jueves, 5 de agosto de 2010

Riohacha se escribe con Mayúscula

Por: Martín López González*

Con esto se quiere dar a entender la importancia que a través de la historia ha tenido esta ciudad en el contexto Caribe insular y continental. Algo superior a lo ordinario en su especie, eso ha sido siempre Riohacha, una de las ciudades más antiguas de Colombia. Desde que se dieron los primeros asentamientos ligados a la explotación de los yacimientos perleros se ubicó como una de las localidades más importante por ser el epicentro del comercio del Caribe con Europa. ¿Cómo se explica la baja valoración que hoy le tienen sus habitantes?

Esos comportamientos y sentimientos se han generado en las últimas décadas. Muy diferentes era la situación en la Riohacha de los años sesentas del siglo anterior, cuando eran casi imperceptibles las diferencias sociales y étnicas. Algunos sectores vivían del comercio, otros de la agricultura y ganadería; los wayuu intercambiaban especialmente alimentos con la pequeña aldea de apenas quince calles y quince carreras cortas (con muchos espacios despoblados): entre la primera con primera (el Riíto) hasta la quince con quince (Cuatro vías).

La estructura social y familiar era muy fuerte, lazos unidos una y otra vez, hasta hacer prácticamente familiar a todos entre sí. Se estima que no había más de 100 apellidos entretejidos por lo que era muy fácil identificar quién era quién. La unidad y la solidaridad imperaban y se manifestaban en situaciones concretas: desde el trato interpersonal -mediante expresiones como “qui ‘ubo primo” o “tío/a” a las personas mayores- hasta el compartir alimentos, todo cimentado en la familiaridad, pues eran primos o sobrinos entre sí de las personas mayores.

Éstas tenían el permiso tácito de generaciones anteriores de regañar o corregir un comportamiento observado que se saliera del código moral existente y aquel que se atreviese a discrepar o levantar la voz a alguien de los venerables mayores sabía a lo que se atenía.
En este medio, los jóvenes estudiantes y los deportistas representaban lo más avanzado, eran los seres más queridos, un bachiller era motivo de orgullo de la familia y más el estudiante universitario quien en sus vacaciones no sólo disfrutaba en cualquier casa de los variados manjares de la culinaria criolla, pues no sólo las ‘tías’ se esmeraban por brindarle arroz con camarón o pargo frito antes de que regresaran a la ciudad donde cursaban sus estudios profesionales, sino también las chicas quienes organizaban los bailes para estar muy cerca de los tan admirados personajes de lenguaje distinguido y trato respetuoso. Indiscutiblemente eran el prototipo o modelo social, todo el mundo quería ser como ellos.

Esto generó una dinámica académico-cultural que trascendió el nivel local con el concurso Mejores Bachilleres de Colombia.

Existía una sana rivalidad entre los planteles educativos Colegio Divina Pastora y el Liceo nacional Almirante Padilla, los cuales disputaban desde la calidad académica de los profesores y alumnos hasta la destreza de los miembros de las “bandas de guerra” -hoy “bandas de paz”- y la calidad de los equipos de fútbol y baloncesto.

La ciudadanía se dividía en dos fanaticadas impulsoras de la formación de los estudiantes, lo cual produjo una cantidad de bachilleres que eran admitidos en cualquier Universidad y maestros con compromiso y empuje. La mayoría de estos egresados salían a los centros universitarios del país gracias al esfuerzo mancomunado de la familia, incluidos primos y tíos quienes aportaban para que esto se diera.

Por otro lado, estaban quienes se inclinaban por “otras cosas” -con el consabido reproche y frecuente comparación de los padres y mayores- y se constituían en los opuestos de los hijos y sobrinos ‘orgullo’ de las familias. Si bien es cierto que no les gustaba mucho el colegio, desde temprana edad aprendían en la “escuela de la vida” y enseñaban estas faenas a aquellos que tenían entre ceja y oreja culminar el nivel de educación superior. Aprendían a conducir, eran aventajados en el juego de billar, eran habilidosos comerciantes, los primeros que sin temor se lanzaban desde el puente de “el riíto” y desde la “punta del muelle” turístico.

De este mismo sector social, salían las “ovejas negras” de la familia, implicadas con frecuencia en problemas policiales. En esa época nadie podía imaginar que diez o quince años más tarde algunas de estas personas serían los “grandes señores”, con un poder económico inimaginable, que les hizo dueños hasta del espacio público de Riohacha y los demás pueblos.

Este contexto económico-social fue arrasado por una visión internacional que ató muchos cabos y trazó su estrategia contrabandista marítima y aérea:

a) La baja Guajira, con la fertilidad que le da la proximidad a la Sierra Nevada de Santa Marta, era capaz de producir casi todo tipo de cultivo, entre ellos los de pancoger y también de tipo industrial; eran famosos los plátanos de Dibulla. Estos cultivos, al inicio de los setentas, al llegar los dólares desde Florida (USA) se reemplazaron por marihuana.

b) Los cuatrocientos tres kilómetros de costa de La Guajira con puertos naturales.

c) La gran extensión del desierto, donde se necesita muy poco para construir un aeropuerto.

d) La península de La Guajira es el punto suramericano más cercano a la Florida.

e) La Florida, ‘meca’ de narcotraficantes y residencia de muchos cubanos refugiados, “lobos de mar” y pilotos en la guerra de Vietnam. Los ‘capos’ internacionales -a través de sus ‘contactos’ en el país- sustituyeron los cultivos de pan coger por el de la marihuana.

Como consecuencia, se produjeron cambios en la dinámica económica y sociocultural. La súbita prosperidad de algunos ‘emergentes’ -nuevo sector social-, invirtió las cosas; poco a poco el negocio de la ‘marimba’ se perfiló como industria y se expandió al Departamento y a la costa Caribe. La otrora vanguardia estudiantil fue reemplazada por los ‘marimberos’ quienes se convirtieron en los nuevos modelos sociales y, de paso, hundieron a La Guajira en general y a Riohacha, en particular en una crisis social, política, cultural, educativa y moral jamás registrada en su historia.

Muchas cosas que ocurren hoy, y que a veces no se entienden, tuvieron su origen en esa época:

1. La Guajira ocupa el último puesto en las pruebas del ICFES, habiendo estado en los primeros lugares.

2. Riohacha es el pueblo con el índice de alcoholismo más alto en la costa Caribe y, tal vez, en Colombia.

3. La Universidad de La Guajira ha ido de tumbo en tumbo, desde su origen en plena bonanza marimbera (1977), en un entorno social hostil.

4. Cuando comenzó la construcción de la infraestructura para la explotación y exportación de los carbones de “El cerrejón” a comienzos de los ochentas, se contaban y recogían los muertos que dejaba la “bonanza marimbera” en extinción y se dejaba a La Guajira “mal parqueada” históricamente.

5. Se heredaron las parrandas en carros, que han ocasionados muchos muertos en accidentes de tránsito en las carreteras y pueblos.

6. Se le cogió amor al dinero fácil, ocasionando un daño cultural que ha trascendido las generaciones.

Los nuevos ricos se convirtieron en hombres admirados; independientemente de la labor que desempeñaran en la industria del narcotráfico -cultivador, limpiador, prensador, empacador, transportador, chofer, guardaespaldas, embarcador o sencillamente guardián de caletas. Hacían despliegue de opulencia y riqueza como si fuesen los dueños del negocio, conectados directamente con los gringos. Demostraban especialmente a las mujeres y a los mayores del pueblo, que eran importantes y que aunque nunca habían tenido reconocimiento social y no habían estudiado, tenían poder económico.

El dinero circulante en efectivo que generaba esta actividad económica, nadie lo ha podido ni podrá calcular. Esta narco-economía arrastró a casi toda la población de La Guajira. Tal situación sedujo a muchos jóvenes que antes sólo pensaban en estudiar y ser profesionales. El argumento era que ellos ganaban en unos días lo que los profesionales tardarían años en conseguir, por lo que lo académico y cultural se desestimuló socialmente.

Antes de la bonanza marimbera el médico era el primero en la escala social el ideal de todos, éxito garantizado, mujeres, respeto comunitario; el abogado en segundo término; el odontólogo el tercero; el ingeniero aún no aparecía como algo importante en el escenario laboral. En plena bonanza y después de ella ya eso no era muy importante. Los estudiantes universitarios eran lo último en la escala social, era casi el peor valorado. Las damas ni lo miraban; es más, de hecho no existían. Cuando ellas hablaban de las personas, lo hacían sustancialmente de sus vehículos.

Con el advenimiento de los nuevos personajes en el escenario social cambiaron los símbolos. Las visitas de los estudiantes a las chicas del pueblo, con mucha frecuencia con libros bajo el brazo -unas veces para impresionar con títulos científicos, otras por exámenes pendientes- se reemplazaron por camionetas ‘Rangers’, trono de los reyes del dinero, espacio hedónico, pues el marimbero hacía allí lo que los demás mortales hacen en diferentes escenarios -negocios, parrandas, comidas, visitas, fornicaciones-.

La mezcla de carro, botella de whisky, arma y mente con poca escolaridad, impuso un estilo de vida, un modelo para los jóvenes de la época. En menos de diez años (1974-1981) todo cambió. En algunos casos pasó a ser lo opuesto: el Liceo Nacional Almirante Padilla, paradigma de intelectuales y pensadores sociales que lideraban movimientos en pro del mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad, cuna de excelentes bachilleres, sufrió una transformación; además de la deserción estudiantil -todo el mundo deseaba ser marimbero-, ocurrió lo impensable en su seno: llegó a almacenarse marihuana y se le dio muerte a un profesor .Podemos decir que a partir de ese momento Riohacha comenzó a escribirse con minúscula por la tragedia social.

