miércoles, 14 de agosto de 2019

Wilson Palacio Valdeblánquez, un joven de visión futurista


Wilson Palacio es un joven de visión futurista, lleno de sueños, que ha aprendido en la escuela de la sabiduría ancestral en la que ha tenido como maestra a Floricia Valdeblánquez Epinayú, su progenitora y su inspiración para servirle a todo un pueblo.    

También por línea paterna tiene la herencia del apego y el amor a la tierra, pues su padre, Darío Palacio Pushaina (ya fallecido) le inculcó el amor al trabajo y el respeto a la tierra, a la familia y a las buenas costumbres.  Es el menor de seis hermanos, y el más carismático de todos. Es amante de los deportes, especialmente del fútbol, en el cual ha tenido jornadas muy destacadas.  

Su abuelo es el patriarca Marciano Valdeblánquez Márquez, quien en el pasado se desempeñó en varios cargos públicos, entre ellos como concejal, corporación para la cual fue elegido en dos ocasiones.  
Cuenta con orgullo que nació en el Hospital San José de Maicao el 28 de enero de 1.986. Desde entonces ha recorrido los caminos de cardones, trupillos y tunas de La Guajira, especialmente el territorio ancestral indígena de Yotojoroi, al norte de Maicao.   

En la actualidad es candidato al concejo por el partido Alianza Social Indígena, en cuya lista se le ha asignado el número 14.  

Quiere estar en la corporación para aplicar sus conocimientos como experto en Gestión Social y conseguir mayor participación con sentido de pertenencia y la promoción de un mayor respeto a los usos y costumbres del pueblo wayüu, para lo cual piensa lograr el apoyo y el compromiso de entidades públicas y organizaciones privadas.  


martes, 13 de agosto de 2019

¡Hagamos esto por Maicao, votemos!

Escrito por: Alejandro Santi Rutto Ortega 


En las últimas 2 décadas en Maicao han estado los mismos grupos políticos en el poder,  solo hemos visto cómo se han enriquecido  sus líderes y como ha decaído nuestro pueblo. Es ese mismo Maicao   que defendemos cada semestre cuando nos toca partir a    nuestra ciudades donde nos tocó crecer académicamente porque no       alcanza la oferta académica en Maicao, son pocos los que pueden      seguir sus estudios superiores aquí mismo y a otros con mucho esfuerzo y dolor nos    tocó   ir a otra ciudad.

Te recomendamos leer: 

Tierra de inmigrantes


Para nosotros no tiene mucho sentido pero, Maicao fue conocido por ser el punto comercial más grande de Colombia, todo lo nuevo llegaba por aquí y se distribuía a todas las ciudades principales del país. Somos la generación que ha visto la muerte lenta de la muy conocida 'Vitrina comercial de Colombia': Del aeropuerto solo conocemos una pista acabada que es sinónimo de peligro y cosas terribles, no sabemos que en ese lugar llegaban hasta 2 vuelos diarios de comerciantes, turistas y poderosos empresarios del país.

Te recomendamos leer: 

Increíble lo que ocurría en el Maicao de los años setenta


Grandes equipos como Junior, Unión Magdalena, Millonarios e Independiente Santa Fe  disputaron memorables encuentros con el equipo de la frontera El ‘Deportivo Maicao’.  EL club llegó a disputar una final de la Segunda División del fútbol Colombiano quedando subcampeones contra Independiente Santa Fe. Hoy muchos jóvenes promesas se están perdiendo en la delincuencia, drogas y si les va bien le tocó dedicarse a un trabajo que les dé para comer, esto no es por falta de talento (el talento sobre en Maicao) es por falta de oportunidades, de ayudas y escenarios deportivos.

No todo es malo para nosotros los jóvenes, nuestros padres nos han puesto en bandeja de plata la oportunidad de convertirnos en una generación que marcó la historia de nuestro municipio en dos, ellos no han sabido elegir. Tenemos que votar con el cerebro, teniendo en cuenta nuestras propias experiencias y lo que nos cuenta nuestros mayores, hoy la idea es acabar con los mismo que han gobernado por 16 años y reconstruir nuestra Pampa Querida.

La única esperanza está en los jóvenes, que solo hemos escuchado del buen Maicao y hemos vivido en el peor.

¡Hagamos esto por Maicao!

sábado, 10 de agosto de 2019

Darimel Amaya Pérez una líder que vibra por el servicio

Darimel Amaya Pérez ha sido fiel siempre a su vocación: servirle a la comunidad en los diferentes escenarios en que se desenvuelve. Por eso, al lado de sus hermanas Dulina y Nayibe, ha sido una constante luchadora y portavoz de los más necesitados en el barrio la Concepción en donde viven desde hace muchos años. 

Darimel, además, tiene una sólida formación académica que incluye su título de bachiller otorgado por el inolvidable Colegio Cooperativo Femenino, sus estudios como Administradora de Empresas en la Universidad de La Guajira y una maestría en Gerencia de Recursos Humanos en la Universidad Rafael Belloso de Maracaibo. 

Desde temprana edad asumió tareas de liderazgo en su barrio en donde era conocida por las actividades que constantemente desarrollaba en beneficio de los jóvenes y, en general de los más necesitados. Por su constante movimiento, su incansable labor y el look que usaba en ese tiempo, se le conocía como la "Shakira Morena" de La Concepción

En varias ocasiones los usuarios  la escogieron como su representante en la Junta Directiva del Hospital San José de Maicao.   Sus gestiones, sus posiciones firmes, siempre en defensa de la vida de los pacientes, la convirtieron en una líder respetable. De ahí que fuera reelegida varias veces para que ella fuera protagonista en una de las etapas más importantes de la institución. 

