojos estaban viendo…
Continuará...

Deportivo Maicao está de nuevo en las canchas de Colombia

El equipo de la frontera ha tenido un buen inicio en Campeonato Nacional Sub-17


Siete puntos de nueve posibles ha sumado el Deportivo Maicao en sus tres presentaciones en el Campeonato Nacional Interclubes  Categoría Sub 17. 

En su primera presentación el pasado 3 de abril los maicaeros viajaron a  Valledupar en donde igualaron con el equipo  Futuras estrellas de esa ciudad. 

En su primera presentación como local en la cancha Los  ïdolos, del barrio Colombia Libre, Deportivo Maicao derrotó 3-1 a su similar de Barrancas en un intenso partido en el que la afición local acompañó masivamente a su equipo. 

El pasado domingo 17 de abril Maicao visitó a Albania, que oficia de local en Barrancas, y lo derrotó por 2-1. 

Deportivo Maicao es el producto de una fusión de los clubes Unión Maicao y Real Maicao, suyos directivos decidieron deponer sus antiguas diferencias y crear un sólo club con la solidez necesaria para estar a la altura de los mejores del país. El nombre no pudo ser mejor escogido: Deportivo Maicao trae remembranzas de los mejores tiempos del fútbol local, como por ejemplo, los años ochenta cuando se constituyó en una de las escuadras más competitivas de Colombia en la Segunda División y que tuvo su momento cumbre al disputar la final nacional de ese torneo ante el Independiente Santa Fe. 

En esta nueva etapa, en la categoría Sub 17  Deportivo Maicao es dirigido por el profesor Nilson Martínez, quien eligió como asistente a Luis Carlos "Memín" Torres.  Cuenta con jugadores de gran categoría como Camilo Ramos, Jissas Payares, Sleider Martínez y Jesús David Cabana. 

martes, 19 de abril de 2016

Cuatro grandes temas para su información y deleite

Entorno externo adverso


La columna de Amylkar Acosta

Prólogo de un hermoso libro

 

Por Alejandro Rutto

¿Qué es el pentateuco?


Escuela Bíblica

Hermoso mensaje espiritual

¿Qué es el pentateuco?

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

El pentateuco es una pequeña biblioteca contenida en la gran biblioteca bíblica que ha servido como guía para que el ser humano tenga una mejor comprensión de la obra maravillosa de Dios.    

La particular colección está compuesta por cinco libros cuyo contenido es emocionante, pues nos lleva al principio de los principios, a aquellos tiempos en que el telón de fondo del Universo era

Entorno externo adverso

ENTORNO EXTERNO ADVERSO

Escrito por: Amylkar D. Acosta M[1]


A mediados del año pasado, el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, ante los nubarrones que se posaban sobre la economía colombiana, le daba un parte de tranquilidad al país:

Prólogo del libro "El Espíritu Santo, mi gran amor y mejor amigo"

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez 

El Espíritu Santo vive con nosotros y entre nosotros, pero lo más maravilloso es el hecho de que habita DENTRO  de nosotros, pues somos SU templo, tal como lo afirma el apóstol Pablo en  1 de Corintios 6:19.  

Es un gozo enorme saber que, a pesar de la ilimitada extensión del universo, el Gran Consolador haya elegido nuestro cuerpo para alojarse allí y hacer de éste un templo, y como templo, un centro de santidad.  

A pesar de lo anterior, la mayoría de los creyentes tienen un concepto difuso sobre el Espíritu Santo y este es uno de los motivos por los cuales el libro que ahora usted ahora lee cobra vital importancia, pues nos conduce a tener un mayor conocimiento de su majestuosa y resplandeciente figura.

Su autor, José Duque es un joven estudioso de la Biblia que aprovecha distintos escenarios y medios para predicar la Palabra de Dios:  el púlpito ubicado en la acera de una vieja calle bañada por el inclemente sol dela media mañana del Caribe; las páginas inmaculadas de los libros en los que ha consignado el mensaje que florece en el fondo de su corazón;  los canales de televisión comunitaria en los que se ha convertido en un símbolo de  una juventud que piensa diferentes; por medio de las veloces ondas hertzianas de las pequeñas emisoras populares; y, desde luego, en el púlpito de las iglesias a donde frecuentemente lo invitan para llevar la enseñanza de la Biblia.

La sonrisa sincera, plena y  permanente de este hombre de Dios oculta los avatares del pasado, desnudados con destreza en las páginas de este libro.  Fueron varias e impactantes las experiencias que la vida le ofreció antes de que decidiera dedicarse, de manera, definitiva e irrevocable, al llamado que Dios le había hecho.  Con las fuerzas renovadas y la llama del Espíritu encendida en todo su ser, José Duque logra superar una crisis existencial que lo llevó al borde del abismo, un encuentro personal con las huestes del maligno y se ve de frente con la difícil situación de tener a su señora madre agobiada por una de las enfermedades denominadas interminables.