Producto de esta gran bonanza económica y paralelo a lo que ocurría en el seno de la sociedad riohachera, se presentó la corriente migratoria más grande de la historia reciente. Riohacha entre los censos de 1985 (57.000 habitantes) y 2005 (167.865 habitantes) creció tres veces su población. Se convirtió en un destino atractivo para miles de personas de dentro y mayoritariamente de fuera de La Guajira, que huyeron de las condiciones de extrema miseria en que se desenvolvían en sus lugares de origen.

Esta realidad le terminó de cambiar el rostro a la capital guajira, haciéndola más diversa, plural y compleja. Planteándole grandes retos desde el punto de vista de los servicios públicos, la movilidad, el equipamiento urbano y la integración social. La otrora pequeña aldea de los años sesentas se convirtió en una ciudad con gentes de muchas partes sin conocimiento de su historia y sus símbolos, lo que genera muchos puntos de análisis. El término riohachero raizal, generador de mucho orgullo en otros tiempos, ahora invita la exclusión.

Llegó a impactarse tanto la realidad social, que inclusive se le cambiaron el nombre a las cosas, el nombre “Parque de Federmann” comenzó a desaparecer en la medida que aumentó la inmigración en Riohacha. Eran tantas las personas que llegaban, a tal velocidad, que muchos no identificaban los sitios y sencillamente los relacionaban con lo evidente. Comenzaron a decir “Parque de los cañones” para diferenciarlo del parque de Padilla, hoy por hoy son más los que lo llaman por este nombre.

Han sido cambios dramáticos en el desarrollo económico, político, social y cultural que ha experimentado la ciudad de Riohacha. Es bueno resaltar que numerosas personas piensan que todavía es la misma de los setentas y todas las actividades culturales, sociales, festivas que se organizan, se ejecutan en la parte vieja de la ciudad. Los organizadores de todos estos eventos, en su mayoría riohacheros “raizales” que viven en la mencionada zona, los circunscriben al mismo y trillado recorrido o sitio. Generando una exclusión a grandes sectores de la población que demanda sus necesidades de recreación.

La falta de identidad y de sentido de pertenencia de la gran mayoría de sus habitantes, ha llevado a la ciudad a ser un espacio caótico y hostil. El simple hecho de trasladarse de un sitio a otro a pie, taxi, buseta, colectivo o mototaxi representa un riesgo de accidente. Además de la actitud agresiva y falta de disciplina de muchos conductores ante los pocos semáforos y señales de tránsito, en el servicio público los pasajeros son recogidos y dejados en medio de las calles y avenidas.

Siempre que se escucha la ya famosa expresión estamos en riohacha (con minúscula), dando a entender que así sé es y nada ni nadie la puede, ni podría cambiarla. Es una invitación y aceptación a perpetuar el conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas de convivencias en la cual se encuentra inmersa la ciudad. La que agoniza en lo social, económico, ambiental y cultural como consecuencia del descalabrado manejo administrativo que se le ha dado al Municipio en sus últimos periodos de gestión.

El colmo de la anomia lo representa el Paseo de la Marina (nombre cambiado por “la primera”), hermoso sitio, que ha quedado relegado a un bebedero de poca monta, con niveles de ruido también exagerados los fines de semana por la cantidad de cantinas portátiles que operan en pleno espacio público entorpeciendo el paso de los peatones, muchos de ellos turistas que quieren disfrutar del paseo. Estas ventas de cervezas ambulantes convierten al Malecón en un gigantesco orinal público, resultando desagradable la caminata desde el Centro Cultural hasta el muelle del riíto, por lo insoportable de los olores.

Ante la ausencia total de sanciones penales, morales y sociales se produce un reforzamiento negativo; en otras palabras se aumenta la frecuencia de las conductas descritas anteriormente, pues se ha retirado totalmente la aversión, inmediatamente después de esas conductas. Por ejemplo, a nadie se le penaliza por orinarse en la playa, los que lo hacen no sienten remordimiento y los que ven haciéndolo tampoco lo censuran.

La baja autoestima es un rasgo de la personalidad que se puede adquirir desde niño y que debemos evitar mediante el refuerzo de las actitudes positivas. Ahora, ¿qué puede pasar cuando una colectividad está sometida casi permanentemente al reforzamiento de lo negativo? ¿Puede generarse un sentimiento colectivo de baja autoestima? Eso es lo que ha estado sucediendo con Riohacha.

Se pueden caracterizar los efectos psicológicos de la mayoría de los habitantes frente a la ciudad como de un individualismo extremo, desarraigo social, anonimato, soledad y anomia, alienación y ausencia de sentimientos de reciprocidad, mutualidad y pertenencia social.

La baja autoestima colectiva, reflejada en la falta de sentido de pertenencia se puede definir como un sentimiento valorativo de qué somos como ciudad, del conjunto de los rasgos físicos, ambientales y paisajísticos que configuran nuestro entorno. Esto es importante porque es la manera de percibir y valorar el hábitat que moldea nuestro nivel de vida.

