lunes, 26 de enero de 2009

Paciencia piojo que la noche es larga

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Michel d'Eychem, señor de Montaigne: "Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara"


Era sábado, día de pago para quienes trabajaban en las faenas de construcción y mi padre salió de casa presuroso, cuando el sol indicaba que el mediodía daba paso a la tarde. Su finalidad: recibir el pago por todos los viajes hecho durante la semana a los ingenieros para los cuales trabajaba. Corrían los años setenta y en Maicao se construían grandes edificios, locales comerciales y bodegas para almacenar mercancías.

Cuando anochecía el viejo regresó con las manos vacías: el pago no se hizo efectivo y le pidieron esperar hasta el próximo lunes. Mi mamá, para consolarlo, echó mano de uno los dichos de su extenso repertorio y, antes de que siguiera con los lamentos le dijo "paciencia piojo que la noche es larga".

Así solía decir nuestra madre, una riohachera de pura cepa, cuando las cosas parecían complicarse y tomaban un color, digamos, poco favorable a los intereses de la familia o a nuestros deseos o esperanzas. Cuando ella decía así todos sabíamos que lo recomendable era tener calma y saber que el desenlace, de ser favorable, no sería en corto tiempo. Esa noche mi papá se que a dormir sin plata en los bolsillos pero con la convicción de que no debía preocuparse por algo que no estaba en sus manos resolver.

Mi madre y sus contemporáneos, casi todos ellos de pocos años en la escuela, aprendieron comunicación, lenguaje, música y hasta un poco de literatura en las tertulias vespertinas que los reunía a todos, niños, jóvenes, adultos y ancianos, para intercambiar las vivencias del día. Era un tiempo en que la palabra fluía, el tiempo se detenía y el conocimiento era compartido de manera franca, abierta y amena.

Algunos aprendieron más que otros pero nuestra representante en esas concurridísimas reuniones de la Calle del Carmen, aprendió, sobre todo, hermosas letras de boleros y dichos con los cuales nos guió durante todo el tiempo en que estuvo con nosotros. Y tenía uno para cada ocasión.

Por ejemplo, cuando veía sufrir a alguien, comentaba: "Caramba, ese pobre hombre está pasando más trabajo que Justo Rojas en Villanueva".

Nunca supimos quién era Justo Rojas, ni qué le pasó en cuál Villanueva. Pero sea quien haya sido fue un nombre que siempre nos inspiró pesar y un poco de piedad. No sabemos si fue un padre de familia desempleado o un político caído en desgracia o un campesino que perdió su finca hipotecada.

Pero, a juzgar por el tono con que se referían a él, debió ser alguien especializado en los más terribles sufrimientos.

Pero no era esa la única forma de referirse a quienes la vida probaba con los malos ratos. A veces, cuando se refería a sus propias penas del pasado, decía: "A mí en esa época me tocó pasar la mar de un brinco y la ciénaga de un pugío(sic)".

Muy grande debe ser el esfuerzo de quien atraviese el mar de un solo salto y una ciénaga con solo un grito lastimero, que es lo que aproximadamente traduce "un pugío". Y cuando esa forma de decir estaba muy repetida, entonces acudía a otra de sus máximas. "¿Qué como estoy? Aquí, como tres en el anca de un piojo, siendo yo la de más atrás".

Yo, que siento dolor ajeno cuando veo a tres personas montadas en una motocicleta, me imagino como sería el viaje sobre el minúsculo animal, más que todo cuando son tres viajeros. Y... ¿Qué tal "el de más atrás"?

En esos tiempos, al igual que ahora, había personas inclinadas a crear conflictos y meterse en problemas.

Para ellos, recuerdo dos frases contundentes, de las que se pueden publicar sin temor a que los niños las lean (porque también había de las otras): "Fulano cree que la mazamorra es caldo".

Y otra aún más contundente, como para regañar a un grupo de jóvenes con ganas de buscar pleito: "Y ustedes qué creen... ¿Qué la guerra es cumbiamba?