En uno de los más crudos episodios de su vida se encuentra solo en una pequeña habitación, rodeado de todo y de nada y de pronto siente un deseo superior a sus fuerzas de quitarse la vida y cuando está a punto de hacerlo siente la presencia física de Jesucristo quien lo invita a seguir adelante y tener un nueva oportunidad en donde le servirá solo a él, con sus fuerzas, su alma y su talento.

Recién salido de los surcos inconmensurables de la tristeza, dobla rodillas, entrega su vida a Jesús, y promete hablar, escribir y testificar de lo que el Espíritu Santo ha hecho en su vida.  El bullicioso entorno de su ciudad natal y el embriagador llamado de los placeres que rodean a la juventud no lo seducen.  Por el contrario, con paso firme y seguro decide caminar por el camino estrecho de la sabiduría,  bajo las pocas y generosas sombras del trópico ardiente en una vida que dedicará por entero a su Creador.

De todas esas experiencias nace un libro de buenas enseñanzas espirituales,  cuyas líneas están guardadas en un empaque autobiográfico y que será de gran utilidad para quienes deseen mejorar su vida espiritual y conocer mejor a Aquel de quien nos habló Jesús cuando nos dijo: Pero el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, los consolará y les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho. (Juan 14:26)


Ladrón de tu amor

Escrito por: José Augusto Duque

Quiero asaltarte mi Dios tomar todo lo que es tuyo y llevarlo a todo aquel que lo requiera, robar tu propio corazón  para compartirlo con los oyentes en ese precioso espacio radial que es nuestro.

Déjame despojarte de todos los frutos que tienes en tu esencia, te prometo que lo repartiré a todo aquel que necesite de ti.

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”  (Gálatas 5, 22 – 23).

Repartiré tus frutos; al necesitado de cariño y afecto, al desfallecido que piensa que no hay esperanza, al que no tiene fuerzas para seguir adelante, al que se siente cansado y al que esté enfermo, a todos ellos les llevare tu poder que sana y restaura, tu amor que reconforta, tu paz que es tan necesaria en la cotidianidad de la vida, y la alegría que es refrigerio para nuestra alma.

Pretendo ser el ladrón más grande de amor de la historia, robarte completamente;  tenerte en mi corazón para que inundes mis sentimientos con los ríos de tu presencia.
“Yo soy de mi amado y mi amado es mío” (Cantares 6, 3).

Te amo Espíritu Santo, mientras este con vida le diré a mi prójimo lo hermoso que eres, el deseo más grande de mí ser es que las personas te conozcan y te amen. Por tal razón, en esta oportunidad que tengo de expresar mi esencia literaria, quiero decirte a ti querido lector, que Dios te ama, que anhela abrazarte, cicatrizar las heridas de tu alma, consolarte, perdonar tus pecados, dile a El que te acompañe, lo necesitas en tu vida. Recuerda que cuando tienes intimidad con Dios El será tu consejero, tu amigo oportuno y te favorecerá como solo Él sabe hacerlo.

Cada día atrévete a robarle al tiempo momentos a solas con Dios, esto será determinante porque de esta manera  sabrás  que con El a tu lado, tu vida será diferente; comenzaras a amar a las personas, vencerás a los miedos que te paralizaban, lucharas por sacar adelante tus ideales, y serás tan feliz como nadie en esta tierra, porque encontraste la plenitud en tu identidad con tu Padre que tanto te ama; Jehová de los ejércitos.

“Mas tu, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensara en público”  (Mateo 6, 6).

ESCUCHAME EN EL PROGRAMA RADIAL: “BIENVENIDO ESPIRITU SANTO”.  DIAL 107.7 FM,  EMISORA CLASE STEREO.

LUNES, MARTES Y MIERCOLES,    HORA: 7 PM

lunes, 18 de abril de 2016

Recomendados de hoy en Maicao al Día


Las dos Guajiras y los provincianos

Escrito por: Hernán Baquero Bracho

En la actual administración de nuestra gobernadora Oneida Rayet Pinto Pérez, se ha venido suscitando susceptibilidades que para muchos estaban ya olvidadas. 


Es el caso de poner en primer orden en el escenario departamental el tema de las dos guajiras: el norte y el sur. No sé si inconscientemente o adrede nuestra gobernadora, en la reunión del CONPES, realizada en Riohacha, en el auditorio del SENA hizo hincapié en su informe que el norte habita el 78.6%  y en el sur el 21.4% de sus habitantes, lo peor que lo expresó dos veces. He hablado con varios alcaldes del sur y muestran su molestia, porque

Historias del aeropuerto (Parte 1)

Forugh Farrojzad:  "Hay una calle que mi corazón se ha robado de los barrios de mi infancia".



Escrito por: Alejandro Rutto Martínez
Ir todas las mañanas al aeropuerto San José era todo un deleite por aquella época en que en las tertulias familiares aprendí que tenía nueve años bien cumplidos y estaba comenzando a ser “todo un hombrecito”.   Contrariando las recomendaciones de sus amistades más cercanas mi padre había comprado un lote en lo más remoto de la ciudad, a solo trescientos metros del aeropuerto, en un lugar desde donde, según el decir popular, se devolvía la brisa.  Pero como Ernesto (así se llamaba mi papá) no era de los que cambiara de opinión fácilmente, siguió adelante en su singular proyecto de construir su casa cerca del lugar en donde anidaban los ruidosos aviones de la época. Y decidió construirla como se hace lo que uno más quiere: a puro pulso. Literalmente, a puro pulso.

La educación es un compromiso de todos

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

José Ortega y Gasset: “Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas.” 

Primero que todo es bueno aclarar que estudié en nuestro querido y viejo colegio San José en los tiempos en que era una institución privada.  Así como lo leen: el más emblemático de nuestros planteles públicos era privado: privado de acueducto, privado de laboratorios, privado de profesores licenciados, de abanicos, de baños, de libros nuevos…de todo.

Sequía y otras crisis

Escrito por: Alejanro Rutto Martínez 

Sabiduría indoamericana: “Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero.” –

Kelya es una niña wayüu de 15 años que hoy está más cansada que nunca después de haber hecho su acostumbrado viaje hacia el jagüey de donde su familia toma el agua necesaria para la supervivencia diaria: anduvo más de tres horas sobre el lomo de un burro pero regresó con noticia triste de que
no hay una sola gota de agua en el reservorio. Ni siquiera el agua turbia y contaminada con la que se habían defendido en los últimos meses.

El cansancio no es por el esfuerzo físico al que se ha acostumbrado a fuerza de la costumbre sino por la frustración de regresar con las manos y las múcuras vacías y el corazón oprimido porque en los últimos tiempos ha visto morir de sed a casi todos los animales de la comunidad.

domingo, 17 de abril de 2016

Así va la Liga Águila

Escrito por: Ernesto Rutto Ortega

Culminó hoy domingo la fecha 13,  con el partido disputado en la ciudad de Rionegro entre  Águilas Doradas y Huila en el que los locales se impusieron 3x1   logrando así los tres puntos y posicionándose en lo más alto de la tabla con   30  puntos, uno más que Nacional y tres por encima de Millonarios.

El plan, en la ruta de la Unesco

Escrito por. Hernán Baquero Bracho

Uno de los sitios emblemáticos donde ocurrieron hechos sobresalientes en la historia de la música vallenata con personajes míticos que parecieran que hubieran salido de leyendas de novelas famosas, fue sin duda

Del ensayo al error

Escrito por: Abel Medina Sierra

El género textual que más he trabajado,  publicado y al que debo un premio nacional es el ensayo. Sea esta la oportunidad de agradecer a Clímaco Pérez Camargo, Gabriel Ferrer y su esposa Yolanda Rodríguez, quienes fueron  mis maestros en este ejercicio escritural tan exigente. 


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viernes, 15 de abril de 2016

Marcos Mejía Ortiz, héroe de los que se necesitan hoy

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Marcos Mejía es un hombre de hablar sereno y espíritu pausado. Esas dos características resumen en parte  la vida de una persona cuyo comportamiento ha sido siempre

miércoles, 13 de abril de 2016

Panadería Sandra, una empresa con pasado y futuro


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

La Panadería Sandra es un símbolo empresarial de Maicao y una marca registrada en el sector panificador en todo el departamento de La Guajira. 


Lo que llama la atención no son solo sus numerosos clientes en cada uno de los pueblos de extensa llanura guajira, sino

martes, 12 de abril de 2016

Otra forma de discriminación: etiquetar y generalizar

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez


Alejandro Dumas (Hijo): "Todas las generalizaciones son peligrosas, incluida ésta".

Una buena tarea para mañana y, por qué no, para hoy mismo es hacer lo posible por no etiquetar a las personas con las que habremos de encontrarnos en cualquier circunstancia de la cotidianidad. Vamos por el mundo  con unas ideas preconcebidas sobre cómo son o cómo deberían ser los demás y entonces caemos en el error de  homogeneizar a las personas que coincidan con ciertas características físicas o sicológicas.

