miércoles, 12 de noviembre de 2008

Violencia histórica de Maicao: algunas explicaciones

La masacre del pasado 8 de noviembre en que fueron asesinadas seis personas ha vuelto a poner sobre el tapete la violencia histórica del departamento de La Guajira y, especialmente, de Maicao. ¿Cuáles son las causas de tantas muertes trágicas a lo largo de todos estos años? Vamos a iniciar una serie de entrevistas sobre el tema.
Inicialmente hemos querido conocer el concepto del docente e historiador Ramiro Choles Andrade, quien nos ofrece su análisis acerca de este doloroso tema.

Maicao al Día: ¿A qué atribuye usted la violencia que por largos años ha azotado a Maicao?

Con la sola mención de la palabra violencia a uno se le pone la carne de gallina, pero en relación con esto debo decir que llevo aproximadamente 62 años de estar viviendo en Maicao y he llegado a la conclusión de que el fenómeno de la violencia tiene demasiados factores.

Para mí el primero sería la manera como estas partes de frontera fueron totalmente olvidadas y por ello la violencia que se genera tiene que ver con ese abandono.

El hecho de que La Guajira estaba en una topografía distante del centralismo voraz nos fue dando como resultado que el mínimo desarrollo que se estaba dando acá se diera sin ningunos parámetros, a la buena de Dios, diría yo.

Todo pueblo que se levanta en unas libertades y con unas omisiones totalmente profundas genera escenarios de violencia y ésta aumenta cada día. El crecimiento de Maicao, por poblamiento con diferentes culturas, es otro factor, porque la gente que nos llegó de diferentes lugares, en un porcentaje, digamos no muy pronunciado, era gente que venía huyendo de esas disputas que se daban entre liberales y conservadores y por el otro lado personas con un pasado judicial lleno de interrogantes que eligieron esta zona para esconderse pero terminaron siendo actores de primer orden.

La ausencia de la ley y del orden es un patrocinador número uno de ese desorden social porque crecer en un ámbito en donde la ley y las autoridades son una especie de sombra van dando lugar a un elemento detonante para que se engendre la violencia.

Además, no olvidemos que los guajiros por su cultura ancestral también dirimían sus problemas mediante la utilización de la fuerza y como inicialmente mantuvieron armas incluso superiores a las de los agentes del Estado, dirimían toda su problemática por la fuerza.

La venganza se constituye en otro factor preocupante. Esa herencia ha ido abonándose años tras años de generación en generación y en cualquier momento hay un encuentro de una familia contra la otra y eso nos ha dejado mucho dolor. Esa cultura del desquite, de la venganza vive muy profundamente dentro de esta territorialidad.

Maicao al Día: Maicao tiene 82 años de historia. ¿Cuándo pudo haber comenzado la violencia?

De los 82 años que tiene Maicao, el inicio de la violencia puede ubicarse en problemáticas entre nuestros indígenas.

Más tarde, al tomar parte los alijunas, hay una combinación de dos culturas y es más turbulenta la situación, por cuanto se buscaron factores muy dignos de nuestra cultura, especialmente lo que tiene que ver con la lealtad, pero el alijuna(1) mostró su mala fe porque al momento de ser aceptado en un clan por razones de los bautizos y los matrimonios, se fueron formando una gran cantidad de situaciones malsanas. Entonces, en algunas oportunidades, el indígena fue asaltado en su buena fe.

Podríamos concluir diciendo que la violencia ha sido un denominador común en la territorialidad guajira pero en Maicao ha sido más grave por el factor que ya señalé en el sentido de que la ley solamente sirvió en muchas oportunidades para la reprensión del contrabando pero no tratar de unificar criterios acerca de la convivencia, la paz y de entender que los significantes de vida de nuestros indígenas había que tratarlos desde un comienzo con obras redentoras y no ubicar al indígena como un menor de edad para que se levantara a la buena de Dios.

(1) es la forma en que los wayûus denominan a quienes no pertenecen a su etnia

Otro atentado con explosivos en Riohacha

No hubo heridos, pero sí pánico en el sector

Por: Francisco De La Hoz Sarmiento

La tranquilidad que siempre ha caracterizado el barrio Entre Ríos de la ciudad de Riohacha, fue cortada abruptamente la madrugada del martes por la explosión de un artefacto que las autoridades de policía más adelante identificaron como una granada de fragmentación.

El elemento cayó en la tarraza del segundo piso de la residencia de Francisca Murgas Redondo, una mujer que nunca ha tenido problemas legales, ni con otros sectores, sino que por el contrario ha dedicado su vida a la educación y en la actualidad presta sus servicios a una de las instituciones educativas de la ciudad.

La mujer en la declaración que entregó a este medio sostuvo que ella no entiende porque pudieron hacer eso. “ no puedo afirmar que se trate de una equivocación, lo cierto es que todos estamos preocupados, mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo, todos estamos en una completa incertidumbre porque no sabemos de donde puede venir esa situación”.

No ha sido amenazada
La señora Mugas Redondo, dijo que ella no ha sido objeto de amenazas de ninguna parte, porque no ha dado motivos para que le amenacen y mucho menos para que atenten contra su seguridad.
Después de los hechos ocurridos acudió a las autoridades en donde presentó la denuncia del caso y pidió que haya acciones que le permitan seguir con su ritmo de vida, al igual que sus hijos y demás familiares.

No se irá de la ciudad

La profesora Francisca fue clara en indicar que ella no está dispuesta irse de su casa porque no se ha metido con nadie. No tiene cuentas pendientes con persona alguna y solo espera que las autoridades le den las garantías suficientes.

Ya hubo otro atentado en el sector

Según dijeron vecinos de la profesora, hace apenas unos quince días en el sector, a menos de una cuadra y también en las horas de la noche se presentó otro hecho terrorista, utilizando para el fin otro explosivo, presumiblemente granada. En aquella ocasión por fortuna, tampoco hubo pérdidas humanas, ni personas heridas.

Un poco antes, en esa oportunidad en la avenida circunvalación hubo otro hecho de la misma naturaleza, en donde desconocidos lanzaron contra un establecimiento comercial de compra venta de peces y mariscos, otra granada que fue detonada de manera controlada por expertos de la Policía Nacional, evitando desgracias materiales y humanas.

Todos los casos están en la impunidad

Estos lamentables y repudiables hechos ocurridos en menos de 45 días se encuentran todos en absoluta impunidad, pese a los esfuerzos que se han realizado por parte de las autoridades para determinar cual es el trasfondo de los atentados y la persona u organización que se encuentra como determinadora de los mismos.

Una lágrima para mi desahogo


Por: Kaled Rutto
Solo una palabra bastó
Para destrozarme el corazón
Una ilusión a tu lado creció
Y en un instante todo desapareció.
El amor creció como una llama de pasión,
La pasión creció y en tu miedo se convirtió
Borrar este amor que tu palabra me lo pidió,
Seria enterrar una daga en mi corazón,
Decirle a las aves que al despertad no suene su canción
Y enterrar un tesoro que Dios me mando.
Por creer en el destino encontré tu cariño,
Por luchar ese cariño cambiarte he decidido,
Al saber que el pasado para ti fue dañino,
Aquí esta el hombre que a cambiar tu destino
Ha venido
Con una lágrima en mis ojos me despido
Pero recuerda que este hombre te ama sin importar lo que has vivido
Y si luchar conmigo has decidido
No dudes en buscarme
Que en soledad se encuentra mi destino

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Policía Nacional Aprehende ciudadanos extranjeros

ANNP.
Noviembre 12 de 2008

Riohacha -la Guajira. Un nuevo caso de ciudadanos extranjeros, fue develado por la Policía, al hallar en la vía que del corregimiento de palomino conduce al municipio de Riohacha a cincos ciudadanos asiáticos cuando al parecer pretendían cruzar la frontera con Venezuela.

El caso fue conocido por unidades de Policía Nacional, altura del kilómetro 84 en el sitio conocido como "La Pista", cuando realizaban un puesto de control y registraron el vehículo de servicio público que cubría la ruta Santa Marta – Maicao.

Al verificar la documentación de los pasajeros, se estableció que no portaban ninguna clase de documentos tres de ellos eran hombres y dos mujeres; estas personas estaban transitando en territorio nacional sin la documentación establecida por las autoridades colombianas para su legal permanencia.

Los cincos ciudadanos orientales, fueron conducidos hasta la ciudad de Riohacha, donde fueron dejados a disposición de la Oficina de Extranjería del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).

“Policía Nacional 117 años comprometida con la seguridad de los colombianos”.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Maicao: una ciudad que llora a sus muertos


El día más triste en mucho tiempo fue el sábado 8 de noviembre del año 2008: la tragedia legó al pueblo se paseó por sus calles, se vistió de muerte e irrumpió violentamente en una ciudad cuya historia ha estado salpicada, precisamente, de violencia.

Era un día soleado y los maicaeros disfrutaban de la tregua que les había dado el fuerte invierno de la última semana. De repente dos sicarios irrumpieron en una vivienda de cal carrera 17 con calle 5 en el barrio Santander en donde varias personas departían alegremente y sin decir una palabra dispararon sus vaciaron contra ellos sus poderosas y letales armas.

Como consecuencia del demencial ataque 4 personas murieron de manera instantánea y otras más resultaron gravemente heridas. De éstas últimas otras dos perdieron la vida en el Hospital San José unas horas después.

El frío boletín policial reveló los nombres de los infortunados ciudadanos y ciudadanas: Rafael Antonio Valdeblánquez Barros, de 24 años; Eider Manuel Barros Palmar, de 19; José David Mindiola Gámez, de 22 y los hermanos Carlos y Arturo Iguarán Acuña, de 28 y 29 años respectivamente.

Una mujer en estado de embarazo que respondía al nombre de María Mary Epiayu Ipuana murió luego de una cesárea de emergencia en el Hospital San José, de acuerdo con el parte médico el recién nacido se encuentra en óptimas condiciones de salud. Además resultaron heridos Laura Barros Ipuana, Xenia Zeneth Gómez Hernández y Charles Valdeblánquez.


Maicao ha vivido una violencia histórica

En sus 82 años de historia los maicaeros han debido convivir con la violencia. Violencia de unas familias contra otras; violencias de las bandas delincuenciales contra los ciudadanos honestos; violencia por el enfrentamiento de estas bandas entre sí; violencia por riñas encendidas por los efectos del alcohol; violencia de quienes por apoderarse de bienes ajenos atentan contra la integridad física de las víctimas…en fin, violencia de todo tipo que cobra su cuota en términos de muertos, heridos y miedo.

La tétrica figura del sicario

La figura del sicario es relativamente nueva en el escenario de los hechos violentos en Maicao y, en general de La Guajira. Hasta hace cinco años los enfrentamientos, venganzas y otro tipo de hechos de sangre, eran protagonizados por quienes se consideraban con derecho a aplicar justicia por su propia cuenta. Ellos mismos, o sus familiares cercanos, ejecutaban la acción criminal.

En esos tiempos nadie “alquilaba” su pistola ni se dedicaba a matar por cuenta de otro y mucho menos por encargo o por contrato. Cuando alguien tenía problemas sabía de quién cuidarse: bastaba tener ciertas precauciones, conocer los carros en que se desplazaban sus rivales, evitar algunos lugares y estar pendientes de no encontrarse con ellos.

Hoy en día el enemigo puede ser cualquier joven o adulto, casi siempre un extraño a la región, en muchos casos joven y, la mayoría de veces andando a pie o en motocicleta. El sicario no conoce reglas ni las respeta. Y por eso ataca indiscriminadamente a los mayores, a los jóvenes y a las mujeres embarazadas. Para ellos matar y huir es lo normal. Después nadie volverá a saber de ellos hasta cuando vuelvan a aparecer de nuevo, con su embestida de muerte y terror, dispuestos siempre a apretar el gatillo sin piedad en nombre de quienes no se atreven a dar la cara.


No es la peor masacre de la historia de Maicao

La del 8 de noviembre es uno de los episodios más dolorosos y trágicos en los ochenta y dos años de historia de Maicao, pero no es la más grande masacre que se haya cometido en su territorio.

El hecho más pavoroso se produjo el 23 de marzo de 1.983 y es conocido como “La masacre de Carraipía”. Ocurrió en una madrugada cuando los miembros de dos familias fueron sacados de su casa en el barrio Rojas Pinilla y embarcados a la fuerza en un camión en donde los condujeron hacia un paraje ubicado en la salida al corregimiento de Carraipía.

Una vez en ese lugar sus captores los obligaron a descender y acto seguido dispararon contra el grupo en el que se encontraban hombres, mujeres, ancianos y niños.

En total se contaron 11 muertos: 4 mujeres, cuatro ancianos y tres niños. El milagro de la vida permitió que sobreviviera también un niño de once años.
Hubo mucho dolor, voces de repudio, miedo y llanto. La prensa nacional dio gran despliegue al hecho y Maicao saltó a la primera plana de los grandes periódicos, noticieros de televisión e informativos radiales.

Las emisoras locales también cubrieron el caso y sus noticias, como siempre terminaron con una frase que bien podría utilizarse al final de todas las noticias sangrientas de todos los tiempos: “las autoridades iniciaron una exhaustiva investigación…”


Santander: el barrio más mencionado de la últimas horas

El Santander es un barrio céntrico habitado por personas de estrato 2 y 3. Tiene el privilegio de estar cerca de todo: del mercado público, del Hospital San José, y del centro de la ciudad. La calle 8 lo conecta rápidamente con los barrios de oriente y occidente y la carrera 18 le permite conectarse con la Troncal del Caribe, principal vía de Maicao.

Hace tres décadas fue una zona en donde se presentaron varios hechos de violencia pero en los últimos años vivía una relativa tranquilidad la cual fue interrumpida por la tragedia del sábado.

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