Los riohacheros no tienen confianza en su primera autoridad ni en sus Concejo Municipal, ni en los servicios públicos de la ciudad, especialmente el acueducto y el alcantarillado. Se han acostumbrado a la falta de empleo y a una baja calidad de vida, a las aguas negras en las calles y a la carencia de agua potable y continúa en las residencias y a los basureros que dan un aspecto denigrante en las entradas de la ciudad. En fin a una capital de muy baja categoría, escrita con minúscula.

Estos sentimientos pueden asumir muchas formas: odio a la ciudad, desprecio o subvaloración de lo propio o autóctono, repentinos cambios de humor, reacciones exageradas, encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse impotentes y autodestructivos. Caso concreto son esos grupos de jóvenes, que se pueden ver en los carnavales de Riohacha, armados con bolsas de agua y de cantidades de inmundicias con el ánimo no de jugar carnaval, como solía ocurrir en otras épocas, sino de hacer daño a los demás.

La intención manifiesta es casi siempre lesionar a otros, pues los ojos son los objetivos de las ¨municiones¨ preparadas como quien va a una guerra con mucho odio o resentimiento. La insolencia y la intimidación acompañan siempre a estos jóvenes que terminaban enfrentándose a otros grupos similares cual batalla campal.

Estos grupos están compuestos por personas de capas sociales bajas de la periferia de Riohacha (observaciones in-situ). Sus actos, producto de alguna psicopatía, son más criminales que vandálicos, pues quien mezcla vidrio molido con harina sabe que va a lesionar a otro especialmente en los ojos o el rostro. Además de lo anterior, producen gratuitamente estragos materiales en las calles, botes de basura, jardines, escuelas, medios de transporte, fachadas de edificios etc. en la zona de la vieja Riohacha. Este vandalismo tiene fines rencorosos, vengativos pues el ataque es dirigido a bienes representativos del mencionado sector.

La mayoría de estos desórdenes violentos cometidos por adolescentes se lleva a cabo en grupo. Esa violencia, que se acentúa al asociarse, va dirigida en los más jóvenes, aun con muchos temores, contra cosas y en los mayores contra las personas. Estos grupos se forman en las escuelas, en las comunas, en las esquinas, en los barrios etc. Lugares donde los jóvenes desarraigados encuentran a sus iguales. Son casi siempre varones procedentes de la población mencionada, que no tienen oportunidad ni sitios para el deporte y una sana recreación. Estos actos toman el significado de venganza o resentimiento contra la exclusión.

Otra de las causas por las cuales las personas llegan a desvalorizar a la ciudad, es por la comparación con otras, especialmente con las capitales de los Departamentos vecinos, Valledupar y Santa Marta destacando de éstas las características en las que son superiores. Es bueno resaltar que el tiempo tomado como referencia para este análisis (los sesentas), Riohacha estaba a la par con estas capitales.

Estas comparaciones generan sentimientos de ciudadanía de segunda categoría; de capital sin rumbo definido y de gente incapaz de otorgárselo; Riohacha es un conjunto no articulado de personas, que simplemente viven (mueren) en ella, muchos la hostilizan y pasan el tiempo sin compromisos, ni esperanza. La capital es una simple reunión de casas que se agrupan geográficamente como barrios, urbanizaciones e invasiones sin ningún tejido que hilvane la ciudadanía, llena de muchos habitantes sin vínculos afectivos con su entorno.

En la ciudad no se respira un ambiente de preocupación por ella, un gran deseo de recuperación de ese gran pasado de la ciudad y de veeduría permanente hacia lo bien o mal hecho según dictaminen las fuerzas vivas de la ciudad. Hay que profundizar y optimizar este diagnóstico para aplicar adecuadamente el remedio. ¿En qué quedan los intentos por parte de la débil sociedad civil de resaltar nuestro lado positivo? y cuando lo hacen; cuántos son en número comparados con lo que repiten una y otra vez todo lo malo que tenemos como ciudad.

Como nota predominante en lo cívico se resalta lo negativo, pero jamás se ponen ejemplos de alguien haciendo las cosas bien. Todo lo que se realiza es objeto de la implacable crítica destructiva. Al mencionar algo positivo en una reunión se viene una avalancha de objeciones y de peros. No es posible desarrollarse bien como comunidad, si todo el tiempo se resalta exclusivamente lo negativo. No es posible desarrollar una alta autoestima adecuada a nuestros tiempos si la comparación con la ciudad de los padres y abuelos está basada solo en recuerdos románticos y no en la situación histórica de cada periodo.

Es urgente empezar a escribir con mayúscula a Riohacha. No se trata de tapar lo malo, hay que seguir denunciando lo indebido. Mientras no mejoremos la autoestima como grupo, lo que requiere un equilibrio entre críticas y alabanzas, la Ciudad no alcanzará como le sucede al niño regañado y disminuido con todo tipo de comentarios negativos, el mejor rendimiento escolar o en la vida.

Sorprende que muchos de los que llegan de otros lugares a visitar a la ciudad tengan mejor concepto de ella que muchos de nosotros. Riohacha es como un bolero romántico que invita a quererla. A pesar de su baja autoestima actual, si la queremos hay que ayudarla pero con acciones concreta y cambiando ese lenguaje con que la tratamos. A pesar de que a fuerza de comentarios negativos, le hemos hecho perder el ánimo, Riohacha siempre resuelve darnos muestra de su afecto y amor permitiendo que muchos de nosotros, seamos triunfadores en la vida. “Riohacha se escribe con Mayúscula” debería ser un lema de combate para expresar el gran amor que sentimos por ella.

*Psicólogo Social

Continúa campaña de salud nutricional

Por: Sandra Hernández Acosta
La Alcaldía Municipal a través de la Secretaría de Salud continúa con la campaña de salud nutricional que con el Banco Mundial de Alimentos realizan en beneficio de los menos favorecidos.

Mensualmente varios cientos de menores con debilidades en su peso y talla reciben un paquete alimentario, esta vez la Secretaría de Salud realizará las entregas los días 11 y 12 de agosto en el Hogar Geriátrico, quienes sean beneficiarios de este programa deben presentar el Registro Civil.

Listo programa para conmemorar el 7 de agosto

Por: Sandra Hernández Acosta
Para conmemorar un año más de la Batalla de Boyacá, la Administración Municipal en cabeza del Alcalde Oscar mejía Marulanda, realizan los preparativos para que el próximo sábado todas las fuerzas vivas del municipio, funcionarios públicos e instituciones educativas oficiales y privadas se concentren en las principales calles de Maicao para realizar una caminata sin precedentes que concluirá en la Plaza Simón Bolívar.

Una obra de teatro del Grupo “Ojo Blindado” deleitará a los presentes con una obra laureada en el departamento del Atlántico con el tema Bicentenario y Región Caribe, estará la indiscutible presentación de Mario César Valdelamar y su Agrupación Mixta Arena Blanca, además de la representación “La última proclama del Libertador” de la Institución Educativa No 2. Sede San José.

La concentración general será el sábado 7 de agosto en la Plaza Principal a partir de las 7:30 AM para el “Recorrido de la Libertad” y luego el acto en la plaza emblema de nuestra identidad.

Lamentable accidente en silo de almacenamiento de carbón en Cerrejón

Boletín Número 1

Cerrejón informa a nuestros trabajadores y a la comunidad en general que durante los trabajos de reparación que vienen adelantándose dentro de uno de los dos silos de almacenamiento de carbón en las plantas de trituración, en el día de hoy, 4 de agosto de 2010, aproximadamente a las 7:50 p.m., ocurrió un lamentable accidente que involucró la caída de una plataforma que sostenía, en altura, a un grupo de dieciséis trabajadores vinculados a las empresas contratistas Conconcreto y Ticom. Trece de estos trabajadores han sido evacuados del sitio y los restantes tres aún no han podido ser rescatados. Las personas evacuadas están recibiendo atención hospitalaria en las instalaciones médicas de Cerrejón en La Mina y algunas han sido trasladadas al hospital de Maicao. Una de ellas, el señor Carlos Enrique Pérez, quien salió del silo en condición crítica, falleció posteriormente alrededor de las 10:45p.m. cuando era trasladado a dicho hospital.

A la hora de emisión de este boletín (11:45p.m.), no han sido precisadas las causas específicas de este infortunado evento. En este momento nuestra prioridad es el rescate de las tres personas que aún permanecen en el silo, así como asegurar la mejor atención médica posible a los lesionados. Estamos, además, en el proceso de contactar a los familiares de los trabajadores involucrados en este accidente y de proveerles todo el apoyo y acompañamiento necesarios.

Esta es una hora de conmoción y dolor para Cerrejón en razón de que la seguridad de nuestros trabajadores directos y contratistas es un valor central para nosotros, valor que hemos traducido en la implementación de los más altos estándares de seguridad industrial. En consecuencia, hemos iniciado una rigurosa investigación de este accidente.

Expresamos nuestras más sentidas condolencias a los familiares del trabajador fallecido y nuestra solidaridad con los familiares de los demás trabajadores afectados.

lunes, 2 de agosto de 2010

20 Preguntas frecuentes de los ciudadanos sobre la vigencia y el trámite para renovar y reclamar la cédula de ciudadanía amarilla con hologramas

20 Preguntas frecuentes de los ciudadanos sobre la vigencia y el trámite para renovar y reclamar la cédula de ciudadanía amarilla con hologramas


2.343.293 ciudadanos han omitido el deber de acercase a reclamar su documento


· ¿Dónde la puedo reclamar? ¿La envían a domicilio? ¿La renovación va a tener algún costo? Éstas y otras preguntas se absuelven a continuación.


