Como jóvenes, dueños de una nueva generación limpia y transparente, se debe pensar, querer y aportar ideas que generen proyectos para el mejoramiento de las condiciones del municipio y que contribuyan también desde lo moral a la construcción de un mejor Maicao.
Los nuevos profesionales se quedan a la espera de ser contratados por alguna entidad gubernamental y en definitiva son contados los cargos públicos creados en los cuales se pueden desempeñar; es un pensamiento erróneo, siendo que se debería propender por laborar en los sectores productivos privados de los cuales se derivan las actividades económicas de la región, para fortalecerlos y forjar un mayor desarrollo. Es lamentable que la nueva fuerza laboral tenga un comportamiento tímido cuando de aportar ideas nuevas se trata y que solo se ande persiguiendo puestos, cuando en realidad se podría acoplar para liderar procesos.
En lo que en realidad deberían interesarse es en la reproducción de nuevas empresas para generar empleo, en un territorio virgen en lo que a desarrollo organizacional se refiere y repercutir en la comunidad con acciones de responsabilidad social y bajo un funcionar ético, que tanto hace falta.
Los bachilleres de las instituciones educativas, deben venir sembrados con la semilla del emprendimiento y la investigación para así, crear una cultura de Creación de proyectos, ya que es penoso la actitud negativa y la poca visión que tienen algunos de estos “pelaos” para sus vidas; pareciera que la dirigencia política quisiera esto, solo calmarle el hambre al pueblo temporalmente, coartándole la oportunidad de pensar, de soñar y de atreverse, ya que no se crean los escenarios para que la nueva generación juvenil participe; todavía se ve ancianos desgastados en sus ideales (con todo respeto) lanzándose con cartas abiertas al senado, a la gobernación y las alcaldías, aun cuando la mayoría de la población tienen edades frescas: ¡Deberían darle la oportunidad a sus bisnietos!
La educación es la respuesta a todos los interrogantes, inquietudes y dudas frente a una profunda transformación de la sociedad Maicaera, pero desde el aspecto critico y mediante la facilitación de nuevos conocimientos y espacios de reflexión, que aporten contundentemente al mejoramiento social y el análisis de experiencias exitosas en otras ciudades: El benchmarking es una comportamiento válido para el progreso de una jurisdicción como la Maicaera.
Se vive en una ciudad tradicionalmente comercial, pero irónicamente los ciudadanos “oriundos” de Maicao han perdido muchas de estas costumbres hacendosas, alguien dijo que por flojera y de esa forma, con los brazos abiertos se ha recibido a muchos visitantes que, aunque haga ruido de conciencia decirlo, no se preocupan por aportarle impuestos al municipio que funden un impulso financiero reflejado en lo social.
Ciertamente todos hemos sido participes en esta situación, pero la mayor responsabilidad recae sobre los padres y abuelos que no han sabido canalizar las oportunidades fronterizas que se tiene y que no supieron asumir un liderazgo que llevase al municipio hacia un verdadero avance. Ahora “toca remendar” y se tiene el deber de pellizcarse y despertar, ya que en la actualidad no existe un rumbo definido, pareciera que el municipio se fuera a convertir cada vez más en un lugar de paso, un paraguachon gigante, donde todo el mundo se beneficia pero nadie deja nada en la raíz.
A lo largo de los años, lo que ha quedado es la cultura de la corrupción, en la cual los líderes adquieren el poder para sumar dividendos que justifiquen lo invertido en la campaña política por los inversionistas; lo cual va en detrimento de las arcas de las entidades estatales, cuando se recortan los recursos de salud, vivienda, educación entre muchos otros para cumplir con la pactado en dichas campañas.
Las nuevas generaciones poseen una nueva mentalidad y no se pueden dejar permear por los viejos hábitos dañinos que se ven reflejados en la cotidianidad de la sociedad maicaera. Palmariamente la juventud de Maicao, tienen muchos motivos para luchar por un mejor futuro: sus vidas, sus hijos, los hijos de sus hijos, los hijos de los hijos de sus hijos y lo que le dejarán a todos ellos.
Qué bonito sería que Maicao cambiare para convertirse a un modelo de municipio y no que todo el mundo reproche a los que viven en allí: Por el arenero, por las vías destapadas y por las basuras en el centro.
La revolución intelectual puede darse y debe surgir desde las entrañas de la educación, donde los jóvenes maicaeros alcancen a liderar los asuntos de la región y se pueda querer ser, apalancando en el municipio los destinos financieros, políticos, económicos, sociales, ambientales y culturales; donde con ideas nuevas y frescas se pueda REORIENTAR a ese Maicao que todos quieren, el Maicao pujante que se anhela para las nuevas y futuras generaciones.
¡DEFINITIVAMENTE, SI ES POSIBLE!
Danny Daniel “El Turco” López