sábado, 22 de enero de 2011

Fútbol: nostalgias lejanas y cercanas (2)

Por: Alejandro Rutto Martínez

Acabo de cumplir diez años y por primera vez voy a una cancha de fútbol. Me acompañan dos vecinas, de confianza de mis padres. Ellas son madre e hija. La madre con surcos en su rostro muestra el paso despiadado del tiempo. Su hija a pesar de tener solo quince años, también es vieja a mi juicio, pues me lleva media vida de ventaja.

A través de la multitud no logro distinguir quienes son los jugadores. Solo recuerdo a alguien que pasa raudo con la pelota con un uniforme a rayas azules y blancas. ¿Sería del Deportivo Santander? Pasa el fútbol por primera vez en mi vida, pero no por mis ojos que se inundaban del espeso polvo que levantaba la brisa rebelde de esa tarde. ¿También la brisa es rebelde?

En un descuido salgo corriendo escapándome de mis guardianas pero la quinceañera sale tras de mí respirándome en la nuca, así que no soy completamente libre. Hoy pienso que a muchos señores les hubiera gustado ser perseguidos por una mujer de quince, pero ese día no era mi caso.
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En la caminata de regreso, cuando mi perseguidora me trae de vuelta prendida al cuello de mi camisa, un amigo de la casa me invita a un helado beneficiando también a mi perseguidora.
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Cuando nos acercamos la anciana regaña a su hija por creer que había gastado el dinero en helados para ella y para mí. Aún hoy recuerdo su cara de bruja rebelde al sentirse amenazada por la ruina. ¿También las brujas son rebeldes?

Fútbol: nostalgias lejanas y cercanas (1)

Por: Alejandro Rutto Martínez

Diciembre de 1.973

Tenía yo nueve años. En casa prendieron el radio un domingo por la tarde y escuchamos al locutor de cierta emisora nacional en su narración un partido de fútbol. El que habla no es Martín Valiente, el héroe venezolano de la radionovela que escuchamos todos los días a las 12. Es colombiano y habla con vigor y ritmo, como si estuviera cantando y de hecho canta con la inspiración propia de los narradores de mi país.
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Uno de los equipos marca y va ganando 1-0, lo que motiva un ruidoso y prolongado grito del hombre de la radio. Luego el mismo equipo, Deportivo Cali se llama, marca otra vez. Lo sé porque siento que el locutor va a romper el deteriorado parlante de nuestro viejo radio. Sigo entretenido en el juego con mi volqueta roja recién sacada de su empaque en el arenoso patio de la casa, pero tengo los oídos puestos en la transmisión radial. Van 2-0. Cuando descargo un viaje de arena en el rincón del patio oigo otro gol y mi hermano, bueno para las cuentas me recuerda que van 2-1. Luego 2-2 y al final el que perdía gana por 3-2…es una gran hazaña, dice el narrador y lo confirman otros señores que no gritan tanto.
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Yo, que no tenía equipo, elijo a los héroes de esa tarde. No es ni Santa Fe, ni Millonarios…los cuadros a quienes admiran mis hermanos. Ni Junior, el cuadro por el que vibran casi todos en el mundo, mi mundo, conocido. Desde ese día reseco y soleado soy seguidor incurable del Atlético Nacional. Es un error más de la genética en una sola casa, porque la genética indica que todos los habitantes del Caribe deben ser junioristas.
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Yo aún no sabía de genética ni de regiones o regionalismos. Y cuando por fin supe algo, entendí que se puede cambiar de religión o de nacionalidad, o de casa o de lugar de residencia, pero no se puede cambiar el equipo por el que se goza y sufre. Sobre todo cuando se sufre, que es lo que más le pasa a quienes nos gusta el fútbol.

viernes, 21 de enero de 2011

Piedad Córdoba: a propósito de un fallodisciplinario

Autor: José Carlos Molina Becerra
Abogado litigante.


Fue noticia nacional e internacional el año pasado el fallo del proceso disciplinario de única instancia que destituyó e inhabilitó por 18 años a la senadora PIEDAD CÓRDOBA, emitido por el despacho del señor Procurador General de la Nación.

Seguramente a muchos de los abogados del país, nos causó la misma inquietud jurídica, el trámite y el fallo señalado y no precisamente por la discusión probatoria en busca de la verdad de los hechos imputados o por la el debate político que dicho fallo generó; sino por la falta de competencia de la Procuraduría General, para tramitar procesos disciplinarios en busca de pérdida de investidura de los Congresista.

Es decir, la discusión jurídica se fundamenta en si la Procuraduría General tiene o no competencia para sancionar a un congresista con la pérdida de investidura. Miremos brevemente el fundamento y los cargos del despacho del Procurador:
Falta disciplinaria contenida en el artículo 48 numeral 12. Dicho artículo se refiere a las faltas gravísimas y el numeral señala: “Fomentar o ejecutar actos tendientes a la formación o subsistencia de grupos armados al margen de la ley; o promoverlos, auspiciarlos, financiarlos, organizarlos, instruirlos, dirigirlos o colaborar con ellos”.

Los hechos en que se fundamentan los cargos son los presuntos vínculos con grupos al margen de la ley, de acuerdo a la investigación que tuvo origen en los hallazgos de los computadores incautados en la Operación Fénix donde fue abatido alias ‘Raúl Reyes'.

Como hemos dicho, más allá de los hechos y de las presuntas pruebas en contra de la senadora, la discusión es la competencia del despacho del procurador. Para ello es necesario acudir a nuestra carta política o Constitución Nacional:
“ARTICULO 184. La pérdida de la investidura será decretada por el Consejo de Estado de acuerdo con la ley y en un término no mayor de veinte días hábiles, contados a partir de la fecha de la solicitud formulada por la mesa directiva de la cámara correspondiente o por cualquier ciudadano”.

Con la sola lectura del artículo 184, vigente aún, de inmediato nos damos cuenta que la constitución entrega la competencia para la pérdida de la investidura al honorable Consejo de Estado y no a la Procuraduría General. Miremos ahora el criterio jurídico de la Corte Constitucional, en una famosa sentencia C-280-1996 de revisión del anterior Código disciplinario (Ley 200 de 1995 ), donde uno de sus artículos (artículo 29, numeral 9°) decía: “9. Pérdida de la investidura para los miembros de las corporaciones públicas, de conformidad con las normas de la Constitución y la ley que la regule."

La Corte al pronunciarse sobre la constitucionalidad de ese numeral dijo que era exequible en el sentido que no desconoce la competencia propia del Consejo de Estado, en relación con los Congresistas y nada se opone a que la ley regule la pérdida de investidura como sanción disciplinaria para el resto de miembros de las corporaciones públicas (Concejales, Diputados), pero que es absolutamente claro que para el congreso la competencia es exclusiva del Consejo de Estado.

Como sabemos, porque fue difundido por los medios de comunicación, la Corte Suprema de Justicia confirmó que está investigando al Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, por el fallo emitió por su despacho en contra de la sancionada senadora Piedad Córdoba.

Más allá de si la senadora tiene o no vínculos con las FARC, el hecho jurídico en relación con el famoso fallo, es que la competencia no es de la Procuraduría, sino del Consejo de Estado.

La Guajira un país y su economía: autosuficiente

Por: Hernán Baquero Bracho

Dentro de un mismo país, es decir como parte de un gran territorio nacional, pueden existir regiones, sub-regiones o áreas geográficas que por el hecho de estar limitadas administrativamente, pueden considerarse por sus características socio-económicas y físicas; y especialmente para efectos de análisis económico como un país dentro de otro mayor.

