El Vicepresidente de la República, Francisco Santos Calderón, ante las noticias de grafitos amenazantes contra el Padre Javier Giraldo expresó:
1. El Gobierno ha brindado todas las garantías para que las ideas diferentes se puedan expresar mediante la confrontación pacífica y rechaza este tipo de grafitos amenazantes; exhorta a la Fiscalía General de la Nación para que adelante una pronta y efectiva investigación.
2. Con el padre Javier Giraldo mantenemos diferencias pero estamos comprometidos en garantizar el ejercicio de sus derechos y libertades como con todas las personas que están en nuestro territorio. Diferimos en su falta de cooperación con la justicia a pesar de los evidentes esfuerzos y resultados como lo demuestra el juicio a los culpables de la masacre del 21 de febrero del 2005 y en su apreciación de que en Colombia nada ha cambiado a pesar de que todos los jefes paramilitares están en la cárcel y este grupo desmovilizado.
3. Lamento la división que hay al interior de la comunidad del Curbaradó y reitero la oferta de que el Ministerio del Interior y Justicia entre a mediar en esta división; exhorto a las partes a dirimir dicha confrontación de manera pacífica y en beneficio de las comunidades afro colombianas de la zona.
4. A todos los defensores les reitero mi mensaje: el enemigo del trabajo de ellos son los intolerantes y los grupos armados ilegales; el Estado es su socio en lograr plena vigencia de los derechos humanos, garantías para su trabajo y reconocimiento para las víctimas.
1. El Gobierno ha brindado todas las garantías para que las ideas diferentes se puedan expresar mediante la confrontación pacífica y rechaza este tipo de grafitos amenazantes; exhorta a la Fiscalía General de la Nación para que adelante una pronta y efectiva investigación.
2. Con el padre Javier Giraldo mantenemos diferencias pero estamos comprometidos en garantizar el ejercicio de sus derechos y libertades como con todas las personas que están en nuestro territorio. Diferimos en su falta de cooperación con la justicia a pesar de los evidentes esfuerzos y resultados como lo demuestra el juicio a los culpables de la masacre del 21 de febrero del 2005 y en su apreciación de que en Colombia nada ha cambiado a pesar de que todos los jefes paramilitares están en la cárcel y este grupo desmovilizado.
3. Lamento la división que hay al interior de la comunidad del Curbaradó y reitero la oferta de que el Ministerio del Interior y Justicia entre a mediar en esta división; exhorto a las partes a dirimir dicha confrontación de manera pacífica y en beneficio de las comunidades afro colombianas de la zona.
4. A todos los defensores les reitero mi mensaje: el enemigo del trabajo de ellos son los intolerantes y los grupos armados ilegales; el Estado es su socio en lograr plena vigencia de los derechos humanos, garantías para su trabajo y reconocimiento para las víctimas.