sábado, 16 de abril de 2022

¿Cómo era el fútbol de antes en Maicao?


Estábamos en 1979 y agonizaba la década de los años setenta. Maicao se había convertido en sede de la liga de fútbol de La Guajira y se convertía en el epicentro del popular deporte en el departamento  gracias a la gestión de un puñado de directivos visionarios encabezados por Hernando René Urrea Acosta. 

El estadio San José (ese era su nombre por aquella época) era el epicentro de un campeonato municipal de gran altura n el que tomaban parte equipos de la categoría de Solo Deportes, Santander, La Flecha, Depósito el Indio, Deportivo Neymarú, Banfield, Colegio San José, Cicla Philips, Libreta de Plata y Cicla Philips, entre otros. 

La selección juvenil y de mayores de La Guajira jugaba sus partidos de local en Maicao, en donde se hizo fuerte bajo la dirección técnica del ex jugador de la Selección Colombia Marcos Coll, autor del único gol olímpico en los mundiales de fútbol. 

Pero vayamos a la hermosa foto que nos ocupa. ¿Saben quiénes aparecen en la histórica postal? Se lo contamos a continuación: 

Josué Fonseca Ortiz,  hijo del pastor evangélico Mariano Fonseca médico veterinario, quien más adelante sería alcalde de Maicao, Actualmente trabaja en la Secretaría de Desarrollo Económico, en la Gobernación de La Guajira. 

Leonardo Garnica, comerciante, dirigente deportivo para la época, fundador y propietario de la Papelería Maicao. Actualmente está dedicado a sus negocios en Bucaramanga y Maicao. 

Juan López Ibarra ("Juancho López"): futbolista, entusiasta dirigente deportivo y comerciante en el sector farmacéutico. Combinaba su labor como propietario de Droguería Holanda con sus actividades de directivo de la liga. 

Diógenes "Papi" Zúñiga:  un temible goleador del equipo Solo Deportes y de la Selección Guajira quien tuvo una breve incursión en el fútbol profesional. Era el más emblemático jugador del momento por su constancia, disciplina y efectividad en las redes contrarias. 

Hernando René Urrea Acosta:  presidente del Comité Pro Liga, posteriormente fundó la Junta Municipal de Deportes. Fue presidente de la Liga de Fútbol de La Guajira y de la División Aficionada del Fútbol colombiano, Difútbol.   Se le considera el más representativo dirigente del deporte guajiro en la historia. Pereció el 24 de julio de 1985 en un accidente aéreo al caer a tierra el avión en que viajaba de Leticia a Bogotá.  

En el momento de ese trágico suceso en el que también perdió la vida su esposa Alba Luz Tamayo, ejercía como presidente de la Difútbol. En homenaje a este dirigente se le cambió el nombre al estadio San José, que pasó a llamarse Hernando René Urrea Acosta.

No logramos identificar a los niños ni a los aficionados que también aparecen en la foto. ¿Podrías ayudarnos a hacerlo?

Trabajo social y coaching, un aporte al tejido social

Escrito por: Leoryis Clareth Vanegas Rivera*


El trabajo social una de las profesiones más antiguas que existen. Se encarga de promover la transformación y el desarrollo social de la sociedad en general, basada en la práctica, ejercicio que le permite velar por los derechos humanos, la justicia social y el respeto a la diversidad.

 Esta disciplina reconoce el valor del ser humano como individuo en las diferentes áreas de su vida y en todos los grupos poblacionales en los que se encuentra inmerso.

Te invitamos a ver el video: "Origen del tejido social"

De igual forma el trabajo social siempre contribuye con el cambio de las personas para que puedan hacer frente a las distintas situaciones de la vida diaria y así mejorar su calidad de vida.

Algo semejante ocurre con el Coaching, una técnica igual o más antigua que el trabajo social, que tiene sus orígenes basados en la mayéutica, como resultados de un proceso socrático, nombre que hereda del filósofo Sócrates, que en los últimos años ha tenido un auge importante y reconocimiento en la sociedad. y cada vez más se escucha hablar de Coaching.

Por esta razón es importante aclarar que el coaching es una técnica de acompañamiento que tiene como finalidad ampliar las opciones y desarrollar potenciales de las personas de forma estructurada, metódica y eficaz centrándose en las posibilidades del futuro no en el pasado, y hace énfasis en las áreas de la vida donde se desempeña el ser humano.

De esta manera vemos como el coaching al igual que el trabajo social busca mejorar la calidad de vida, reconociendo también la importancia que estas disciplinas tienen en el desarrollo social y emocional  de las personas que intervienen, fomentando en ellas ese sentimiento de dignidad, auto conocimiento, auto gestión y respeto propio como base fundamental para el respeto a los otros, encontrando así el verdadero sentido de la vida.

Te invitamos a leer: "El más bacán de los maicaeros parece un patriarca oriental"

Sobre la relación que existe entre ellas para hacer ese aporte a la construcción del tejido social debo decir que tanto el coaching como el trabajo social tienen su propia técnica, pero su objetivo es el mismo, permitir en ocasiones que las dos profesiones vayan de la mano o en algún momento se encuentren y logren tener esa interacción y socialización con la sociedad en general haciendo su intervención de manera individual, grupal, de equipos, comunitaria, con las familias, escuelas, iglesias, empresas y demás sectores a los que alcanzan las dos.

Lo anterior, permite entonces que se pueda hacer esa transformación, el desarrollo de la confianza, la construcción de lazos solidarios, para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de cada persona y por ende el fortalecimiento del tejido social.

Como profesional en estas dos disciplinas debo decir que su unión  me ha permitido auto gestionar mi cambio, liberar potenciales y me ha llevado a ver de manera notoria mi transformación personal, fortalecer mi ejercicio profesional, la sinergia de ambas me ha llevado a tener intervenciones más efectivas y eficientes llegando así a muchas más personas y de la misma manera seguir haciendo el aporte al fortalecimiento del tejido social.

Trabajo social y coaching, un equipo poderoso para el fortalecimiento del tejido social


*Trabajadora Social, egresada de la Universidad De La Guajira

COACH, egresada de la Escuela Internacional de Liderazgo INILID










viernes, 15 de abril de 2022

El primer motocarro en Maicao

Ramiro Choles y Julio Larios junto al primer motocarro que llegó a Maicao


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El primer motocarro llegó a Maicao en los años setenta y su flamante propietario fue el profesor Ramiro Choles Andrade

Era de color vinotinto, tipo furgón y contaba con tres ruedas.

Un día el profe Choles tuvo la desafortunada idea de guardar su vehículo en los patios del colegio San José y entonces pasó lo que tenía que pasar: los estudiantes se dieron gusto haciéndole bullying al rodante hasta dañarlo de forma total.

En la foto aparece un Ramiro Choles cariacontecido en compañía de su colega Julio Larios quien le ayudó a hacer el inventario de las múltiples averías.

En lo sucesivo Choles y Larios tuvieron otro tipo de vehículos, pero nunca más los parquearon en los patios del colegio


jueves, 14 de abril de 2022

Feliz día del idioma

 


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Me siento muy orgulloso del idioma que me legaron mis padres. A parte de que no estoy muy de acuerdo con la forma violenta en que el español llegó a América, creo que la mejor herencia que nos dejaron Colón y los suyos fue, precisamente el bello idioma en el que usted y yo nos comunicamos a esta hora, en este preciso instante.

Así que, al aproximarse el día del idioma, los invito a disfrutar de un fascinante recorrido por las páginas de su historia.  Abróchese el cinturón de seguridad y comencemos.

Te invito a leer: Algunas de las palabras más extrañas que existen

Un día del año 959 el monje Ximeno, quien estaba a cargo de llevar las cuentas de la despensa en el monasterio Justo y Pastor, decidió escribir su informe en la lengua que él y sus compañeros usaban en la vida cotidiana y no en el latín, que era el idioma culto y legal de aquellos años.  Sin proponérselo, había escrito un documento que hoy, muchos años después,  cobra gran vigencia histórica porque se le considera el documento más antiguo escrito en lengua castellana. 