Su constante lucha por la colectividad no le ha impedido tener una bonita familia al lado de su esposo Juan Manuel Ortega y de sus hijos Liz Dariani, Juan de Jesús y Juan Diego

En la actualidad es aspirante al Concejo Municipal de Maicao como líder de un equipo de trabajo cuya propuesta es el mejoramiento de las vías de acceso, la ampliación de las redes eléctricas y la construcción de parques en los barrios más vulnerables de la ciudad. Para cumplir con su propósito se inscribió en la lista del partido Alianza Social Independiente en el que se le asignó el número 16.

Darimel Amaya Pérez es una mujer amable, luchadora e inteligente que quiere estar siempre conectada con la comunidad

viernes, 9 de agosto de 2019

La luna

Escrito por: Kaled David Rutto Martínez

La luna es testigo de mis noches más frías. Hay un solitario en busca de la luna para poder hablar, los lobos están en silencio y la luna aúlla en su calma. Sólo cuando la mente reconoce la belleza y el corazón está amando, reconoces la luna. Ésta, es el reflejo de tu corazón y su luz, es el reflejo de tu amor. La luna se convierte en el revestimiento de tu piel querida mía.  

Estoy sentado sobre la tierra que he caminado. Con la mirada perdida en la luna buscando una respuesta, he visto su inmensidad, me gusta pensar que brilla para mí, me gusta pensar que siempre está ahí, e incluso sino estoy mirando.  

Le recomendamos leer: Soy Maicao

Mis ideas caen por el peso de su lógica, ahora puedo ver la luna, he pasado mucho tiempo en la oscuridad, el brillo de la luna hace eco en mis sentidos. 

Tal vez la luna sea culpable de mi locura, me bastan con un instante para mirarla y descubrir el amor infinito que la tierra despierta sobre ella y solo en su compañía palpar su ilirio de amor.

Te recomendamos leer: Un a lágrima para mi desahogo

Querida mía, si te contase todo, si tan solo emprendiéramos un viaje, no todos los que sueñan con la luna la alcanzan, pero todos las que la alcanzan sueñan con ella. No solo hay que resignarse en alcanzar la luna. Podemos ir más allá. Sin llamar la atención, como los misterios más encantadores. La luna nos enseña que las cosas más bellas e interesantes siempre son más difíciles de alcanzar 

jueves, 8 de agosto de 2019

El inolvidable Maicao de los años setenta


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

La fotografía que acompaña esta nota tiene una gran importancia por varias razones, como las que paso a detallar a continuación:

1. En primer lugar tiene un valor histórico muy importante, pues fue tomada por allá a principios de la década de los años 70. Como se sabe, corresponde a una de las épocas vibrantes de Maicao por el auge se su comercio, la construcción y el hecho de que la joven ciudad fuera considerada como polo de desarrollo de la región Caribe.

Le recomendamos también: 

Tierra de inmigrantes


2. Aparece en ella el señor Hernando Gómez Orduz (segundo de izquierda a derecha),  un ingeniero que había sido veterano de la Guerra de Corea y se radicó en esta ciudad en donde fundó entre otras, la empresa Sodimac, a cargo de la cual estuvo la construcción de varios edificios de la zona céntrica.

Te recomendamos leer también:

La veeduría integral


3. La foto fue tomada en el aeropuerto San José de Maicao en un momento en que, al parecer, los comerciantes locales recibían a funcionarios de una importante entidad dedicada a desarrollar brigadas cívicas.  En ese tiempo teníamos un aeropuerto con gran actividad. A lo largo del tiempo los 1.600 metros de su pista recibieron aviones de Avianca, Satena, Aerocóndor, Tavina, Tac, Urraca, entre otras aerolíneas.

4. Los elegantes caballeros uniformados de pantalón azul y camisa blanca (Uno de ellos lleva sombrero y otro un brazalete) pertenecen a la Defensa Civil Colombiana, que por la época funcionaba en Maicao con brigadas cívicas y sociales.  Su lema de "Siempre listos, en paz o emergencia"  era puesto en práctica con acciones orientadas a beneficiar a la ciudadanía en aspectos sociales, de seguridad, manejo de emergencia. 

5. El señor rubio, último de izquierda a derecha, es Ernesto Rutto Piano, patriarca de nuestra familia, quien salió de Italia,  su patria, en 1.954 y se radicó en Maicao en 1.956. En esta tierra trabajó como artesano del hierro (hizo el techo y otras estructuras de los pabellones de carnes del mercado). Además, aprovechó su experiencia como viticultor en la región de Piamonte, para montar en Maicao una fábrica de licor artesanal.  Además trabajó como conductor y mecánico, oficio en el que se desempeñaba muy bien gracias a la experiencia obtenida como obrero de la FIAT  en la ciudad de Turín. 

Con toda honestidad debo decir que no reconozco a las otras personas que aparecen en la fotografía. Por eso invoco la ayuda de todos los lectores para que me ayuden a identificarlos. ¿Será posible contar con ustedes?

La foto me produce muchísima nostalgia. Nostalgia por el aeropuerto que ya no tenemos; por los aviones cuya algarabía alegraban los momentos de mi infancia, por el vigor perdido de nuestro comercio, por la desaparición del capítulo local de la Defensa Civil y por la ausencia de mi padre, que se veía erguido, fuerte, apuesto y que después de cada faena como esta se apresuraba para regresar a casa y contarme como había sido su día y me tomaba de la mano y me llevaba a un armario lleno de libros y lo abría y me mostraba aviones similares a esos que iban y venían por sobre el techo de nuestras casas.    

Lindos aquellos tiempos, pero el aeropuerto no existe y mi padre ya no está.

Analytic