viernes, 5 de junio de 2009

Alonso Cuello, un hombre que fue feliz en el derecho y la academia

Antony de Melo: Hay dos tipos de educación, la que te enseña a ganarte la vida y la que te enseña a vivir.

La década de los años 80 casi llegaba a su final y la historia del día a día nos mostraba un mundo convulsionado como siempre.

La iglesia católica era dirigida por un papa proveniente de la Polonia socialista; las potencias continuaban mostrándose los dientes en el inevitable final de la Guerra Fría; los alemanes de uno y de otro lado se llenaron de valor y un buen día, cansados de soportar a los tiranos que los habían separado, echaron al suelo el ignominioso muro de Berlín; la Unión Soviética fue incapaz de seguir arropando bajo el mismo manto a un sinnúmero de naciones que reclamaban el derecho a escribir su propia historia.

En Colombia, mientras tanto, el Estado libraba una feroz lucha contra el narcoterrorismo culpable del miedo y del mar de sangre en el cual se sumergía el país.

Cuatro aspirantes a la presidencia de la república caían abatidos por las manos asesinas y ciegas del sicario contratado por la mafia. Ese era el entorno histórico de la época en aquel memorable 1.989 cuando conocí al profesor Alonso Cuello Cuello.

En alguna parcela de mi memoria se aloja aún aquella noche de inicios de semestre cuando conversaba animadamente con el periodista Jorge Castillo y el estadígrafo Jaime Cuello.

Estábamos haciendo un análisis juicioso de los acontecimientos y ya casi habíamos arreglado el mundo cuando de repente Jorge miró el reloj y nos dijo: "Dentro de media hora se inicia la clase de derecho administrativo y más nos vale que vayamos siguiendo, pues el grupo es muy numeroso y la cátedra es tan interesante que a ella asisten a un quienes no están matriculados".

Nos vimos obligados a dejar el mundo a medio arreglar y corrimos al salón que nos correspondía en la vieja sede de la Universidad de La Guajira. El aula, en efecto, se encontraba colmada por estudiantes de todos los semestres. Como pudimos encontramos un pupitre para cada uno y nos dispusimos a esperar al afamado catedrático.

Cuando ésta llegó se hizo un silencio solemne interrumpido únicamente por el sonido típico que hacen las agendas al rozarse con la madera de los escritorios. En ese momento miré hacia donde se encontraba mi compañero Jaime Cuello y de inmediato comprendí que entre él y el profesor existía un vínculo que iba a más allá de lo académico. Por sus apellidos y su extraordinario parecido físico me fue fácil concluir que eran hermanos.

El profesor Alonso vestía siempre comuna impecable guayabera blanca que le hacía juego con las numerosas canas que lucía, según él, como producto no de los años sino de la inteligencia. Además portaba siempre consigo a numerosos códigos y voluminosos documentos de los cuales se nutría para ser uno de los mayores conocedores del derecho administrativo en el país.

Las clases eran amenas y muy provechosas y, aunque el profesor nos estimulaba para que participáramos con las inquietudes que tuviéramos todos preferíamos aprovechar el tiempo en escuchar al maestro.

Poco a poco nos enterábamos del intrincado modus operandis del sistema legal colombiano, de las diferencias entre un régimen presidencial y uno parlamentario; de porqué no podía decírsele órgano legislativo departamental a las asambleas ni órgano legislativo municipal a los concejos; de las diferencias que existían entre los conceptos de descentralización y desconcentración administrativa; y de la preeminencia el bien común sobre el interés particular.

En atención a sus enseñanzas nos convertimos en críticos de la constitución vigente y comenzamos a plantear como parte de nuestro discurso la necesidad de que el país tuviera una nueva constitución nacional. Dos años después se aprobó la constitución de 1991 y cuando eso sucedió no pude menos que recordar al profesor Alonso y su capacidad para anticiparse a los tiempos.

Unos años más tarde la vida me permitió tener el privilegio de contar con el mi ex profesor de derecho administrativo como compañero en el posgrado de Administración de Programas de Desarrollo Social en donde tuvo brillantes intervenciones que me enseñaron tanto o más que la de quienes fungían como docentes.

Para varias generaciones de guajiros Alonso cuello fue el verdadero gurú del derecho administrativo y permanentemente acudimos a él para consultar los sobre diversos temas relacionados con el ejercicio profesional.

Hoy cuando nuestro querido profesor no se encuentra entre nosotros recuerdo con nostalgia la noche aquella en que Jorge Castillo nos tomó del brazo para llevarnos apresuradamente al salón de manera que pudiéramos llegar antes de que se acabaran los puestos. En medio de la tristeza reflexiono y en un nuevo abrazo con Jaime y Jorge les digo: "El maestro se ha marchado porque también él debía comenzar a ocupar su puesto, su puesto en la eternidad"

Evite quemar basuras

Atila Apshana Epinayú nos deleita de nuevo con otra de sus obras con las cuales ya comienza a despertar la conciencia ambiental de los lectores.

