Mostrando entradas con la etiqueta Radio Península. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Radio Península. Mostrar todas las entradas

martes, 31 de octubre de 2023

Tomás Domingo Ocando, pionero de emisoras y aerolíneas (Episodio final)


Escrito por:
Alejandro Rutto Martínez

Resumen del episodio anterior:   Mingo estaba dedicado a impulsar Ondas de Maicao, la emisora que había creado,  pionera de la radiodifusión en el pueblo. Un día dejó a un lado la máquina de escribir y el radio, se puso a analizar la contabilidad de  su novedosa empresa y lo que descubrió le causó una gran sorpresa.

Las cuentas no cuadraban con la sintonía y el fervor que generaba la programación. Las huellas del lápiz rojo sobre los números de la contabilidad delataban el mal momento financiero por el que atravesaba la empresa. Los oyentes apoyaban a la emisora, pero los anunciadores no pautaban.

La tristeza hizo su aparición, pero no se desesperó. Llamó a su esposa y consultó con ella la gravedad de la situación.  

-       Tenemos que salvar la emisora dijo Mingo

-       Pero, ¿Cómo lo haremos, esos números que dejan lugar a dudas?  Estamos al borde de la quiebra, le respondió Josefina.

-       No sé, pero no podemos cerrar Ondas de Maicao, tenemos que salvarla.

Y encontraron la fórmula para salvarla, aunque para ello se vieron obligados a tomar una dolorosa decisión: venderla a un empresario que tuviera el suficiente músculo financiero para mantenerla en el aire.

Logró contactarse con empresarios radiales de Barranquilla quienes a su vez la vendieron a Aroldo Zapata  y de esta operación nacieron Radio Península y Radio Tribuna, dos de las más recordadas estaciones de radio del departamento de La Guajira.

Tomás Domingo,  por su parte, se dedicó de nuevo al comercio y a la familia. El cariño y el tiempo que le dedicaba a la emisora lo orientó hacia su flamante campero Nissan Patrol, que en adelante sería su compañero inseparable y su mejor amigo  y compañero de trabajo.

Incursionó en la compra de sal, pero prefería la de Bahía Honda, porque según sus conocimientos esta era de mejor calidad para el consumo humano y la curtiembre. Después la trajo también desde Manaure. 

También en el procesamiento de sal fue pionero, el suyo fue el primer molino para el procesamiento del mineral en Maicao. En algún momento fue distribuidor del hilo que utilizan las artesanas guajiras para elaborar sus artesanías.  


El negocio avanzaba bien y tenía cara de que mejoraría en las siguientes temporadas.   Y se volvió tan buen cliente que sus proveedores le hicieron una sorprendente propuesta: le enviarían sólo hilos blancos y él se encargaría de tinturarlos de acuerdo con la demanda del mercado  local.  

Una vez manifestara su aceptación le dieron las instrucciones necesarias y las herramientas para montar su pequeña factoría.  El proveedor le enviaba los hilos blancos y él, a través de un complejo proceso químico, los teñía de rojo, verde, morado amarillo…de acuerdo con las solicitudes de la clientela.

En el plano familiar contemos que el  hogar se llenó de alegría con la llegada de sus siete hijos Shirley de Jesús, Tomás Domingo, Indira Jazmín, Lenin Jesit, Osiris Carolina, Henry Rafael, Erica Joselina.

Incursionó también en el trabajo social a través de programas de pavimentación comunitaria lo que le valió el agradecimiento de decenas de familias y dirigentes locales quienes decidieron bautizar con su nombre un barrio de la ciudad, el cual se levantó en los mismos terrenos en donde se instalaron por primera vez los transmisores de Ondas de Maicao.  

También existe una avenida llamada Mingo Ocando: la carrera 12 en el tramo que va desde el Cuerpo de Bomberos hasta la antigua pista del Aeropuerto San José.

Jaime Mendoza Pitre, el gran profesor Pitre, define a Mingo Ocando como un ícono de los maicaeros, éstas son sus palabras:

-   “Mingo Ocando es un ícono por su seriedad, su permanencia y su querer y amor a Maicao. Lo considero y lo he llamado 'mi jefe único' por que es la persona que se ha ganado el cariño de los maicaeros. A través de la emisora logró que La Guajira y Colombia supieran qué era Maicao y cómo era Maicao. Aún sigue insistiendo en eso. Quien no conozca a Mingo Ocando es porque es muy joven o no es de Maicao. Es un mito, muy popular y su Nissan Patrol lo hace aún más popular, cuando pasa la gente dice “ahí va Mingo Ocando. Es una persona a quien le tengo gran aprecio, cariño y estima”

Mingo Ocando camina por las calles de Maicao como el hombre del millón de amigos, al que todos quieren y respetan, como un símbolo del civismo y del progreso y como pioneros de la emisora y las aerolíneas.