Poco a poco las velitas de la tertulia se fueron apagando y toda esa generación de sabios de la calle y poetas de la palabra sencilla fue silenciada por el paso inexorable del tiempo.

A mi mamá también le llegó el turno de partir y, cuando eso sucedió, el mundo se me hizo pedazos. Ella se fue en el momento en que más me hubieran servido sus frases, su apoyo, su sonrisa y el hombro en donde me recostaba cuando quería desahogarme.

Pero, un poco después de su partida, cuando tuve una de las pruebas más grandes de mi existencia, comprobé que ella me acompañaba desde la eternidad con las sabias frases que me enseñó en la infancia.

En medio de la turbulencia y los colores grises de la adversidad, alcancé el recuerdo me trajo su voz dulce y llena de convicción: Tranquilo mijo, que ningún hijo de Dios muere boca abajo"

viernes, 23 de enero de 2009

Maicao al Día gana premio de periodismo de "El Cerrejón"


Momentos en que Alejandro Rutto recibe el premio de parte de Julián González, gerente de Responsabilidad Social de El Cerrejón

Riohacha-. Ayer durante la entrega del Sexto Concurso Departamental de periodismo El Cerrejón, el jurado decidió conceder el premio en la categoría de internet a Alejandro Rutto Martínez, director de Maicao al Día por el trabajo titulado "Los tinteros de Maicao, empresarios de la tradición".

En el evento realizado este 22 de enro en el salón de eventos "Arrecifes" de Riohacha, fueron premiados además los trabajos correspondientes a la categorías de Radio, en la cual ganó Vital Acosta; prensa en la que ganó Víctor Polo y Carlos Lizarazo en televisión.

El Cerrejón, organizador del concurso, dio la máxima importancia al programa de premiación que contó con la presencia del presidente de la empresa León Teicher; la directora del Departamento Nacional de Planeación Nacional Carolina Rentería; el gobernador de La Guajira Jorge Pérez Bernir y el alcalde de Riohacha Jaider Curiel.

El jurado estuvo integrado por Alberto Martínez Monterrosa, decano de la facultad de Comunicación de la Universidad del Norte; el antropólogo Wilder Guerra y la directora de Semana .com María Teresa Ronderos.

Maicao al Día dedica este premio a Dios y a los vendedores de tinto de Maicao y lo comparte con sus lectores en 75 países del mundo.
.

RIOHACHA, EL CAOS

Por: Enrique Herrera Barros
Enero 23, viernes, de 2009

Riohacha tiene más carros que Caracas, muy bueno, pero mucho carenene, que ya está bueno de ellos.

Pero la vaina es que no hay orden vehicular.

Se vienen una carrandanga de fiestas, unas encima de otras, Francisco El Hombre, La vieja Mello, y un sinnúmero de actos, foros, reuniones, seminarios, etc. Y no hay un regulador de transito, ni para una medicina, porque el Instram no los tiene o no los pone.

La gente se parquea donde le da la gana, a la izquierda como los ingleses, a la derecha como Dios manda, atravesaos, los colectivos recogen pasajeros en cualquier parte, las busetas, esos carranbachos viejos del año UPA, que todavía están dando jumo en pipa, se meten por cualquier calle o carrera, sin ser la que les toca, la gente se para a hablar en el medio de la calle, los bulevares están llenos de sais, con bolas de tamarindo, total la locura.

Y de las motos ni se diga, ahora chocan entre ellas misma a cada rato, y las clínicas, felices, saldo en la noche; siete patas partidas, ocho brazos quebrados, cinco mandíbulas rotas, seiscientos treinta y dos puntos de sutura y que viva la pendejá. Toño, Migue y Monsalvo, toteados de la R.

Adelantan por la derecha, se vuelan los semáforos, no llevan casco ni chaleco, cargan ocho y hasta diez personas de los cuales cuatro son muchachitos, atracan, se cagan en la noticia.

Total, esto se jodió, aquí no hay ley, ni Dios, ni Santa María, no hay autoridad.

Entonces, que va a pasar Dios mío? Esto no lo arregla ni la Vieja Mello.

Y de nuestro aeropuerto Almirante Padilla que? Hace días que está dañada la banda transportadora delantera, la de la entrada, pero como la curiosidad mata al gato, le pregunté a mi amigo Jesús Jiménez, quien es el gerente del aeropuerto, que cuando la arreglaban? me dijo que el problema era, que el señor que arreglaba eso, venía de Bogotá, maldito centralismo, pero que estaba ocupado en “arrepinga la paila” Casanare arreglando un bus, que luego se desocupe lo mandan. Que se va a asar si todo es hueso.

Bueno aquí no hay quien arregle esa vaina?

Bueno y cuando van a quitar la avioné con eta, que está en el parqueadero adornando nuestra desidia, fíjense que ya sacaron el avión que cayó en el río Hudson y era mas grande.

Será que tendremos que pedirle al sindicato de basuqueros que se haga cargo de ella? pa. eso si son buenos.

El parqueadero ya le quedó chiquito al aeropuerto, en el que también hay desorden, aunque yo creo que también nos está haciendo falta un poquito de cultura ciudadana, de cariño por la tierra, de afecto por nosotros mismos, pero es que hay mucho mítio, josco, jabao, culopuyú y jurga, que pasaron del garabato al suiche.

Pero fijense en algo, van a Barranquilla, Cartagena, Bogotá o Medellín y son unos perfectos caballeros, entonces quien los entiende?

No botan papeles a la calle, ni en el suelo, no se orinan contra la pared, hacen las escuadras, respetan los semáforos, no andan a mas de treinta, no pisan las cebras, dan las gracias, total, son unos angelitos, que si se llegaran a morir de un infarto ahí mismo, se iban pal cielo con to y ropa, no es sino que vuelvan a Riohacha y se convierten en burros con corneta.

Váyase pal carajo, Rosarito se acabó el hígado.

jueves, 22 de enero de 2009

POR ESPECULACION CON EL AGUA EMBOTELLADA: VENEZOLANOS Y COLOMBIANOS OBLIGADOS A TOMAR REFRESCOS GASEOSOS

MAICAO AL DÍA
Reflexión sobre la especulación y altos precios del agua embotellada en Venezuela y Colombia lo cual obliga al ciudadano a tomar gaseosas para calmar la sed, situación que es un problema de salud pública ya que las bebidas gaseosas afectan negativamente la salud a largo plazo..
ººººº
POR ESPECULACION CON EL AGUA EMBOTELLADA: VENEZOLANOS Y COLOMBIANOS OBLIGADOS A TOMAR GASEOSAS

Por:
Orlando Cárcamo Berrío
ocarcamob@yahoo.com



Invité a una amiga venezolana a almorzar en un restaurante de autoservicio en un centro comercial de la ciudad de Maracaibo, Venezuela. Mi amiga se sirvió un almuerzo rico en proteínas y vegetales y como no había jugos, entonces prefirió agua en lugar de Coca Cola o Pepsi Cola que eran las únicas bebidas gaseosas disponibles. Al pasar por la caja, mi invitada se trenzó en discusión con la cajera del restaurante por el elevado precio del agua. La botella de agua de 600 ml. tenía un valor de 4 bolívares fuertes (unos 4.184 pesos al cambio oficial de 1.049 pesos por bolívar fuerte) y el vaso de gaseosa 3,5 Bs.F. Prácticamente, con ese precio se nos inducía a tomar gaseosas en lugar de agua por ser menos costosas. En un ejemplar acto de protesta, mi amiga prefirió no tomar ni agua ni gaseosa o “refresco” como le dicen a la gaseosa.


