martes, 12 de abril de 2016

Ramiro Choles Andrade, símbolo de viviente de la fraternidad maicaera

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Ramiro Choles Andrade, hijo de Emilio Segundo Choles y Antonia María Andrade, nació en Riohacha el 10 de agosto de 1.945, pero cuando tenía solo cuatro años sus padres lo trajeron a Maicao en donde ha desarrollado una brillante carrera como profesor, administrador educativo,  historiador, periodista y escritor.  


Niñez y primeros estudios

Laureano Palencia: la pasión hecha fútbol

Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Laureano Palencia Mora es el nombre de pila del popular “Laya”, una de las personas que más sabe de fútbol en Maicao y uno de los dirigentes que dedicó buena parte de su vida a fundar equipos aficionados y a impulsar al glorioso Deportivo Maicao durante una de las etapas más importantes de su existencia, como aquella ocasión en la que disputó la final nacional de la Segunda División contra Independiente Santa Fe en el estadio Hernando Urrea Acosta. 

“Laya” nació en

Santander Ortega, creador del vallenato cristiano


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

¿En qué lugar del mundo habrá nacido la audaz  idea de utilizar la caja, la guacharaca y el acordeón para cantar música de alabanza y adoración a Dios?   La respuesta es simple, aunque usted no lo crea, el vallenato cristiano nació

lunes, 11 de abril de 2016

¿Es correcto decir "lapso de tiempo"?


¿Es correcta la expresión "lapso de tiempo"? ¿No es redundante?
Profesor Ospino Parodi, maicao.
Su consulta me llevó a una rigurosa investigación. Un lapso es, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua:

1. Paso o transcurso
2. Tiempo entre dos límites
3. Caída en una culpa o error
De acuerdo con la segunda entrada la expresión "lapso de tiempo" sería una redundancia, más no así de acuerdo con la primera y la segunda. Tal vez por eso la propia Academia acepta esta expresión a pesar de ser redundante.

Otras autoridades académicas como Manuel Secco también avalan su uso. En su libro"Dudas e incorrecciones del idioma" dice:

Lapso: significa espacio de tiempo. Es correcto decir un lapso de tiempo(pero bastaría un lapso).
El Diccionario de dudas y Dificultades de Editorial Planeta dice: "La expresión lapso de tiempo debería evitarse por redundante, aunque la Academia la admite".

En conclusión, mi apreciado profesor, la expresión lapso de tiempo sí es una redundancia pero la Academia nos autoriza a utilizarla. Lo sabio sería no utilizarla en exceso. Le agradezco su consulta y quedamos a su entera disposición para absolver futuras inquietudes.

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Evangelios sinópticos


Escrito por: Alejandro Rutto Martínez

Los evangelios son probablemente los libros más importantes del Nuevo Testamento por una razón sencilla pero poderosa: son los únicos libros en donde se narra la vida de Jesús. Más aún: son los libros en los cuales conocemos a Jesús en diálogo personal con los discípulos presenciales y con todos sus seguidores de todas las épocas.

Para conocer las enseñanzas del maestro, las proezas del Hijo de Dios; los mandamientos del Hijo de Dios y los portentosos milagros de la figura más importante de la humanidad, nada mejor que leer con entusiasmo, cuidado y fruición estos cuatro libros en donde Jesús aparece visto desde diferentes ,  ángulos.     

Un desprevenido lector se preguntará por qué son cuatro evangelios si con uno hubiera sido suficiente.  Por lo menos con uno que incorporara todas las enseñanzas que figuran en los cuatro libros.  Esa posición es respetable, pero hay que entender lo siguiente: los evangelistas fueron como cuatro reporteros, o enviados especiales que fueron destinados a  cubrir una serie de cruciales sucesos para la historia de la humanidad y trabajaban para medios de comunicación distintos. Por eso, a pesar de que la figura de Jesús es la misma y los hechos relatados también, cada uno de ellos tenía su propio encuadre, sus intereses, su enfoque y, sobre todo, estaban pensando  cada uno en un público diferente.    