En Colombia existen varios casos, y uno de ellos, el más nítido y relevante por su actual potencial para efecto del desarrollo nacional es el Departamento de Guajira, hasta hace muy poco tiempo región olvidada y atrasada y prácticamente inexistente para muchos compatriotas.

En efecto, este departamento costeño, poseedor de prácticamente todos los climas, altitudes y geografías Colombianas, permite en razón de su potencial económico sectorial y características espaciales; de la formulación de un programa o plan integral de desarrollo como el nacional, aun prescindiéndose de que forma parte de un territorio, o unidad económica o estructura política- administrativa mayor que es la Colombiana.

En La Guajira, se identifican muy claramente cuatro grandes zonas geográficas que corresponden también a actividades económicas especializadas y complementarias, que le permiten estructurar un modelo de desarrollo económico y social de “auto suficiencia” fundamentado en un sector básico exportador y transformador, que es el minero y gasífero - los cuales constituyen la ventaja comparativa- y en otros tres sectores económicos de soporte que son el agropecuario, el portuario exportador y el político administrativo, para no referirnos si no a los más relevantes.

La primera gran zona que podría denominarse “minera” está constituida básicamente por los municipios de Maicao, Hatonuevo , Albania y Barrancas, y próximamente Fonseca, así como Manaure, Dibulla y Riohacha cuya población debe mediante las acciones públicas y privadas, derivar y sustentar su ingreso fundamentalmente de la minería del Carbón, y de la explotación gasífera, lo cual además de generar las divisas necesarias para el desarrollo del Departamento (como en efecto ha venido ocurriendo, pero atomizados por unos planes de desarrollo que no están acorde con el desarrollo de la comunidad), como sector prioritario y básico, le adiciona mediante la transformación en energía con el gas natural el potencial industrial manufacturero, debido a que por su localización geográfica este Departamento se haya próximo a Europa y principalmente a la cuenca del Caribe donde existe déficit crónico de energía.

La segunda zona, que podría llamarse la portuaria, estaría comprendida entre Uribía, Manaure y Dibulla. Es en esta gran franja de terreno especialmente a lo largo del eje de transporte o carretera que une a la capital indígena de Colombia, con Puerto Bolívar, en donde se deberían establecer parques de producción industrial manufactureros e inclusive zonas francas (en Dibulla donde se está construyendo un puerto multipropósito, que aumentaría las ventajas comparativas de nuestro Departamento) en los cuales se combinen mano de obra barata y la energía abundante, con la tecnología y el capital extranjero. En adición esta gran zona de terreno al norte de la península, posee lugares de alto potencial turístico, que con las otras riquezas: Sal, calizas, varita, yeso, mármol etc. Dan paso a una mayor y mejor diversificación de actividades soportes al desenvolvimiento portuario y de comercio exterior.

La tercera zona geográfica identificable y de enorme importancia en La Guajira es la llamada agropecuaria. Que comprende los municipios del sur del Departamento desde Fonseca hasta la Jagua del Pilar complementado con el Municipio de Dibulla y la zona sur de la capital Guajira. En esta fértil y exuberante región, el potencial de producción alimentaria es prácticamente ilimitado, si se introducen sistemas de cultivo de revolución verde y, especialmente de regulación y conservación del agua, ahora que un futuro próximo entra a operar el mega proyecto de la represa del Ranchería y el distrito de riego de San Juan del Cesar.

El sur del Departamento debe ser sin duda desarrollado, hasta los límites de la diversificación y la producción exportadora, pues no solamente allí se pueden extraer los alimentos para los nativos, si no que de hecho se pueden producir excedentes de alta calidad para los hambrientos mercados internacionales. Y ahora con la era de los Biocombustibles, se cuenta con diversas zonas aptas para las tecnologías de punta, incluyendo a Uribía y Maicao. El desarrollo de la palma de aceite así como las tecnologías de avanzada en el cultivo de banano orgánico pondría a nuestro departamento a la vanguardia de la diversificación y optimización de la agricultura en la región Caribe.

