Nació en Fundación, cálido municipio del departamento del
Magdalena, el penúltimo día de diciembre de 1.942 un año en que el mundo ardía
en llamas por causa de la Segunda Guerra Mundial y la literatura recibía con alborozo la publicación de El Extranjero, de Albert Camus.
Sus padres eran campesinos de escasas ganancias lo que lo
obligó a probar suerte en varios lugares como Aguas Blancas en donde vivió algún
tiempo. Allí tuvo la fortuna de volverse el favorito de una de sus tías, la
esposa de su tío político Luis Gómez Castro, funcionario de la secretaría de
hacienda municipal de Maicao, quienes lo invitan a vivir con ellos.
Llega a esta ciudad un sábado del mes de mayo de 1962, a las
4:30 de la tarde, se hospeda en casa de sus parientes, ubicada en la calle 14 número
15-32, en pleno centro. Al día siguiente, domingo, sale al centro a buscar
trabajo y consigue que lo contraten como empleado en el Almacén Emilio, frente
a lo que hoy es el Maicao Juan Hotel.
En lo sucesivo desempeñaría varios trabajos como gerente
del restaurante Los Ranchos y de Apuestas Las Vegas. Fue contabilista del Hotel
Familiar de la familia Abuchaibe, el más importante de su época, en donde
también se desempeñó como jefe de personal. Allí pudo conocer a grandes personalidades
del mundo empresarial y artistas de la talla de La Billo's Caracas Boys. También
fue gerente del primer alcantarillado privado de Colombia, propiedad de los
mismos dueños del hotel.
Se caracteriza por su gran sentido de afecto por la
familia. Después de posicionarse en Maicao hizo lo posible por hacer que se
vinieran sus hermanos entre ellos el legendario profesor Robinson Bocanegra de
Oro.
A este último sus estudiantes le escuchaban con
frecuencia un relato que lo llenaba de orgullo familiar:
“Bocanegra somos muchos, De Oro somos poco…pero Bocanegra
de Oro sólo somos mi hermano y yo”
Ese hermano al que amaba tanto era, Vicente, hombre
amable, caballeroso, buen comunicador y dueño de un don de gentes que le
permite ser muy querido por todos los que lo conocen.
Ha sido estudiante del Sena en donde perfeccionó sus
conocimientos como pequeño empresario y vendedor calificado.
A lo largo de la vida tuvo siete hijos cuyos nombres son Geovanny,
Vicente, Jesús Enrique, Lilia Esther, Madolina, Libia Esther, María Eugenia, Aisha.
Por convicción propia y luego de profundas meditaciones y
un largo diálogo interior decidió convertirse al Islam y practicar la religión
musulmana con la dedicación que le es característica y que según sus palabras,
le ha permitido tener una relación estrecha con el Creador. Por un tiempo
Vicente fue el encargado de impartir las conferencias que la Mezquita le ofrece
a sus visitantes en Maicao.
Uno de los momentos más felices de su vida lo vivió en el
año 2016. A sus setenta y cuatro años recibió su título de bachiller en la Institución
Educativa Número 2 sede La Inmaculada, junto con su hija Aisha Bocanegra a sus
quince años.
Hoy en día Vicente Bocanegra de Oro es un símbolo
viviente, una leyenda sonriente de la maicaeridad.