FIN

Tomás Domingo Ocando, pionero de emisoras y aerolíneas (Tercer episodio)


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Resumen del episodio anterior:   Tomás Domingo Ocando se ha casado con su novia Josefina  Brito, natural de Fonseca. A los pocos días de convivir con su esposo Josefina descubre una de las grandes aficiones del hombre al que había unido su vida

Una de las más grandes pasiones de Mingo era     sintonizar y escuchar emisoras de todas partes del mundo en su potente radio de doce bandas, el cual permanecía encendido casi todo el día. En casa de los Ocando se enteraban primero de lo acontecido en cualquier parte del mundo a través de los noticieros y los avances noticiosos de la radio Deutsche Welle (La Voz de Alemania), Radio Francia Internacional, la BBC de Londres, la Voz de los Estrados Unidos de América y Radio Nederland, entre otras, además de las colombianas Caracol, Radio Libertad y Radio Sutatenza.

Su apego a la radio lo llevó a pensar en que las emisoras eran un síntoma del progreso de los pueblos y un símbolo del desarrollo y de la modernidad. Desde ahí comenzó a darle vueltas en la cabeza la idea de montar una emisora en la tierra donde vivía.

Hizo las gestiones pertinentes en el Ministerio de Comunicaciones y con la ayuda del doctor Fabio Espinoza, propietario de Radio Juventud y la cadena radial CORAL quien le asesoró en los complejos trámites legales y administrativos y, además, lo ayudó a conseguir el transmisor y una parte de los equipos necesarios para el funcionamiento de la estación de radio.

Mingo estaba obsesionado con el sueño de que Maicao tuviera una emisora de verdad en un tiempo de comercio floreciente en el que la publicidad, los anuncios sociales y algunas noticias eran transmitidas a través de un par de bocinas situadas en lo alto de un tubo de diez metros a quien su propietario, el famoso “Chalindú” llamaba La Voz de La Frontera.

 

Después de varios viajes a Bogotá y a Tunja, desde donde vino el transmisor, Ondas de Maicao, identificada ante el Ministerio de Comunicaciones como H J I O comenzó sus transmisiones a través de la frecuencia 1290 khrtz el 20 de julio de 1969, día de la Independencia nacional. 

Lo primero que se escuchó fue el himno nacional y después algunas canciones de moda en la época.  Ondas de Maicao se convirtió en la novedad del último año de la década de los sesenta. Su improvisada cabina y sus estudios estaban ubicados en la salida a Paraguachón, margen derecha y allí mismo quedaban los estudios.

Mingo recuerda esos tiempos con nostalgia, como se aprecia en su narración:

-       “Eran tiempos muy duros, a mí me tocaba recoger a los locutores y periodistas para llevarlos a la emisora porque esta quedaba muy lejos. Además, pasaba toda la noche pegado al radio para copiar las noticias nacionales e internacionales para que las leyera Roberto Pineda. Eran noticias frescas que los periódicos solo publicaban al día siguiente”

Después la empresa consiguió un enlace de FM y pudieron trasladar las cabinas al centro de la ciudad en la esquina de la carrera 12 con calle 14. Ondas de Maicao se convirtió  en la escuela en donde comenzaron a formarse periodistas y locutores de la talla de Roberto Enrique Pineda y Amaranto pájaro Murieles. 

Mingo demostraba que siempre lograba lo que se proponía, por eso es tan difícil definirlo como ser humano y describir su generosa personalidad. El exalcalde Ovidio Mejía Marulanda, uno de sus mejores amigos, al referirse a él lo hace con estas elogiosas palabras:

- “Para describir a Mingo Ocando se necesita el cincel de Miguel Ángel y el pincel de Leonardo Da Vinci. Con él he construido una amistad y una hermandad. Lo conocí cuando implementamos el plan de pavimentos comunitarios, él era un hombre prevenido con la clase política. 

Lo conocí como un hombre pulcro, de manos limpias, que no propone ni se deja proponer actos indecentes que puedan manchar su honorabilidad y honradez. Por eso aconsejo, recomiendo que el que busque un amigo de verdad, que busque a Mingo Ocando”

Volvamos a los tiempos de la radio en los que el dueño de la emisora fungía, además como uno de los “cazadores de información”. No era lo que pudiéramos llamar un reportero, pero él se las ingeniaba para rastrear las noticias nacionales e internacionales:

-       “Yo tenía un radio de onda corta, marca Phillips, muy potente. Me pasaba la noche escuchando radio y transcribiendo las noticias nacionales e internacionales en mi máquina de escribir para que al día siguiente las leyera Roberto Enrique Pineda.  De esa forma logramos que En Ondas de Maicao se difundieran noticias del mundo y del país primero que las grandes cadenas de radio”

Por esta razón Ondas de Maicao se ganó el respeto y aprecio de su multitudinaria audiencia. Además, prestaba servicios sociales muy importantes como felicitaciones a quienes cumplían años o tenían otro motivo de celebración como grados o matrimonios; invitaba a las honras fúnebres; ayudaba  a encontrar documentos perdidos y daba a conocer los servicios de las empresas y establecimientos comerciales.

Un servicio social común en aquellos tiempos era:

-       “Se le informa a Marina González que su hermana Eudosia llegó procedente de San Onofre y desconoce su dirección. Se le agradece pasar por nuestros estudios a recogerla”

No pasaban cinco minutos antes de que Marina fuera a buscar a Eudosia a la emisora.

Un día Mingo dejó a un lado la máquina y el radio, se puso a analizar la contabilidad de  su novedosa empresa y lo que descubrió le causó una gran sorpresa.

Leer el episodio final

jueves, 12 de octubre de 2023

El maestro Guillermo Ospina Vélez, constructor de casas y promotor de felicidades ajenas (Episodio doce )


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Resumen del episodio anterior: La casa de Guillermo es el epicentro de la navidad en la Comuna Cuatro de Maicao. Los niños acuden felices a su casa y él, vive pensando siempre en nuevos proyectos. Un día, poco antes del inicio de las novenas, se presentó con unas cajas y varias herramientas. ¿En qué estaría pensando ahora?

En los días previos había hecho arreglos en una de las habitaciones y allí sobre una mesa dejó los paquetes con la orden expresa de que nadie los tocara. Volvió a salir y un rato después se bajó de una camioneta F-100 que prestaba servicio como taxi con una vara de guadua muy larga.

Sus hijos se preguntaban qué había en esas misteriosas cajas y para qué serviría ese “palo” tan largo.

No debieron esperar mucho para tener respuestas. Guillermo deshizo el empaque de los paquetes y ante sus ojos aparecieron dos bocinas enormes, un micrófono, un pequeño amplificador, varios metros de cable y una grabadora

Pasaron un buen tiempo haciendo la instalación de las bocinas en lo alto de la vara de guadua, desde donde descendían los cables que las conectaban al amplificador, al cual se encontraban conectados la grabadora y el micrófono.


De esa manera acababa de nacer “Caracolito” una de las más famosas emisoras comunitarias de Maicao.  En la primera histórica transmisión se escuchó la voz de Guillermo Ospina Vélez quien se expresaba de la siguiente manera

-      Buenas tardes señoras y señores, damas y caballeros, bienvenidos a las emisiones de prueba de Radio Caracolito, transmitiendo desde la Casa del Pesebre, queremos desearles a todos ustedes una feliz navidad. 

 

Saludos a mis compadres Lucho Rhenals y Telesila. Aquí estaremos para mantenerlos informados y para encargarnos de sus servicios sociales, cumpleaños, reporte de documentos perdidos y todo lo que usted necesite.  Invitamos a todos los niños del barrio para que nos acompañen en la novena desde el 16 de diciembre Y a continuación los villancicos para que disfruten la navidad”.

Esa primera incursión de “Radio Caracolito” tuvo un efecto indescriptible en el ánimo de la gente.    La mayoría era incrédula porque no se imaginaban que en plena modernidad y cuando Maicao contaba con prestigiosas emisoras como Radio Península y Radio Tribuna, pudiera tener alguna cabida la radio comunitaria.    Otros se sentían acompañados por la música de navidad y por la voz de Guillermo que les recordaba la hora y los invitaba a decorar sus casas con motivos navideños.

Radio Caracolito se volvió parte de la cotidianidad en la Comuna Cuatro. Era el medio ideal para que alguien recuperara sus documentos, para conseguir un carpintero disponible, para saber en qué hogar se necesitaba agua y se la llevaran a domicilio.

Cuando un familiar venía de otro pueblo y no conocía la dirección a donde debía llegar, iba a Caracolito en donde se escuchaba poco después el siguiente mensaje:

-      “Se le informa a la señora Ruperta Morales que su primo Crescencio llegó de San Onofre y desconoce su dirección, Puede pasar a recogerlo en nuestros estudios. Repetimos…” 

Y así sucesivamente hasta que la señora Ruperta fuera a buscar a su pariente.

En algunas ocasiones felicitaban a las personas que cumplían años, a los que se graduaban, a los novios que iban a casarse y se organizaban las celebraciones de fechas claves como Día de las Madres y día del maestro.

La emisora comenzaba a escucharse a las cinco de la mañana cuando Guillermo amplificaba el programa “Despierta Guajiro” de Amaranto Pájaro, el cual se transmitía por Radio Península y transmitía a lo largo de la jornada enlazada con la cadena nacional Caracol, en los horarios noticiosos.

Radio Caracolito transmitió las novenas de ese año, las cuales fueron un éxito absoluto con buena natilla, chocolate, buñuelos y regalos para los niños, además del acompañamiento de la radio alternativa.