La cuarta zona, por último, es la llamada político – administrativa en donde está situada, la capital del Departamento, Riohacha. Allí es fundamental el desarrollar toda la estructura de administración pública de educación superior y de reconvención social, que el Departamento necesita para dirigir sus destinos y para tomar para su crecimiento armónico, las decisiones que día a día que de lejos, para efectos del tiempo ignorancia y espacio, no se puedan tomar.

La Guajira entonces, puede verse como un pequeño país compuesto de cuatro grandes zonas básicas y de actividades económicas complementarias, las cuales con las otras extensas áreas del territorio y lo que allí se haga, permiten el modelaje de un sistema económico “Autosuficiente”. ¿Cuándo iniciaremos esta gran obra?

jueves, 20 de enero de 2011

Cien Wayúu entraron a la Policía Nacional


Tomado de EL INFORMADOR
Los Wayúu escogidos lucieron su ropa tradicional. Los hombres, sus wayucos y las mujeres, las bellas mantas guajiras. Estos serán los primeros policías Wayúu que salen de la escuela que se inauguró el lunes en Uribia.

.Ochenta hombres y 20 mujeres, todos de la etnia Wayúu, a partir de lunes pasaron a ser miembros de la Policía Nacional. Ayer recibieron la institución armada e ingresaron al nuevo Centro de Institución de Policía Wayúu "Thorivio Kaporinche".

Este centro de instrucción está ubicado en el casco urbano de Uribia, obra que se construyó con apoyo de la administración municipal, que orienta Cielo Beatriz Redondo Mindiola.

La ceremonia estuvo presidida por el Director Nacional de Escuelas de la Policía, General Orlando Vale Mosquera; el Gobernador de La Guajira, Jorge Eduardo Pérez Bernier y el Alcalde encargado del municipio de Uribia, Víctor Hugo Mejía Ducand.

Los indígenas Wayúu son los primeros alumnos de "Thorivio Kaporinche" que ingresan totalmente becados a la Institución, gracias a las alianzas estratégicas y de cooperación interinstitucional con que cuenta la Policía Nacional con otras entidades del Estado y extranjeras, en esta oportunidad con la administración de Uribia.

La escuela tiene como objetivo atender el factor de desarrollo cultural y social de esta etnia, la más grande del país.

El proceso de incorporación de este grupo, tuvo una duración de 5 meses, reuniendo los perfiles y las competencias requeridas por la Institución.

A través del proceso de formación, se fortalecerán las competencias genéricas del policía, orientado al servicio comunitario que contempla la disposición y compromiso permanente para atender de forma efectiva las necesidades y requerimientos de la comunidad en la resolución de conflictos, permitiéndoles cumplir las metas asignadas a su labor, así como incrementar el aprendizaje continuo, liderazgo, adaptabilidad, relaciones interpersonales y condición física.

Los indígenas wayúu escogidos de un proceso de selección previa, estarán formándose para convertirse en patrulleros de la Policía Nacional.

Se conoció que es un proyecto piloto en el país, donde los indígenas wayuu todos están becados para su formación policial, convirtiéndose en un hecho histórico.

El objetivo es lograr un mayor acercamiento con las comunidades especialmente de la Alta Guajira, que se dificulta por lo extenso del territorio, además de ejercer soberanía en la región.

En la escuela que empezará este lunes a funcionar en Uribia, solo podrán participar los cien indígenas seleccionados, que recibirán su formación en lenguaje español y Wayuunaiki.

En ese mismo sentido, los wayuu ya incorporados a la Policía Nacional permanecerán preferencialmente en La Guajira, pero podrían en algún momento prestar sus servicios en otro lugar de Colombia.

Sin embargo, uno de los objetivos es no apartarlos mucho de su cultura y su gente, pues lo que se busca con ello es que sus familias estén más cerca de la Policía Nacional. El curso dura un año, y está su formación por el Ministerio de Educación Nacional.

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