Por: Paola Johana Martìnez Ortíz
La palabra de Dios dice en Isaías 40:31 “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Dios nos compara con las águilas porque esta ave tiene unas características muy especiales, en las cuales si analizamos, encontraremos que el actuar del águila es una simbología de la forma como Dios quiere que nos comportemos.
El águila es un Ave depredadora, rapaz, diurna de gran envergadura; pico fuerte y curvado en la punta, potentes garras afiladas, vista muy aguda y vuelo muy rápido; ella vuela de frente al sol, sin que la luz solar le afecte; vive por un periodo de 70 años, tiempo que está condicionado porque depende del sometimiento del ave a un proceso de renovación que tiene que experimentar cuando llega a los 40 años de vida. Es aquí el punto donde la palabra de Dios compara al cristiano con el águila al decir “tendrán nuevas fuerzas” osea, serán renovadas, y cuando me refiero a “el cristiano”, es porque la misma palabra de Dios lo señala (pero los que esperan a Jehová), esto quiere decir, aquellos que guardan sus mandamientos y se someten a su dirección.
“pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. El levantar las alas como el águila significa echar fuera todo temor e impulsarnos a ese vuelo majestuoso que Dios quiere que realicemos, sin cansarnos, ni fatigarnos porque nuestra fuerza será renovada.
Pero ¿qué pasa cuando el águila ya está envejeciendo? , esto sucede cuando cumple la edad de 40 años, el ave deberá tomar una seria y difícil decisión. A los 40 años su largo y puntiagudo pico se encuentra encorvado y apuntando hacía su pecho, sus alas pesadas ya están gruesas y envejecidas, sus uñas se tornan apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Volar se le hace ya muy difícil. Entonces el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar su dolorido proceso de renovación, que durará 150 días.
Este proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después, al encontrarse en aquel lugar, el águila comienza a golpear su pico contra la pared hasta conseguir arrancarlo. Después de arrancarlo, esperará el crecimiento de uno nuevo, con el que desprenderá una a una sus uñas talones. Cuando los nuevos talones comienzan a nacer, comenzará a sacar sus plumas viejas. Después de cinco meses saldrá hacia el famoso vuelo de renovación que le dará ¡30 años más de vida!
¿Pero que representa este proceso en la vida del cristiano?, es necesario analizar: Lo primero que el águila hace es volar lo más alto que puede hacía una montaña y meterse dentro de un nido que se encuentre oculto en una roca, lo que significa que el águila hace un último esfuerzo y se guarda en aquel sitio para evitar volar, porque sabe que de hacerlo puede morir, ya que no tiene las fuerzas necesarias para elevar aquel vuelo.
Cuando tiene su pico nuevo y fuerte sigue con el proceso, esta vez empezará a arrancar sus uñas una a una con su pico, y con el tiempo crecerán unas nuevas. Las garras en el águila representan su mecanismo de defensa, ataque y de supervivencia, en nuestra vida representa nuestro instrumento de lucha y de conquista, este debe ser renovado también, y precisamente así como el águila arranca sus uñas con el pico, así mismo nosotros debemos renovar nuestros mecanismos de lucha y de conquista declarando la palabra de Dios y elevando nuestras oraciones a él, de esta manera podremos “enganchar” todas las promesas de Dios , pues él ha dicho en su palabra que nos entregará todo lo que pisemos con la planta de nuestros pies , Josué 1:3 esto es; “todo lo que conquistemos”.
Finalmente, cuando tiene su pico y sus garras renovadas; el águila procede a desplumarse con el pico, hasta que pasado el tiempo cambia totalmente sus plumas, y es entonces cuando podrá volar nuevamente y salir de aquella montaña en la que estuvo por 5 meses. Las alas del águila representan el poder de Dios en nuestra vida, cuando declaramos su palabra hacemos efectiva sus promesas en nuestra vida, en consecuencia; hallamos las estrategias para conquistar nuestros sueños y para defender ante el enemigo lo que Dios nos entrega, para luego estar listos a iniciar ese viaje de victoria a donde Dios quiere llevarnos, sin cansarnos ni fatigarnos porque para Dios somos como el águila y el renovará nuestras fuerzas cada vez que sea necesario.
El águila vuela de frente al sol, la luz no le afecta, porque su naturaleza es ser un ave diurna, no nocturna; de igual manera nosotros debemos permanecer en la luz, porque es nuestra naturaleza; así como el águila no fue creada para volar en la noche, nosotros no hemos sido diseñados para andar en tinieblas.
Bendiciones