Laudo Arbitral provocará recomposición de los socios
Gobierno envió delegados a explicar alcances del laudo
Por: Francisco De La hoz Sarmiento
Después de dos décadas de estar en lo mismo, los indígenas wayúu del municipio de Manaure, no encuentran el camino para llegar a un consenso sobre los mecanismos a utilizar y las personas que los deben representar en la conformación de Salinas Marítimas de Manaure- SAMA- la empresa a través de la cual se debe hacer la explotación y comercialización de las miles y miles de toneladas que se producen allí cada año.
El día siete del presente mes, se produjo un Laudo Arbitral de la Cámara de Comercio de Bogotá, en donde se le reintegra a los aborígenes el derecho sobre esta mina de sal, el cual estaba compartido con el Estado Colombiano que se había dispuesto más del cincuenta por ciento de las acciones, con lo cual lograba el manejo de la empresa y diseñar las políticas a seguir.
Tras este laudo que homologa cualquier fallo de uno de los altos Tribunales Administrativos, los nativos entraron en una rápida carrera, unos por obtener las mayorías y así imponer decisiones en la contratación que se logre hasta que el laudo quede debidamente ‘ejecutoriado’ con la aclaración y constitución en escritura pública en el mes de octubre, otros por lograr que una nueva agremiación sea reconocida como propietario y le entreguen el derecho accionario y por otro lado un sector que prevé que el Gobierno tiene mano metida en el negocio y hace todo lo posible por dejar sus fichas en el millonario negocio de la sal.
Este sector es liderado por el ex gerente de Sama, Armando Valbuena woriyu, él ha elaborado un voluminoso escrito con toda los acontecimientos que han girado sobre el proceso en los últimos 20 años y pone en alerta a organismos nacionales e internacionales, a la Procuraduría General de la Nación, así como medios de comunicación, de lo que ha dado en llamar “una conspiración del Estado para quedarse con la concesión de la operación de la sal de Manaure”.
Llegaron los delegados del Gobierno Nacional
El pasado fin de semana, llegaron de manera urgente a Riohacha El Vice Ministro de Comercio exterior Gabriel –Andre Duque Mildenberg, el Director de Etnias del Ministerio del Interior y justicia, Pedro Santiago Arango y Carolina Lorduy de Mincomercio, ‘con el objeto de explicar los alcances del laudo Arbitral de la Cámara de Comercio de Bogotá’ y hacer un acompañamiento a los nativos, en la legalización de una nueva agremiación Wayuu Ichipuu y la misma Sumain Ichi. Los periodistas, inexplicablemente fueron retirados del recinto en donde solo iban a socializar una decisión jurídica por solicitud del Viceministro de Comercio.
En el encuentro con el los delegados del Alto gobierno también estuvieron el Gobernador de la Guajira, Jorge Eduardo Pérez Bernier, el alcalde de Manaure, Humberto Martínez, la gerente de Sama Francisca Freyle y Autoridades Tradicionales de Manaure.
Acordaron una asamblea en febrero
Una de las conclusiones fue realizar una asamblea el 10 de febrero de 2.010, en donde elegirán su representante legal para poder ingresar a la sociedad y participar del posible reparto accionario que podría darse con este vuelco que ha dado el proceso tras el Laudo Arbitral.
Tienen toda la autonomía para decidir
El Director de Etnias dijo que con la Constitución de 1.991, las comunidades indígenas tienen toda la autonomía para decidir sobre sus proyectos y en este sentido ellos solo estaban realizando un acompañamiento al lado de la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría Regional, pero deben ser ellos quienes determinen que hacer con su propiedad en la más importante mina de producción de sal que tiene el País.
También llegó el Gobernador
Jorge Eduardo Pérez Bernier, Gobernador del departamento sostuvo que ellos estaban en el acompañamiento y criticó la conducta del grupo que no fue a la reunión, manifestando que posiblemente estarían comprometidos en los daños causados a los jarillones en donde se procesa la salmuera, elemento indispensable para la producción de la sal.
La lucha apenas comienza, dice dirigente
Rosario Epiayú, ‘Chayo’, como la conocen en el pueblo, sostuvo que la lucha por la autonomía en la producción y comercialización de la sal apenas comienza.
Criticó la posición que ha mostrado el ex gerente de Sama y líder de esta comunidad Armando Valbuena, manifestando que ella fue fundadora de la Asociación Wayá Wayú, pero fueron discriminados en el reparto accionario y por eso se vieron en la necesidad de crear otra organización. “Ellos siempre han estado haciendo las asambleas por debajo de la mesa, son de la misma calaña y ahora estamos luchando entre los mismos indígenas” dijo la veterana dirigente tras la reunión con los delegados del Gobierno, la Defensoría y la Procuraduría.
Por su lado, Luis Arciniegas, representante legal de Sumain Ichi, sostuvo que esperan poder constituir de manera legal su agremiación para entrar de lleno a trabajar en la organización de la empresa, en donde tienen cifradas todas las expectativas para la redención de su comunidad que solo tiene como principal elemento de la economía la sal que les ha dado la naturaleza gracias a las condiciones ambientales y geográficas del entorno.
