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Me estoy anticipando, por supuesto, al titular con que los periódicos se refieran a la gestión de
Rafael Ceballos como alcalde de Riohacha cuando avancen los meses y comiencen a verse los resultados de una gestión que servirá para incluirlo en la galería de los mepital: no podjores, como está, en efecto en la de cada una de las entidades en donde ha prestado sus servicios.
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Hace cuatro años fui uno de los más sorprendidos al conocer los resultados electorales en nuestra querida capital, pues no podía creer que los riohacheros se dieran el lujo de aplazar la aspiración del ex director del SENA y exgerente de la Contraloría general, el mismo hombre que se repuso a más de cuarenta días de duro cautiverio y, cuando recuperó su libertad, en lugar de entregarse a los lamentos o de caer derrotado ante el peso enorme del estrés post traumático, nos sorprendió a todos publicando un hermoso libro en el que nos contó paso a paso cada uno de los pormenores de su dolorosa odisea.
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Pero una vez más Rafa nos mostró que no está hecho de cualquier material y, en lugar de abandonarse en los seductores brazos del despecho, levantó la cabeza y se puso a hacer lo que más sabe y lo que más le gusta: trabajar, gestionar y lograr resultados. En esta nueva etapa de su vida los frutos los recogieron Uribia y el departamento del Cesar. En el primer municipio fue asesor en el tema de educación contratada: desde un principio mostró una gran preocupación por la calidad de la formación que recibían los niños y las niñas de las más alejadas comunidades a donde la mano del estado llegó de manera eficaz y oportuna.
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El vecino departamento se dio el lujo de contar por un tiempo con un funcionario con lujo de competencias no solo como miembro del gabinete sino como gobernador encargado. Fuera de su tierra Rafa Ceballos tuvo tiempo para meditar en su tierra: allá donde la gente esperaba ansiosa que llegara la hora de la campaña electoral para repatriarlo y darle la oportunidad que le fue negada un tiempo atrás.
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El alcalde electo es una de esas personas de quien dice Eduardo galeano “Cada persona brilla con luz propia, Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento”
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A la hora de las felicitaciones yo quiero hacerlo con Riohacha, por la buena elección que ha hecho y por los buenos tiempos que se le avecinan. Y tengo, por lo menos diez razones para anunciarles estos aires renovados y frescos a la ciudad de mis mayores:
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1. El magnetismo de Rafael Ceballos. Su forma de tratar a la gente, su capacidad de organización y el hecho de tener siempre una solución a mano lo convierten en un líder de esos que congregan a su alrededor a gente que busca no solo de ayuda sino un consejo, con la seguridad de que lo encontrarán.
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2. Su capacidad de gestión. Rafa tiene un tino especial para identificar a las personas que pueden ayudarle en sus iniciativas y no da rodeos para hablarle así se trate de un director de instituto descentralizado, de un ministro o del propio presidente de la república. No les extrañe que Riohacha tenga una bonanza de recursos y de proyectos a través de las puertas que se le abrirán a Riohacha cuando su alcalde comience a recorrer despachos y embajadas. Se los digo yo, que pude trabajar con él para lograr que nos construyeran la nueva sede del SENA en Maicao durante un Gobierno que había jurado no pegar un bloque más en nuevos edificios públicos. No solo conseguimos uno, o dos sino todos los bloques para construir una de las mmás bellas sedes de esa entidad en el país. (Algún día les contaré todo lo que tuvimos que hacer para conseguirlo)
3. Rafael Ceballos tiene lo que pudiéramos denominar “buena puntería” y que en el tema de la administración pública podría traducirse como una especial intuición para escoger las mejores soluciones a los más urgentes problemas. Bien sabemos que no se trata solo de gerenciar por impulsos o de acuerdo con el manual, sino de descoger soluciones creativas a los múltiples problemas que acosan a nuestras comunidades. En sus tiempos del SENA, por ejemplo, detectó una preocupante falta de liderazgo en todos los niveles a lo largo del departamento y de esta manera ideó crear una Escuela de Formación de Líderes, en la cual se formaron los futuros ediles, concejales y alcaldes del departamento. Esta condición le permitirá, con toda seguridad, dar en el blanco con las soluciones que se necesitan en ámbitos como el de la salud y el de la educación, por ejemplo.
4.Rafael Ceballos es un consumado “Cazatalentos” y de ésta manera cumple con una de las más importantes funciones de los gerentes: formar nuevos gerentes. En medio de una multitud de personas, y entre ellas de futuros nuevos líderes, Ceballos mira hacia donde aquellos en quien descubre un talento especial y le da las oportunidades del caso. En esta iniciativa asume los riesgos a que haya lugar pero casi siempre acierta. Prepárense las nuevas generaciones para recibir la oportunidad esperada y prepárese la comunidad para ver el florecimiento de mejores liderazgos. En este apartado, créanme, habrá más de una grata sorpresa.
