Limedis Castillo |
“Campbel” es la historia del vecino sin familia que cuando muere no tiene ni quién lo reclame en la morgue del hospital y le deja la penosa tarea a sus amigos pero cuando ya éstos tienen todo resuelto, les ofrece una increíble sorpresa.
Amapola y el mar es la historia e un caso de acceso carnal con menor de catorce años en la cual el supuesto victimario, con sólidos argumentos bien hilvanados y sustentados por su abogado defensor, se declara a su vez víctima del engaño de la supuesta víctima, una agraciada y acuerpada mujer quien aparentaba y confesaba más edad de la que tenía.
El acusado se expone a una
pena de veinte años en caso de ser hallado culpable de la denuncia entablada
por la madre de la joven. El climax de la historia se da en el momento en que
el juzgado se dispone a dictar sentencia y la sentencia es…
Ora pro nobis peccatoribus nos cuenta la escena en la que un exseminarista, ahora dedicado al cuestionable oficio de prostituto, debe atender a un cliente que es nada menos que uno de sus antiguos mentores, un hombre entrado en años que desea aplacar el fuego de sus instintos en uno de esos llamados de perdición en donde todo se hace de acuerdo con un manual que regula cada una de las sesiones.
¿Qué ocurrirá cuando los dos personajes se quiten la ropa y exploren sus bajos instintos y el contenido de la caja de juguetes sexuales? Ya usted estará pensando en lo obvio, pero les advierto que el autor tiene una imaginación impredecible.
El último de los escritos se titula La diligencia. En ella narra la conversación de dos cadáveres correspondientes a ciudadanos anónimos víctimas de la violencia del país enterrados en cualquier parte y a quienes sus familias no han podido hacer el duelo.
Hablan de lo que sufrieron cuando
aún tenían vida, la forma cruel en que fueron asesinados, pero también se quejan del abandono en que
están, porque nadie ha podido dar con ellos, ni siquiera sus propios asesinos
cuando entran a un proceso de justicia especial y se comprometen a revelar el
lugar en que enterraron a sus víctimas.
Un día sienten los picos y las palas hundirse en la tierra cerca de donde
ellos permanecen. Los golpes de las
herramientas y los pasos de quienes buscan a los muertos se oyen cada vez más y
más cerca. ¿Los encontrarán finalmente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario