Por: Mara Ortega Acuña
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..." Simón Bolívar.
Los latinoamericanos debemos entender que tenemos un enemigo común y no es cualquier enemigo. El gobierno de los EE.UU, en épocas electorales se torna excesivamente peligroso para la paz mundial, el turno nos tocó a nosotros, afortunadamente, como pueblo bolivariano todo nos une, la memoria y el legado del Libertador cada día hace más fuerte el destino común.
La reunión del Grupo de Río, nos dejó varias conclusiones, la primera es que los guerreristas y su pregón de “seguridad ante todo” no tienen cabida en esta región, en segundo orden primó la sensatez y la ecuanimidad, ambas nos conducen a la única realidad de América y, es que Los vientos en la región van en dirección de la democracia funcional y el progreso social, Colombia no puede ser la excepción.
Sin embargo, en el país aún pervive y se fortalece la estrategia belicista impuesta por el Presidente Uribe como única alternativa para lograr la Paz, desafortunadamente los colombianos en buena mayoría creen que eso es así. Eso no puede ser cierto. La Paz no se consigue con guerra, es con la adopción de reformas políticas y sociales profundas y adecuadas a nuestra realidad si queremos acabar de raíz las causas reales del conflicto Interno.
Contrario al espíritu guerrerista oficial colombiano, quedó claro que el pueblo latinoamericano, lo que quiere es que se fortalezcan los lazos de amistad, solidaridad, la cooperación, la unidad para enfrentar el deseo imperialista de gestar enfrentamientos fratricidas en beneficio de sus propios intereses y de las trasnacionales.
Esta intención tambien la manifiestan los líderes wayuu que se vienen reuniendo con sus hermanos wayuu asentados al otro lado la frontera, con quienes no solo hablan del enfrentamiento ideológico de los dos presidentes, sino de la necesidad de unificar su territorio y garantizar su integridad como pueblo-nación.
Los avances de este grupo de trabajo, en esta semana crítica de la guerra fría fueron significativos, se habló de los principios de Derecho Internacional de la Libre autodeterminación y autonomía de los pueblos, de la emisión de un documento único para ser presentados a los respectivos mandatario de Colombia y Venezuela con sus más urgentes requerimientos, se recordó el sueño del libertador Simón Bolívar de erigir en Bahía Honda la capital de la Gran Colombia por su posición geoestratégica única en América y, se habló de la reactivación del Acuerdo Binacional para el mejoramiento de la calidad de vida de los wayuu , suscrito en Caracas en 1992. Es sabido por todos, que de las crisis vienen las soluciones y es posible que los wayuu, hayan encontrado el camino que conducirá a su nación a mejores tiempos.
Pero no hubo también quienes inflamados por ese espíritu de guerra y de maledicencia sumisa, ansiaran tener confrontación con nuestros hermanos venezolanos y ecuatorianos, atizaron desde sus tribunas y de manera permanente un ánimo anti-chavista y en contra de la unidad del pueblo latinoamericano en defensa de los intereses de los EE.UU y las multinacionales. El papel que jugó la gran prensa nacional demostró de qué lado están sus intereses y no son precisamente los del pueblo. Esto nos queda como enseñanza sobre todo para aquellos que aún creen en el Tiempo, RCN, Caracol y demás medios gobiernistas.
Otros aires se escuchan en el resto de países latinoamericanos, al respecto Ivonne Baki, anunció que está en su capacidad de Presidenta del Parlamento Andino, el convocar a una Cumbre sobre Seguridad Regional para asegurar que este tipo de incidentes no se repitan. "Necesitamos trabajar juntos, pacífica y armoniosamente por la región. Manifestó, que la población de la Región Andina está cansada de conflictos".“Como una Región en proceso de desarrollo debemos atender las necesidades básicas de nuestros conciudadanos, necesidades que incluyen alimentación, educación, vivienda y oportunidades para todos, declaró Baki. “Para cumplir con estos objetivos, necesitamos proporcionar un ambiente seguro para todos los ciudadanos de la Región Andina, pero no solamente de seguridad militar, sino también alimentaria y social.
Uribe debe aprender la lección que le dieron en la Cumbre de Río y saber respetar las diferencias, entender que no todos podemos pensar igual y que en una verdadera Democracia, a los contrarios se les convence no se les mata, que no podemos igualarnos por debajo, con el argumento que si la guerrilla es sanguinaria el ejercito está autorizado para serlo también. Otra lección que no olvidará es que a la casa ajena solo se puede llegar de visita y con respeto, que la soberanía de los Estados es inviolable y que imitar a los EE,UU, le puede salir muy caro. Que barbaridad. Mara OrtegaMaicao, marzo 8 de 2008.