El candidato a la Presidencia por Compromiso Ciudadano por Colombia firmó el Acuerdo Democrático Fundamental, que invita a los candidatos a las elecciones presidenciales a trabajar respetando los principios de la Constitución Política y defendiendo la transparencia para trabajar en conjunto por el país.
Con el convencimiento de que desde un principio su proceder en la contienda política ha respondido a los principios de decencia, dignidad y respeto, Sergio Fajardo, candidato presidencial del Movimiento Compromiso Ciudadano por Colombia, firmó ayer el Acuerdo Democrático sobre lo Fundamental, en un acto que reunió a todos los partidos, algunos de sus candidatos y presidentes de esas colectividades.
El acto, que se realizó en el Salón de la Constitución del Congreso de la República, evocó en los candidatos la memoria de Álvaro Gómez Hurtado, gestor del Primer Acuerdo sobre lo Fundamental y coautor y firmante de la Constitución Política de 1991, que rige al país.
En el acuerdo se recogen diez puntos esenciales sobre la resolución pacífica y civilizada de las diferencias políticas y sociales, la lucha contra toda forma de criminalidad y la defensa de la paz, el uso legítimo de la fuerza y la justicia en un Estado democrático, el respeto a la Ley y el Derecho Internacional, a la separación de poderes, la independencia de la Justicia, la política transparente y la lucha contra la corrupción, la no discriminación y la igualdad social, el respeto al medio ambiente y el adecuado manejo de las relaciones internacionales.
Mediante su firma se busca que todos los aspirantes a la Presidencia se acojan y unan esfuerzos en defensa de la democracia y la Constitución Política.
En tal sentido, Sergio Fajardo se refirió al primero de los puntos del acuerdo que habla claramente de los principios que han identificado su movimiento desde un comienzo. “No es el fin el que justifica los medios, son los medios los que tienen que justificar el fin. Nosotros hemos cumplido estos principios, los estamos cumpliendo y los vamos a cumplir, y por eso puedo firmar a nombre de Compromiso Ciudadano por Colombia”, dijo ante los asistentes al recinto y medios de comunicación.
Además de Fajardo, el acto contó con la presencia de Fernando Araújo, presidente del Partido Conservador; Antanas Mockus, candidato del Partido Verde; Angelino Garzón, fórmula vicepresidencial de Juan Manuel Santos por el Partido Social de Unidad Nacional; Antonio Álvarez Lleras, en representación de Germán Vargas Lleras, de Cambio Radical; Rafael Pardo, candidato del Partido Liberal, y Gustavo Petro, candidato del Polo Democrático Alternativo.
Además, asistieron el embajador de Suiza y presidente G-24 -Grupo de los 24- Didier Pfirter y la Sra. Marion Kappeyne, embajadora de Países Bajos, y con el ministro de Interior y Justicia, Fabio Valencia Cossio, quien manifestó que “el Gobierno celebra y apoya la firma de este acuerdo democrático sobre lo fundamental (…) que nos remite a una elemental obligación ciudadana y nos recuerda que nuestra Constitución esel elemento que nos une, nos ata, nos identifica, que agrupa el pluralismo y permite la expresión libre de todas las tendencias ideológicas de nuestro país".
ACUERDO DEMOCRÁTICO FUNDAMENTAL
Las diferencias políticas e ideológicas son legítimas y necesarias en una democracia. Sin embargo, algunos principios fundamentales e indispensables para el buen funcionamiento de la democracia deben estar por encima de estas diferencias y ser materia de un consenso nacional.
1. El fin no justifica los medios. La regla fundamental de cualquier democracia es que todas las disputas políticas y sociales deben resolverse de manera pacífica y civilizada, con un mínimo de respeto entre adversarios, en observancia de la Constitución y la Ley, sin apelar a medios extralegales o violentos y sin recurrir a un lenguaje violento o descalificador.
2. La violencia es contraria a la paz, que es un derecho y un deber de todos los colombianos y colombianas, motivo por el cual se debe promover su práctica efectiva en todo el territorio nacional. En tal sentido, condenamos la violencia, el terrorismo, el narcotráfico, el secuestro y cualquier otra práctica criminal por considerarlas contrarias a los principios universales de la democracia.
3. En un Estado democrático, el monopolio del uso legítimo de la fuerza y de la justicia es competencia exclusiva del gobierno democráticamente elegido y los demás órganos del Estado.
4. Los órganos del Estado tienen que actuar en estricto respeto de la Constitución y la Ley y del Derecho Internacional, en particular de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. En el caso en que agentes del Estado infrinjan la Ley, el Estado debe asumir la responsabilidad correspondiente, junto con las responsabilidades individuales de los causantes del delito y por consiguiente la reparación de las víctimas.
5. La separación de poderes y el equilibrio institucional son principios de la democracia, y su defensa y respeto es obligación de todos los servidores públicos y de la ciudadanía en su conjunto. La base de la democracia radica en la división de los poderes, en el fortalecimiento institucional y en la cooperación armoniosa de las diversas instituciones del Estado.
6. La independencia y la eficacia de la Justicia son valores determinantes en un Estado de Derecho. Con el fin de asegurar la convivencia pacífica es indispensable que la Justicia funcione para garantizar los derechos fundamentales a todos los ciudadanos y ciudadanas, para resolver los conflictos entre los individuos de manera pacífica y para avanzar en la lucha contra la impunidad.
7. Un deber de la ciudadanía y, de manera especial, de todos los partidos políticos, es oponerse a todos aquellos fenómenos relacionados con la corrupción, la impunidad y las malas prácticas políticas y sociales. En este sentido, rechazamos de manera vehemente a quienes desde la política cohonestan con actores violentos, terroristas, mafiosos o corruptos. Los partidos políticos deben asumir su responsabilidad ante la ciudadanía por los comportamientos de todos sus candidatos y candidatas y personas elegidas a cargos públicos o nombrados en éstos.
8. Es deber de un Estado democrático ser incluyente y no discriminar a sus ciudadanos por ningún motivo. Asimismo, debe procurar que tengan condiciones de vida digna y luchar por la erradicación de la pobreza y la reducción de la desigualdad en el marco de la promoción y del respeto de los Derechos Humanos.
9. El desarrollo del país debe estar en armonía con las conservación del medio ambiente y la biodiversidad en el ámbito nacional e internacional.
10. La política exterior debe ser guiada por el interés nacional, superando las diferencias partidistas, y con el espíritu de entendimiento, cooperación y respeto entre los miembros de la comunidad internacional.
Los firmantes de la presente declaración nos comprometemos incondicionalmente a respetar y trabajar para que se cumplan estos principios.