La emisora se volvió muy famosa, escucharla era un deleite y alrededor de su trabajo existen muchas anécdotas: Miller Angarita, por ejemplo, narra la forma en que se conoció con los esposos Ospina Betancur:

-      “Los conocí de una forma muy particular a mí me gustaba mucho ir por los lados del estadio municipal y un día cualquiera de diciembre pasé muy cerca del barrio San Antonio y se escuchaba una música muy de diciembre y lo más curioso un aviso o como se decía un anuncio parroquial: se le avisa a doña Cirita q la puerca se metió al patio de doña María y está haciendo daños que vaya por ella

Eso me llamó mucho la atención y hasta nos dio risa a mi esposa y a mí.  Averigüé con mi amigo Alberto Hernández quien vivía por esos lados y le comenté lo que había escuchado. Me contestó que era la emisora del señor Ospina a quien describió como “un man que hace muchas cosas para el barrio, y también ahora por ahí el 16 de diciembre hace las novenas de aguinaldos y arma un pesebre grande”.

“Radio Caracolito” incursionó también en las transmisiones deportivas de un importante torneo. 

En el próximo episodio les contaremos de qué campeonato se trataba y quiénes eran los jóvenes narradores y comentaristas. Adelantamos que fueron tres personas que en los siguientes años se destacaron en el periodismo deportivo y la narración de fútbol en el departamento de La Guajira y otras regiones del país.

Leer el episodio final de esta emocionante crónica

 

sábado, 15 de julio de 2023

La radiotón de 1986


Recorte de prensa de Causa Guajira, Hemeroteca Miguel Ángel López de Maicao

Recorte de prensa que registra uno de los eventos populares que más eco tuvo en los años ochenta: la radiotón para reunir los fondos que permitieran comprar un nuevo bus para los estudiantes de la Asociación de Estudiantes de la  Universidad de La Guajira Residentes en Maicao Eugrem.  

La fecha exacta fue el 7 de junio de 1986, en pleno desarrollo del Mundial de México. 

El Evento contó con el apoyo de la ciudadanía que se volcó a la Plaza Simón Bolívar a consignar sus aportes. Uno de los gestores fue el profesor Orlando Cuello(en la foto), gerente de la Organización Radial del Caribe, cuya emisora principal, Radiko Península transmitió el evento desde el principio hasta el final.  

Otro de los grandes gestores fue el entonces presidente de la Asociación mi compañero Abel Royo Galeano, hoy residenciado en Montería. 

Mi reconocimiento para él que fue alma y nervio de esa importante actividad que nos permitió comprar el famoso bus amarillo extralargo.

sábado, 8 de julio de 2023

El día en que Jaime Rengifo llegó a Radio Almirante

 

Foto de Causa Guajira, tomada de la hemeroteca de la Casa de la Cultura de Maicao

El día en que Jaime Rengifo emigró de Maicao a Riohacha   El 1 de diciembre de 1987 Jaime Rengifo inició un nuevo ciclo en su carrera profesional como periodista al pasar de la dirección general de la Voz de la Pampa en Maicao a director general de noticias de Radio Almirante en Riohacha.      

Era uno de los periodistas más importantes de La Guajira en ese momento y el cambio representaba un salto en su vida profesional. Años después regresaría a Maicao para trabajar en Olímpica Stéreo.         También trabajaría en Radio Península, Radio Delfín, Telecaribe y Yoruma Stéreo.       

Jaime Rangifo Junior fue asesinado el 29 de abril de 2003 en Maicao

viernes, 25 de marzo de 2022

La edad dorada de la radio (primera parte)

 Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Por aquellos tiempos la radio de Maicao era una nota: eran dos emisoras con una amplia cobertura, unos programas maravillosos y unas voces, lo mejor eran las voces. El director técnico de esas dos estilizadas orquestas llamadas Radio Península  y Radio Tribuna era un caballero llamado Arnoldo Zapata, cuya vida era un continuo vaivén entre su laboratorio de productos médicos y sus emisoras.  El primero era su vida, su trabajo y el inicio de su prosperidad. Las emisoras eran, además de empresas, su juguete de niño grande.

El señor Zapata quería que sus emisoras fueran los mejores en todo sentido, por eso se preocupó por tener unos modernos estudios dentro de los cuales había un hermoso radioteatro en el cual las nuevas promociones de músicos, cantantes y declamadores podían mostrar sus talentos. Además unos recursos técnicos extraordinarios. Radio Península contaba con 50 Kilovatios, una potencia descomunal que le permitía ser sintonizada como si fuera local en todo el Caribe, la región occidental de Venezuela, las Antillas y parte del interior del país.

Pero lo mejor de la emisora eran sus locutores, profesionales del micrófono cuyas voces fuertes como el treno y bien moduladas como la de los cantantes egresados de una academia de canto.

Una vez me di a la tarea de tomar dos radios y de sintonizar en uno de ellos a Radio Península y en el otro iba cambiando de Radio Sutatenza, después a Caracol, luego a Radio Guatapurí y más adelante a Radio Libertad.    La conclusión del estudio comparativo realizado a mis diez años de edad me dio como resultado llegar a la conclusión de que teníamos en nuestro pueblo amado la mejor de todas las emisoras.

Atraídos por la potencia de la emisora y por la fama de ciudad próspera que tenía Maicao, llegaron a la cabina de la calle 13 locutores y periodistas de la talla de Ignacio Ramírez Pinzón, Guillermo Alfonso Mejía, Tulio Pizarro Herrera y Raúl Comas, quienes eran profesionales consagrados y con  una fuerte  presencia  en los medios nacionales.    

Tulio Pizarro Herrera

Ignacio y Guillermo Alfonso ya eran figuras de talla nacional y no tuvieron ningún impedimento en venirse a estas tierras de vientos fuertes y arena incandescente para hacer parte de uno de los mejores equipos que haya tenido la radio en todos los tiempos. Tulio Pizarro y Raúl Comas dejaron a su natal barranquilla y emprendieron el duro y casi eterno viaje para establecerse en Maicao y dedicarse a ejercer las tres funciones más importantes de la radio (de la buena radio): divertir, educar e informar.

Ignacio Ramírez Pinzón

Junto a los ya mencionados titanes de la radio acudieron otros portentos de la locución y el periodismo, como Jaime Rengifo, quien atravesó más de medio país (desde su natal Palmira, en el Valle del Cauca) para convertirse en uno de los hombres de la radio más riguroso en sus críticas a las autoridades y entes gubernamentales cuando consideraba que éstos fallaban en el cumplimiento de sus responsabilidades. Debo decir con tristeza que su estilo acucioso y su valentía para denunciar lo que no estuviera bien hecho, le granjeó varios enemigos uno de los cuáles dio la orden para que fuera asesinado en el año 2003.

Uno de los más recordados entre los pioneros es Roberto Enrique Pineda, por su prudencia, tono de voz y defensa de las causas sociales.  La gente de Maicao y sus alrededores certificaba un hecho como verdadero cuando Roberto Enrique Pineda presentaba la noticia sobre el mismo.  

Roberto Enrique Pineda

La frase con que se cerraban todas las discusiones en las esquinas era ésta:

-“Eso es verdad, lo dijo Pineda en la emisora”  

Roberto tuvo una gran longevidad periodística: durante 41 años contados desde 1969 cuando comenzó su trabajo hasta el 2010 cuando Dios los llamó a su presencia estuvo al frente de un micrófono para dar las noticias con el encabezado que era su marca personal: “Atención Maicao”

Vamos bien, por ahora he mencionado a varios de nuestros más amados locutores y periodistas, pero apenas estamos comenzando.

¿Qué tal si me tienen paciencia y esperan las demás ediciones de esta interesante serie?

Leer la segunda parte de La edad dorada de la radio de Maicao

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Wilfrido Enrique Solano, el poeta de la radio Guajira

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez


El arte de crecer en una ciudad bulliciosa

Estamos en el año de 1978, una época en que el comercio de Maicao se encuentra en plena efervescencia, impulsado por la sòlida economía venezolana. La ciudad de la frontera es un hervidero humano en el que los gritos de los vendedores ambulantes se confunden con el de un revoleador que anuncia el próximo viaje haca Maracaibo en un enorme automóvil repleto de mercancías por la que sus propietarios han pagado un buen precio en bolívares, la moneda de moda en la zona.

La ciudad trabaja de día a un ritmo frenético y descansa de noche al son de los acordeones, las cajas y las guacharacas que se hacen sentir en el Radio Club y en la Caseta Internacional.

Grandes conjuntos como Alfredo Gutiérrez, Los Hermanos Zuleta, Jorge Oñate y Diomedes Díaz divierten a público ansioso de escucharlos para relajarse un poco después de las duras jornada de trabajo.

El sueño junto a los acordeones y luces

Un jovencito llamado Wilfrido Enrique Solano es el encargado de presentar a los teloneros de cada espectáculo: muchachos como él cargados de muchos sueños dedicados a luchar para salir adelante y ubicarse algún día al lado de los grandes.

Wilfrido tiene varias de las virtudes que se necesitan para triunfar en el mundo de los micrófonos, las luces y las candilejas: voz varonil, similar a la de los grandes narradores deportivos del caribe, un léxico rico en adjetivos aprendidos en sus frecuentes incursiones a las páginas inmarcesibles de García Márquez y Tomás Carrasquilla y coraje, mucho coraje para ponerse frente a un auditorio de mil quinientas personas sin que le tiemblen las piernas ni se le quiebre la voz, como le sucedería a cualquiera de sus compañeros del colegio.

