Henry Ford: "Busco hombres que crean que no hay cosas imposibles."
Por: Alejandro Rutto Martínez
Recientemente se efectuaron las elecciones para renovar los cuadros directivos de las Juntas de Acción Comunal en todo el país y los habitantes de los barrios y corregimientos acudieron a las urnas con inusual entusiasmo para apoyar a los candidatos de sus preferencias.
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En los días previos a las elecciones hubo tensión, disputas, roces y hasta una que otra discusión acalorada. Finalmente, y para bien de todos, la justa democrática definió unas Juntas en que las planchas participantes se vieron representadas por, al menos, un directivo. Ese es el milagro del cociente electoral: ganadores y perdedores se distribuyen los cargos y eso conduce a que, en la práctica, todos sean ganadores.
En Colombia el movimiento comunal se inició en 1.958 lo cual significa que ha transcurrido medio siglo desde el día en que la sociedad decidió comprometerse con un sistema de participación ciudadana dedicada a trabajar en el corazón mismo del pueblo.
En el lugar en que se sienten y sufren las necesidades y en donde es posible encontrar las ideas para solucionarlas: el barrio.
Queremos presentar a los líderes comunales y a quienes les ayudan en su tesonera labor un conjunto de recomendaciones para que su actividad sea provechosa, fructífera y exitosa.
1. Haga el bien y no mire a quien. Si este viejo refrán aún tiene vigencia es en la comunidad, en donde el líder es un pequeño alcalde; un socorrista para auxiliar a quienes están en apuros; un compañero en los momentos difíciles; un intercesor ante los demás vecinos. En fin, todo un personaje, con la capacidad para ayudar a todos y eso incluye no solo a quienes no votaron por él sino a quienes lo critican con dureza.
2. Trabaje sin descanso y no espere nada a cambio. Es bien sabido que en esta labor no se gana sueldo, ni siquiera honorarios. Y, en muchos casos, ni aún el reconocimiento de quienes se benefician por las gestiones realizadas. Pwero es necesario seguir trabajando. Y prepararse para no recibir nada físico a cambio. Porque, eso sí, al final la recompensa es una sola y es bien importante: la satisfacción del deber cumplido.
3. Capacítese. Estudie, lea, prepárese para ser un buen líder. Asista a cursos y seminarios. Frecuente conferencias y lea sobre legislación comunal, liderazgo, trabajo en equipo, formulación de proyectos y otros temas de interés para su labor. Estudie temas relacionados con la agenda de su barrio y procure que su gente también lo haga. Aprenda a crecer junto con las personas con quienes comparte su liderazgo.
4. Programe su tiempo. El día de los líderes comunales no debería tener 24 horas sino el doble porque debe atender su familia, su trabajo y su liderazgo. Y si quiere tener algún encuentro con la comunidad debe pensar en horarios nocturnos o en los fines de semana, cuando hay mayor disposición de tiempo libre. Su tiempo libe, por lo tanto, no existe, porque es precisamente el que dedica a su liderazgo. En virtud de lo anterior debe ser un muy buen administrador del tiempo para cumplirle a la comunidad y aún así conservar su trabajo y su familia.
Hay otras recomendaciones y serán objeto de una próxima entrega.
Por ahora, sigan haciendo el bien, como lo recomienda el libro de Gálatas en el capítulo 6, versículo 9: "No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos"