Por: Pedro Delgado Moscarella
Venga y le cuento: Mientras usted se repone de las celebraciones navideñas y ahora se prepara para despedir el año lleno de expectativas, buenos presagios y rodeado de sus seres queridos, donde la tristeza y el dolor son conjurados por la alegría de estas fiestas, han muerto varias decenas de seres humanos producto de la insensibilidad de unos pocos.
Venga y le cuento: Mientras usted se repone de las celebraciones navideñas y ahora se prepara para despedir el año lleno de expectativas, buenos presagios y rodeado de sus seres queridos, donde la tristeza y el dolor son conjurados por la alegría de estas fiestas, han muerto varias decenas de seres humanos producto de la insensibilidad de unos pocos.
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Cada uno de esas víctimas son una familia, un mundo que jamás se podrá reconstruir, un futuro truncado en la línea del tiempo. Lo peor de todo es que niños como los de la fotografía son víctimas inocentes que sufren el desamparo, abandono e indefensión sin que usted y yo podamos hacer algo.
Cada uno de esas víctimas son una familia, un mundo que jamás se podrá reconstruir, un futuro truncado en la línea del tiempo. Lo peor de todo es que niños como los de la fotografía son víctimas inocentes que sufren el desamparo, abandono e indefensión sin que usted y yo podamos hacer algo.
Pero…¿ sabe que sí podemos hacer algo ?
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Tengamos presente que esos niños pueden ser sus hijos, nietos, hermanos, sobrinos, primos, vecinos o amigos de los pequeños que conforman su núcleo familiar… entonces piense por un momento y pregúntese: ¿Es lo que quiero para ellos?, ¿me gustaría verlos sufrir de la misma manera…?
Tengamos presente que esos niños pueden ser sus hijos, nietos, hermanos, sobrinos, primos, vecinos o amigos de los pequeños que conforman su núcleo familiar… entonces piense por un momento y pregúntese: ¿Es lo que quiero para ellos?, ¿me gustaría verlos sufrir de la misma manera…?
Si su respuesta es que no le gustaría semejante dolor para ellos, entonces acuda a la palabra “solidaridad” y haga lo que piense que debe hacer pero dentro de los límites de la prudencia, el respeto y civilidad.
De lo contrario si su respuesta es la indiferencia frente a estos actos de barbarie entonces… siga celebrando y esperando el año nuevo como si nada pasara.