Gobierno envió delegados a explicar alcances del laudo
Por: Francisco De La hoz Sarmiento
Después de dos décadas de estar en lo mismo, los indígenas wayúu del municipio de Manaure, no encuentran el camino para llegar a un consenso sobre los mecanismos a utilizar y las personas que los deben representar en la conformación de Salinas Marítimas de Manaure- SAMA- la empresa a través de la cual se debe hacer la explotación y comercialización de las miles y miles de toneladas que se producen allí cada año.
El día siete del presente mes, se produjo un Laudo Arbitral de la Cámara de Comercio de Bogotá, en donde se le reintegra a los aborígenes el derecho sobre esta mina de sal, el cual estaba compartido con el Estado Colombiano que se había dispuesto más del cincuenta por ciento de las acciones, con lo cual lograba el manejo de la empresa y diseñar las políticas a seguir.
Tras este laudo que homologa cualquier fallo de uno de los altos Tribunales Administrativos, los nativos entraron en una rápida carrera, unos por obtener las mayorías y así imponer decisiones en la contratación que se logre hasta que el laudo quede debidamente ‘ejecutoriado’ con la aclaración y constitución en escritura pública en el mes de octubre, otros por lograr que una nueva agremiación sea reconocida como propietario y le entreguen el derecho accionario y por otro lado un sector que prevé que el Gobierno tiene mano metida en el negocio y hace todo lo posible por dejar sus fichas en el millonario negocio de la sal.
Este sector es liderado por el ex gerente de Sama, Armando Valbuena woriyu, él ha elaborado un voluminoso escrito con toda los acontecimientos que han girado sobre el proceso en los últimos 20 años y pone en alerta a organismos nacionales e internacionales, a la Procuraduría General de la Nación, así como medios de comunicación, de lo que ha dado en llamar “una conspiración del Estado para quedarse con la concesión de la operación de la sal de Manaure”.
Llegaron los delegados del Gobierno Nacional
El pasado fin de semana, llegaron de manera urgente a Riohacha El Vice Ministro de Comercio exterior Gabriel –Andre Duque Mildenberg, el Director de Etnias del Ministerio del Interior y justicia, Pedro Santiago Arango y Carolina Lorduy de Mincomercio, ‘con el objeto de explicar los alcances del laudo Arbitral de la Cámara de Comercio de Bogotá’ y hacer un acompañamiento a los nativos, en la legalización de una nueva agremiación Wayuu Ichipuu y la misma Sumain Ichi. Los periodistas, inexplicablemente fueron retirados del recinto en donde solo iban a socializar una decisión jurídica por solicitud del Viceministro de Comercio.
En el encuentro con el los delegados del Alto gobierno también estuvieron el Gobernador de la Guajira, Jorge Eduardo Pérez Bernier, el alcalde de Manaure, Humberto Martínez, la gerente de Sama Francisca Freyle y Autoridades Tradicionales de Manaure.
Acordaron una asamblea en febrero
Una de las conclusiones fue realizar una asamblea el 10 de febrero de 2.010, en donde elegirán su representante legal para poder ingresar a la sociedad y participar del posible reparto accionario que podría darse con este vuelco que ha dado el proceso tras el Laudo Arbitral.
Tienen toda la autonomía para decidir
El Director de Etnias dijo que con la Constitución de 1.991, las comunidades indígenas tienen toda la autonomía para decidir sobre sus proyectos y en este sentido ellos solo estaban realizando un acompañamiento al lado de la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría Regional, pero deben ser ellos quienes determinen que hacer con su propiedad en la más importante mina de producción de sal que tiene el País.
También llegó el Gobernador
Jorge Eduardo Pérez Bernier, Gobernador del departamento sostuvo que ellos estaban en el acompañamiento y criticó la conducta del grupo que no fue a la reunión, manifestando que posiblemente estarían comprometidos en los daños causados a los jarillones en donde se procesa la salmuera, elemento indispensable para la producción de la sal.
La lucha apenas comienza, dice dirigente
Rosario Epiayú, ‘Chayo’, como la conocen en el pueblo, sostuvo que la lucha por la autonomía en la producción y comercialización de la sal apenas comienza.
Criticó la posición que ha mostrado el ex gerente de Sama y líder de esta comunidad Armando Valbuena, manifestando que ella fue fundadora de la Asociación Wayá Wayú, pero fueron discriminados en el reparto accionario y por eso se vieron en la necesidad de crear otra organización. “Ellos siempre han estado haciendo las asambleas por debajo de la mesa, son de la misma calaña y ahora estamos luchando entre los mismos indígenas” dijo la veterana dirigente tras la reunión con los delegados del Gobierno, la Defensoría y la Procuraduría.
Por su lado, Luis Arciniegas, representante legal de Sumain Ichi, sostuvo que esperan poder constituir de manera legal su agremiación para entrar de lleno a trabajar en la organización de la empresa, en donde tienen cifradas todas las expectativas para la redención de su comunidad que solo tiene como principal elemento de la economía la sal que les ha dado la naturaleza gracias a las condiciones ambientales y geográficas del entorno.