Estimados colegas: apenas antier pude comprobar que mis dos apellidos, De la Hoz Simanca, fueron utilizados en el foro de un artículo escrito por José Alejandro Castaño y publicado en la edición 125 del mes de septiembre de 2010. La nota de Castaño se titula "Mis memorias de un diario amarillista" y allí expresa más mentiras que verdades.
Sin embargo, ese no es el asunto, sino la nota de un forista que utiliza mis dos apellidos para elogiar en forma desmedida a Castaño. Según pude averiguar, mi nombre y apellidos también han sido utilizados en otros artículos escritos por el fundador del tabloide AL DÍA.
Con castaño compartí trabajo, pues mientras fui Jefe de Redacción de El Heraldo, él coordinaba AL DÍA, diario sensacionalista que él elevó hasta la cumbre de lo horripilante, de la degradación y del atentado contra la dignidad humana.
Con él intercambié conversaciones sólo en cuatro o cinco ocasiones, y en algún momento me remitió una autoentrevista para que la enviara a la red de periodistas del Caribe. Así lo hice, pues consideré que la entrevista contenía revelaciones que debían conocerse. Además, dicha autoentrevista fue publicada también por medios nacionales.
Ignoro si esos detalles hicieron concluir a Castaño que yo estaba de acuerdo con él en todo o que podía usurpar mi nombre, tal como lo ha hecho en otros escenarios y con los nombres de otros colegas. Sé de su condición humana: la jugarreta que le hizo al ex editor de El Heraldo, Sergio Ocampo Madrid, para él quedarse con el puesto en el que demostró su incompetencia.
Así mismo, la jugada maestra al ex corresponsal de Semana en Medellín, y un sinnúmero de actitudes más que lo ubican como un periodista en el que no es posible confiar.
Dejo claro que Castaño es un buen cronista como tantos y tantos en este país. Pero la diferencia entre esos buenos cronistas es que el ego de Castaño llega al cielo y, por mantenerlo alto, en medio de ambiciones desmesuradas por pretender ser reconocido como el nuevo Gabo del periodismo, acude a expedientes sucios, aún contra colegas que no conoce a fondo, como es mi caso. Envié mi aclaración al foro donde apareció el artículo de Castaño y veo que hoy fue publicada. Sin embargo, es tardía esa nota, pues -repito- hasta hace 48 horas pude notar la usurpación de mi nombre por parte de quien está acostumbrado a esas trampas.
Este mensaje es simplemente aclaratorio. El hurto de mis apellidos me ha causado contratiempos e incomodidades. Quisiera que fuera más visible y por ello repito la aclaración que apareció en SoHo. Y no me explayo más en otras situaciones escabrosas de Castaño para no aburrirlos. Con afecto, un abrazo:
JAIME DE LA HOZ SIMANCA
C.C. 8'698.596 de Barranquilla
Jaime de la Hoz Simanca
Con mi nombre y apellidos reales y el número de mi cédula de ciudadanía, 8'698.596, de Barranquilla, aclaro que no soy el de la Hoz Simanca que aparece en este foro firmando un texto que exalta al señor Castaño, a quien conocí como editor de Al Día, mientras yo era Jefe de Redacción de El Heraldo. Nunca estuve de acuerdo con ese periodismo abominable que aplicó Castaño en el mencionado tabloide ni tampoco comparto la estela de suciezas que riega en su comportamiento como colega y 'amigo'. Cada verdad que dice -las he reconocido- las empaña con mentiras, usurpación de nombre y otras tretas propias del bajo mundo. Ojalá llegue a ser grande, como dice el que suplantó mi nombre. Ojalá. No lo creo.
http://www.soho.com.co/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=11749
Sin embargo, ese no es el asunto, sino la nota de un forista que utiliza mis dos apellidos para elogiar en forma desmedida a Castaño. Según pude averiguar, mi nombre y apellidos también han sido utilizados en otros artículos escritos por el fundador del tabloide AL DÍA.
Con castaño compartí trabajo, pues mientras fui Jefe de Redacción de El Heraldo, él coordinaba AL DÍA, diario sensacionalista que él elevó hasta la cumbre de lo horripilante, de la degradación y del atentado contra la dignidad humana.
Con él intercambié conversaciones sólo en cuatro o cinco ocasiones, y en algún momento me remitió una autoentrevista para que la enviara a la red de periodistas del Caribe. Así lo hice, pues consideré que la entrevista contenía revelaciones que debían conocerse. Además, dicha autoentrevista fue publicada también por medios nacionales.
Ignoro si esos detalles hicieron concluir a Castaño que yo estaba de acuerdo con él en todo o que podía usurpar mi nombre, tal como lo ha hecho en otros escenarios y con los nombres de otros colegas. Sé de su condición humana: la jugarreta que le hizo al ex editor de El Heraldo, Sergio Ocampo Madrid, para él quedarse con el puesto en el que demostró su incompetencia.
Así mismo, la jugada maestra al ex corresponsal de Semana en Medellín, y un sinnúmero de actitudes más que lo ubican como un periodista en el que no es posible confiar.
Dejo claro que Castaño es un buen cronista como tantos y tantos en este país. Pero la diferencia entre esos buenos cronistas es que el ego de Castaño llega al cielo y, por mantenerlo alto, en medio de ambiciones desmesuradas por pretender ser reconocido como el nuevo Gabo del periodismo, acude a expedientes sucios, aún contra colegas que no conoce a fondo, como es mi caso. Envié mi aclaración al foro donde apareció el artículo de Castaño y veo que hoy fue publicada. Sin embargo, es tardía esa nota, pues -repito- hasta hace 48 horas pude notar la usurpación de mi nombre por parte de quien está acostumbrado a esas trampas.
Este mensaje es simplemente aclaratorio. El hurto de mis apellidos me ha causado contratiempos e incomodidades. Quisiera que fuera más visible y por ello repito la aclaración que apareció en SoHo. Y no me explayo más en otras situaciones escabrosas de Castaño para no aburrirlos. Con afecto, un abrazo:
JAIME DE LA HOZ SIMANCA
C.C. 8'698.596 de Barranquilla
Jaime de la Hoz Simanca
Con mi nombre y apellidos reales y el número de mi cédula de ciudadanía, 8'698.596, de Barranquilla, aclaro que no soy el de la Hoz Simanca que aparece en este foro firmando un texto que exalta al señor Castaño, a quien conocí como editor de Al Día, mientras yo era Jefe de Redacción de El Heraldo. Nunca estuve de acuerdo con ese periodismo abominable que aplicó Castaño en el mencionado tabloide ni tampoco comparto la estela de suciezas que riega en su comportamiento como colega y 'amigo'. Cada verdad que dice -las he reconocido- las empaña con mentiras, usurpación de nombre y otras tretas propias del bajo mundo. Ojalá llegue a ser grande, como dice el que suplantó mi nombre. Ojalá. No lo creo.
http://www.soho.com.co/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=11749