5.Rafael Ceballos es meticuloso. No solo es un buen organizador y amigo de los detalles sino que le gusta encargarse personalmente de lo que cualquier otro líder delegaría a otras personas. Él asume personalmente las más importantes tareas y se las arregla para tener conocimiento de las demás. De esta manera no hay nada que ocurra en su administración que no pase por su conocimiento y por su aprobación. Esa meticulosidad lo lleva a trabajar tiempo extra a él y a sus coequipero, quienes deberán marchar a su propio ritmo. Con el conocimiento de cada detalle el resultado no puede ser otro. Una administración bien encarrilada y un equipo motivado hacia los logros.
6.Rafael Ceballos sabe que tiene una responsabilidad personal que se auto impone para lograr metas personales y organizacionales. Esa responsabilidad, bien lo sabe, la tiene Frente a sí mismo, frente a la comunidad que masivamente lo eligió y frente a todos los que siempre han creído en él. Esa responsabilidad lo va a motivar para cumplir cada uno de los compromisos realizados con las comunidades y con todos los habitantes de Riohacha. Esa responsabilidad lo va a llevar a emprender rigurosos sistemas de control interno, de planeación y de seguimiento a su gestión.
7.Rafael Ceballos es un innovador. Estemos preparados para ver cosas distintas en la Riohacha de hoy. Y estemos preparados para que la ciudad entre definitivamente en el siglo XXI. ¿Cómo serán las relaciones con la comunidad? De cualquier manera menos como se ha hecho hasta ahora. ¿Cómo se manejarán las relaciones con los parlamentarios guajiros? Serán muy buenas, no nos quepa duda, pero no serán al estilo en que habitualmente se ha dado la interacción alcalde –congresistas. Tendremos que acostumbrarnos a una nueva forma de administrar el municipio capital que, entre otras cosas no será administrado, sino gerenciado en los próximos cuatro años.
8. Un alto compromiso con la gente. A Rafa lo eligió la gente del pueblo. Desde la moto taxista que recorre la ciudad de este a oeste bajo un inclemente sol hasta el voceador de periódicos que debe refugiarse en la terraza ajena en los días de incesante lluvia. Y esa gente puede estar tranquila: el alcalde le va a cumplir. Y de ésta manera sus hijos podrán disfrutar de los beneficios de la educación pública; y tendrán acceso al sistema de salud y podrán volver a estrechar la mano de aquel hombre que un día cualquiera les habló de una Riohacha mejor cuando era candidato y recorría palmo a palmo las calles y carreras de la ciudad.
9.Rafael Ceballos tiene un alto concepto de la lealtad. Y ese concepto lo aplica en relación con sus amigos y con sus coterráneos. Y también en relación con sus principios. Donde está Ceballos están los amigos que lo han acompañado en los tiempos buenos y en la adversidad y con ellos será generoso y agradecido. Pero la lealtad a la que nos referimos es al código de buena conducta que siempre se ha impuesto en su vida, en homenaje a la memoria de sus mayores. Podemos estar tranquilos pues el alcalde le será leal a sus convicciones, creencias y compromisos con el respeto a lo público y a la búsqueda del bien común.
10. Rafael Ceballos tiene legitimidad para gobernar. Decenas de miles ciudadanos acudieron a las urnas para poner en sus manos el presente de sus familias y el futuro de las nuevas generaciones. Es un respaldo histórico producto de su alta credibilidad y porque logró convencer a los padres de familia, a los jóvenes, a las mujeres, a los habitantes del sector rural, de que su plan de gobierno era el adecuado para los nuevos tiempos y su propuesta era una partitura cuyo ejecutante debería ser él mismo. Esa legitimidad le permitirá tomar las más importantes y trascendentales decisiones con el apoyo de un pueblo que tiene cifradas sus esperanzas en el hombre al que han escogido por su talento pero también por su trayectoria y sus positivos antecedentes en el Ministerio de Trabajo, en el Sena, en la Contraloría y en la Gobernación del Cesar. Y ese mismo pueblo tiene que estar preparado para comprenderlo y para respaldarlo en cada una de las decisiones que deba tomar. La legitimidad produce gobernabilidad y la gobernabilidad debe garantizar un gobierno tranquilo, sin afanes y que responda a las grandes expectativas de la ciudadanía.
Expectativa: he ahí la palabra clave durante el nuevo gobierno: Rafa sembró la semilla de la esperanza en los riohacheros y ahora debe corresponder como todo un caballero: cumplir con su palabra y responderle a un pueblo que clama por su progreso y prosperidad. Rafael Ceballos es un hombre de palabra y por eso no cabe duda que llegó el tiempo del sol que brilla en un horizonte de esperanza y en un nuevo amanecer de fe en el presente y en el porvenir. El alcalde es un hombre como esos a los que también describe Eduardo Galeano: “…arden la vida con tantas ganas, que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”.
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