Algunas series de televisión nos han convencido de que todas las mujeres bonitas son de poca inteligencia, dicho en sentido inverso, se nos ha inducido a creer que todas las mujeres, para ser inteligentes deben ser feas.  En las universidades hasta hace poco se creía que los mejores profesores eran aquellos que hacían más difíciles sus asignaturas y al final del curso “lograban” una mortandad académica que los hacía célebres  en la comunidad.

Así mismo, a un hombre que usa el cabello largo se le rotula de determinada manera y lo mismo a una dama que vaya con el cabello corto.  A quienes leen mucho se les dice que están locos  y a quienes practican ciertos deportes se les califica como inteligentes o como salvajes, dependiendo de la disciplina a la que se dediquen.
Las etiquetas nos llevan a tener prejuicios y a valorar a una persona sin conocerla a fondo. En algunas ocasiones nos hacemos un concepto favorable sin mayores elementos de juicio (“Todo el que es amable es buena persona” o “todo el que usa gafas es un intelectual), pero la mayoría de las veces las etiquetas nos llevan a discriminar al otro por el solo hecho de que habla como habla, de que viste como se viste, porque tiene el color de piel que tiene o porque anda con una Biblia debajo del bazo.

Queremos construir una sociedad incluyente y hemos aprendido a reclamar nuestros derechos y a proclamar el respeto de los derechos del prójimo. Sin embargo, persisten aún, enquistadas en el subconsciente de los individuos y en los colectivos sociales algunas sutiles formas de discriminación y eso nos ha llevado a creer, por ejemplo que todos los afro descendientes son buenos para los deportes y solo para los deportes, negándoles el derecho a ser considerados como personas talentosas y competentes en todas las áreas de la vida.

Una buena tarea para quienes nos consideramos como personas incluyentes y para quienes hemos decidido  no discriminar a nadie ni permitir que otro lo haga es revisar  los prejuicios que aún subsistan en nosotros y  hacer el esfuerzo para comenzar a liberarnos de ellos.  Hagamos una profunda reflexión y, en un diálogo con nosotros mismos tratemos de respondernos si no hemos cometido alguna injusticia al juzgar equivocadamente a alguien por hacer un juicio a priori de sus virtudes y defectos basados en las ideas pre concebidas y la forma en que hemos encasillado  el comportamiento, la forma de ser  y el aspecto físico de nuestros amigos o de aquellas personas con las que nos relacionamos por compartir actividades laborales, académicas o de otro tipo.
¿Qué pensamos cuando vemos a una persona muy fea? ¿Cuál es nuestro concepto de TODOS los gordos? ¿Creemos que las personas que han nacido en determinado lugar tienen Todos y SIEMPRE el mismo comportamiento? ¿Consideramos que todas las personas que desempeñan una profesión tienen todos el mismo mal (o buen) comportamiento?

No olvidemos que las generalizaciones suelen ser nocivas. Durante los años aciagos del narcoterrorismo,  los colombianos fuimos etiquetados injustamente como narcotraficantes y como terroristas. ¡Las dos cosas al mismo tiempo! Cuando la realidad no demuestra que la gran mayoría nunca hemos conocido una mata de coca ni hemos tenido un arma en nuestras manos.

La tarea para mañana y, mejor aún, para hoy mismo, es no etiquetar, no pre juzgar, no asumir como ciertas ideas preconcebidas, porque podemos caer en una injusticia aún mayor a las que tantas veces hemos criticado.



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Ramiro Choles Andrade, hijo de Emilio Segundo Choles y Antonia María Andrade, nació en Riohacha el 10 de agosto de 1.945, pero cuando tenía solo cuatro años sus padres lo trajeron a Maicao en donde ha desarrollado una brillante carrera como profesor, administrador educativo,  historiador, periodista y escritor.  


Niñez y primeros estudios

Laureano Palencia: la pasión hecha fútbol

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Laureano Palencia Mora es el nombre de pila del popular “Laya”, una de las personas que más sabe de fútbol en Maicao y uno de los dirigentes que dedicó buena parte de su vida a fundar equipos aficionados y a impulsar al glorioso Deportivo Maicao durante una de las etapas más importantes de su existencia, como aquella ocasión en la que disputó la final nacional de la Segunda División contra Independiente Santa Fe en el estadio Hernando Urrea Acosta. 

“Laya” nació en

Santander Ortega, creador del vallenato cristiano


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

¿En qué lugar del mundo habrá nacido la audaz  idea de utilizar la caja, la guacharaca y el acordeón para cantar música de alabanza y adoración a Dios?   La respuesta es simple, aunque usted no lo crea, el vallenato cristiano nació

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