 Ximeno, sus compañeros y su monasterio, ubicado en La Rozuela, muy cerca de León en España son mencionados con frecuencia gracias a esa hoja de papel en la que no se escribía nada distinto a cuántos víveres teníamos y cuántos hemos consumido. Algo parecido a las listas de compras que las abuelas hacían hace unos años para que no se le olvidara nada cuando iban de compras al mercado. O las que se les dan a los niños para que vayan a la tienda y traigan la compra sin que falte nada.  Mejores listas (y más largas)  ha hecho usted seguramente, querido lector, que le ha tocado lidiar con las de los útiles escolares, las de los repuestos que le ha pedido el mecánico para reparar el automóvil, pero nada de eso lo ha hecho famoso todavía.

La ventura del buen monje estuvo en que decidió apartarse el lenguaje refinado que todos hablaban y garrapateó sus letras en una lengua poco conocida en el ámbito de las grandes oficinas de los castillos y las oficinas de Gobierno, para hacerlo en otra menos conocida pero que se abría paso desde la oralidad.

Bueno, tenemos que decir que la gloria no es completa para el autor de “Nodicias de Keso”, nombre del documento al que nos hemos referido, pues se habla de algunos escritos que probablemente sean aún más viejos. Además, como no hay valor literario en dicho inventario de víveres, se considera que el documento fundacional sería “Glosas Emilianenses” también conocidas como Manuscritos de San Millán de la Cogolla,  unas notas escritas al margen de un documento en latín conocido como Códice 60  o Aemilianensis 60, un libro de oraciones que contenía vidas de santos, un misal, exhortaciones y sermones de San Agustín.   Se ha llegado a la conclusión de que su anónimo autor (o autores) tenían la intención de ayudar a sus contemporáneos a comprender el texto inicial.  Fue escrito por allá en 959, dieciocho años después de la lista de Ximeno, y tampoco son el deliciosos pan horneado  en la mejor cocina literaria.

Pese a su origen humilde y poco claro el castellano se irradió  a lo largo y ancho de España y luego se embarcó desde los puertos de Sevilla hacia el Nuevo Mundo en el Siglo XV.  Con el tiempo se volvería viral de manera que un buen porcentaje de la humanidad lo tiene como su lengua materna y numerosos países lo utilizan cada día como lengua oficial.

España ocupó el lugar más alto del podio entre los países con más hispanohablantes en el mundo, y no podía ser de otra forma, siendo como es la cuna de esa bellísima lengua y la que le dio brillo y prestigio gracias a la fértil pluma de sus escritores, especialmente Miguel de Cervantes Saavedra. Sin embargo, hoy las cosas han cambiado tanto y la población de las antiguas colonias ha crecido tanto, que el mapa de los países con mayor número de hablantes ha cambiado de manera dramática.

México con 133 millones de habitantes el país con mayor población hispanohablante en el mundo, seguido de Colombia  con 50 millones. España ha pasado al tercer puesto con 47 millones de habitantes, los cuales en su mayoría hablan el español como primera o segunda lengua. Estados Unidos es un fenómeno muy especial por su gran cantidad de ciudadanos que hablan español como primera o segunda lengua. Todo se debe a la gran cantidad de migrantes que durante años han llegado a su territorio y han conservado su lengua natal, además de los miles de ciudadanos norteamericanos que han aprendido a hablar el idioma de Cervantes.

Es fácil predecir que el español va a seguir su proceso de evolución en el que algunas palabras y expresiones caerán en desuso y serán reemplazadas por otras de acuerdo con las necesidades de los hablantes de la época.  Dentro de unos años el idioma español que hablen nuestros descendientes será más "cool”, según ellos y menos parecido a la  lengua del buen y tranquilo monje  que en el siglo diez garrapateó las primeras palabras y frases en castellano.

miércoles, 13 de abril de 2022

150 años de la graduación de "El Negro" Robles


Escrito por:
Amylkar Acosta Medina

Hace 150 años el prohombre guajiro, figura cimera de afrocolombianidad en el siglo XIX, Luis Antonio El Negro Robles, fue recibido, como se decía por aquellas calendas, como doctor en Jurisprudencia en el procero y tricentenario Colegio Mayor Nuestra Señora del Rosario, hoy Universidad del Rosario.

Descolló como uno de los más brillantes e inteligentes estudiantes de su promoción. El 13 de abril de 1872 tuvo lugar la ceremonia de su graduación, con honores de parte del claustro que lo acogió como uno de sus discípulos más aventajados.

Ello le mereció ser distinguido como Colegial, título este reservado para los 15 estudiantes con mayores méritos académicos, excelsas calidades morales y gran probidad de la institución, siendo esta la mayor aspiración de todo rosarista.

Su sólida formación académica se la debió a su Alma Mater, abrevando en ella los “nuevos saberes ilustrados”, legado este e influjo de las reformas borbónicas en la península ibérica, en contraposición a la escolástica y el confesionalismo que predominaba en la enseñanza para la época. El Acta de independencia da cuenta de la enorme contribución de la Universidad del Rosario a la causa de la emancipación.

En ella están estampadas las firmas de muchos de sus egresados, mientras otros fueron sacrificados en el Altar de la patria a manos del pacificador, como se conoció al señor de horca y cuchillo Pablo Morillo, en su vano intento de reconquistar las colonias que se le estaban saliendo de las manos a la Corona española a la que servía.

El Negro Robles, además de un denodado luchador desde el radicalismo liberal en el que militó, que lo llevó, en una carrera meteórica, primero al parlamento (1876), luego a la Secretaría del tesoro y Crédito Nacional (1877) y posteriormente a la Presidencia del 1 Miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Historia 2 Estado Soberano del Magdalena (1878), se desempeñó con lujo de competencia en la Academia.

Fue así cómo se consagró como uno de los fundadores de la Universidad Republicana (1890 - 1919), de donde nació la Universidad Libre de Colombia (1923), de la cual fue, además de docente, su Rector (1892 – 1894)). Posteriormente regentó la Universidad Central de Managua (Nicaragua, 1895). Entre sus obras se destaca la Introducción a la filosofía de la moral y las ciencias políticas (2009), la cual compila apuntes de sus clases, cuya autoría es de Alejandro Hernández (1906), rescatados y editados por su biógrafo el ex magistrado y ex secretario general de la Asamblea Nacional Constituyente Jacobo Pérez Escobar (2009).

Entre sus obras se cuenta El Código de comercio comentado y concordado (1899), no alcanzó a ver la luz su estudio sobre Derecho público, legislación y derecho civil. Esta era la otra faceta del Negro Robles, la del intelectual, porque él fue un hombre multifacético y gozaba de una gran versatilidad. Cabe destacar también su membresía en la Sociedad Colombiana de Jurisprudencia.

La Universidad del Rosario, cuna de la independencia, epicentro de tantos acontecimientos de nuestra historia republicana, como lo atestiguan tantas placas conmemorativas en su augusto recinto, con las cuales se les rinde tributo a sus más ilustres egresados, también él, el Negro Robles, se hizo merecedor a la suya. 


Luego de un acto especial en su Aula máxima, en abril de 2010, presidido por el señor Rector Hans Peter Knudsen, se descubrió una placa conmemorativa en honor a él, la que se distingue por ser única placa de color negro, como su tez. En dicho acto tuve la oportunidad del alternar con el doctor Pérez Escobar con una disertación sobre El Negro Robles: adalid de la democracia.

El texto Luis Antonio Robles. Sombra y luz. Con la sombra en la epidermis y la luz en el Alma, publicado por la Universidad del Rosario (2010) recoge las memorias de este solemne acto. 

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