Los minerales de La Guajira (Primera parte)

Los invitamos a ver esta interesante entrevista en la cual el ingeniero minero Danny Daniel López se refiere a los quince minerales existentes en la Península de La Guajira



Cortesía de: Buenos Días Maicao y Mao Televisión

Dirección General: Nazly Pérez

Dirección Periodística: Alcides Alfaro

Edición: Fabián Daza Díaz

miércoles, 3 de junio de 2009

La ventana

Por Nuria Barbosa León, periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba
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Santiago de Cuba, ciudad rodeada de montañas y con calles inclinadas. Lugar donde el sol duele en la espalda y no se diferencia el verano del invierno.
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Es fin de año y los olores se confunden con el macho asado (cerdo) y la yuca con mojo. Ahí está la calle Zamorana, que se inicia o termina junto a la Sierra Maestra y que su color bien pudiera ser verde. Las casas, como todas las de la ciudad, tienen la arquitectura típica de los países caribeños, con una planta única o dos pisos. Quizás los techos varían porque los hay de tejas de dos aguas y de placa cementada.
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Y allí está la ventana. Ese marco, donde una niña, de siete años, divisa a los barbudos caminando con sus ropas raídas y sus fusiles en la espalda, protegidos con el collar de la Santa Ana, agotados por las caminatas, con el hambre escondida en sus costillas pero con la sonrisa del triunfo.
Una niña, parada hoy, 50 años después, con los recuerdos latiendo. Comprende, entonces por qué los vecinos visitaron a la familia Marañón, quienes perdieron a cuatro de sus hijos junto al Ejército Rebelde, y celebraron con júbilo aquella victoria lograda el 1ro de enero.
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Su casa en la calle Zamorana no se abrió en 1959. Ella, hija de un sargento del ejército de Batista caído en combate, no pudo mezclar su deseo de saber el significado de la palabra Revolución y mucho menos mencionar el nombre Fidel Castro. }
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Sólo escuchó el rumor de los vítores y suspiró por un futuro desconocido.A esa ventana llegaron los jóvenes alfabetizadores con los textos y las proclamas. Luego, su madre hizo el mismo relato: cómo trabajaba en condiciones infrahumanas en el taller de costura sin derecho a vacaciones o licencia de maternidad.
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Allí parió a sus hijos y con la leche desbordándose de sus pechos se iba a la fábrica para no perder el trabajo y su pequeño quedaba al cuidado de la hija mayor, de sólo 13 años, que a su vez lavaba y planchaba por unos centavos a los vecinos del barrio.
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Esa casa despidió a los hijos que marcharon a una beca otorgada por el gobierno y se hicieron médicos, licenciados y veterinarios, y fueron a vivir a La Habana y otros lugares. También fue la cobija para el enfermo y el sitio ideal para celebrar bodas y recibir a los recién nacidos.
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El lugar, fue el motivo de reunió para festejar la llegada de un año nuevo ó los sucesos acaecidos en el ámbito doméstico. Las paredes dan su testimonio de los debates políticos, esos que comparan el presente con el pasado e indican cómo asumir el futuro.
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A la ventana, testigo del antes y el después, se le debe cambiar el marco porque la madera no tiene color y el comején la ha llenado de hendidura. Ya no ofrece seguridad a la casa porque puede ser derribada de sólo tocarla. Pero cambiarla significa perder la historia. Cincuenta años han transcurrido y hoy, una mujer adulta, decidirá el cambio.

V CONGRESO DE DOCENTES Y DIRECTIVOS DOCENTES

Por: Pedro Delgado
Con la intención de compartir experiencias en el área de la educación y fortalecer los procesos formativos, el Colegio Colombo Árabe dará inicio este jueves 3 de junio a su V congreso de docentes y directivos docentes.

El evento estará caracterizado por la calidad de los conferencistas que en sus temáticas abordarán temas cruciales para afrontar los retos del siglo XXI en temas de educación, entre ellos la implementación del decreto 1290 que entra a dilucidar las controversias presentadas por los decretos 230 y 3055 que sobre evaluación y promoción de los estudiantes generaron toda clase de posiciones a favor y en contra de los mismos. Este tema será abordado por Julio Báez Fonseca, ex asesor del Ministerio de educación Nacional quien sin lugar a dudas es quien en materia de legislación educativa sabe más en Colombia.

Además se contará con la presencia de la doctora Ana Leal quien se ha desempeñado con Directora Académica y Rectora de diversas instituciones educativas en Bogotá, asesora de proyectos y procesos relacionados con calidad en educación y modelos de acreditación; actualmente se desempeña como Rectora del Gimnasio Inglés Campestre en Bogotá. De igual manera Alveiro Vanegas quien es administrador y Gerente educativo. Rector del Colegio San Viator en Bogotá por 12 años. Asesor, conferencista y motivador educativo.

Reforzando el selecto grupo estará además Andrew Miller experto en educación de la universidad de Glasgow quien ha trabajado bajo los auspicios del Consejo Británico en el Reino Unido, África y Azerbayan como conferencista y docente.

El Colegio Colombo Árabe, conciente de la vertiginosidad en los procesos de globalización producto del desarrollo informático como una herramienta en la calidad formativa, tendrá en el Congreso al grupo TIC´S conformado por los Licenciados Mauro Quintana y Alexander Medina, especialistas en Multimedia y edición digital de la Universidad de la Salle. Creadores de diversos proyectos multimedia y páginas web, asesores en TIC’s en Educación, creadores de preicfes Virtual y tutores virtuales de diversas instituciones educativas, actualmente se desempeñan como docentes universitarios y asesores pedagógicos.

El Congreso está abierto a todos los que están comprometidos e inmersos en la formación y educación de las generaciones futuras; padres de familia, líderes comunitarios, trabajadores sociales, funcionarios de las diferentes ramas del poder público entre otros.

El lema del Congreso es diciente y significativo: Si todos ponemos, todos podemos. Por el mejoramiento de la educación en la Guajira.

Para mayor información visitar el blog. http://www.vcongresodocentes.blogspot.com/

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