Imagínese a usted que a cuatro periodistas los envían a cubrir un encuentro de fútbol entre las selecciones de fútbol de Colombia y Perú, el cual se disputa en Caracas. Uno de los profesionales de la información es colombiano y debe escribir para un diario de su país; el otro es peruano y enviará sus informes para una emisora de su patria; el tercero es venezolano, territorio en donde se juega el partido,  y tiene el deber de informar para un canal  televisión de su país.  El otro periodista no pertenece a ninguno de los países involucrados en el evento pero también deberá informar con todo el profesionalismo del caso para su medio de comunicación.

Después del juego todos informarán de la misma manera sobre los hechos más relevantes como el resultado, las alineaciones de los equipos, quienes anotaron los goles, el nombre del árbitro central y el de sus auxiliares.  Sin embargo, cada uno de ellos tendrá un enfoque diferente: el peruano hará énfasis en cómo jugó la selección de su país y alabará o criticará al técnico; dedicará más atención a cómo jugaron los suyos, entrevistará preferiblemente a sus compatriotas. De la misma forma los demás periodistas presentarán sus informaciones de acuerdo con las necesidades y los intereses de su audiencia y las emociones que él mismo tenga. Sin embargo, emociones aparte, todos tratarán de cumplir con el deber de su oficio y serán leales a la verdad.

Los evangelistas tenían una formación diferente, sus fuentes de información eran un poco distintas y cada uno de ellos estaba pensando, en principio, en un lector diferente.  He ahí la importancia de que sean cuatro evangelios y no tan solo uno.

Por ejemplo, Mateo  escribió para los judíos convertidos y por eso no explica las costumbres judías ni traduce los vocablos hebreos, pues no era necesario, ya que sus lectores los conocían.
Marcos, según una antigua tradición, escribe en Roma para creyentes romanos, por lo que no le da mucha importancia a la Ley Mosaica, al no considerarla de interés para sus destinatarios. En cambio hace énfasis en explicar las costumbres judías, desconocidas por sus lectores y por ello la necesidad de explicárselas.

Lucas escribe para paganos convertidos, especialmente de origen griego y romano.
El evangelio de Juan no estaba destinado a un grupo nacional o cultural específico sino a todo el mundo, en especial el mundo de los creyentes.
En este módulo nos dedicaremos a estudiar los tres primeros evangelios, denominados sinópticos debido a su afinidad y sus semejanzas en cuanto al orden de la narración, el contenido y lenguaje empleado.

¿Por qué se les llama Evangelios Sinópticos?
La palabra sinóptico viene del idioma griego y  de acuerdo con su etimología significa “ver junto”. Esta definición nos indica que los tres evangelios pueden verse juntos, bien en columnas verticales paralelas o  bien en sentido horizontal.

El conocido biblista alemán Johann Jakob Griesbach presentó en 1776 un libro titulado Synopsis en el que hace un estudio sobre Mateo, Marcos y Lucas. El texto tiene la particularidad de presentar los libros en columnas paralelas, lo que facilitaba el estudio simultáneo y se podían observar con facilidad sus semejanzas y diferencias.  Dicho estudio adquirió una gran popularidad y de ahí en adelante se les llamó sinópticos a todos los evangelios, menos el libro de Juan que por sus especiales características no permite una comparación con los tres primeros salvo en algunos pasajes.

¿Para qué ha servido la sinopsis?
Ha permitido apreciar las coincidencias que existen entre los evangelios, como, por ejemplo, textos que están redactados casi con las mismas palabras y en el mismo orden. Así mismo se pueden encontrar algunas diferencias  cuando se examinan en detalle. Las similitudes entre los tres o a veces solo entre dos,  evidencian que los autores utilizaron una misma fuente o se leyeron entre ellos.  Las diferencias comprueban el grado de independencia que hubo entre sus autores.

Algunos teólogos han llegado a la conclusión de que Mateo y Lucas se basaron en el libro de Marcos y en otra fuente desconocida que ha sido designada con la letra Q, inicial de la palabra alemana Quelle, que significa fuente. La Q, consistiría, principalmente, en una colección de dichos y breves discursos de Jesús.


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