jueves, 28 de julio de 2016

Así les fue a los equipos maicaeros.

El primer turno fue para Real Maicao sub-17 que cayó 3x0 contra Valledupar F.c sub-17, en su visita a la ciudad cesarense, el pasado sábado 23 de julio por el torneo nacional.

El domingo 24 de julio, Deportivo Maicao sub-17 perdió 2-1 en condición de local contra Valledupar F.c sub-20.

El próximo fin de semana Real Maicao recibe a Real San Martin de Valledupar, mientras que Deportivo Maicao visita a Guajiros Junior de Riohacha.




Jose Alejandro Torrado es un habilidoso volante creativo que se desvela por estar en la línea titular del Real  Maicao, una controvertida suspensión le impide su aporte a la causa del equipo, pero sueña volver a tiempo a su puesto medular para filtrar los pases, que sus compañeros convierten en goles. Alejandro basa la eficiencia de su juego en el rigor de la táctica.


sábado, 23 de julio de 2016

Deportivo Maicao Sub-20 juega en el estadio



Este domingo 24 de julio, Deportivo Maicao recibe a Valledupar F.C, desde las 3 y 15 de la tarde,  en el estadio Hernando Rene Urrea Acosta de la ciudad fronteriza, por la novena fecha del torneo nacional.

por: Ernesto Rutto.

Este será el segundo partido jugado en este escenario, el primero fue el pasado 10 de julio, con victoria para los guajiros 2x1 contra el Banco Magdalena.

Maicao está en mitad de tabla con 8 puntos, producto de dos victorias, dos empates y 4 derrotas. Por su parte Valledupar es líder de la tabla con 23 puntos. Sin duda este será una gran prueba para los maicaeros.



La boleta  tiene un valor de tan solo 3 mil pesos, 
la cual se estará vendiendo en taquilla.

 Todos los caminos conducen al estadio para apoyar a los nuestros. 

Maicao, una ciudad empobrecida

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Quise titular este escrito de la siguiente manera: “Maicao, una ciudad de locos”. Porque ¿Cómo no va a ser una ciudad de locos ésta en la que la gente arriesga la vida tan de seguido y de tan diversas maneras para conseguir variados objetivos, algunos de ellos encomiables y otros, repudiables?

¿Cómo no va a ser una tierra de locos ésta en la que los motociclistas zigzaguean a altas velocidades en medio de cardúmenes de vehículos con los que pudieran colisionar y sufrir un accidente terrible en el que pueden perder hasta la vida?

¿Cómo no va a ser esta una tierra de locos ésta en dónde las autoridades no están totalmente convencidas si es mejor gestionar la apertura de la frontera o continuar con ésta cerrada mientras se den las excelentes condiciones que hoy no tenemos para recibir a los compradores venezolanos que pudieran ayudarnos a mover la aguja estática de nuestra deprimida economía?

¿Cómo no va a ser una tierra de locos ésta, en la que no hay nada que hacer, en donde nadie encuentra en qué emplear sus manos inactivas, en donde los padres de familia sufren para llevar el diario a la casa, en donde los comerciantes pasan días si bajar bandera y a la fuerza pública no se le ocurre mejor manera de “ayudar” que persiguiendo a los vendedores informales a sangre y fuego?

¿Cómo no va a ser esta una tierra de chiflados si los niños ya no pueden estar tranquilos en la guardería porque en cualquier momento pueden ser víctimas de un susto y un trauma causado por las balas de fusil disparadas contra las nubes (afortunadamente contra las nubes) y por el aire enrarecido después de la explosión de las bombas lacrimógenas, todo esto después de una absurda persecución por las calles del barrio o del centro?

¿Cómo no va a ser ésta una ciudad de locos si te cobran el agua que no te llega y te facturan por un servicio de energía eléctrica que te suspenden tan a menudo?

¿Cómo no va a ser ésta una ciudad de excéntricos si ves que en una motocicleta transportan un colchón, una puerta de hierro, una bombona de gas o varias largas varillas de hierro para la construcción?

¿Cómo no va a ser esta una tierra delirante si matan a tanta gente, y cuando esto sucede siempre hay una tertulia en donde el sabio de la cuadra pontifica diciendo “por algo lo mataron, porque aquí a nadie lo matan de gratis”?

¿Cómo no va a ser esta una ciudad al borde del desquiciamiento si hasta las prostitutas se quejan de que la competencia importada desde aquel lado de la frontera les está quitando los pocos clientes que aún pueden pagar los servicios del amor clandestino?

Quería escribir sobre una ciudad de locos, en la cual soy posiblemente el menos cuerdo de todos, pero me enteré de la noticia de una señora que con un rústico y oxidado machete se instaló a dos cuadras de su casa para atracar al primero que pasara y cuando la primera víctima estuvo a su alcance lo amenazó con su temible arma a un desprevenido ciudadano. Éste quiso entregarle su celular de alta gama, su reloj reluciente, su cadena de metal brillante, pero ella lo paró en seco y le dijo:

-En este atraco sólo se acepta dinero en efectivo. Mis hijos tienen tres días que no comen y nada hago con sus pertenencias. Bájese del bus con un billete, pero rápido.

El hombre estaba sorprendido. Buscó en los refundidos rincones de su escasez y halló por fin un par de arrugados billetes y se los dio a la mujer que se perdió en los laberintos de la noche como una poseída a la que acaban de liberar de una legión de demonios.

Al día siguiente la noticia era la del “robo del siglo”: un hombre penetró en la casa ajena y se llevó la bolsa de las compras: dos libras de harina, tres papeletas de comino, y cuatro dientes de ajo. Al pobre asaltante lo capturaron un poco más adelante y la policía devolvió el botín a su legítima propietaria, una madre soltera que recuperaba la materia prima para hacer las arepas pero no tenía para la liga.  El costo del botín no justificaba ni la gasolina que los agentes invirtieron en el operativo para atrapar al ladrón, pero cumplieron diligentes con su deber.

Después de pensarlo bien decidí no titular este escrito como al principio había pensado “Maicao, una ciudad de locos”.

Ojalá fuéramos solamente una ciudad de locos. Ahora, lo que somos en realidad es una ciudad empobrecida. Y tenemos que luchar para salir de ahí. 


viernes, 22 de julio de 2016

Yo no Creo, ni en el Pelao


Escrito por: Abel Medina Sierra

Como que se avecinan nuevas elecciones para el cargo de gobernador de La Guajira. 


Lo que para la mayoría de guajiros es una noticia desalentadora y  colmada de pesimismo, para algunos es una señal optimista que los redimirá, además de ser una oportunidad insoslayable. 

Mientras para muchos toda elección atípica representa tiempo, esfuerzo y dinero perdido además de interinidad, parálisis de los procesos administrativos y prolongación de las necesidades; para otros es buen viento el que sopla a su favor y le infla la camisa.

Por  primera vez parece que el grueso de los guajiros está  arropado bajo el consenso que no podemos seguir votando alegremente y por los de siempre. En la calle se palpa la necesidad de madurar políticamente y hacer del voto consciente y de opinión una herramienta para ejercer ciudadanía más comprometida con el departamento. El rechazo hacia los grupos y sectores hegemónicos es palpable y solo se habla del alto  perfil del gobernador que, en esta coyuntura,  necesitamos. 

Pero, no bien se había conocido la anulación de la elección de Oneida Pinto, cuando ya varios patos de habían lanzado a la aventura del agua pre- electoral.  Candidaturas oportunistas, proyectos salidos de la veleidad personal, propuestas traídas de los cabellos, ya comienzan a circular con publicidad de expectativa.

La gran mayoría de estas pre-candidaturas parecen no estar haciendo una buena lectura del momento que vive La Guajira, del sentir colectivo de pesimismo, de castigo político pero también de criticidad y decisión que viven los votantes que tienen la certeza que el ente territorial ha llegado a la orilla del abismo.

Todo ciudadano que cumpla con los requisitos, tiene todo el derecho de aspirar a un cargo de elección popular. De eso no hay duda. Pero no es menos cierto, que quien presuma de ser político, debe reconocer en qué momento cuenta con el respaldo, la estructura de partido, las alianzas, los recursos, una propuesta coherente y pertinente y   la favorabilidad para postular su nombre a  ese cargo. 

Puede que miles  tengan el derecho a postularse al primer cargo del departamento, pero no todos tienen  la legitimidad que es más importante. Hay un momento en que un líder es señalado por la voluntad popular para que rija sus destinos, eso viene del consenso y no de una decisión de patio entre tres parientes o amigos.

Quien lanza su nombre como candidato a una elección, lo está sometiendo al escrutinio público, así que como los candidatos tienen el derecho de aspirar, yo como votante tengo el de dar a conocer mi escrutinio previo.  Inicialmente, me voy a referir a dos pre-candidaturas en particular.

La de mayor ofensiva mediática en Riohacha  es la que usa un eslogan ya muy cacareado en los medios nacionales “Yo creo”. De partida se aprecia la falta de originalidad. Me han dicho que es la campaña que trata de vendernos el nombre de Heriberto “Beto”  Ibarra. 
    
Cuando me han preguntado en municipios como Maicao, El Molino o Villanueva quienes “suenan” para candidatizarse y he mencionado su nombre, todos me han preguntado “y ese quién es”. Eso nos da a entender que es un político de poca proyección, que solo es conocido en Riohacha y algunos pueblos del sur del Distrito. Su trayectoria política es de pocas dimensiones, su potencial se restringe a la ventaja de tener una larga familia y el respaldo de sus paisanos. Nunca ha ejercido un liderazgo de nivel departamental y en los altos niveles del poder estatal es un total desconocido.
Ibarra parecer no estar leyendo que La Guajira necesita un gobernador del más alto perfil y no un político de barrio o corregimiento. 

Que ante el inminente e inaplazable acogimiento a la ley 550 del Departamento y la insolvencia de su hacienda, lo que necesitamos es un gobernador con alta capacidad de gestión, cabildeo y estrechas relaciones con los círculos del poder gubernamental en el país. Los recursos hay que buscarlos afuera y no llorar sobre la miel derramada de las regalías.

Se requiere un perfil técnico y gerencial, la preparación suficiente y ante todo, propuestas creativas y audaces para sacar el ente de la crisis ¿Las tiene Ibarra? No creo. No siempre “estar untado de pueblo” es garantía de buen gobierno. Así que el electorado no se puede equivocar otra vez con estas propagandas engañosas de ventajas aparentes.

Por otro lado, ya se ven anuncios del regreso del “Pelao”,  Jorge Pérez Smith, uno más de los delfines del poder en La Guajira.  Esta nueva “figura” de la política viene por la herencia que dejó su padre;  al menos eso es lo que creen los delfines, que el poder les pertenece como un legado parental. Lo primero que debe lograr Pérez Smith es el respaldo de su padre, el  que nunca ha tenido totalmente.

Su candidatura no aparece en el mejor momento para él. Venimos de un gobernador delfín que resultó el fiasco más grande: Chemita Ballesteros. La gente tiene el consenso que se necesita un líder fogueado y experimentado y no alguien de dudoso  liderazgo y que  a duras penas tuvo como consolación un cargo diplomático.

Pero este candidato, por demás poco preparado, de precario discurso y menos propuestas, debe tener en cuenta que representa una familia a la que los guajiros hoy atribuyen que seamos un departamento fallido, que su bandera está desteñida y desacreditada, que el desdoro y el repudio de los electores también se hereda.  

Ibarra y Pérez, hay que trabajar más por La Guajira para pretender gobernarla. Así que no creo que ustedes sean el gobernador que este departamento necesita. Amanecerá y veremos.


Cuatro meses sin que se sepa nada de Seiry Palencia Márquez

La niña. de 11 años, desapareció en el barrio LIbertador desde el 23 de marzo y nadie sabe dónde está


Maicao. -. Mañana se cumplen cuatro meses de la extraña y misteriosa desaparición de la niña SEIRY PALENCIA MÁRQUEZ, hecho sucedido el pasado jueves 23 de marzo cuando hacía un mandado en una tienda cerca de su residencia en el barrio Libertador. 

El hecho causó gran consternación en la comunidad y las autoridades activaron las investigaciones acostumbradas para esos casos. 

Al principio la opinión pública expresó su solidaridad con la familia y acudió a una marcha para pedir por su pronto regreso a casa. Por toda la ciudad se repartieron carteles en los que se publicaba la fotografía de la menor junto con el ofrecimiento de una recompensa a quien diera información sobre el lugar en que pudiera estar. 

Las redes sociales también sirvieron para divulgar dicha información y, además, para que la ciudadanía expresara su solidaridad con la familia y su rechazo a quienes presuntamente la habrían raptado.
Sin embargo, un poco después el interés de todos decayó y no se volvió a hablar del caso con la misma intensidad.  Con el paso de los días fue como si todos hicieran un acuerdo tácito para no hablar más del tema: no volvió a haber carteles ni llamados a quienes tuvieran información, ni pronunciamientos de las autoridades.  ¡Silencio total!

Las autoridades no presentan ningún resultado sobre la búsqueda y cuando se les pregunta sobre el paradero de la niña dicen no conocerlo aún, se quejan de la falta de colaboración o manifiestan que no pueden dar ninguna información para no alterar el curso de las investigaciones. 

A la niña solo se le recuerda por los pronunciamientos de los ciudadanos a través de las redes sociales o por que los medios de comunicación la recuerdan, como en esta ocasión, cuando se cumple un mes más desde el terrible día en que fue arrebatada de su hogar.

En la mañana de hoy, cuando se le preguntó por el tema, el nuevo comandante de policía, coronel Jorge Ramírez, manifestó que no hay nada nuevo sobre el caso, pero informó que ha llegado a la ciudad un grupo de refuerzo para el GAULA  y espera que en los próximos días haya resultados alentadores. 

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