Ante la decisión del Gobierno Nacional de no prorrogar la vigencia de las cédulas blanca laminada y café plastificada, que perderán su vigencia a partir del 30 de julio, la Registraduría Nacional presenta a continuación algunas respuestas a las preguntas más frecuentes de los ciudadanos sobre este trámite.

1. ¿La renovación de documentos continua después del 30 de julio?
Sí. La Registraduría continuará realizando la renovación masiva de documentos de identidad, tal y como lo ha venido realizando en los últimos cuatro años, en los 1.139 puntos de atención de la Entidad.

2. ¿La renovación va a tener algún costo?
No. El trámite de renovación de la cédula de ciudadanía va a seguir siendo gratuito. Los trámites para renovar o reclamar la cédula son totalmente gratuitos y por lo tanto cobros en las Registradurías por citas, fotografías, forros para contraseñas y fotocopias, entre otros, no están permitidos. Se invita a la ciudadanía a no pagarle a tramitadores, ya que no es necesario acudir a esos mecanismos para obtener un servicio ágil.

3. ¿Hay horario extendido para reclamar y renovar la cédula?
Sí. El viernes 30 de julio la Registraduría atendió al público en todo el país hasta las 8:00 pm. Así mismo, el sábado 31 de julio, se realizó una jornada especial de entrega masiva de entrega y renovación de cédulas en todo el territorio nacional de 8:00 am a 4:00 pm.

4. ¿Cuál es el horario de atención de la Registraduría a partir de la semana entrante?
La Registraduría seguirá atendiendo los trámites de renovación en sus horarios habituales en todas las sedes de la entidad en el país, de lunes a viernes de 8:00 am a 5:00 pm. Como medida de contingencia y para garantizar un buen servicio, la Registraduría Nacional suspendió las vacaciones, permisos y compensatorios de todos sus funcionarios en todo el país. En la página web www.registraduría.gov.co se puede consultar el directorio con las direcciones y teléfonos de la entidad en todo el país.

5. ¿Cómo puedo saber si mi cédula ya está lista?
Usted puede ingresar a la página www.registraduria.gov.co y en el banner de consulta “¿Dónde reclamo mi cédula?” digitando el número de documento se le informará cómo va el trámite.

También puede verificar si su cédula ya está lista en los teléfonos 3578240 ó 195 en Bogotá y en la línea 01 8000 52 1112 para el resto del país.

6. ¿Dónde puedo reclamar mi cédula?
Al consultar si su cédula ya está lista, por teléfono o por Internet, le indicarán el lugar en el que se encuentra disponible, que por regla general es la misma Registraduría en donde realizó el trámite.

En Bogotá, las cédulas tramitadas en las Registraduría de Usaquén fueron trasladadas para ser reclamadas en el CADE Servitá, los documentos de la Registraduría de Kennedy al CADE Kennedy, los de la Registraduría de Fontibón al CADE de Fontibón, los de la Registraduría de Suba al Supercade de Suba, los de la Registraduría de Puente Aranda al Supercade de Movilidad y las tramitadas en Ciudad Bolívar en el Supercade de Bosa.

En Cali todas las cédulas deben ser reclamadas en las antiguas bodegas de la Licorera del Valle ubicada en la Carera 1 # 26 - 85.

7. ¿Si se me perdió la contraseña qué puedo hacer para reclamar mi cédula?
Usted puede acudir a reclamar su cédula amarilla con hologramas sin inconveniente ya que al momento de recibir su documento se verificará su identidad a través de un cotejo dactilar con la base de datos biométrica de la Registraduría Nacional del Estado Civil. Por seguridad, es recomendable que denuncie el hurto de su contraseña ante las autoridades competentes, aunque no es requisito presentar el denuncio ante la Registraduría.

8. ¿Puedo solicitar el envío de mi cédula a domicilio?
Si ya verificó si su cédula de ciudadanía está lista para ser reclamada, en la línea gratuita 01-8000-521112, o en las líneas 195 y 3578240, puede solicitar el servicio de envío a domicilio de la cédula a la casa u oficina. Si la cédula ya entró al proceso de fabricación o ya fue producida, al hacer la llamada se habilitará una opción para solicitar el servicio voluntario de entrega a domicilio, el cual tiene un costo de $20.000 que se cancelan en el momento de la entrega del documento. Las entregas a domicilio se programan de 7:00 a.m. a 7:00 p.m., de lunes a sábado, y el domingo desde las 8:00 a.m. hasta el medio día. La Registraduría tiene habilitado el servicio de entrega personaliza en 22 ciudades del país: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Pereira, Bucaramanga, Cúcuta, Cartagena, Santa Marta, Valledupar, Montería, Sincelejo, Armenia, Manizales, Tunja, Ibagué, Girardot, Villavicencio, Neiva, Popayán, Pasto y Riohacha.