Buenas noticias matinales

Una mañana, después del interminable aunque alegre trabajo de la noche, Wilfrido recibió en su casa del barrio Santander una visita que habría de cambiarle la vida. Se trataba de Cristóbal Pájaro Murieles, control de sonido de la emisora Radio Península.

Su misión era darle a conocer la buena nueva de que el gerente general de esta organización radial Rafael Ramos, había estado en una de las fiestas del fin de semana y estaba gratamente impresionado con su trabajo. "El man ha pasado todo el día hablando bien de ti y te pone de ejemplo ante los locutores, esta es tu oportunidad, visítalo y ponte a sus órdenes"

Antes de que su amigo terminara de decir la última palabra de su consejo Wilfrido estaba tocando la puerta de la gerencia, en donde lo recibió el mítico gerente Rafael Ramos, un hombre que sabía de radio y empresa y quien había hecho el milagro de convertir a Maicao en una de las ciudades con mejor radio de Colombia en los años setenta, gracias a los modernos equipos importados desde Estados Unidos y las destacadas voces de sus locutores y periodistas, entre quienes se encontraban Jaime Rengifo, Roberto Enrique Pineda, Tulio Pizarro, Ignacio Ramírez Pinzón, Jorge Ochoa, Raúl Comas, Julio César Campanella, Eugenio Macías y Armando Correa entre otros.

Entrevista con el "señor Ramos": contratado como locutor

El señor Ramos (así era conocido el gerente en el mundo de la radio) le pidió que hiciera algunas pruebas en la cabina de grabación y en las emisiones en vivo y, después de escuchar su voz, mezclada con los efectos sonoros, decidió contratarlo como locutor de planta.

Su trabajo consistía en anunciar la hora, leer comerciales y los servicios sociales que por la época estaban de moda tales como "el señor Juan Valencia dejó olvidada su cartera en el cine Imperio. Agradece a quien la haya encontrado traerla a los estudios de Radio Península. Hay una magnífica gratificación. O este otro: "Se le informa al señor Remberto Miranda que su sobrino Atilio Miranda llegó esta mañana de Ovejas (Sucre) y desconoce su dirección, se le agradece pasar a recogerlo en los estudios de Radio Península". 

Según los conocedores de la historia radial la única vez en que el servicio social fracasó fue cuando Jorge Ochoa leyó una nota que decía: "Se le informa al señor Rafael Martínez que su suegra María Rocha se encuentra en los estudios de esta emisora, se le agradece pasar a recogerla. La pobre señora esperó y esperó y su descuidado yerno nunca apareció.

Locución y programas de ritmo caribe

Volvamos al joven Wilfrido, quien después de varios meses en la tarea inicial pasó a dirigir programas musicales de aire caribeño y otros en los que daba a conocer los novedosos éxitos de los artistas vallenatos.

Por largo tiempo combinó esta labor con la de presentaciones y animaciones en vivo, en los más importantes espectáculos de la región.

Salto al periodismo deportivo

En los años 90, con el auge de los equipos guajiros en el torneo de Primera C, Wilfrido le da un giro importante a su carrera como hombre de medios la vincularse a los programas deportivos y las transmisiones en directo de los campeonatos inter departamentales organizados por la División aficionada del Fútbol Colombiano (Difútbol).

Ya no se le ve en las casetas o en los bailes sino en las canchas, los coliseos y en todos los lugares en donde se efectúe un evento deportivo.

Así mismo funda sus propios espacios deportivos y asume con responsabilidad este nuevo reto en el que pasa de la locución al periodismo con mucho éxito.


Título universitario

Por esos mismos días se matricula como estudiante de la facultad de Comunicación de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia y un poco después recibe su título como Comunicador Social Comunitario.

Su título y su conocimiento de la actividad deportiva le permiten acceder a un nuevo reto profesional cuando el alcalde Ovidio Mejía Marulanda le hace la propuesta de nombrarlo como coordinador municipal de deportes, cargo que desempeña con lujo de detalles durante un año.

Pionero en la nueva radio

En 2016 se convierte en uno de los fundadores del Informativo de La Frontera, segmento periodístico de la emisora comunitaria Frontera Stéreo. Junto a figuras de la radio, como José Luis de la Hoz, Anís Suárez y Jesús Solano, Carlos Bula y la voz joven de Ernesto Rutto Ortega, consolidaron un equipo de gran prestigio y buen rendimiento.

El lenguaje de Wilfrido, ya lo decìamos, se caracteriza por un léxico rico en palabras sonoras, con cupo en el diccionario pero de uso limitado en el habla de los seres humanos comunes y corrientes. Además, tiene la facultad extraordinaria de enlazarlas de una manera muy especial. Por eso su comentario tiene un especial tinte poético y eso lo hace único, singular, imposible de olvidar. 



Cuando habla su parlamento es fluido, casi nunca se equivoca, parece que estuviera leyendo el texto cuidadosamente escrito, cuando en verdad está acudiendo al borrador mental que ha construído desde los tiempos en que inventaba frases bonitas para presentar a las futuras estrellas del vallenato. Wilfrido, en definitiva es el poeta de la prensa local, poeta único y solitario.

El periodista de los versos coloridos de fútbol consolida cada vez más una carrera que comenzó aquella noche de los años setenta en que el señor Ramos lo escuchó por primera vez anunciando a los teloneros de Alfredo Gutiérrez en una noche alegre bajo el cielo bordado de estrellas y luna resplandeciente en el viejo Maicao de los años setenta.

lunes, 11 de septiembre de 2017

El fútbol guajiro y sus estrellas

Al final de un partido en que fue figura, el legendario Asterio Vides,  responde a una entrevista que le hacen los periodistas Alejandro Rutto y Luis Octavio Cruz a través de Radio Península

Asterio Vides era un joven flaco, larguirucho y de muy pocas palabras cuando se convirtió en el goleador del Deportivo Maicao en los años ochenta. Fue traído casi de emergencia de Uribia, en donde jugaba un torneo local, porque los delanteros que por ese entonces tenía el equipo de la frontera estaban pasando por un momento de crisis y los goles no aparecían y el Deportivo descendía tristemente en la tabla de posiciones. 

Pedro Puerto Mejía, dirigente uribiero íntimamente ligado al fútbol, le dijo a los entrenadores de la época que la solución la tenían a mano y era alinear a Asterio Vides desde del próximo partido. Los consejos de Puerto fueron atendidos con desdén, porque pocos creían que ese frágil y jóven jugador pudiera resolver los problemas del equipo para anotar goles. 

En el primer partido Vides se hizo presente en el marcador y en el segundo y en el tercero. El equipo fue ascendiendo y volvió a brindarle las acostumbradas alegrías a la exigente afición.  

¿Cómo era su estilo de juego? El de los 9 natos. Se colocaba en el área, con su afinado olfato de gol y siempre estaba donde debía estar, bien sea para recibir el pase de su compañero, para robar un balón a la defensa, para rematar una pelota que anduviera perdida por ahí, para desviar la trayectoria del balón en los famosos "buscapié" o para ganar el rebote de los porteros. 

Y aparecía como de la nada, sin que nadie pudiera imaginarlo. Por eso en Uribia lo bautizaron como "El Fantasma Vides". 

Con del Deportivo Maicao alcanzó a estar entre los clasificados por la Costa a las semifinales nacionales y pudo estar en la Gran Final de 1989 en la que Deportivo Maicao igualó frente al Independiente Santa Fe de Fredy Rincón y el Tren Valencia y sólo cayó en los lanzamientos de tiros desde el punto penal. 

Después de esta brillante actuación pasó al Junior de Barranquilla en donde jugó varias temporadas en el equipo de reservas a las órdenes del técnico brasilero Othón Alberto Dacunha. 

Hoy Asterio Vides sigue los caminos del Señor, predica la Palabra y pastorea una iglesia con fuerte influencia en la Comuna Número  de Maicao y en Uribia. Junto a su esposa Aracelis conforman una respetada pareja que vibra con el trabajo evangelístico. 

Cuando le preguntan por qué le decían  El Fantasma, manifiesta, mientras ríe a carcajadas: "Mejor díganme El Fantástico, porque los fantasmas no son de Dios"

viernes, 20 de febrero de 2015

La gran fiesta de la solidaridad con los estudiantes

En primer plano aparecen Víctor Choles Ortiz ("Chichi" Choles), "Nando" Iguarán Romero y Ernesto Acosta Solano

Maicao-. Una de las organizaciones juveniles más importantes que ha existido en la frontera es la

miércoles, 18 de febrero de 2015

Momentos memorables de Maicao


Maicao-. El 7 de junio de 1.986 Radio Península y la Asociación de Estudiantes de la Universidad de La Guajira Residentes en Maicao, EUGREM, desarrollan una radiotón con el fin de recolectar fondos para la adquisición de un bus que transporte a los estudiantes en su ruta diaria en Maicao a Riohacha y viceversa.  La meta era obtener tres millones de pesos, y cando faltaban 10 minutos para las 12 de la noche, hora en que terminaría el evento, faltaban aún cien mil pesos para alcanzarla. 

Fue entonces cuando se presentó el ex alcalde Hernando Iguarán Romero y entregó la suma con la que se logró el objetivo de los estudiantes y de la cadena radial. 

En la histórica foto aparecen Víctor "Chichí" Choles, Hernando Iguarán Romero, Alejanoro Rutto Martínez, Ernesto Acosta Solano, Narcizo Martínez y Luis Octavio Cruz. 

Foto memorable de la historia maicaera de los años 80. 

web counter code
web counter code

lunes, 8 de marzo de 2010

Roberto Enrique Pineda: In memorian

Por: José Carlos Molina

La primera vez que vi a mi amigo ROBERTO PINEDA, fue a mediado de la década de los años 70, no recuerdo exactamente el año, ni el mes, pero debió ser un viernes por la mañana. Fue en una entrevista que le realizó en su acostumbrado noticiero matutino, a unos Boxeadores aficionados que tenían gran reconocimiento en la ciudad, no solo por su calidad profesional, sino, por ser hermanos de Antonio Cervantes Kit Pambelé (José “Pambelito” Cervantes) y Rodrigo “Roky” Valdez, (Alfredo Pitalua). Después, esos boxeadores representarían a la Guajira en un torneo nacional aficionado.

Yo había llegado a la emisora con los boxeadores el día de la entrevista, porque vivía al lado del gimnasio donde entrenaba todas los días y me había ganado la amistad de los atletas a pesar de mi corta edad; ellos en un gesto de cariño me llevaron a conocer la emisora. Nunca había visto a Roberto, siempre lo escuchaba por las mañanas; él con ese tono de voz y su facilidad de expresión tenía cautivado a su audiencia.

Esa mañana no solo lo conocí a él, también entré por primera vez a la emisora, expectante y maravillado por observar de cerca el embrujo y la magia que le daba vida a esas pequeñas cajitas que hablaban y cantaban en nuestras casas.

La ciudad de Maicao vivía quizás su mayor época de esplendor económico en la década de los setenta (70) y Roberto Enrique Pineda, era una especie héroe municipal al que todos nos acostumbramos a ver en la cotidianidad de nuestros días y así fue perdiendo entre nosotros esa magia que tienen los artistas que solo vemos a la distancia y cautiva cuando aparecen. Con Roberto nos ocurrió que su trato amable, cordial y permanente lo convirtió en un ser más terrenal con sus defectos y virtudes, pero le seguimos guardando el respeto y el aprecio de siempre.

Los años pasaron y obviamente dejé de ser el niño y luego el adolescente y me trasformé en el adulto que pudo interactuar con el profesional de la radio que siempre admiré desde niño. Él con mayor recorrido y experiencias, había caminado parte de la costa atlántica en diferentes emisoras por varios años, pero luego regresó a la tierra que lo adoptó como a uno de los suyos y lideró programas de corte cívico y social, que le dieron mayor popularidad y vigencia. El recuerdo que tengo de mi amigo es el de un hombre amable, cordial, entusiasta y de un dominio excelso del micrófono y la cabina de radio.

Rafa Pérez, su compañero en el control máster, nos contaba a un grupo de amigos, que el último día que Robert estuvo en la emisora, llegó como siempre a las cinco y quince minutos de la mañana y dentro de la cabina su cuerpo no respondía, su obligación estaba por encima de todo, aún sintiéndose mal llegó temprano a su puesto de trabajo; Rafa, se asombró al verlo en esa condiciones físicas y de inmediato, acudió por ayuda.

Fue trasladado a Barranquilla, logré comunicarme con él, algunos días después y me dijo que se sentía mejor, que pronto estaría de regreso en su trabajo y la verdad a pesar de sentirle la voz apagada y débil, cerré la conversación telefónica convencido que era verdad y que pronto estaría de nuevo en su noticiero; le creí igual que creía cada una de sus noticias, jamás me imaginé ese desenlace fatal que hoy entristece las almas de quienes fuimos sus amigos.

José Luis, uno de sus discípulos, sentenció un día después de su muerte, que Maicao no sabe aún lo que perdió; que no hemos valorado la perdida de ese profesional de la radio. Con frecuencia a los humanos nos ocurre lo mismo, después de la perdida valoramos lo perdido.

Mi mamá, una mujer que la vida la llenó de experiencias, a puro golpe, pulso y coraje, cuando escucha hablar siempre de las bondades de las personas, dice en modo de advertencia: “¿Fulano es Bueno? ¡Viví con él para que veas!; por ello tengo que decir que sin duda, Roberto tenía muchos defectos como ser humano, pero yo prefiero el ROBERTO ENRIQUE PINEDA que conocí y traté en varios escenarios y puedo decir sin que me quede nada por dentro: FUE UN SER HUMANO EXCEPCIONAL, QUE AMO PROFUNDAMENTE SU PROFESIÓN Y LA VIDA, PORQUE A LA MUERTE PLANEABA DEJARLA PARA DESPUÉS.

José Carlos Molina B
Abogado litigante, presidente del colegio de Abogados de Maicao, docente universidad e La Guajira.

Analytic