Por: Hernán Baquero Bracho
Todo comenzó cuando un muchacho nació por allá en la región de Treinta (Tomarrazón) en la época de más o menos entre 1850 y 1860. Nació en Galán, ya que su familia toda era de un famoso pueblo que tuvo la provincia llamado Moreno, pueblo liberal que estaba situado muy cerca de Cuestecitas. Pero allí llego la violencia y los conservadores en cabeza del famoso General “Juanito” Iguaran – Quien tendrá mucho que ver en el acontecer del mito de la leyenda del acordeón – destruyó al pueblo y sus habitantes entre quienes se encontraba su padre, el recordado “Checame” José del Carmen Moscote - padre del mito a quienes estamos haciendo referencia Francisco Moscote – buscaron mejores horizontes y pasando por Villa Martín, en el Éxodo de su pueblo destruido se les perdió un mulo bayo, de ahí su nombre – El de Macho Bayo – y siguieron su recorrido hasta encontrar mejores tierras y fue así como se establecieron los pobladores originarios de Moreno en la región de Treinta.
Esta parte anecdótica que nadie conoce y que a mi me la contaron unos viejos trovadores ambulantes y dueño de esa historia del mito del acordeón. Mi respeto y mi admiración al escritor Ángel Acosta Medina, quien ha hecho un gran aporte a la historia y vida de Francisco El Hombre.
José del Carmen Moscote o “Checame” el padre de Francisco Moscote se convirtió en un extraordinario acordeonero, labor que le enseñó a tocar su patrón y maestro, un italiano exportador de perlas. Y era “Checame” quien le tocaba las parrandas al General “Juanito” Iguaran. Y fue su padre quien le enseñó a tocar el acordeón a “su muchacho” como él lo llamaba.
Entonces en uno de esos compromisos de “Checame” Moscote con su patrón el italiano, debían salir de viaje a la región de Carrizal por el negocio de las perlas y al mismo tiempo tenía el compromiso de tocarle una parranda al General Iguaran, quien además era su compadre. Y él le manifestó que no podía cumplirle para esa fecha por compromisos con su patrón pero que ahí le dejaba al “muchacho” o sea a su hijo Francisco, que también tocaba bien el acordeón. “Checame” se fue a su compromiso laboral y cuando regresó fue donde su compadre el General y le preguntó que como le había ido con el “muchacho” y el General le respondió: “Muchacho, ese no es ningún muchacho, ese es el hombre”. De esa manera la gente conocedora del tema, ignora que quien le puso el nombre legendario, fue el General “Juanito” Iguaran.
¿Pero por qué digo que nació por allá en entre 1850 y 1860? Porque en mi primer libro de “El Vallenato en el tiempo y las voces de siempre” lanzado en el festival de la leyenda vallenata en Abril de 1996 y en el prologo de este libro, el escritor y poeta de Barrancas Guillermo Solano Figueroa dejó escrito: “Muchos que escriben sobre este tema imaginan fantástico, legendario, a Francisco el Hombre (Francisco Moscote). Era un músico de carne y hueso, compositor y andariego. En su tiempo sus canciones se escuchaban por todas partes. Era costumbrista y también dedicaba muchas canciones a la mujer. En el año 1936 conocí a este juglar y escuché sus notas cuando, en Barrancas, visitaba a Joaquín Palmezano, gran acordeonista de ese pueblo.
También Francisco Bolaños visitó a este músico y llevó el primer acordeón moruno – reemplazó a los tornillos de maquina – que pisó esa tierra. Tocó un baile y, loco de amor por una barranquera, le cedió el moruno a Palmezano que, con algunas cortas indicaciones, lo puso a vibrar con tanta maestría que “Chico” Bolaños amaneció bailando”. Y concluye “Guille” Solano que “Francisco el Hombre” estaba ya avanzado en edad cuando él lo conoció.
Pero de lo más importante del libro que escribí como aporte a mi folclor, fue lo que quedó plasmado como segundo prologo, por parte de mi padrino y mito y leyenda viviente del vallenato, Rafael Escalona Martínez, quien de paso fue el autor de la portada, fue la historia y fabula de “Francisco el Hombre” que quedó plasmada para la historia así: “Fue el acordeón, es el acordeón. Como dueño y pionero de ella, en la Guajira, la tierra del cactus, arena, indios y dividivi, apareció como les dije al comienzo, un hombre moreno, flequetero y parrandero con su acordeón en el pecho; era mi tío “FRANCISCO EL HOMBRE”!.
FRANCISCO EL HOMBRE, arrinconó para siempre en Riohacha y en los caseríos guajiros, como Tomarrazón, Macho Bayo y Cotopríz, a las entonces muy en moda mazunkas, poleas y valses europeos. Francisco el Hombre, comenzó a modelar lo que hoy constituye el vallenato. Como potro guajiro suelto en las llanuras, le dio rienda suelta a sus inspiraciones costumbristas y narrativas. Así nació el merengue, el són, la puya y el paseo vallenato. Y la historia sigue así:
FRANCISCO EL HOMBRE, comenzó a cantar nuestras costumbres, nuestro vivir cotidiano y a recorrer los caminos que tosen polvos por los caseríos y arenales de la Guajira y de la provincia de Padilla. Su presencia era sinónimo de parrandas, de fiestas y alegría permanente en donde llegaba. Su fama se extendió hasta los dominios del príncipe de las tinieblas, quien perdía clientela porque éstos preferían divertirse sanamente, alejándose del pecado, sin volver a las pianolas para dedicarse por completo a las cumbiambas amanecedoras, y a las parrandas y fiestas del pueblo que alegraba FRANCISCO EL HOMBRE, con el acordeón en el pecho.
Por esta razón me contaron los abuelos – el duelo – y miren cómo lo cuentan: ocurrió que Satanás, se molestó y desafió a nuestro juglar a un duelo musical en las montañas de “Treinta” cerca de Cotopríz, Tomarrazón, Treinta y Macho Bayo.
Eran las doce (12) de la noche. A la montaña le estremecía el silencio. Los pájaros que cantaban bonito, habían dejado de cantar. Solo se oían el graznido insípido y aterrador de la lechuza y el balbuceo solidario del búho. No se veían luceros, sólo mariposas negras y lustrosas que no movían las alas.
FRANCISCO EL HOMBRE, se presentó como siempre con el acordeón en el pecho y en los labios una canción. Y traía también colgados al cuello como padrinos, las medallas benditas de Jesús Sacramentado y la Virgen de las Mercedes, y la patrona de Riohacha, la Virgen de los Remedios.
Cuentan que donde se encontraron, más nunca nacieron hierbas y se secaron los árboles y no volvió a llover, y cuando llueve los viernes santos es con relámpagos y truenos.
La presencia de don sata – el diablo – fue montada, primero por una nube negra sostenida por murciélagos chillones, alas puntiagudas y luego por un insoportable olor a azufre. No se dieron las manos, ni Don sata miró a mi tío Francisco por que en el cuello le colgaban las medallas de Jesús y la Virgen y Don Sata, como ustedes saben, no gusta de esa gente, son poco amigos.
La nube y los murciélagos hicieron telón detrás del dueño del infierno, quien tomó asiento sobre una enorme y escalofriante calavera que tenía cuernos rojos y en cada uno de ellos se posó un pájaro negro y feo, con alfombra hecha con escamas de dragones infernales y clavada a la tierra con lanzas y puñales ensangrentados.
Me cuenta que mi tío se olvido que él era FRANCISCO EL HOMBRE y quiso devolverse, pero ya no había camino, sólo se veía una culebra hirviente de azufre. Entonces partió el palo con que garabateaba el burro, hizo una cruz y se sentó sobre ella, pero las imágenes sagradas que llevaba en el cuello temblaron, esto significaba que estaba respaldado para pelear y en nombre de Dios. Se levantó, abrió el acordeón con una melodía extraña que adormeció a FRANCISCO EL HOMBRE, y lo hacía ver llamas de candelas enormes en telarañas.
La cosa se iba poniendo fea. El burro reventó la cabuya y se fue despavorido y a FRANCISCO EL HOMBRE se le olvidó la melodía y los versos que pensó cantar y se le acalambraron los dedos de las manos. Entonces se acordó del credo, oración que le había enseñado su madrina para que no lo fregaran las brujas y alejara el mañoco. Pero Don Sata, que no es tonto, lo hacía confundir con una oración de la magia que le enseñó una india Guajira a FRANCISCO EL HOMBRE, y esta oración parecía que si le gustaba a Don Sata, porque se reía mostrándole un pocón dientes de oro.
FRANCISCO EL HOMBRE se hizo señal de la cruz en la frente y comenzó a tocar el credo al revés, es decir; de atrás pa’ lante, pero no logró repetirlo porque Don Sata metido en la nube negra, le gritó: tramposo! Me la pagarás y desapareció como un estornudo con los pájaros feos en el hombro y los murciélagos y la nube negra hedionda a azufre también desaparecieron.
Y después…!
Como es de suponer, este caso hizo crecer con mayores dimensiones la fama del acordeonero y FRANCISCO EL HOMBRE, quedó consagrado por los siglos en el campo folclórico. Y no era para menos; era único hombre después de Jesucristo que derrotó al Diablo y con un acordeón. Yo creo que toda esta historia es cierta, y si no lo es, de lo que sí estoy seguro es de que es verdadero folclor.
Los nuevos herederos de mi tío FRANCISCO EL HOMBRE, los nuevos estilos y compositores, como también como y este muy importante, sobre la nueva aparición de críticos y analistas vallenatólogos que inician Consuelo Araujo, Francisco Socarras, Manuel Zapata Olivella, Alfonso López Michelsen, Gabriel García Márquez, Daniel Samper, Enrique Santos Calderón, Tomas Darío Hinojosa, y ahora este libro gran aporte que nos brinda el joven doctor”.
jueves, 17 de marzo de 2011
La recuperación de la dignidad
Por: Martín López González
Lo que hasta ahora se muestra, sin lugar a dudas, es que con Juan Manuel Santos en el primer cargo de la nación se está recuperando la dignidad perdida en los últimos años. ¿Cuál es la diferencia entre Santos y Uribe? Mientras el primero madrugaba todos los días a arriar a sus ministritos cual recua de mulas, como el más inelegante y pedestre capataz; el segundo lo hace a conducir un país con un equipo de estadistas, pensando en megaproyectos (hasta el momento) y con la total determinación de sacar al país del oscurantismo.
Por fin parece deslindarse lo políticamente reprochable y penalmente sancionable del ejercicio del poder. Se siente el freno a la violación de los derechos humanos, las libertades y los derechos civiles, la corrupción, el todo vale, que conduce inexorablemente a la criminalidad.
¿Será válido comparar las duplas Bush- Uribe y Obama-Santos en una proporción matemática perfecta, es decir, Uribe es a Bush como Santos es a Obama? Según algunos analistas, en ambos países estamos ante la inminente sepultura de un tenebroso momento histórico. Dejando atrás la paranoica Lucha Contra el Terrorismo de George W. Bush, que en nuestro país justificó hasta el monstruoso espionaje a la intimidad de las personas, niños en las escuelas incluidos, para hacer montajes de desprestigios a los opositores políticos, magistrados y periodistas independientes.
La postura de embaucador consumado y la actitud habitual de camorrista tanto en su país como en el exterior, lo catalogaron como mentiroso y tramposo. Su ultra-conservadora ideología y talante de vaquero definen con exactitud la naturaleza tanto de Bush como de Uribe. La visión futurista y esperanzada para el país, la finura al hablar, la formación liberal, los buenos modales y el respeto aun por los enemigos y por el Estado de Derecho son peculiaridades tanto del Presidente Obama como de Santos.
El indigno y largo gobierno anterior estuvo rodeado de falsedades: falsos positivos, falsas liberaciones, falsas operaciones y falsas desmovilizaciones. Todo falso. Falsedad como Agro Ingreso Seguro y la del mismísimo ex presidente que por televisión en el horario de mayor frecuencia declaró, cuando ya se rumoraba de lo Tomás y Jerónimo. “Sobre mis hijos, mis hijos no están en la corrupción, mis hijos no son corruptos, no son traficantes de influencias ante el Estado”. ¡Bullshit!
Más falso aún, fue la embustera Seguridad Democrática. La que fue montada para favorecer a los más poderosos en la refundación de la patria y monopolización de la tierra en el campo. Demostrándose así, que el Uribismo, como estilo de gobierno, no es otra cosa que un montón de corruptos, traquetos, hampones, tramposos, aprovechadores, buscadores de renta, sobornadores, extorsionistas, paracos, mentirosos, conspiradores que llegaron hasta la Casa de Nariño, el Congreso de la República y los más altos cargos del Estado. Afortunadamente para el país hoy muchos están presos, condenados o en proceso de investigación.
Así pues, la acelerada caída de Álvaro Uribe Vélez, que hace apenas siete meses era el más sonado y omnipotente mandatario de Colombia, hoy ya su primo y compañero de andanzas de toda la vida está en la cárcel y cada vez más cercano, toda su guardia pretoriana o huye como cualquier delincuentillo o lleva el mismo camino. No en vano lucharon como gato boca arriba para mantener el poder y seguir tapando toda esa inmundicia, pasando por encima de todo, cometiendo toda clase de contravenciones.
Más indigno aún, es que se haya llegado a tal nivel de ordinarez y patanería, como nunca antes ningún presidente se comportó y expresó. Los comentarios "le estamos respirando en la nuca”, "le doy en la cara marica", "estoy cargado de tigre”, "bájenlos, que es por mi cuenta", "sea varón", sólo han sido dichas por este fatídico personaje, que la manipulación y el maquillaje mediático nos lo querían vender como lo más granado que haya pasado por el solio de Bolívar.
Definitivamente hay que ser beligerante contra el mal gusto. Distinguir entre el caballero y el bellaco; y entre la buena y mala educación, restablecer las jerarquías, condenar la vulgaridad y sobre todo, proclamar la verticalidad del estilo, del talento y la decencia. Adelante Presidente Santos y Ministro Vargas Lleras por lo menos recupérennos el orgullo de ser colombianos dignos de esta patria herida por la delincuencia en el poder.
lunes, 14 de marzo de 2011
Catedráticos en paro
Los docentes catedráticos y ocasionales de la Universidad de La Guajira extensión Maicao, se permiten comunicar a la opinión pública de nuestro municipio, que acatando la directriz de la Asociación de docentes universitarios “ASODUN”, hemos iniciado un cese de actividades académicas de carácter indefinido por las siguientes razones:
El atraso en el pago correspondiente a todo año 2010, a los docentes de ETNOEDUCACIÓN y el retardo en el pago del segundo semestre del año 2010 a los docentes de ADMINISTRACIÓN DE EMPRESA Y TRABAJO SOCIAL, igualmente los salarios correspondientes al presente año.
La falta de recursos económicos, por la demora en los giros de la administración departamental a la Universidad, ha ocasionado también una disminución y deterioro en el campo de le investigación y las ciencias, hecho este que condenamos y denunciamos, porque atenta directamente con la calidad educativa de nuestra alma mater.
Denunciamos también la falta de compromiso moral y social de la actual administración Municipal con la extensión Maicao, de la Universidad de La Guajira, ello sin duda alguna, contribuye a la crisis por la que atraviesa hoy la universidad; por lo que solicitamos mediante este comunicado público a las autoridades departamentales, municipales y por supuesto a la misma administración de la universidad, que se realicen las gestiones pertinentes desde el campo legal, administrativo, moral y social, que posibiliten que la Universidad de La Guajira ocupe el sitio que le corresponde y junto a todos los estamentos institucionales y sociales del departamento, jalonemos el progreso que los habitantes de nuestra querida península nos merecemos.
Pedimos comprensión a los estudiantes y a la sociedad maicaera, que se ven afectados con este cese de actividades académicas y los invitamos a que se unan a este llamado angustioso de solidaridad e igualmente los convocamos para que hagamos fuerza común en este momento histórico, e iniciemos también el debate necesario para el fortalecimiento institucional, académico y científico de la universidad, buscando la apertura de nuevos programas en la extensión de Maicao, que responda a nuestras reales necesidades y finalmente podamos generar las condiciones para convertirnos en una SECCIONAL de la universidad, por la importancia que ello traería para la ciudad.
Más allá de este hecho circunstancial, queremos reiterar nuestro compromiso ineludible e inquebrantable con el fortalecimiento de la Universidad de La Guajira, por ello exigimos a la administración departamental que cumpla el compromiso legal, moral y social que tiene con la educación superior y no dilate más los giros que por derecho corresponden.
sábado, 12 de marzo de 2011
Un corazòn Agradecido
Por: Paola Johana Martìnez Ortìz
En estos días he escuchado mucho acerca del “dador alegre”, en conferencias; artículos y la misma palabra de Dios me ha remitido hasta ese tema, he escuchado tanto que he pasado largas horas meditando en este tema; entre mis ocupaciones diarias, entre mis espacios de descanso; pero vuelve mi mente una y otra vez al mismo: ¿Quién es un dador alegre?, ¿Qué es lo que entrega aquel dador que toca tanto el corazón de Dios? . Entremos a analizar:
2 de corintios 9:7 hace una buena descripción de quien es “un dador alegre” ( Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ó por necesidad; porque Dios ama el dador alegre), se refiere a aquella persona que da con generosidad, y se afirma que “Dios lo ama”. Se ve entonces este tema completamente ligado a lo que son los diezmos, ofrendas; primicias, siembras etc, Y nos remite necesariamente el tema de la Mayordomía, osea la administración de lo que Dios nos da. Es entonces cuando dice la palabra de Dios que quien da generosamente de igual manera recibirá, esa es una bonita promesa que nos revela el inmenso corazón de Dios y también su calidad de Justo, pero en mi análisis de hoy he llegando a la siguiente conclusión:
Para mí, la esencia del dar no es solamente saber que igual vas a recibir, o que lo haces porque es bueno, la esencia del dar radica en que “doy por agradecimiento a Dios” suena un poco raro, pero pienso que cuando damos no solo deberíamos pensar en una cosecha, ni en benevolencia; sino recordar que debemos dar generosamente de la misma manera que Dios ha sido generoso con nosotros dándonos todas sus bendiciones, pues Dios ha sido el primer dador alegre, que dio a su único hijo para que fuera sacrificado por todos nuestros pecados, ese cordero inmolado que nos lavó con su sangre sin merecerlo de nuestra parte.. Sólo por la gracia recibimos de él un favor inmerecido y es donde llego a la conclusión de que la esencia del “Dar “no las explica claramente Mateo 10:7-8 “7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8 sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia”. A Simple vista este pasaje bíblico se está refiriendo a usar los dones que por gracia recibimos de Dios, a repartir; a “dar” y el “dar” también implica en sí mismo un Don Espiritual, es un regalo que ha sido dado a la iglesia por el Espíritu Santo y que es muy poco mencionado.
Retomando en esencia, es entonces un “dador alegre” aquel que entrega algo sólo porque desea demostrar agradecimiento a Dios por todo aquello que ha recibido sin merecerlo. Aquel que da más de lo que se le ha pedido como una manera de demostrar su amor por Dios y de retribuirlo en los demás. Un ejemplo de “dar” que me gusta mucho lo encontramos en la biblia en el libro de Génesis 24:12-26, una historia de amor muy linda, donde los protagonistas llevan por nombre Isaac y Rebeca; la biblia nos relata las señales que aquel siervo recomendado por Abraham padre de Isaac, le pidió a Dios para escoger a la mujer adecuada para ser la esposa del hijo de su amo, fue así como la generosa Rebeca le dio de beber a él y a sus camellos; la biblia no dice cuantos animales eran, pero si menciona que era más de uno; pero el solo hecho de saber que cada camello necesita 40 litros de agua para quedar satisfecho, nos hace pensar que rebeca era entonces sin duda alguna una “dadora alegre”, no solo el hecho de saciar la sed de aquel siervo y sus camellos nos da esa idea, sino el esfuerzo me imagino que hizo rebeca porque tenía que sacar de un pozo me imagino y llenar cántaros.
Yo también hubiese escogido a Rebeca, no solo por su belleza como la describe la biblia, sino porque sólo un corazón agradecido con Dios puede dar, dar y dar sin esperar nada a cambio, y esto desde el entendido que en ese momento Rebeca no tenía ni idea de quién era aquel siervo, y mucho menos lo que este buscaba. Y en tanto el siervo tuvo que pensar “esta es la mujer que puede amar al hijo de mi amo”, es esta la ideal, es Rebeca la hija de Bethuel quien es una “dadora alegre”, da con generosidad a quien no conoce, mucho más dará amor a su esposo.
Un dador alegre es quien encuentra en el momento de “dar” una buena oportunidad de agradecerle al padre todo lo que le ha dado.
Por eso da por gracia, todo lo que por gracia has recibido…
Bendiciones
El puente roto
Por: Martín López González*
La Guajira, en especial Riohacha, necesita urgentemente una nueva generación de familias unidas, optimistas y amantes del trabajo, que cimenten en la niñez y juventud un verdadero compromiso de crecimiento para consigo mismo y para con los demás. Una educación integral, uniendo a padres, profesores, alumnos y comunidad en general como actores principales en la formación y consolidación de una identidad cultural colectiva hacia la búsqueda de un sentido de pertenencia.
Al aprovechar que la familia constituye en sí misma un contexto socio- cultural a través del cual llegan a los niños y jóvenes muchas de las actividades y elementos que son característicos de una cultura, se logra que sus mentes se llenen de contenidos y normas de convivencia que les permitan desarrollarse como seres sociales solidarios y tolerantes. Los paradigmas actuales plantean una gran preocupación.
La dinámica de la organización social y familiar de la Riohacha de otros tiempos, cuyos miembros solían tener en común usos y costumbres casi tribales, contrasta con la dispersión actual de principios y valores. En épocas pasadas la “aldea” se comportaba como una sola familia, donde imperaba la unidad y la solidaridad y los jóvenes y niños veían en cualquier mayor otro padre, vigilante de los comportamientos sociales.
En ese medio los padres de familia, en su gran mayoría, eran excelentes ciudadanos formadores de ciudadanos, que sin ningún tipo de miramientos reprendían a cualquier “desconocido” que incumplía la más mínima norma social. Posteriormente averiguaban el linaje y procedencia del implicado, con la consiguiente notificación a los padres biológicos, haciendo el papel de policías cívicos.
Eran los patrones sociales tradicionales arraigados en la moral católica y en los mecanismos de regulación legal lo que permitía que muchos jóvenes siguiéramos las reglas sociales por las buenas, por el deseo de ser un excelente ciudadano. Desde el saludo obligado a todos, en especial a los mayores; la vestimenta, la puntualidad, la auto-prohibición a mentir, la observación del vocabulario usado, la inculcación del estudio y el deporte, el respeto a las tradiciones y a la cultura, formaban un conjunto que hacía brillar o deslucir el comportamiento social esperado.
Presumo, ya que a esto nunca se le hizo una medición cualitativa, que la fuerte autorregulación de los jóvenes provenía, en mayor porcentaje, del deseo de ser un ciudadano ejemplar por satisfacción moral en cumplimiento del sentido de pertenencia social u orgullosa “riohacheridad”. En menor proporción por temor a la culpa o a la vergüenza social. Los mayores seguían un proceso de acondicionamiento conductual, avergonzando a quienes se salían de los cánones de comportamiento civilista y, a la vez, felicitando la rectitud ciudadana que se manifestaba aún en la niñez. Esto influía en el desempeño total de la sociedad.
Los miles de millones de dólares provenientes de USA producto del contrabando de narcóticos a mediados de los setenta del siglo anterior impactaron fuertemente a La Guajira y extravagantemente a Riohacha, donde se desarrolló una fuerte separación entre lo legalmente permitido y los comportamientos cotidianos, culturalmente aceptados.
Desaparecieron casi por completo la ética, la integridad, la responsabilidad, el respeto a las leyes y reglamentos, el respeto por el derecho de los demás ciudadanos, la puntualidad y, sobre todo y lastimosamente, el amor al trabajo. Lo anterior rompió el puente entre el pasado -la generación de los abuelos y anteriores- y las nuevas descendencias. Se alteraron los elementos de enlace entre abuelos, padres e hijos; especialmente los valores que rigen la vida de los miembros de la familia y sirven de inspiración y guía para sus acciones. Así, algunas tradiciones transmitidas inter- generacionalmente, se dispersaron. Más adelante con el desplazamiento geográfico de miles de personas a Riohacha, atraídos por la alucinación económica, el panorama se hizo más complejo, confuso y diverso.
No ha habido aún, treinta años después, un intento serio en tratar de reconstruir este puente roto en lo relacionado con aumentar el cumplimiento de normas de convivencia y la resolución pacífica de conflictos. Muchos de los Alcaldes que hemos tenido ni siquiera son conscientes de esta situación. La que ha venido de mal en peor, llegando a niveles extremos, haciendo invivible la ciudad. Más tarde, será más triste. Para hacer de Riohacha una mejor ciudad hay que comenzar por allí. Sin esto, no hay Nueva Riohacha, desafortunadamente.
*Psicólogo Social
La Guajira, en especial Riohacha, necesita urgentemente una nueva generación de familias unidas, optimistas y amantes del trabajo, que cimenten en la niñez y juventud un verdadero compromiso de crecimiento para consigo mismo y para con los demás. Una educación integral, uniendo a padres, profesores, alumnos y comunidad en general como actores principales en la formación y consolidación de una identidad cultural colectiva hacia la búsqueda de un sentido de pertenencia.
Al aprovechar que la familia constituye en sí misma un contexto socio- cultural a través del cual llegan a los niños y jóvenes muchas de las actividades y elementos que son característicos de una cultura, se logra que sus mentes se llenen de contenidos y normas de convivencia que les permitan desarrollarse como seres sociales solidarios y tolerantes. Los paradigmas actuales plantean una gran preocupación.
La dinámica de la organización social y familiar de la Riohacha de otros tiempos, cuyos miembros solían tener en común usos y costumbres casi tribales, contrasta con la dispersión actual de principios y valores. En épocas pasadas la “aldea” se comportaba como una sola familia, donde imperaba la unidad y la solidaridad y los jóvenes y niños veían en cualquier mayor otro padre, vigilante de los comportamientos sociales.
En ese medio los padres de familia, en su gran mayoría, eran excelentes ciudadanos formadores de ciudadanos, que sin ningún tipo de miramientos reprendían a cualquier “desconocido” que incumplía la más mínima norma social. Posteriormente averiguaban el linaje y procedencia del implicado, con la consiguiente notificación a los padres biológicos, haciendo el papel de policías cívicos.
Eran los patrones sociales tradicionales arraigados en la moral católica y en los mecanismos de regulación legal lo que permitía que muchos jóvenes siguiéramos las reglas sociales por las buenas, por el deseo de ser un excelente ciudadano. Desde el saludo obligado a todos, en especial a los mayores; la vestimenta, la puntualidad, la auto-prohibición a mentir, la observación del vocabulario usado, la inculcación del estudio y el deporte, el respeto a las tradiciones y a la cultura, formaban un conjunto que hacía brillar o deslucir el comportamiento social esperado.
Presumo, ya que a esto nunca se le hizo una medición cualitativa, que la fuerte autorregulación de los jóvenes provenía, en mayor porcentaje, del deseo de ser un ciudadano ejemplar por satisfacción moral en cumplimiento del sentido de pertenencia social u orgullosa “riohacheridad”. En menor proporción por temor a la culpa o a la vergüenza social. Los mayores seguían un proceso de acondicionamiento conductual, avergonzando a quienes se salían de los cánones de comportamiento civilista y, a la vez, felicitando la rectitud ciudadana que se manifestaba aún en la niñez. Esto influía en el desempeño total de la sociedad.
Los miles de millones de dólares provenientes de USA producto del contrabando de narcóticos a mediados de los setenta del siglo anterior impactaron fuertemente a La Guajira y extravagantemente a Riohacha, donde se desarrolló una fuerte separación entre lo legalmente permitido y los comportamientos cotidianos, culturalmente aceptados.
Desaparecieron casi por completo la ética, la integridad, la responsabilidad, el respeto a las leyes y reglamentos, el respeto por el derecho de los demás ciudadanos, la puntualidad y, sobre todo y lastimosamente, el amor al trabajo. Lo anterior rompió el puente entre el pasado -la generación de los abuelos y anteriores- y las nuevas descendencias. Se alteraron los elementos de enlace entre abuelos, padres e hijos; especialmente los valores que rigen la vida de los miembros de la familia y sirven de inspiración y guía para sus acciones. Así, algunas tradiciones transmitidas inter- generacionalmente, se dispersaron. Más adelante con el desplazamiento geográfico de miles de personas a Riohacha, atraídos por la alucinación económica, el panorama se hizo más complejo, confuso y diverso.
No ha habido aún, treinta años después, un intento serio en tratar de reconstruir este puente roto en lo relacionado con aumentar el cumplimiento de normas de convivencia y la resolución pacífica de conflictos. Muchos de los Alcaldes que hemos tenido ni siquiera son conscientes de esta situación. La que ha venido de mal en peor, llegando a niveles extremos, haciendo invivible la ciudad. Más tarde, será más triste. Para hacer de Riohacha una mejor ciudad hay que comenzar por allí. Sin esto, no hay Nueva Riohacha, desafortunadamente.
*Psicólogo Social
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