9. ¿Si yo no puedo ir personalmente a reclamar mi cédula qué debo hacer?
Usted tiene varias opciones:

· Pedir la cédula a domicilio para que se la entreguen en su residencia actual, con un costo de $20.000 pesos.

· Suscribir una carta con su firma y huella del índice derecho (no es necesario que sea autenticada en notaría) en la cual usted autoriza a otro ciudadano que porte cédula amarilla con hologramas para que reclame su documento en la Registraduría en la que actualmente se encuentra. Esta carta debe ir acompañada de una fotocopia anexa de la contraseña.

· Enviar una carta al Registrador auxiliar o municipal del lugar en el que actualmente se encuentra su cédula, solicitando el traslado del documento a la Registraduría de la ciudad donde usted reside actualmente. Esta carta debe tener la impresión de la huella del índice derecho y debe llevar una fotocopia anexa de la contraseña.

10. ¿La contraseña es válida como documento de identificación?
La contraseña no es un documento válido de identificación y por lo tanto no reemplaza la cédula. La aceptación de este comprobante está a disposición de cada entidad, por ser éste sólo una constancia de que el único documento de identificación válido en el país, que es la cédula de ciudadanía, está en trámite.

11. ¿Si tramité mi cédula el año pasado y no me ha llegado qué debo hacer?
El proceso de producción de una cédula tarda en promedio tres meses, a los que se le suman los tiempos de envío al lugar de solicitud del documento. Sin embargo, si ha pasado un tiempo prudencial y su documento aún no está listo, por favor verifique lo siguiente:

1. Si usted consultó en la página web de la Registraduría www.registraduría.gov.co y su trámite aparece con rechazado, debe acercarse a la sede de la Registraduría más cercana y volver a realizar el trámite. La Entidad garantiza atención preferencial a todos los ciudadanos que exhiban la contraseña obtenida cuando se realizó la primera solicitud de renovación.

2. Si usted tramitó su cédula en los lugares y fechas indicados en la siguiente tabla, es necesario que usted realice nuevamente el trámite de renovación en la Registraduría Auxiliar, Especial o municipal más cercana a su domicilio, ya que por problemas técnicos del Consorcio Sagem, contratista de la Registraduría Nacional del Estado Civil,.dichas cédulas no pudieron ser producidas. La Registraduría Nacional garantiza atención preferencial a todos los ciudadanos que exhiban la contraseña obtenida cuando se realizó la primera solicitud de renovación.

Lugar
Fecha del trámite inicial

Antioquia
Puerto Berrío
29 de diciembre de 2006

Registraduría Especial de Medellín
2 de noviembre de 2006

Bello
28 de febrero al 2 de marzo de 2007

Girardota
1 al 18 de diciembre de 2006

La Ceja
28 de febrero al 2 de marzo de 2007

Atlántico
Registraduría Auxiliar Villa Country Barranquilla
1 y 2 de noviembre de 2006

Bogotá
Campaña Electrificadora
19 al 20 de abril de 2007

Registraduría Auxiliar de Usaquén
Del 4 al 17 de noviembre de 2006

Registraduría Auxiliar de Antonio Nariño
2 al 6 de marzo de 2007

Cundinamarca
Zipaquirá
7 al 20 de diciembre de 2006

Valle
El Cerrito
Del 1 al 4 de diciembre de 2006

Registraduría Especial de Cali
4 y 5 de diciembre de 2006


3. Si su situación no es ninguna de las anteriores, usted debe acercarse a la sede de la Registraduría donde realizó el trámite y solicitarle información al Registrador correspondiente para saber que pasó con su trámite o en que estado se encuentra.

12. ¿Cuántos colombianos han omitido el deber de reclamar su documentos?
A la fecha cerca de 2,3 millones de colombianos no se han acercado a los 1.139 puntos de atención de la Registraduría a reclamar su cédula amarilla con hologramas. Entre las cédulas pendientes por reclamar hay trámites de renovación, duplicados, rectificaciones de documentos y cédulas de primera vez. Adicionalmente, cerca de 50.000 colombianos no han solicitado la renovación de su documento de identidad.

13. ¿Donde tengo que realizar la renovación de mi cédula?
La renovación de la cédula de ciudadanía se puede realizar en cualquiera de los 1.139 puntos de atención de la Registraduría en el país. Adicionalmente, en la ciudad de Bogotá también se puede renovar el documento de identidad en los Cades de Servitá, Kennedy, Fontibón, Suba, La Gaitana y los Supercades de Suba, Bosa, 20 de julio, CAD, Américas, Calle 13 y Movilidad.

14. ¿Cuáles son los requisitos para renovar la cédula?

· Consultar en la Registraduría o el consulado de Colombia más cercano al lugar de residencia el horario de atención y la forma de obtener la cita.

· Saber el RH y grupo sanguíneo. No se necesita acreditarlo mediante examen de laboratorio.

· Presentar la cédula de ciudadanía antigua (blanca laminada o café plastificada), que se le devolverá inmediatamente, o la tarjeta de identidad rosada, en el caso de la renovación de tarjetas de identidad obligatoria para jóvenes entre 14 y 17 años.

· En los consulados que no cuentan con máquinas de enrolamiento en vivo, llevar 3 fotografías a color, de 4x5 centímetros con fondo blanco y ropa oscura (o fondo azul claro si se trata de personas que carecen de cabello o lo tienen muy claro).

15. ¿Por qué el trámite de mi cédula puede ser rechazado y si lo está que debo hacer?
Un trámite de cedulación pude ser rechazado por calidad defectuosa de la huella, la foto, o inconsistencias en la información, tales como diferencias entre los nombres y apellidos aportados por el ciudadano y los que reposan en el registro civil de nacimiento, o diferencias en la fecha o lugar de nacimiento, entre otros. En estos casos el ciudadano debe repetir el trámite de su documento y la Entidad garantiza atención preferencial a todos los ciudadanos que exhiben la contraseña obtenida cuando se realizó la solicitud. En la consulta del trámite a través de www.registraduria.gov.co se indica si la solicitud de renovación de cédula fue rechazado.

16. ¿Si se me perdió la cédula nueva que trámite tengo que hacer?
Si ya tenía el documento de nueva generación y lo extravió, deberá realizar el trámite para sacar el duplicado de la cédula. Para hacer este proceso debe consignar en el Banco Popular en la cuenta número 220-012-11008-6 o en el Banco Agrario en la cuenta 4-0230-300745-9, la suma de $31.800 a nombre del Fondo Rotatorio de la Registraduría Nacional. Con el recibo de consignación, tiene que dirigirse a realizar su trámite a la sede de la Registraduría más cercana. Por seguridad, es recomendable que adicionalmente denuncie el hurto de su cédula ante las autoridades competentes, aunque no es requisito presentar el denuncio ante la Registraduría.

17. ¿Las personas discapacitadas y los adultos mayores a dónde deben dirigirse para renovar su cédula?
Las personas que tienen discapacidades físicas y los adultos mayores pueden acercarse a realizar el trámite de sus documentos en la Oficina Para la Atención del Discapacitado, OPADI. La Registraduría cuenta con dos sedes de la OPADI: una de ellas en Bogotá, ubicada en la Avenida Calle 26 No. 51 – 50, Primer piso, teléfonos: 2202880 ext: 1159 - 1148 – 1173 y la segunda, en Medellín, en la Calle 44 A No. 75 – 104 Sector de la América, Teléfono: 413 75 99. El horario de atención es de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 11:40 m y de 1:00 p.m. a 5:00 p.m.

Para el resto del país, la Registraduría brinda una atención preferencial a los adultos mayores y personas con discapacidades físicas en las 1.139 sedes de la Entidad.

18. ¿Cuántas cédulas de nuevo formato se han producido?
Desde el año 2006 y hasta el 21 de junio de 2010, en el marco del contrato suscrito con la firma francesa Consorcio Sagem, la Registraduría Nacional del Estado Civil ha producido 23.433.358 documentos de identidad, que se suman a las 9.974.674 cédulas amarillas con hologramas producidas entre el año 2000 y el 2005, para un total de 33.408.032 documentos de nuevo formato producidos en los últimos 10 años.

19. ¿Desde cuándo se realiza la renovación de cédulas?
En el año 2006 comenzó el proceso de renovación masiva de cédulas para todos los colombianos que portan la cédula blanca laminada o café plastificada. Sin embargo, la producción de cédulas amarillas con hologramas basada en el Sistema de Identificación Automatizada de Huellas Dactilares (AFIS por sus siglas en inglés), comenzó en el año 2000, para los colombianos que pidieron su cédula por primera vez o tramitaron duplicados y rectificaciones de documentos.

20. ¿Por qué hay que cambiar las cédulas blanca laminada y café plastificada por la cédula amarilla con hologramas?
Las Leyes 757 de 2002, 999 de 2005 y el Decreto 4969 de 2009 del Ministerio del Interior señalan que todos los colombianos deben renovar su cédula de ciudadanía porque a partir del 31 de julio de 2010, el único documento de identificación válido en el país para los mayores de edad será la cédula amarilla con hologramas. La nueva cédula de ciudadanía amarilla con hologramas se basa en la tecnología Afis (Automated Fingerprint Identification System), que permite la verificación automática de la identidad de las personas mediante la comparación de las huellas dactilares de los ciudadanos. Este documento les permite a los ciudadanos colombianos contar con un sistema de identificación biométrico con tecnología de punta y altos estándares de seguridad para impedir la falsificación y suplantación de las personas. La cédula amarilla con hologramas ofrece más confiabilidad a la organización electoral, a la rama judicial y a los sistemas penitenciario, financiero y de seguridad social, entre otros.

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