Jueves, 27 de noviembre de 2008
El congresista pondrá a los jóvenes a generar ideas para una nueva ley de fronteras que beneficie a La Guajira. Asisten panelistas del Gobierno y la academia.
El senador Jorge Eliécer Ballesteros Bernier es el autor del proyecto de ley 166 de 2008 que le propone una nueva ley de fronteras a Colombia y que fue diseñada pensando especialmente en favorecer los intereses de La Guajira en áreas clave como la salud, el desarrollo económico, la cultura, la educación, el turismo, las comunidad indígenas, la seguridad y la integración binacional con Venezuela, entre otras.
Este viernes, a partir de las 8:00 de la mañana, el Centro Cultural de Riohacha acogerá a estudiantes, profesores y rectores de las universidades del departamento, quienes conocerán de primera mano los detalles de la iniciativa que el congresista está defendiendo en el Senado de la República, y así mismo tendrán voz y voto para que nuevas propuestas, que surjan, de este Primer Encuentro Jóvenes Sin Fronteras, cobren vida en el proyecto a lo largo de los cuatro debates que tendrá en el Congreso.
Ya se encuentran en La Guajira los panelistas que intervendrán en el certamen: Carolina Escobar, de la Dirección de Soberanía del Ministerio de Relaciones Exteriores; Consuelo Ahumada, Directora Maestría de la Facultad Ciencias Políticas Universidad Javeriana y el propio senador Ballesteros, quien explicará a los asistentes los alcances de su iniciativa. La instalación estará a cargo del gobernador de La Guajira, Jorge Pérez.
La importancia de una nueva Ley de fronteras El congresista Jorge Ballesteros ha dicho reiteradamente en el Congreso que la única experiencia normativa de fondo que pretendió favorecer a las comunidades fronterizas fue la Ley 191 de 1995, mejor conocida como Ley de Fronteras, pero que se trata de una norma que en la práctica dejó más frustraciones que beneficios.
"Hay que adecuar el obsoleto y precario esquema normativo existente para promover la aprobación de una norma coherente, seria y que de una vez por todas pague la deuda histórica de rezago y frustraciones que durante décadas han debido pagar las comunidades fronterizas, a la espera que alguna vez el esquema centralista de planificación que se aplica en Colombia le permita ver a los gobiernos de turno que hay otro país olvidado, marginado, que no aparece en las cifras de la competitividad y la productividad nacional, no por falta de iniciativa y ganas sino por cuenta de haber sido relegada siempre a las sobras de los presupuestos nacionales, sin proyectos estructurantes y de envergadura", dijo en tono enérgico.
Explicó que es hora de hacer valer lo dispuesto en la propia Constitución de 1991, en la cual se incluyeron dos artículos especialmente dirigidos a fortalecer el desarrollo de las comunidades de frontera: el 289, que descentraliza en las autoridades territoriales la posibilidad de generar programas de cooperación dirigidos a fortalecer la integración a través de la articulación con autoridades similares del país vecino; y el artículo 337, "sin duda el más relevante pero a la vez el menos aprovechado y que de manera expresa prevé el establecimiento de regímenes especiales en materia económica y social para promover el desarrollo de las zonas de frontera como La Guajira".