El ciudadano promedio no entiende por qué se abusa con el precio del agua embotellada en ese país. En la producción del agua embotellada, los materiales empleados son agua y plástico. El agua a purificar tiene un valor ínfimo; el plástico, un valor bajo porque los ingredientes empleados –derivados del petróleo- son abundantes en Venezuela. La gasolina utilizada en los camiones que transportan el agua embotellada es la más barata de todo el mundo. Otra sería la realidad si el agua y las botellas de plástico fueran importadas desde los Estados Unidos o la Comunidad Europea y si la gasolina en Venezuela costara lo mismo que en los Estados Unidos o Colombia. En Colombia, un galón de gasolina extra (3,78 litros) cuesta entre 9.500 y 10.500 pesos lo cual equivale en el mercado negro de las divisas (a 480 pesos por bolívar fuerte) en la frontera entre 19,7 y 21.8 Bs.F; mientras que el mismo galón de gasolina extra en Venezuela (a Bs.F. 0,097 cada litro) cuesta 0,36 Bs.F. Es decir, el galón de gasolina extra en Venezuela cuesta unos 180 pesos colombianos. Si en Venezuela se pagara la gasolina al precio colombiano, razones habría entonces para dolarizar el valor del agua embotellada y de otros productos de primera necesidad.


El elevado nivel de especulación con el agua embotellada se percibe en Venezuela cuando tenemos que pagar más por una botella de agua que por llenar de gasolina el tanque de un automóvil moderno. Por esta razón, a manera de broma, cuando estoy en Venezuela con amigos siempre elijo pagar por el llenado del tanque de gasolina del carro para que otros inviten a tomar algo. Si la gasolina fuera potable, si se pudiera beber, muchos venezolanos preferirían tomar gasolina por su bajo costo.


En Colombia también se presenta la especulación con el agua embotellada. Una botella de agua de 600 ml. se vende en promedio a 1.500 pesos mientras una botella de gaseosa de 350 ml. cuesta 1.000 pesos. Este hecho obliga al ciudadano de menores ingresos, que son la mayoría de los habitantes del país, a optar por tomarse un refresco gaseoso por ser menos costoso en lugar de una botella de agua que es más saludable pero más cara.


Sin embargo, en Colombia, el ciudadano con menos capacidad económica tiene la posibilidad de tomar agua empacada en bolsas. Las compañías embotelladoras de agua sacan al mercado el agua de la misma marca y calidad en bolsas a un precio 75% menor. Este producto se encuentra al lado de las botellas de agua en la mayoría de los sitios públicos: restaurantes, universidades, colegios, terminales de transporte y aeropuertos. Una bolsa de 350 ml. se encuentra al precio de 300 pesos. Por el valor de una botella, 1.500 pesos, podemos obtener litro y medio de agua en bolsa con las mismas condiciones de higiene que la botella. En mi caso particular, cuando viajo compro una sola botella de agua de 1.500 y periódicamente la lleno con bolsas de la misma marca a 300 pesos, obteniendo así un ahorro significativo. Este ahorro no lo he podido tener en Venezuela debido a que en los sitios públicos solo se encuentra agua embotellada la cual se exhibe como un producto de lujo en vitrinas refrigeradas.


Considero que el sobreprecio del agua embotellada se presenta en parte por las siguientes razones. Los finales del siglo XX y comienzos del XXI han marcado una orientación hacia el cuidado de la salud física. Se habla cada vez más de llevar una sana alimentación combinada con una buena rutina de ejercicios diarios. En este contexto no tienen mucho lugar el consumo de bebidas gaseosas y azucaradas debido a los efectos dañinos que sus componente (Bióxido de carbono, azúcar en altas proporciones, ácidos, conservantes y colorantes.) que a largo plazo suelen tener el la salud y como motor de la obesidad. En su lugar se promueve el consumo de agua por los buenos efectos en la salud. Las compañías de gaseosas son conscientes de estas tendencias actuales y han tratado de adaptarse a los nuevos tiempos diversificando sus productos. Ahora no solo fabrican y distribuyen refrescos gaseosos sino también jugos, bebidas energizantes y agua embotellada.


Estas compañías fabricantes de gaseosas, generalmente multinacionales, parecen tener un programa oculto para mantener las ventas de sus marcas tradicionales de refrescos gaseosos y frenar de alguna forma el descenso en las ventas de sus marcas favoritas. El programa consiste en vender el agua embotellada a un precio más elevado que sus productos gaseosos llevando así a la gente a elegir una gaseosa por el menor valor con respecto al agua. De paso, las ganancias de estas compañías se elevan astronómicamente debido a los bajos costos de procesamiento del agua con respecto a las bebidas gaseosas que demandan mayores gastos en materias primas.


A la saga de las grandes productoras de bebidas gaseosas, han aparecido pequeñas empresas embotelladoras de agua atraídas por las jugosas ganancias de hasta 1.100 por ciento, las cuales en lugar de competir con calidad y precios bajos, se han dedicado a vender un producto caro y de una calidad cuestionable. Es decir, no tenemos en Venezuela una marca de agua embotellada a precios razonables


Considero que la mejor arma en contra de los especuladores es la no compra de los productos que estén por encima de los precios razonables o regulados. Imitemos el ejemplo de una periodista ecuatoriana que vive en Maracaibo y que no toma bebidas gaseosas porque quiere llevar una vida saludable. Ella suele llevar siempre en su bolso una botella de agua que ella misma llena en casa antes de salir a la calle. De esa manera se ahorra más de 80 bolívares fuertes al mes. Vale la pena hacer lo mismo.


La especulación con el agua embotellada y la escases del agua en bolsas en los lugares públicos no es ajena a la mentalidad de especulación que está tan de moda en el actual periodo histórico de Venezuela. Es éste uno de los problemas en los que el gobierno revolucionario se ha quedado corto siendo ello un problema de salud pública que merece atención y regulaciones en beneficio de las mayorías menos favorecidas económicamente. Se debe recordar que tomamos agua por sed y por buena salud no por lujo ni por moda. Se deben crear políticas públicas que declaren el agua en todas sus formas o empaques como un activo de la nación, un bien público comercializable a bajo costo.

EL EMBAJADOR DE LOS ESTADOS UNIDOS EN COLOMBIA WILLIAM BROWNFIELD VISITA LA MEZQUITA OMAR IBN AL KHATTAB


Por: Pedro Delgado Moscarella

Un evento sin precedente en la historia de la mezquita Omar Ibn Al Khattab se llevó a cabo este miércoles 21 de enero con la visita del embajador de los Estados Unidos en Colombia William Brownfield quien fue recibido por miembros de la Asociación Benéfica Islámica en cabeza de su presidente el Doctor Omar Elneser y el relacionista público y protocolo Ali Khorfan. La visita estuvo acompañada además por la primera autoridad del Departamento de la Guajira el Doctor Jorge Pérez Bernier.

La recepción se dio en un ambiente de cordialidad donde el embajador agradeció los esfuerzos que se dieron para recibirle junto con su comitiva y a la vez el Doctor Elneser le reiteró la voluntad de mantener la política de puertas y brazos abiertos a quienes deseen acercarse a la comunidad.

Después de la reunión en la sala de juntas de la Asociación Benéfica Islámica el embajador visitó el Colegio Colombo Árabe “Dar El Arkam” para posteriormente dirigirse al salón principal de la Mezquita donde recibió una información general sobre el Islam y las actividades de proyección social, cultural y comunitaria que desde el año 1982 han venido realizando las diferentes Juntas Directivas de la Asociación.

La visita culminó con un intercambio de obsequios por parte del Embajador al Imam de la Mezquita Sheikh Abdul Básit y la entrega de un presente al Embajador por parte del señor Alí Khorfan.

Analytic